Capítulo 14
Dos seguidos después de este. 🙌🏻🌚
✨🐞✨
La pregunta antes del desastre es simple, ¿qué tan mal podría salir una simple cena?
¿Cómo es que terminamos los dos metidos en este problema?
—•—
La mirada seria que papá toma no es nada normal, después de que llegará del trabajo nuevamente la vecina brollera*, le dijo que yo había entrado a la casa con el chico falta de respeto.
En pocas palabras;
Mi querido padre se estaba contendiendo de no matarlo ahí mismo.
Le presto atención a sus respuestas en el momento en el que él hace reír a mi mamá con no sé qué cosa.
—Conozco a Agnes del instituto, es una persona muy interesante la chica que han criado, señora Carolina.
—Dime Carolina mejor, Sebastián, me siento vieja con ese señora. —interrumpe mi madre con una risita divertida.
Oh no.
—Está bien se... digo Carolina. —le sonríe levemente acomodándose mejor en el asiento en una posición más recta. — somos compañeros en algunas clases y da la casualidad que el profesor nos puso en un trabajo juntos, así que decidimos asistir a la biblioteca a hacerlo, pero como verá, casi me asesina cuando no llegué temprano. —comentó con una risa para completar el teatro que había montado, mi madre quien sonreía maravillada, se notaba que en cualquier momento olvidaría todo el malentendido.
Estoy sorprendida de cómo está diciendo las cosas en un tono sarcástico qué pasa demasiado desapercibido.
Mi mamá es una experta en ese tipo de chalequeo.
—No se de que hablas, chamo. Porque mi hermana es más desastre que planificación. —esta vez quien habló fue Carlos rellenando una arepa con bastante queso y salsa tártara.
—Es cierto, yo misma reconozco no tener buen orden. —me encogí de hombros recibiendo la mirada seria de mamá.— eh... sí, nada digo, será mejor que comamos.
Así que mamá sí entendió el humor del teñido, ya no me quedan dudas.
—Cierto, ya sin malentendidos comamos, Sebastián es nuestro invitado, compórtense. —dijo la jefa de la casa con una mirada seria para mi hermano mayor y para mi. —buen provecho.
Eso fue un "¡cállense la jeta!" discreto.
Sebastián se le quedó mirando al plato por unos minutos sin saber cómo empezar, sonreí divertida y le puse en frente los platos con queso, perico y nata.
—Adelante, lo único que debes hacer es abrirla y colocarle lo que quieras, eso de ahí es perico y la nata.
—¿Perico? —asustado me miró y yo no capté hasta unos segundos después, me empecé a reír fuerte al igual que mi hermano mayor "ejemplar", negándome a creerlo.
—Así se le llama a los huevos revueltos con tomate, cebolla y pimentón. —explicó mamá con una sonrisa divertida mirando de reojo a mi papá quien seguía serio.— ¿no es así, querido?
Uhhh, ahí manda la jefa.
—Totalmente, mi amor. —respondió él con un deje miedoso en sus ojos cuando ella le regaló la mirada de mamázilla.
—Entonces supongo que es bueno. —aseguró el rubio y yo me pegué en la frente mentalmente ante la actitud incómoda que estábamos pasando con mis padres.
Esta cena no estaba saliendo nada bien.
—Pruébalo y conocerás el cielo con comida distinta. —murmuré aprovechando la conversación ocupada de mis padres e hermano, él me miró con una sonrisa y yo sentí el sonrojo, tomé el vaso de agua pasando un trago largo con rapidez ignorándolo un poco.
Por suerte no me ahogue.
—¡Esto está exquisito! —soltó después de tragar el primer mordisco con ganas, mi madre sonrió orgullosa y mi papá alzó una ceja.
Y yo pensando que la tortura había terminado.
—Dime, Sebastien.
—Es Sebastián, papá. —le corregí.
—Sí, Sebastián. ¿Qué te llevó a acercarte a mi pequeña An? —mantuvo una mirada seria y yo no sabía si avergonzarme o reírme.
El rubio trago duramente con fuerza.
—Ella bueno, es mi compañera, señor.
—¿Compañera de qué?, ¿acaso te gusta mi hija?
Mamá se pegó en el rostro con disimulo bufando, ambas nos miramos debatiendo sobre sí ayudarlo o no.
—De clases. —contestó perdiendo los nervios un poco.— no señor, yo eh... ella es sólo mi compa...
—¡¿Me estás diciendo que mi hija es fea?!
Dame paciencia por favor, señor.
Carlos se atragantó con el trago de agua que había estado tomando y lo miró seriamente.
—No, no es lo que quise decir, si hija es linda. —me sonroje ante su respuesta y papá mostró el comienzo de una media sonrisa, mi hermano lo miraba serio aún.
—Bien, ¿Real Madrid o Barcelona?
Oh, oh x2.
Listo, aquí perdí mi dignidad.
—El Real Madrid, señor, esa es la verdad.
—¡Adoro a este muchacho! —alabó mi papá con una amplia sonrisa aplaudiéndole.— el mejor equipo, familia.
¿Qué broma acaba de pasar, chamo?, no entendí todo el show que montó mi progenitor, cuando lo miró con una mueca él me guiña un ojo divertido.
Eso significa que esto no ha terminado.
¡Santa madre!
—¡Epa!, ustedes dos dejen comer al muchacho en paz. —mamá miró con seriedad a los dos hombres mayores la casa y estos de inmediato se centraron en comer.
En los siguientes minutos la conversación se basó en él nada más, todo con referencia a él, así que decidí darle toda mi atención a mi amada arepa rellena sin pensar.
No quiero pasar más pena si los escucho.
Pasamos mitad de lo que nos quedaba de tiempo en la sala donde mamá reía y le mostraba mis fotos de bebé al rubio, forzándonos a mi hermano y a mi a sufrir, bueno yo más que todo.
Lily
Está aquí, aún, mi mamá le está mostrando mis fotos. Sí, repito, mis fotos se las está mostrando.
8:30"
AHHHHH.
Hasta mi papá está echándole broma, no sí.
8:45"
Noooo, ¿Sebastián está en tu casa en serio?
8:45"
De los veinte mensajes que te envié ese fue el único que leíste?, pero sí, chama estoy sufriendo horrible. Ni con mi primer novio me habían hecho eso.
8:48"
😐
8:48"
Ese rubio tiene sus métodos de ganarse a cualquier persona, créeme. Estoy escuchando las campanas de boda JAJAJAJAJAJAJAJA
8:50"
¡Mardeta!
8:50"
Tranquila, bebé, de seguro lo dejan estar y ya.
8:50"
Eso espero, porque... BURLA, debería de estar planeando mi broma de venganza.
8:51"
—Ariana. —trago duramente por el tono de mamá y la miró bloqueando el celular con una pequeña sonrisa "inocente".
Cuando tu mamá te llama por tu segundo nombre significa peligro puro.
—¿Mamá? —Ella alza una ceja y entonces me acomodo mejor en el sofá.
Por suerte el trabajo ya estaba terminado, bueno sólo faltaba la parte final, así que estaba casi que rezando porque el rubio se fuera de mi casa.
—Ve a preparar un toddy que está haciendo frío, antes de que Sebastián se vaya.
—Oh, no se preocupe se... Carolina, no hay problema alguno, es hora de que me vaya. —les dedico una sonrisa apenado a todos, pero eso no detuvo a mi mamá, no, yo sabía que estaba pasando por su cabeza.
—Para nada, ahora ve con Agnes a la cocina y así tomas algo antes de irte, el frío que está pegando no es normal. —papá asintió con la misma sonrisa de mi mamá.
Eso significaba una sola cosa, les había caído mejor que nadie.
Vaya...
—En verdad no quisiera...
—Ni se te ocurra decir que molestas porque no es así, siéntete en casa, Sebas. —nadie se podía negar a ese tono de mi progenitora así que los dos fuimos a la cocina de donde yo sacaba el pote de toddy y ponía el agua a calentar.
Sí mi mamá estaba compartiendo el tesoro de la casa, eso en verdad significaba mucho cuánto les había caído de bien.
¿Le dijo que se sintiera en casa?, de seguro escuché mal, sí eso fue.
—Tu familia es única. —fue lo primero que dijo el rubio apoyándose contra la pared al lado de la entrada de la cocina con una pequeña sonrisa.
Es demasiado gua... feo.
—Ellos son únicos a su manera. —respondo dándole la espalda sacando las demás tazas para el chocolate caliente.
Pero pasa algo, cuando coloco la tazas en la isla de la cocina el rubio está a mi lado mirándome fijamente, su cercanía me producen nervios, no puedo negarlo, él sonríe, como un niño que está a punto de conseguir lo que quiere.
Este catire*.
Yo siento mis mejillas rojas y mi garganta se seca repentinamente así que relamo mis labios captando su atención.
Su mirada no me incomoda, me hace sentir escalofríos pero de los nervios.
Podría decirse que estoy entre la isla y él, sus ojos brillan al verme a los míos, sé lo que está pensando porque extrañamente yo también lo hago, siento que quiere besarme y estoy segura de que no me negaré.
¡No!
—Tenías una mancha en la mejilla. —se excusó algo nervioso entrando a la misma realidad en la que yo había caído también.
¿Qué pasó, amiguito?
—Ya calentó el agua, así que verás la magia del chocolate. —lo empujó lentamente riendo nerviosa reaccionando de una vez por todas, un poco de toddy termina manchando su rostro y yo me rió a carcajadas.
Lo he hecho a propósito.
—¡Agnesia!
—Para nada que es mi culpa.
—Claro que sí, ahora sufre. —me tira la misma cantidad de toddy en la cara haciendo que yo deje de reír y lo miré con los ojos entrecerrados.
—Está me las cobro, pero no con toddy, porque eso es oro. —amenace y el se carcajeó limpiándose el rostro con la servilleta que le pase divertido.
—Hecho. —cortó él sonriendo mientras tomaba la taza y probaba un poco quemándose la lengua.— ¡Ahhh!
—Ups, estaba caliente.
—¿Por qué no me habías dicho?, duele mucho.
—¡Ja!, ese es el karmaaaa. Y se supone que sí me viste colocar a calentar el agua deberías de saberlo, ¿no?, ni modo que le tirara hielos. —reí tomando la bandeja divertida para llevarle a mis padres las otras tazas.
—¡Malvada!
—Ese es mi poder.
—¡Agnesia!
—Tonto. —le saqué la lengua divertida dejándolo solo en la cocina llegando hasta mis padres quienes hablaban tranquilos.
Mi corazón seguía con ganas de abandonar mi pecho, pero yo podía con esto.
Esto no era nada, sólo la adrenalina de hacerle una broma.
Y yo pensando que saldría ilesa de esto.
—•—
—¡Y me tiró toddy en el rostro!
William y Lily me miran alzando una ceja confundidos por esa última parte de la historia.
Esa parte de cercanía en la cocina se quedaría conmigo.
¡Agh!, ni siquiera debería de pensarlo, jamás podría besar a mi rival.
Además capaz y esa no era su verdadera intención.
Le voy a pintar el cabello de colores.
—Yo creo que aquí hay algo que...
—¡Chicos!, llegaron las pizzas. —Parker levanto la caja con una amplia sonrisa señalándola con orgullo después de dejarla sobre la mesa. — somos muchos, no pregunten cómo logré que me dieran la caja y coman.
Me dediqué a reír rodando los ojos en el preciso momento que el pelirrojo revisaba algo en su celular con el ceño fruncido.
—¿Pasó algo?
—No, bueno, creo que tu amiga me empezó a seguir en Instagram y... wow. —alce una ceja ignorando la discusión de Lily y William mirando al pelirrojo curiosamente.—ella es realmente linda.
—¡Esoooo chancero!
—¡Déjame en paz, William!, chicos los veo luego. —Lily se despidió tomando sus cosas para salir de la cafetería segundos después.
¿Estará bien?
—No, no es algo de lo que tengas que preocuparte, An. —mencionó el azabache con una mueca evitando mi mirada.
—Eh... será mejor que me den un segundo. —busqué mi celular revisando la los contactos hasta dar con el número de la morena. Buzón de mensajes. Levantándome de la mesa y mirando seriamente al azabache encargándome de demostrarle lo enojada que estaba me alejé.— Parker guárdame pizza y no seas tragón, volveré pronto.
•••
¡HEY! 🌚
No sé, bellezas, quizás estamos entrando en el salseo completo.
¿Cory?, ¿quién?
El rubin y la familia de Agnes aún no han agarrado confianza, pero sí lo hacen, agárrense que se viene con todo esa bomba, arepitas.
•Aquí les dejo los significados de las palabras;
•Brollera: persona chismosa que le gusta cambiar lo que sabe y armar un problema o así.
•Catire; chico de cabello rubio.
Por el momento esas.
Nos leemos, arepitas.
—Em.
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