Capítulo 35: Mañana se acaba esto
2/2
Capítulo 35: Mañana se acaba esto
Eva Jenell
Me tomó de mis muñecas y alzó mis manos colocándola encima de mi cabeza para sujetármela con una de sus enormes mano, mientras que su otra mano me tomaba del cuello para mantener mi cabeza fija, y se inclinaba para que su boca atacara la mía en un beso desesperado y lleno de pasión y lujuria. Me arquee contra él y jadee cuando empezó a besar mi cuello.
—¿No te cansas, príncipe Dunkel? —gemí complacida mientras me mordía el labio inferior, joder, aún sentía que me dolían las piernas tras las última acomodada de matriz que me hizo en el baño, pero no iba a mentir, ya todo mi cuerpo estaba caliente y pedía más.
—Mañana se acaba esto —susurró buscando mi mirada, su nariz rozando la mía—. Entonces disfrutemos a cada segundo.
Volvió a besarme, su lengua abriéndose paso a mi boca derritiéndome, me estremecí por completo y entonces su mano fue a mi cintura, acariciando lentamente mi curvatura hasta ir hacia mi trasero para apretarme contra su cadera donde podía sentir la bestia de sus pantalones clamando por ser liberada.
—Podría morir en tu cuerpo —susurró con voz ronca sobre mis labios—, me enloquece este lugar.
El ascensor se detuvo y entonces nos separamos cuando las puertas se abrieron, una señora mayor se subió pareciendo indiferente mientras andaba el celular, se bajó en el siguiente piso; donde yo me bajaba, así que también iba a salir cuando de repente él me tomó de la muñeca.
—Ven conmigo a mi habitación.
Era muy tentadora la idea, pero ¿qué le diría a Aurora?
—Estoy muy cansada. —respondí, él no pareció feliz de que me le negara, pero no me importaba, aún así o pensé un poco y pregunté:— ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro —respondió con curiosidad.
—¿Carmelo y Francia son hermanos? —pregunté.
—Sí —respondió.
—Es que los vi... de una manera inapropiada —solté—, pero cuando lo enfrenté y dije que se lo diría a Aurora, me chantajeó con que le diría de ti y de mí a Aurora.
Eros soltó un bufido.
—De seguro malinterpretaste todo, ellos son muy cercanos —replicó Eros—, no digas estupideces.
—No son estupideces, sé lo que vi... —empecé a decir, pero él pareció de repente irritado y dijo:
—Basta, no digas idioteces.
—¿Entonces soy buena para una follada pero cuando te digo algo importante son idioteces? —refuté— tengo cerebro, no invento cosas por inventar.
Él giró los ojos pareciendo ya enojado.
—Tu misma lo has dicho, es solo sexo entre tu y yo, e inteligente no creo que sea tu mejor cualidad, ahora deja de inventar estupideces.
—¡No puedo creer que te comportes como un idiota cuando te estoy diciendo algo de tu hija!
—No eres su madre —replicó—, eres mi amante así que no te metas en asuntos familiares, ubícate.
Sentí un nudo en mi garganta que empezaba a apretarse cada vez más.
—La cagaste —susurré enojada—, la has cagado hasta el fondo, Eros.
—Vale —se encogió de hombros enojado—, no quiero que te me acerques más, nena.
Me soltó y entonces tocó el botón para que se cerraran las puertas del elevador en mis narices, yo me quedé por un momento pasmada procesando lo que acababa de decirme ¿quería decir que aquí acababa todo?, además de llamarme en pocas palabras tonta, no me creyó ni un poco. ¿Por qué no me creería? Es decir, sí, era el prometido de su hija, su unión sería beneficiosa para su país, pero les acababa de decir algo jodidamente grave y él decidió simplemente no creerme.
Si aquí acababa todo, entonces, este era el punto final.
***
A la mañana siguiente me sentía aún entre enojada e indignada por lo ocurrido, por haber visto a Carmelo con Francia y luego por como me trató Eros, por ni siquiera escucharme y exponer como todo un idiota que yo no significaba más que un cuerpo y sexo para él, una aventura, es decir, lo sabía, sabía que esto sería temporal, pero, dolía que me tratara como lo hizo, como si fuera una puta sin voz. Eso me pasaba a mí por meterme con hombres hijos de puta, que ni siquiera me valoraban. Pero intenté disimular cómo me sentía por dentro, porque se suponía que nada de esto debió de suceder, no debí meterme con el padre de Aurora y no debí enterarme de lo de Carmelo y Francia... ni mucho menos debí aceptar tampoco esta farsa con Federico, pero extrañamente, su compañía se sentía bien, no era pesado, ni demandante, solo parecía estar a gusto con mi compañía y eso era todo.
Cuando ya tocó la hora de irnos vi a Eros hablando por teléfono mientras yo iba tomada de la mano con Federico hacia el avión, por medio segundo hicimos contacto visual, pero lo dejé de mirar y me pegué más a Federico mientras subíamos. Para mí ahora acababa la aventura, no volvería a estar con él nunca más, no se lo merecía.
—¿Estás bien? —preguntó Federico cuando tomamos asiento, vi a Aurora hablando con Carmelo y Francia, los tres reían, los tres parecían conversar animadamente de algo y yo solo me preguntaba el nivel de hipocresía que se traía esta gente, todos con sus oscuros secretos y caretas perfectas, ¿lo peor? Que yo tampoco me salvaba, yo me había convertido también en uno de ellos.
—Sí, es solo... que no quiero irme de Dubai —me limité a decir y lo voltee a mirar para ofrecerle una ligera sonrisa.
Él tomó mi mano, su mirada de ojos azules oscuros como el mar profundo estaban fijos en mí, noté que veía a a través de mí, con una ligera sonrisa encantadora.
—Debo decirte algo —dijo.
Fruncí ligeramente el ceño.
—¿Qué?
Él tragó pesadamente saliva.
—Te he engañado, no soy gay.
Me lo quedé mirando, ahora sabiendo que mis sospechas eran ciertas, que nuevamente uno de los Dunkel me vio la cara de estúpida.
—Ah ¿no? —dije— ¿Y por qué...?
—Quería llevarte a la cama —me interrumpió y por primera vez noté que era sincero— pero mi plan no funcionó.
Pestañee un par de veces y me acomodé en el asiento procesando esto, en realidad una parte de mí lo sabía o al menos lo sospechaba.
—Escucha, este tiempo que compartimos —continuó—, me di cuenta de que eres una chica seria y bastante centrada, eres realmente algo difícil de encontrar, es decir, eres dulce, amable con carácter firme, me fuiste fiel y me acompañaste de manera perfecta sin ni siquiera ser novios...
«Si supieras...»
—¿Por qué me dices esto? —pregunté.
—Quisiera que al volver a Belmia lo intentemos —expuso directo—, sal conmigo, quiero saber si puede haber algo más entre nosotros.
—¿Algo más? —repetí.
—Quiero que salgas conmigo, esta vez de verdad, que seas mi pareja —explicó—. Yo te daré el consultorio que quieres o todo lo que quieras, conmigo no te faltará nada, dame una oportunidad de salir contigo, quiero ver si realmente eres la princesa que he estado buscando.
Abrí la boca sintiendo mi garganta reseca, realmente de todo lo que había acontecido estos días, no me esperaba que él fuera a decirme algo como esto.
Voltee cuando vi que empezaron a subir los muchachos, Eros también estaba hablando con su amigo Martin seriamente, sin embargo su mirada de ojos azules tan claros que tocaban el gris se fijó en mí y en Federico a la distancia.
—¿Quieres... —continuó diciendo Federico acaparando mi atención— ser mi novia?
Sin saber por qué lo hice, puede que por despecho afirmé con la cabeza y susurré:
—Está bien.
Noté como Federico amplió su sonrisa de comercial, sus ojos brillando, demostrando que era un hombre realmente atractivo y que debía tal vez de sentirme afortunada de que me propusiera tal cosa, sin embargo, tenía un vacío en mi corazón que lo único que me hacía era hacerme sentir peor por tomar malas decisiones, sin embargo por primera vez sentía que no era una mal decisión.
Federico tomó mis mejillas y se inclinó hacia mí para darme un ligero beso en los labios, entreabrí los ojos observando que Eros nos observaba y entonces tomando la nuca de Federico profundicé el beso y noté como su rostro enrojeció.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
*****************************************************************************
Holaaaa conejitas, les cuento que ayer no pude actualizar porque no me sentía bien, pero hoy dos capítulos :D lo notifiqué por el grupo VIP de whatsapp a las que me siguen en las redes ya sabran de qué hablo... chan chan chan ¿qué pasará? les dejo un asomo, CELOS, POSESION, SECUESTRO AAAAAAAAAAHHHHH
instagram: Ysarisareinamoo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top