Más Allá del Muro
Jon Nieve

Jon supo por la carta de Sansa que la hija de Rhaenys cumplía años y que harían una gran celebración por ello. La hermana menor de su hijo, sí, Renly Stark, el supuesto hijo de su primo, el rey Robb.

Jon recordaba perfectamente cuando acordaron decir que el bebé era de él. Estaba encerrado y los Inmaculados lo vigilaban.

«Renly no sabe que soy su padre» Pensó. Hasta donde sabía solo Rhaenys y Robb conocían la verdad...

Su “hermana menor”, en realidad, prima, Sansa. Había escrito que no podía enviar más cartas hasta volver al Dominio o a Invernalia, todos creían que nadie debía tener comunicación con él. Realmente Jon hablaba con todos los Stark excepto con Robb y Brandon, Tormund tenía UNA GRAN TEORÍA sobre el Cuervo de Tres Ojos.

Decía que Bran movió perversamente los hilos desde un primer momento para lograr ser Rey. Él le había dicho Samwell Tarly sobre que Jon era hijo de Rhaegar cosa que acabo con la relación de Jon y Rhaenys y también genero problemas con Daenerys.

«Aún me siento mal porque haya muerto. Si no lo hubiera hecho Rhaenys y Renly habrían muerto y Sansa y Robb hubieran iniciado una guerra. La paz, la paz era necesaria...».

Y Bran había hecho todo para acabar con la paz, provocando la caída de Daenerys... Y la próxima Danza de Dragones, Jon aún no lo sabía pero Elia Targayen junto al príncipe Daemon y sus supuestos hijos bastardos con Daenerys irían pronto a la guerra.

—Tormund, por favor, Bran no...

—No te diste cuenta que Daenerys estaba loca aunque todos lo sabíamos. Escucha, parece que Bran viera el futuro, vió cuando llegó el Lannister que me robó a Brienne...

—Tormund. —Espetó con una sonrisa deteniéndose en medio de la nieve.

—Bran sabía que Daenerys destruiría Desembarco del Rey. Pudo haberle sugerido a tú hermano que te enviará aquí para que no reclames la corona.

«El caos es una escalera» Recordó Jon y de pronto sintió más frío, empezó a temer por su familia. Si Bran ya no era Bran y había muerto en la cueva. Negó... La vieja Tata les contaba historias... Ella decía siempre “no le creas a los cuervos, todos son unos mentirosos”.

—Tienes razón—Aceptó después de años y Tormund sonrió—, debo hablar con Arya y ella debe alertar a Robb y a Sansa.

—¿Jon? —Preguntó después de unos instantes y él lo miró—. ¿Por qué la reina Rhaenys no se casó con ambos si Aegon tuvo dos esposas?

Jon suspiró, una vez se preguntó lo mismo.

—Robb no aceptaría... Realmente no lo sé...

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Desembarco del Rey
Elia Stark Targayen

Elia tuvo que evitar gritar como fangirl al ver que los Velaryon traían las espadas de la casa Targayen en un gran cofre de cedro con adornos, sobre los mejores terciopelos que se podían encontrar en las Ciudades Libres... Aurane Mares estaba junto a su madre presentando a su medio hermano y la familia de este.

Él estaba feliz ya que el Rey Robb hablaba con Theon Greyjoy en el Bosque de Dioses. Su padre le contó por qué había perdonado a Theon antes de ausentarse.

—Estaba arrepentido, tu abuela nunca le ha creído pero yo sí. —Habló el rey—. Es un Greyjoy y un Stark. Ha hecho todo lo posible para que lo perdoné y quiere a tu hermano como si fuera su familia.

«El Pequeño Robb es un Stark, a Theon no le agrada mi madre aunque no lo diga» Pensó sin embargo no dijo nada.

—Mi hermano, Lord Monterys Velaryon, Señor de las Mareas y Amo de Marcaderiva desde los siete años. Su esposa y su hijo, Aethan.

Elia no le prestó atención al lord sino a su hijo, era tan guapo como su tío Aurane. Él le sonrió con picardía. Era uno de los últimos pretendientes de Elia, no recordaba ni la mitad de los nombres de los lores y caballeros que querían casarse con ella... Alianzas...

«Es porque soy la hija del Joven Lobo y la Reina Dragón» Pensó.

—Mi princesa, si me elije como pareja sus días serán simples y sus noches seguras bajo mi protección.

Elia miró a su madre de reojo y vió que estaba haciendo un gran esfuerzo para no reírse de las palabras de Aethan.

La princesa tomó a Fuegoscuro entre sus manos y se la entregó a El Pequeño Robb, su hermano mayor le mostró la sonrisa perfecta que era igual a la del Rey en el Norte, el padre de ambos.

Elia se colocó a Hermana Oscura en la cintura. Sonrió. Minutos después ella y Aethan Velaryon paseaban por la Fortaleza Roja mientras la Reina hablaba con los Velaryon.

—¿Tienes un dragón? —Preguntó Elia después de unos segundos recordando los rumores—. Pensé que solo los Targayen los teníamos ya que los huevos de dragon están en Rocadragón.

—Mi huevo de dragón y el de mi hermana fueron traídos de de las Tierras Sombrías que están más allá de Asshai. —Él la siguió hasta las bancas—. El mío es de color perla...

—¿Quieres hacer una carrera con los dragones? —Preguntó ella y Aethan sonrió divertido.

Buscaron dos caballos y salieron como un rayo hacia Pozo Dragón. Estuvieron volando gran parte del día, incluso Deria los acompañó... El dragón de su prima se llama Nymeros; era dorado y naranja. Todos habían tenido problemas para decidir el nombre de los dragones ya que todos los nombres buenos se habían usado.

Leyton los interrumpió cuando dijo que su la Reina Rhaenys la llamaba para ir a cenar, la tía Sansa Stark había llegado.

—¿Tú no deberías estar entrenando, Balerion, si vas a ser el mejor caballero de los Siete Reinos? —Habló ella con tono férreo, viendo a su hermanito jugar con el lobo de su madre y el suyo de color dorado con ojos negros que era tan agresivo y temperamental como lo había sido Peludo; el huargo de su tío Rickon Stark, al punto de incluso molestar a los dragones cuando eran pequeños—. Así algún día vencerás a nuestros hermanos y al tío Jaime.

El niño que corría de un lado para otro se detuvo para mirar a Elia y le sonrió.

—Ya entrené hoy, y desmontaré a Leyton, ya que él venció a ser Jaime... Seré tan bueno como ser Loras Tyrell.

Elia sonrió orgullosa. Su madre no hablaba del Tyrell pero Tyrion le contó sobre cuanto Rhaenys quería al caballero cuyas armadura tenían motivos florales. Habían sido los mejores amigos, incluso El Pequeño Robb lo conoció en su cumpleaños... Cuando murió.

—¿Leyton, cómo va Balerion? ¿Ya podrá ser un caballero blanco?

—Lo será, pero por los momentos es mejor con la lanza que con la espada.

—Ve a la cena. Te alcanzó luego. —Le dijo Elia a su hermano, luego giró hacia Leyton. Le sonrió—. Siento lo que hizo Daemon. Él es...

—Lo entiendo. —Murmuró Leyton con el ceño fruncido. No perdonaría fácilmente al Príncipe Canalla.

Ella sonrió y se fue.

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La cena prometía ser incómoda, siempre la familia real cenaba junta si Rhaenys no tenía que cenar con cualquier gran señor, o con los enviados de algún lugar... El día anterior había estado con ellos la familia del hermano de su madre; el príncipe Aegon, fue muy divertido.

—No me importa esa estupidez de torneo —Replicó Deria, su hija, cuando Myranda Royce habló de lo emocionada que estaba. Elia estaba de acuerdo. Sabía que Minisa asistiría, y ambas la detestaban.

El príncipe Aegon cenaria con los dornienses. Tyrion Lannister había estado preocupado al igual que los reyes por eso. En cualquier momento podía haber una rebelión.

—¿Y qué le pasa a la tía Sonsa? —Susurró el niño rubio mientras comía la sopa. La mujer se veía preocupada y ansiosa.

Elia se echó a reír al escuchar a Balerion mientras entraba, su abuela los reprendió con la mirada pero ella le ignoró. Balerion había escuchado muchas veces a Elia decir «Sonsa» en vez de «Sansa», era la única que si bien quería a la dama Stark se daba cuenta que de niña fue una gran molestia y todavía podía serlo.

Resentia a todos en el fondo porque quería ser Reina.

Se detuvo para acariciar a su huargo, color blanco, con ojos que eran como oro fundido. Todos la miraron aunque sus padres no desaprobaron lo que hacía.

—Elia, date un baño. —Ordenó lady Catelyn que estaba más cerca a ella—. Apestas a dragón.

Los ojos de la reina se llenaron de rabia al escuchar a su suegra.

—El Dragón no responde ante nadie. —Advirtió Rhaenys, su madre era calmada pero era la nieta de Aerys Targayen y Tywin Lannister, si la molestaban cantaría las Lluvias de Castamere sobre sus tumbas.

Elia por un momento recordó como era su madre hace años, cuando Rhenlyarr que ya era tan inmenso como el más grande de los tres dragones Targaryen; Balerion, con dientes del tamaño de espadas... extendió sus alas antes de quemar a la escolta de Ángelus y escapar.

Lord Varys le había contado al igual que Tyrion Lannister historias sobre ella.

—Había nacido para quemar todo; Fuego y Sangre, para pelear como Lannister. Para pagar sus deudas, para que escucharan su rugido... Pueblos enteros se oscurecían cuando pasaba volando con sus dragones.

Sansa se mordió el labio y asintió, sumisa. Ella había hecho muchas cosas malas, y también buenas. Era leal a la reina Rhaenys a pesar de todo.

—¿Y cuándo llegará Arya, hermano?

Elia miró a su padre y supo que estaba triste. Extrañaba a sus hermanos, tomarle el pelo a
Bran, jugar con el pequeño Rickon... En Invernalia comían en el salón principal la mitad de las veces. Su abuelo decía que un señor tiene que comer con sus hombres si quiere conservarlos.

—Debes conocer a los hombres que te siguen—Le oyó decir al Rey a El Pequeño Robb una vez—, y ellos deben conocerte. No les pidas a tus hombres que mueran por un desconocido.

En Invernalia había siempre un asiento de más a su mesa, y cada día pedía aun hombre diferente que comiera con ellos. Aquí el Rey en el Norte hacía lo mismo.

—Se dice que la causa de todos los problemas en la ciudad es el torneo en honor a Elia que organiza la reina. —Murmuró Minisa con una sonrisa arrogante. Estaba sentada entre Sansa Stark y Dickon Tarly, tan lejos de Elia como podía estar sin exponerse a un reproche de lady Catelyn Stark.

Minisa tenía el cabello castaño de su padre en vez del rojo de Sansa.

—El torneo del rey. —La corrigió Rhaenys con el ceño fruncido y tono gélido mirando al rey Robb—. Te garantizo que la reina no quiere saber nada del tema, dioses.

El Joven Lobo se echó a reír.

—Sí, sobrina. Se dice que solo Aegon el Dragón podría mantener la paz.

—Pero Daemon tiene todo bajo control, fue una buena decisión que dirigiera la Guardia de
la Ciudad. —Espetó Tyrion, al igual que a Elia Minisa le parecía irritante.

Se sonrieron discretamente.

—¿Sabes qué se casará conmigo antes del invierno, Elia?

—Soy la princesa, Minisa. —Espetó de mala gana y se levantó, dispuesta a mostrar que era la Loba Dragón.

Elia bajó la cabeza para mirar el plato con gesto hosco. Sentía que las lágrimas le escocían en los ojos. Se los frotó, furiosa, decidida a no llorar. El único sonido que se oía era el tintineo de los cuchillos y los tenedores.

—Os ruego que me disculpéis —dijo ella a los presentes mientras se levantaba—. Esta noche no tengo apetito. —Salió de la estancia, mientras se iba escuchó los murmullos que hablaban del torneo.

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Este es el penúltimo capítulo de la primera parte. Pronto veremos qué pasará cuando se sepa que Renly es bastardo y cuando Daemon se tenga que casar con Minisa.

¿Qué quieren que pase? ¿Daemon qué hará respecto a sus sentimientos por Elia?

~Isabel~