Loona y Octavia, al realizar el ritual, fueron testigos de un destello amarillo que iluminó toda la habitación. De repente, vieron a un Mad más pequeño, vestido con su pijama adaptado a su nuevo tamaño. Al abrir los ojos, Mad se asustó y exclamó -No, no me coman-

Octavia respondió -Ese mismo miedo fue el que te llevó a hacer una serie de locuras-

Loona se acercó a Mad y trató de calmarlo -Tranquilo, Mad, no comemos carne humana-  Le mostró una sonrisa y luego lo abrazó, pero Mad se puso tenso, como si quisiera liberarse. Sin embargo, Loona continuó acariciándolo y poco a poco Mad se relajó. Loona acarició su espalda y Mad gritó de dolor. Loona le quitó la camiseta y descubrió cicatrices con carne viva en su espalda.

Octavia se sorprendió y exclamó -¿Cómo es posible que permitan que un niño sufra este tipo de daño?-

Loona recordó el libro Via y dijo- Debemos usarlo para curarlo. Octavia siguió el consejo de Loona y las heridas de Mad comenzaron a sanar, incluso las cicatrices desaparecieron por completo.

Viendo que Mad estaba ahora en mejor estado, Loona le preguntó: -¿Quieres convertirte en alguien parecido a mí?- Aunque Mad no entendía completamente lo que eso implicaba, había ganado la confianza de ambas y aceptó.

Loona transformó a Mad en un cachorro hellhound. Al verse en el espejo, Mad se asustó por su nueva apariencia, pero Loona le aseguró que se veía mejor que antes. Luego, Loona explicó a Mad dónde se encontraban

-Según lo que has leído, se supone que las personas malas van a un lugar donde hay fuego y sufren para siempre, pero eso es mentira. El infierno es más como una ciudad sin reglas, donde lo único prohibido es robar bancos

Mad, al ver el cielo rojo a través de la ventana, se dio cuenta de que estaba en el infierno, pero notó que nadie estaba gritando de dolor.

Loona le aseguró a Mad -Sé que es mucho para asimilar, pero tanto yo como Octavia te cuidaremos. Ahora iremos a la casa de Loona-

¡Claro! Aquí tienes una versión mejorada del fragmento:

Loona y Octavia llevaron a Mad a la casa de Loona, asegurándole que estaría a salvo allí.

-Esta es mi casa, Mad. Aquí nadie te va a lastimar- le dijo Loona con una sonrisa reconfortante. Mad miró a su alrededor, examinando cada detalle de la casa, sintiéndose aliviado al ver un lugar acogedor y seguro.

Sin embargo, pronto Mad comenzó a mostrar señales de hambre. Loona, notando su necesidad, decidió hacer un pedido de pizza para satisfacer su apetito. Hizo una llamada a su pizzería favorita y seleccionó una variedad de sabores deliciosos para complacer los gustos de todos. Mientras esperaban la llegada de la pizza, Loona y Octavia aprovecharon para explicarle más a Mad sobre el infierno y cómo funciona la vida allí.

Durante la conversación, Mad empezó a sentirse cada vez más cómodo y seguro en compañía de Loona y Octavia. A medida que compartían risas y anécdotas, Mad se dio cuenta de que había encontrado una nueva familia en este extraño pero acogedor lugar.

Finalmente, la pizza llegó y todos se sentaron alrededor de la mesa para disfrutar de una deliciosa comida juntos. Mientras compartían la pizza, continuaron hablando sobre el infierno con más detalle

Loona y Octavia se sentaron junto a Mad, listas para explicarle cómo funciona la vida en el infierno.

-Mad, en el infierno, las reglas son un poco diferentes a las del mundo humano-,  comenzó Loona.

-Aquí, no hay un sistema de castigo eterno como se ha descrito comúnmente. En cambio, el infierno es más como una ciudad sin reglas, donde cada uno es responsable de su propia vida y acciones-.

Octavia asintió y agregó: -Es cierto. Aquí, las personas son libres de ser quienes realmente son, sin juicios ni limitaciones impuestas por la sociedad. Sin embargo, eso no significa que todo esté permitido. Aunque no hay un sistema de justicia formal, hay ciertos códigos de conducta que se esperan de todos los habitantes del infierno-

Loona continuó: -Por ejemplo, está prohibido robar bancos. Eso es algo que se toma muy en serio en el infierno. Pero aparte de eso, cada uno es libre de hacer lo que quiera, siempre y cuando no perjudique a los demás-

Mad escuchaba atentamente, tratando de asimilar toda la información. Preguntó -¿Y qué pasa con los demonios y otras criaturas aquí en el infierno? ¿Son todos malvados y peligrosos?-

Octavia sonrió y respondió -No todos los habitantes del infierno son malvados. Hay una gran variedad de seres, algunos más amigables y otros más peligrosos. Pero, al igual que en cualquier lugar, es importante tener cautela y elegir nuestras amistades sabiamente-

Loona asintió y agregó -Exactamente, Mad. Aquí en el infierno, encontrarás una mezcla de personalidades y seres de todo tipo. Pero no te preocupes, nosotros estaremos aquí para cuidarte y guiarte en este nuevo mundo-

Mad se sintió aliviado al escuchar las explicaciones de Loona y Octavia. Aunque el infierno era diferente a lo que había imaginado, estaba emocionado por las oportunidades y aventuras que le esperaban.

Después de disfrutar de la deliciosa pizza, Octavia anunció que tenía que irse.

-Hasta luego, Octavia -, dijo Loona despidiéndose. Mad se despidió también, agradecido por todo lo que Octavia había hecho por él.

Loona se volvió hacia Mad y le recordó: -Mad, ya deberías dormir. Son las 10 de la noche y mañana tendré que llevarte a la oficina de IMP. En el camino, compraré algo para el desayuno-.

Mad asintió, confiando en que estaría seguro con Loona. Ambos se dirigieron a descansar, Mad se sentía reconfortado sabiendo que estaba en buenas manos.

Loona preparó una cómoda cama para Mad y lo acompañó hasta que se quedó dormido. A medida que Mad se sumergía en el sueño, sentía una sensación de seguridad y protección a su alrededor, sabiendo que Loona estaba allí para cuidarlo.

La noche pasó tranquila y al despertar, Mad se encontró con una Loona lista para llevarlo a la oficina de IMP. Ambos se prepararon para un nuevo día en el infierno, lleno de aventuras y desafíos por delante.

Mientras Loona y Mad caminaban por la calle, Loona decidió hacer una parada para comprar el desayuno. Se detuvieron en una panadería y Loona eligió una variedad de panes y pasteles deliciosos para disfrutar.

Además del desayuno, Loona notó una tienda de juguetes cercana y pensó en hacerle una sorpresa a Mad. Entraron en la tienda y Loona eligió algunos juguetes especiales para él. Compró 20 rompecabezas de diferentes niveles de dificultad, pensando que sería una buena forma de mantener a Mad entretenido y estimular su mente.

También encontró una especie de Game Boy con algunos juegos divertidos. Loona sabía que Mad disfrutaría de la experiencia de jugar y explorar nuevos mundos virtuales.

Cuando salieron de la tienda, Mad estaba emocionado por los regalos que había recibido. Agradecido, le dio un abrazo a Loona y le expresó su gratitud por su amabilidad y generosidad.

Continuaron su camino hacia la oficina de IMP, con Mad llevando sus nuevos juguetes y sintiéndose aún más seguro y feliz al lado de Loona.

Continuará.....