La fiesta del Dakar

El vídeo que Magnus estaba viendo eran las tomas hechas por Julián esa misma mañana cuando entraron a la habitación de Alec sin su consentimiento, no quería verlo, no cuando le hacía tanto daño.

En ese mismo momento Alec y compañía estaban recordando su despertar.

— ¡Que dem...!

Alec despertó sobresaltado ya que algo, o mas bien alguien le cayó encima sin consideración alguna.

— ...ya amaneció —fue lo único que logró entender, Alec tenía mucho sueño y no visualizaba bien, sus ojos se cerraron nuevamente y trató de identificar a la persona que lo estaba aplastando por el sonido de su voz, pero no la reconoció, de pronto un aroma dulzón llegó a él

— una mujer — susurró aún con los ojos cerrados, escuchó murmullos lejanos, como si el televisor estuviera prendido, pero no era eso. Giró su rostro hacia la puerta y apenas pudo visualizar la silueta de 5 personas.

Magnus observaba todo con los puños apretados, amaba a Emma como si fuera su hermana pero en ese momento la estaba odiando a muerte al verla sobre el que él consideraba su hombre.

— Ya despierta mi vida, quiero mi entrevista ahora, así que hazme espacio que quiero hacerlo escuchando el latir de tu cor...

Emma no pudo seguir hablando pues algo la levantó bruscamente y haciendo una voltereta sobre la cama cayó de espaldas al suelo, no sintió dolor ya que aterrizó sobre algo calentito y blandito.

— Auch, ¿qué mierda? — Emma se paró enseguida, se había llevado un susto cuando Simon hablo entre sus piernas — ¿alguien anotó la placa de la bola demoledora?

— ¿Qué demonios haces en el suelo Simon? —El castaño levantó su cabeza cual suricata al escuchar su voz y se paró rápidamente  al reconocerla — Oh por el ángel, ¿por qué rayos estás desnudo? — chilló la rubia mientras se ruborizaba completamente cuando sus ojos enfocaron sus miserias.

— ¿Quién grita tanto?, callen a la bruja que quiero dormir — Jace salía de debajo de las gruesas frazadas y encima de Alec.

Magnus se quedó sorprendido por breves segundos para luego ponerse furioso — ¿quién narices es ese teñido? — preguntó, pero nadie le dio respuesta, avanzó dos pasos y Ragnor lo detuvo negando con la cabeza. Magnus forcejeó un poco hasta que Julián le hablo al rubio.

— Jace ¿qué hacías ahí abajo?.

— Dormir mocoso, ¿acaso no es obvio? está  cama es cómoda y calentita — Jace enfocó sus dormidos ojos, habian varias personas en la habitación y conocía a casi todos menos a 2 tipos altos que lo miraban, uno con los ojos abiertos con expresión de sorpresa y él otro con los ojos inyectados de sangre, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

— Maldito Jace, bájate de encima de mí Alec o te Castro.

— Bajarme de... ¿De que hablas Lily? —Jace miró hacía abajo y vio a su hermano sin expresión alguna observándolo. Estaba confundido y se preguntó ¿qué hacia Alec debajo de él? se movió un poco y ambos lanzaron un gemido al rozarse cierta parte de su anatomía.
Avergonzado y aterrado se salió de la cama de golpe, de pronto sintió frío en una parte que usualmente estaba protegida, se miró y estaba desnudo. "Que he hecho..., he violado a mi hermano", pensó mientras veía a Alec también desnudo, al salir de la cama tan abruptamente las frazadas terminaron en el piso.

Alec cogió una almohada para tapar sus partes mientras Jace daba pasos alejándose, no llegó muy lejos cuando su cintura y su tracero dolió horrores y las piernas le temblaron, entonces su cerebro le dio una explicación a su situación "estás desnudo, entonces tuviste sexo, también te duele el culo, entonces tuviste sexo con un hombre y no fuiste el activo, y eres hetero así que alguien te a..."

— ¡Fui violado! — gritó con todas sus fuerzas y volteó hacia sus amigos que también estaban desnudos. Vio a Simón tratar de acercarse y caer llevandose la mano a su cintura.

— ¿Porqué me duele tanto? —se quejó el castaño tratando de pararse y fallando en el intento.

Mientras Alec, al ver caer a sus amigos se levantó de la cama y caminó hacia Jace para ayudarlo a levantarse, la preocupación de verlos tan doloridos le había hecho olvidar que estaba desnudo.

Jace miraba fijo hacia el pene de Alec con los ojos como platos, ahora sabía porque le dolía tanto — Tú, tú maldito violador como te atreviste a meter esa monstruosidad en mi virgen trasero.

Alec lo miraba estupefacto, ni una palabra salía de su boca, cuando un fuerte portazo lo hizo reaccionar y mirar hacia la puerta, Magnus había salido seguido de Ragnor.

Y eso era todo lo que había pasado esa mañana y todo por culpa de una borrachera. Después de que se aclaro el malentendido Julián intentó hablar con Alec pero no pudo hacerlo y ahora se encontraba alistando las cámaras para la fiesta.
Magnus se le acercó arrastrando los pies, tenía los ojos un poco llorosos e hinchados, después de unas horas se había calmado, pero tenía preguntas —Dime Julián ¿en que clase de hombre se a convertido mi Alec? ¿quiénes son esos tipos?, ¿Por qué estaban los tres desnudos? Bueno lo último no me respondas —Magnus no sabía nada de la confusión de la mañana, el pensaba que Alec se había acostado con ellos y eso lo estaba matando, una y otra vez venía a su cabeza la imagen del rubio desnudo saliendo de debajo de la frazada. Aunque sabía las respuestas muy en el fondo tenía la esperanza que todo fuera un sueño.

— Lo averiguaras por ti mismo Magnus, lo siento mucho eres mi amigo, pero no te diré nada.

En eso salió Emma, los observó con la ceja alzada para luego dar una vuelta, llevaba un vestido espectacular y quería su opinión pero ellos no dijeron nada, suspiró y decidió no molestarse por ello —¿Aún no te vistes Magnus?, ¿no piensas ir a la fiesta?

— No le veo caso, Alec no me habla, ni siquiera me mira.

— ¿Te vas a rendir tan facil? Ni siquiera han pasado 24 horas y ya estas tirando la toalla, supongo que el amor que dices tenerle no es real.

Magnus se paró en silencio y fue a su habitación a vestirse, no tenía tiempo y peor aún, no tenía nada que ponerse, estaba desesperado tirando su ropa por todos lados, cuando en eso entró Ragnor ya vestido para la ocasión y llevando en sus brazos uno de sus extravagantes trajes.

— Como es que tienes mi...

— Catarina — solo la mención del nombre de su amiga bastó para saber — hay más en mi habitación, ella pensó en todo y envío equipaje extra —Magnus tomó el traje y corrió al baño a vestirse — Te esperaré abajo con los mocosos, no te tardes o me voy sólo.

Un par de horas después estaban en la fiesta trabajando, Emma era una negrera sin corazón, los había hecho dar vueltas por todo el lugar haciendo entrevistas, sus pies dolían y tenían ampollas en las manos por cargar las cámaras y luces pero fueron recompensados, sobre todo Magnus aunque no se había percatado de ello.

Alexander había estado observando a Magnus cuando nadie se daba cuenta, cuando lo vio esa mañana en su habitación se congeló unos segundos, jamás pensó en volverse a encontrar con él, afortunadamente había aprendido a controlar sus emociones y expresiones así que lo ignoró en todo momento, era como si no lo conociera, no le era fácil pues había momentos en que sus ojos lo traicionaban.
Ahora estaba bailando con Emma, le había prometido su compañía por una hora y ya estaba por cumplirse, además había invitado a alguien y aún no llegaba, eso lo tenía preocupado.

En su distracción no se dio cuenta que su rubia amiga lo había hecho recorrer medio salón y ahora estaba frente a quien menos quería ver. Emma tomó la mano de Magnus y la entrelazó con la de Alec en segundos, la sorpresa no les permitió reaccionar así que los empujó a la pista. Alec quiso alejarse pero era tarde, al ser él uno de los ganadores de la competencia las cámaras lo estaban enfocando y la transmisión era en vivo a nivel internacional.



En el rally había habido 2 perdidas; piloto y copiloto fallecieron, ambos eran pareja, se casarían en la fiesta de clausura, todo había estado listo para esa noche especial y en su memoria bailarian el vals que ellos habían elegido. Y habían pedido a todos los pilotos participantes del rally que pasen a la pista con sus parejas.

Alec no tuvo más opción que tomar a Magnus de la mano al empezar la música, había aprendido a bailar esa pieza, toda la coreografía de hecho, pues el piloto fallecido era amigo suyo y Alec había sido su compañero de prácticas varias veces ya que al novio le costó mucho aprender los pasos.

"Solo lo haré en tu memoria, lo haré por ti amigo, aunque mi pareja sea Magnus" pensó Alec —Te guiare, sólo sigueme.

— Siempre —una sola palabra, una palabra dicha con afecto, una palabra que Alec quiso escuchar hace muchos años cuando preguntó algo importante.

Y empezó la música, estaban tocando A Thousand Years y Alec guió la coreografía con maestría mientras Magnus le seguía los pasos como si fuesen un sólo ser.

Parecían una pareja de recién casados bailando el vals de su boda. No deberian ser ellos, pero el destino los puso ahí.

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