Mentiras que rompen el alma
Alec estaba sumergido en los recuerdos de la niñez de su hermano mientras una pequeña discusión se suscitaba frente a él, no le dió importancia a los cuestionamientos que Jace hacia a Magnus y en su lugar prefirió recordar lo sucedido minutos atras, dos palabras llegaron a su mente, dos palabras que le hicieron sonreír. De pronto la alegría de escuchar "me gustas" y de saber que Magnus haría cualquier cosa por él fue opacada por Jace
—¿Cómo se que vas enserio con Alec?, Te agradezco lo que hiciste para obtener información de Max, pero eso me dejó claro que eres capaz de traicionar a la gente para lograr tus objetivos —Alec que hasta ese momento había estado tomando la mano de Magnus lo soltó de inmediato, lo poco que había conseguido el moreno fue minimizado y desestimado por culpa del rubio, el dio a entender que sus acciones tenían razones ocultas ajenas a lo que decía sentir por Alec.
El rostro de Magnus se ensombreció y la desesperación se reflejó cuando Alec lo soltó y se levantó del sillón, de inmediato lo tomó de la mano nuevamente y trato de decirle que Jace estaba equivocado, que sus intenciones hacia el eran serias y honestas, pero un sólo movimiento de la mano de Alec lo hizo callar.
Alec se soltó del firme agarre y se retiró a su habitación dando un portazo al cerrar, Magnus observó aún con la mano alzada, deseaba ir y romper la puerta en mil pedazos, pero eso solo ocasionaría que su ojiazul lo rechazara aún más, apretó los puños furioso y volteó mirando a Jace con odio, pero antes de decir algo fue callado.
—Se que estas molesto, pero es mi trabajo cuidar de Alec, el es mi hermano y no quiero volver a ver sufrimiento en su rostro..., con una vez fue suficiente —dijo en un murmullo que Magnus logró escuchar. El moreno supuso que Jace no sabía que él fue causante del corazón roto de Alec, si lo hubiese sabido no lo habría dejado estar cerca de él —Escucha Magnus. Tú dices amar a mi hermano y la verdad no sé si creerte, lo que vi en el hospital me dice que te preocupas por él y si te preocupas es porque te importa, pero también se la clase de persona que eres, bueno, no nos conocemos, pero hice una pequeña investigación cuando vi tus intenciones para con mi hermano en Perú, pregunté y lo que me dijeron no me gustó, es por eso que me cuesta creer que tus intenciones sean serias.
—Yo, lo amo y...
Jace suspiró antes de continuar —solo dos personas me dijeron que eras un hombre que había cometido errores, pero que luchabas día a día para ser una mejor persona, es por eso que a partir de aquí solo observaré y si veo algo que no me gusta te partiré la cara — Jace camino hasta una repisa, tomó una llave y se la extendió a Magnus quién la tomo con una mirada interrogante — No es a mi a quien tienes que demostrar el amor que dices sentir, es a él, esta es la llave de su recámara, no te desesperes si no habla, tú solo dile todo lo que tengas que decir y luego vete, saldré un momento para darles privacidad y si por algún casual tienes suerte, hay condones en el baño —Jace tomó su propia llave, caminó hacia la salida y antes de irse le dijo una últimas palabras — Así no me gustes te aceptaré si Alec decide darte una oportunidad, pero eso sí, te vigilaré, no apartaré la vista hasta ver a Alec sonreír con una mirada enamorada y a ti mirarlo con corazones y una estúpida sonrisa mientras yo vómito arcoiris.
Magnus asintió en silencio, no había podido reclamar nada, si estaba en esa situación era por su propia culpa, sus acciones fueron las que hicieron que Alec y todos desconfiaran de él.
Respiró profundamente y se arregló el cabello antes de introducir la llave y entrar, Alec estaba acostado dándole la espalda, no sabía por donde empezar —en verdad te amo Alec, mi Alec...
—Cállate, no quiero oírte
—Alec..., Por favor.
—Magnus... —Alec volteó y lo miró con ojos llorosos —solo..., Solo abrázame por favor —Magnus vio dolor reflejado en los ojos de Alec, su ojiazul estaba sufriendo y mucho.
En silencio se quitó el grueso abrigo, el saco y la corbata lo acompañaron segundos después, los zapatos quedaron uno sobre otro sobre el bulto que formó su ropa, subió a la cama y tomó el tembloroso cuerpo de Alec atrayéndolo a sus brazos.
El ojiazul se aferró a el y lloro desconsolado por varios minutos, gritó el nombre de su hermanito y lo llamó con desesperación hasta que perdió la consciencia. Magnus se asustó cuando el cuerpo de Alec cayó inerte, trato de reanimarlo, pero él no reaccionaba, estaba a punto de llamar a emergencia cuando Jace entró corriendo.
Después de revisarlo le dijo a Magnus que solo se había desmayado —despertará en cualquier momento, hay que esperar
—¿Por qué...?, ¿Qué pudo pasar para que se desvaneciera?
Jace gruñó —fue culpa de Robert, ese miserable llamó a Alec para decirle que Max sufrió una parada cardiaca y murió por su culpa —Magnus lo miró boquiabierto, no podía creer que Max estuviera muerto, ahora entendía la desesperación y sufrimiento de Alec —Ese hombre, ese..., El mintió, mi abuela me llamó para contarme, ella estaba ahí, se enteró del accidente de Max y fue a visitarlo, ella vio cuando Robert estaba presionando a su hijo para que hablara y de pronto sucedió..., un paro cardíaco, los doctores lograron salvarlo, ese enano está bien, pero ese hombre llamó a Alec y le dijo que Max murió.
Jace quería ir al hospital y golpear al hombre que un día vio como su padre, no podía entender porque odiaba tanto a Alec. Apretó los puños y estuvo a punto de golpear la pared cuando de pronto el tono de una llamada lo hizo correr a tomar su teléfono y ponerlo en altavoz.
La persona que llamaba era Maryse, cuando habló se notó que estaba llorando, le pidió que fuera al hospital de inmediato —eres el mejor de tu especialidad Jace, mi bebé te necesita, Max es tu hermano.
—Ve, yo cuidaré de Alec, no te preocupes por él, apenas despierte le diré la verdad.
Jace asintió y salió corriendo, en ese momento quién más lo necesitaba era Max. Apenas el rubio llegó al hospital fue abordado por Maryse, ella le explicó lo que le había dicho el médico, al parecer Max sufría de una extraña afección cardíaca que se había manifestado cuando Robert lo presionó para que hablara. Jace hizo una nota mental, averiguar de que hablaron Robert y Max.
Cuando Alec despertó lo hizo gritando, en su mente se reproducía una y otra vez "mi hijo está muerto por tu culpa", Magnus tuvo que abrazarlo con fuerza y prácticamente gritar que su padre mintió, para que Alec le prestara atención.
—¿Me lo juras? ¿Me juras que Max está vivo?
—Si cariño, en estos momentos debe de estar siendo atendido por Jace, por favor Alec, trata de calmarte, aún estás temblando.
Alec lo miró directo a los ojos antes de refugiarse en sus brazos y enterrar su rostro en su cuello —No me sueltes Magnus, por favor..., te necesito —Magnus lo abrazo aún más fuerte y beso su cabello, su Alec estaba roto, Robert fue tan cruel como para romper también su alma. Después de consolarlo por varios minutos, Alec logró calmarse, pero la preocupación era visible en su rostro, se levantó y trató de ponerse los zapatos —Ire a verlo, ellos tienen que dejarme...
A Magnus le costó mucho hacer que se quedará y no corriera hasta el hospital a suplicar a los Lightwood le permitieran ver a Max —No hay nada que podamos hacer por ahora Alec, las visitas están restringidas hasta para sus padres, mejor descansa, duerme, si pasa algo Jace nos avisará y entonces te llevaré y te ayudaré a ver a tu hermano —Un par de horas después Alec dormía en sus brazos, estaba exhausto después de todas las emociones que experimentó en solo unas horas, Magnus se deslizó con cuidado fuera de la cama y sonrió cuando las manos de Alec se aferraron a su camisa —shh duerme cariño, solo será unos segundos y volveré
—No, no te vayas, abrázame.
Los labios de Magnus dejaron besos en el rostro de Alec a la vez que tarareaba una suave canción y a los pocos minutos logró que se volviera a dormir.
Salió de la habitación sin hacer ruido y salió a recibir a su amigo que esperaba ya más de diez minutos fuera del apartamento.
—¿Por qué tardaste tanto?
—Alec despertó, no podía dejarlo
—Ya es un adulto y...
— Para mí es mi bebé, fin del tema, no te llame para discutir contigo Ragnor. ¿Averiguaste lo que te pedí?
Ragnor lo miró con disgusto, pero aún así le dio una respuesta afirmativa —la policía intervino, se confirmó que lo que ocasionó la lesión de Max Lightwood fue un celular, los restos que extrajeron de su ojo lo confirmaron, ahora la policía está investigando a quien le pertenece..., Hay algo más..., Robert acusó a Alec como el causante de la agresión —Magnus volteó asombrado —solo es cuestión de tiempo para que vengan a detenerlo.
—¿Confirmaste la hora de la agresión?
—No he podido tener acceso a todo el archivo, pero estoy trabajando en ello.
—Esta bien..., Ragnor necesito que te encargues de la defensa de Alec, pon a todo el bufete a trabajar en ello
—¿Por que no lo haces tú?
—Estoy demasiado involucrado en esto, además, testificaré a favor de Alec.
Ragnor bufó inconforme —¿estás consciente que Robert Lightwood te pedirá a ti que lo representes en la corte?. Si te rehusas no solo tratará de destruirte a ti si no a todo el bufete
—Que lo intente —fue la seca respuesta que Magnus dio antes de girarse para dirigirse con Alec —Una cosa más Ragnor, pelearemos por la custodia de Max Lightwood a favor de Alec, dile a todos que se preparen, quiero que investiguen todo, consigan los testimonios del personal de servicio de su casa, pregunten a sus conocidos, también en las escuelas a la que asistió y sus amigos, busquen hasta hallar las pruebas necesarias.
Magnus desapareció mientras Ragnor se llevaba el teléfono al oído —...Se volvió loco Tessa, la sociedad con los Lightwood llegó a su fin y todo por ese mocoso
—Tarde o temprano sucedería, lo sabes, ¿Qué harás Ragnor?
—Ayudarlo, es obvio, aunque no debería. ¿sabes? El desgraciado tiro la foto de nosotros en nuestra graduación y la reemplazo por ese feo muñeco de cartón con una flor.
Tessa solo río fuerte, en ese momento ella se encontraba en el despacho de Magnus viendo el mentado muñeco —No es lo único que reemplazo querido amigo, la fotografía de todos nosotros que estaba sobre su escritorio no está, en su lugar hay otra.
—¿Qué? Eso no puede ser, esa foto ha estado con él hace más de diez años. Simboliza nuestra amistad eterna. ¿Qué hay ahora en su lugar?
—Pues el ha encontrado algo más valioso que nosotros, te la envío
Ragnor no podía creer lo que veía. Considero en ir y darle un par de golpes a su moreno amigo.
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