Capítulo 21
—Entonces cambias este número por la equis y luego pones...
—Aburridoooooo. —Will rodó los ojos divertido sacando el libro frente de mi, para colocar su celular.
Estábamos esperando por mi preciada comida, un buen patacón con todo.
Se me hace agua la boca de sólo imaginármelo.
—¿Qué fue, chamo? —me quejé y él colocó la galería, señalando una foto en específico, yo me acerqué a verla y me sorprendí porque reconocía esa playa, ahí estaba yo, sosteniendo la mano de un niño un poco más grande que yo, ese debía ser Will, estábamos de espaldas a la cámara pero yo sabía que ese era mi traje de baño favorito con una especie de tutu alrededor colorido.— a la vaina.
—¿Agnes? —el azabache pasó su mano frente a mis ojos, varias veces pero yo estaba concentrada en la pared donde se veía una fotografía de la reina pepiada, pensando en todo.— ¿ese no es Sebastián?
—¿Qué?, ¿dónde?, ¿cómo? —miré a todos lados buscándolo y me sentí tonta cuando no lo encontré, ¿lo había buscado en serio?— ¡William!
—Ya decía yo que lo sabía, pero me lo acabas de confirmar, An. —mi amigo empezó a reírse con más ganas, le miré mal entrecerrando mis ojos antes de sonreír ampliamente por la idea que cruzo mi mente.
—¡Lily! —se quedó quieto y la buscó con su mirada por todo el lugar, al no verla se cruzó de brazos y yo me carcajeé esta vez.— ¿Qué decías, rolo e' pato?
—Ni una palabra de esto a Lilian y yo no diré nada a Gallagher.
—Me parece un trato justo, estamos a... ¿por qué debería de importarme lo que dijera ese teñido?
—¿Por qué te gusta?
—¿Gustarme?, chamo, ¿tú te estás escuchando? —el mesero colocó los platos de comida frente a nosotros y me sonrió.— gracias, pana. —le devolví la sonrisa y él me guiñó un ojo.
—Un gusto servirte, hermosa. ¡Que disfrutes tu comida!
—Ay sí, gracias por desearme buen provecho. —Will me interrumpió haciendo el tono de su voz más agudo pestañeándole al moreno.— ¡eres un amor!, ¿estás soltero?
—Will, ¿qué estás intentando...
—Coquetearle al pobre chico, eso intenta, es muy lamentable. —Lily se sentó frente a nosotros y yo le guiñé un ojo.— hola, mi amor. —me saludo con coquetería, antes de mirar al moreno que se mantenía incómodo en su lugar.— no te preocupes por William, le gusta molestar a todo el que se le cruce en el camino, como un idiota. En fin, ¿podrías traerme una arepa con todo?
—¿La domino?
—Esa misma, gracias desde ya, bebé. —el moreno volvió a sonreír y se alejó mientras nosotras ahora veíamos a un azabache serio.
—¿Te cansaste de fastidiar a tu amiguito el tatuado? —soltó cruzándose de brazos mirándola solamente a ella.—por eso es que viniste aquí, de seguro ese...
—Ya va, compa, párame el carro ahí. —exigió ella levantando una mano mirándolo burlesca.— ¿tenemos algo para que me reclames?
Oh, oh.
¿Aquí es donde debería de poner el fondo musical, retirarme lentamente y no morir en el intento?
Analizando de nuevo, toda la situación, debía preguntarle a Will sí le gustaba Lily, aunque era notorio, quería confirmarlo por sus propias palabras.
Yo empecé a comer en silencio, calándome el show de ambos, que se lanzaban respuestas filosas pero tensas, rodé los ojos cuando William intento decir algo y se le enredó todo.
—¡Ya!, se me calman los dos. —interrumpí dejando el tenedor a un lado de mi patacón.— ustedes dos, parecen una pareja de casados. ¿Se gustan o qué es la vaina? —ambos iban a matarme con esa pregunta, pero ya me habían colmado la paciencia con su discusión. — como vinimos a comer, eso es lo que haremos, ¿bien?, bien.
Lily refunfuñó entre dientes cruzándose de brazos asintiendo achinando sus ojos ignorando a William que se mantenía serio, pero empezando a comer, el azabache por otro lado la miraba indignado comiendo también.
—¿Por qué no podemos comer con tranquilidad? —quise saber cerrando los ojos, la morena me miró confundida cuando volví a abrir los ojos.— ¿qué?, ¿por qué me miras así?
—An, estamos comiendo tranquilamente. Que yo no me lleve bien con el mono aquí presente, no quiere decir que no podamos disfrutar de una buena comida.
—La loc... digo, ella tiene razón, chama. Vamos a disfrutar de la comida, yo prometo no molestar a Lily por hoy.
—Válgame...
—¡Llegó por quien lloraban!
—¡Wyatt!
Los tres habíamos estado tan concentrados que no nos dimos cuenta de la presencia del ojiverde hasta que se sentó a mi lado sonriente.
—Así me llamó, pero usualmente me dicen, rey.
—¿Rey?
El castaño asintió con orgullo y Lily sonrío divertida.
—Lo eres, pero, el rey del miedo. —respondió esta vez una voz que yo no esperaba escuchar el resto de la tarde, Sebastián Gallagher estaba llegando con su típico andar galante hasta nuestra mesa.
—Chicos, no quiero parecer grosera, pero, ¿cómo llegaron aquí?
—Bueno, escuchamos que comerían en un lugar donde preparaban platos exquisitos, entonces le dije a los chicos, ¡vamos!, ademas iba a estar mi actriz favorita.
—¡Awww!, nunca entenderé por qué me llamas tu "actriz favorita", pero, esta bien, están en el mejor lugar para comer un martes por la tarde. —sonreí y Parker fue el primero en tomar el menú leyéndolo. — prueben lo que más les apetezca.
—No entiendo cómo los chicos me arrastraron hasta acá, pero sin duda quiero esto... —señaló el pelirrojo una foto de la reina pepiada.
—¡Esoooo! —bromee con picardía ignorando al rubio entrometido de mi enemigo.
El mesero volvió y Lily tapo la boca de Will para que los demás pudiesen pedir su comida tranquilamente sin necesidad de que el loco de mi amigo siguiera coqueteando.
—¡William! —se quejó la morena quitando su mano asqueada de la boca del azabache quien la miraba divertido. — ¡asqueroso!
—Tú fuiste la que puso su mano en mi boca. —se excusó él comiendo con calma sin perder ese gesto divertido de sus facciones.
—¡Lamiste mi mano!
—Pudieron ser tus lab... —se detuvo abruptamente ante la mirada de los chicos y la mía.— no te lavaste las manos. —añadió con nerviosismo levantándose de la mesa, corriendo al baño, creo.
La morena por otro lado estaba sonrojada, con la mirada brillosa pero también extraña.
¿Qué sucedió entre esos dos?, ¿por qué se comportan de esa manera?
—Ok, esto fue lo más extraño que he presenciado. —Wyatt fue el primero en hablar, tosiendo falsamente.— pensé que lo de la química rara y de odio era sólo con ustedes dos. —miró a Gallagher y después a mi.— Lilian, sorprendido me dejaste.
—Green, amigo mío. Cierra la boca. —pidió el pelirrojo tomando mi vaso, para darle un trago a mi papelón con limón. — esto está buenísimo.
—¡Que insolente! —se quejó el ojiverde y Sebastián lo codeó.— ah, bien, olvidémoslo, Agnes. —me llamó y le di toda mi atención.— me gustaría que en serio audicionaras para la obra, esté teñido de aquí, ya lo hizo, pero me gustaría verte en... ¡mi actriz favorita! —chillo y yo fruncí el ceño, él señaló la ventana del local y vi a Cory que iba a entrar con un grupo de chicas y chicos.
Ay, ay.
—¿Por qué tanto escándalo? —vacila Will sentándose de nuevo, mi amiga se le queda mirando y me observa a mi, no va a librarse de mi interrogatorio en la pijamada.
Volviendo al punto, Cory está entrando y yo estoy como un desastre, que el ojiverde se encarga de arreglar en un parpadeo.
—¡Divina!, listo, Sebastián, échate para allá. —le empujó el castaño pero este no se movió, sin embargo hizo otra cosa que nos sorprendió a todos. Rodeó mis hombros con su brazo.— ¿Qué estás haciendo, rubio del demonio?
—¿Yo?, nada. —sonrió con fingida inocencia el idiota, cuando intenté alejarlo de mi, Cory ya nos había visto y caminaba hasta donde nos encontrábamos.
—¡Quita tu brazo de mis hombros, teñido! —chille en voz baja, con el corazón acelerado, Wyatt intentaba ayudarme, pero él rubio no se alejaba, incluso Parker y William compartían miradas cómplices, nada como Lily que también estaba como el ojiverde.
Cory ya estaba frente a nosotros, Wyatt se sentó resignado bebiendo su malteada de un solo trago suspirando irritado.
Él y Lily compartieron miradas preocupadas, se sentaron juntos y saludaron al ojigris.
Por dentro me estaba muriendo, porque había logrado quitar el brazo del rubio de mis hombros, pero se mantenía cerca de mi.
—¡Hey, chicos! —saludó mi crush y fijó sus lindos ojos en mi. —Hola, bonita. —me sonrió y me derretí al instante, lo cual Sebastián lo imitó en voz baja riéndose.— ¿Qué tal?
Patee la pierna del rubio alejándolo de mi con disimulo, devolviéndole la sonrisa al lindo chico.
—Hola Cory. —salude con timidez y un poco sonrojada.
—Por lo visto, estábamos bien, pero ya que llegaste... nos aburrimos.
—Gallagher. —le reñí pero eso sólo hizo crecer su sonrisa y que Cory le mirara con recelo.
—¿Te aburriste de jugar a arreglar las servilletas?
—¿Qué?, ¿celoso? —se mofó mi crush, en un tono divertido.
Ya va, ¿qué fue eso?
—¿Celoso de qué?
—Que tenga ventaja esta vez. —dijo el ojigris y yo fruncí el ceño, Parker lo miró igual de confundido que yo, pero él sí entendió a los segundos.
William por otro lado estaba sentándose a mi lado, alejándome del rubio.
—Ya terminamos de comer.
—Vámonos. —esta vez fue Lily quien habló en voz baja, Cory permanecía en una batalla de miradas con Sebastián.
Su rivalidad me desconcertaba.
—Acuérdame de anotarte en la lista de los pendejos. —Respondió mordazmente Wyatt, mirando mal a mi crush.
¿Por qué todos parecían entender menos yo?
—En tus sueños me llevarás ventaja en algo, estirado. —Sebastián volvió a sonreír con diversión, ignorando el mal genio del azabache.— sigue intentando, no pierdas las esperanzas que no tienes.
William tomó mi mano dejando el dinero sobre la mesa por nuestra comida y Parker fue a pedir que nos dieran el resto para llevar.
No estaba entendiendo nada de lo que estaba pasando, la discusión que se había formado entre los chicos y cómo Sebastián se burlaba de Cory.
Quizás escogí un mal día para comer fuera de casa.
*****
Por fin he terminado el capítulo que tanto había dejado a la deriva. Repleto de tensión, arepitas. 👀😂
Pero ajá, ¿qué puedo decir?
Pancito con queso.
Ah bueno, pronto van a entender a rubin y los demás.
Una foto de cómo estoy ahora mismo, editando TPE, mis zombies, esta y el segundo libro de las mellizas. 🥴
—Em.
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