CAP. 8: LA CABEZA DE LA UNIVERSIDAD Y LA BALANZA DEL AYER
*+*Shion*+*
Voy a llegar tarde, pero realmente no me desagradaría quedarme otra hora al lado de Dohko. Pero, por otro lado, no me gustaría dejar esperando al Consejo Interuniversitario. Debo causar una buena impresión por primera vez. No conozco a estas personas tan influyentes en sus países, solo nos hemos carteado y telefoneado contadas veces...
Paso por todos los campus de la Universidad a toda velocidad y llego a las oficinas centrales. Mi secretaria ya me está esperando. Me bajo del auto y comienzo a caminar rumbo a la sala de juntas. Ella me alcanza y me dice con agenda en mano:
—Doctor, los miembros del Consejo están esperando... terminando la junta, necesito que me firme los presupuestos del año que viene... la señorita Kido ya depositó en la cuenta bancaria su contribución... ¡Ah! Y tiene una comida con los otros mecenas para negociar sus presupuestos sobre el Concurso Interuniversitario...
—Gracias... quiero los presupuestos en mi escritorio para discutirlos y firmarlos...-Me detengo –Hazme el favor de ir por mi túnica...
—Aquí la tengo, doctor... —saca mi túnica y me ayuda a ponérmela.
Con la túnica puesta, entro a la Gran Sala. En ella se encuentran una bella mujer de cabello azul claro con un vestido blanco entallado con un cinturón dorado y su báculo puntiagudo; Un chico de cabello más oscuro que el de la mujer, también con otra vestimenta blanca y un tridente dorado y otro muchacho de túnica negra con el mismo color de cabello. Me siento en uno de los sillones y empezó a hablar:
—Honorable Consejo Interuniversitario, les doy la más cordial bienvenida a estas instalaciones. Me gustaría que nos hagamos colegas y como no los conozco personalmente, me gustaría que nos presentáramos... Mi nombre es Shion Wang...
—Yo soy Hilda de Polaris y soy rectora de La Real Universidad de Asgard, representando al dios Odín...
—Soy Julián Solo de La Universidad de Cabo Sunión, representando al dios Poseidón... —contestó el chico del Tridente.
—Pertenezco a La Universidad Nacional Alemana baja el estandarte del dios Hades, mi nombre es...Hades...
—Siento la demora... y bien, vayamos a nuestros asuntos, ¿De qué tratará la competencia esta vez?
—Mis antecesores me han comentado que se trata de una competencia donde los chicos deben pasar distintas pruebas de conocimiento, físicas y de supervivencia... —Habla la enigmática mujer, Hilda. — a pesar de que ustedes ya son doce, nosotros podremos ganar con solo siete Dioses Guerreros...
— ¿En serio creen poder ganar esta competencia? ¡Ja! Considero especial la participación de mis Generales marina. –cuestiona Julián Solo, a lo que el de la túnica negra habla:
—No lo creo, La Universidad Nacional Alemana ganará el premio... estoy seguro de mis Espectros...
—No discutamos ahora, —pongo orden en la sala, pues los miembros ya se habían levantado –lo que importa es que los chicos hagan su mayor esfuerzo y se diviertan con sus semejantes...
-Eso no, ¿Acaso sabe usted el prestigio que este concurso tiene a nivel mundial? –Me pregunta la mujer y añade –no es para desperdiciarse en un juego de niños, ¿No es así, caballeros?
-Estoy de acuerdo, Hilda... pero dejemos a los muchachos disfrutar del momento mientras despedazan a sus contrincantes... —acota el de pelo negro, Hades. A lo que yo les pregunto:
— ¿Acaso no piensan más que en su prestigio? Estoy de acuerdo que es de vital importancia, pero no hay que subestimar a los muchachos. Han estado preparándose desde que entraron y creo que es prudente no adelantarse a los hechos... está claro que esto es una competencia, pero deseo que ustedes puedan ser agradables colegas, que en cualquier momento, se presten a un apoyo...
—No dudamos brindarle el soporte que solicite, pero ahora no... recuerde que nosotros nos hemos envuelto en tal afrenta... eso es lo que quiero que comprenda... –responde Julián apacible y añade: —sin embargo, no estamos aquí para dudar de la cooperación de otros, sino para organizar este concurso, ¿Y bien? ¿Cuáles son las proposiciones que aportarán?
—En cuanto a la prueba física, propongo que se haga un laberinto, algo así como una especie de Rally... —dice Hilda.
—Correspondiente a la prueba de conocimientos, yo aportaría que ésta se tratare de mitología universal. No es un tema que todos sepan y sería bueno que demostraran sus conocimientos... —dice Hades.
—Para la prueba de supervivencia, podemos realizar una expedición a las viejas ruinas de Atenas... —indico.
— ¿Y las reglas? Debemos fijarlas ahora... —dice Julián y completa —la primera y la más importante: cero trampas y emboscadas...
—La segunda: no deben tomar esteroides, ni complementos que aventajen distintas capacidades, tampoco ningún tipo de drogas... —comenta Hilda.
—Tercera: ningún uso de tecnología en las pruebas... a excepción de lo que indiquen los jueces... —añade Hades.
—Cuarta: no deben ser groseros con los miembros de ningún equipo. A esto me refiero que cualquier insulto no debe ser permitido en la competencia... —añade Julián
—Quinto: sólo pueden participar los miembros elegidos, por lo que no tienen derecho a elegir sustitutos de ninguna clase, sólo los participantes principales...— comento y con señal de aprobación de los otros rectores continúo:
—Bien, de acuerdo con estas reglas damos por terminado nuestra junta. Para que quede en convenio, necesitamos firmar avalando nuestras decisiones tomadas aquí, así que le informaré a mi secretaria que haga el oficio correspondiente...
—
Salgo de la sala de juntas y le comunico a mi secretaria que se disponga a realizar el documento. Vuelvo a entrar y les informo:
—El oficio ya está en proceso. Por favor, solicito que esperen un poco más para firmar...
—Por supuesto que esperaremos... Me agradaría que esto pudiera quedar en un buen acuerdo... —contesta Hilda.
—Claro, yo no me retractaré de las decisiones tomadas... —comenta Hades.
Más tarde, entra mi secretaria con todos los papeles en varios folders y yo se los recibo para que los demás firmen mientras digo:
—Los encargados del concurso llegarán dentro de 10 días... el concurso se realizará dentro de un mes, así que vayan diciéndole a sus alumnos las reglas del concurso y se preparen para ese día...
Todos nos levantamos de nuestros asientos y cada quien con su folder se dirigen a la salida. Los acompaño hasta la entrada de las instalaciones. Una vez que hubieron ido, me dirijo a mi oficina. Encuentro los documentos que mi secretaria me había dicho antes. Los examino y después los firmo. Llamo a mi secretaria y le entrego los papeles. Ella los recibe y me recargo en mi sillón, exhausto. Unos toquidos en la puerta me devuelven a la realidad y digo:
—Adelante...
—Veo que estás muy ocupado, así que quise venir.
— ¡Dohko! ¿No deberías estar en el cuarto campus?
—Sí, pero no quise ir sin antes verte.
Me levanto de mi asiento y me dirijo a Dohko abrazándolo. Él corresponde y nos damos un tierno beso. Sus finos labios juegan con los míos y me hacen temblar por un instante... mi antiguo amigo que renunció a todo por mí... y yo quedo embelesado ante su presencia... nos detenemos y él dice:
—Te veo en la casa, pequeño Shion.
—Gracias... Dohko...
Se retira y entra mi secretaria diciendo que se me hace tarde para ver los demás asuntos pendientes. Me quito la túnica y ella me acomoda la corbata mientras salimos al restaurante...
*+*Dohko*+*
Después de ver a Shion, me dirigí al cuarto campus dispuesto a dar la cátedra que imparto. Iba retrasado así que me di prisa en tomar el autobús. Como esperé, el autobús se detuvo frente a mí y subí con algo de prisa. El conductor se inclina un poco y pude notar que el pasaje que llevaba era nada más ni nada menos que los famosos caballeros dorados. Todos me saludaron y me senté al frente junto a un chico rubio... creo que era Shaka...
—Buenos días, profesor Mei... —me saludó y yo le correspondí:
—Buenos días, Shaka... pero no me digas profesor... soy Dohko para todos...
—Si así quiere que le llame, está bien...
— ¿Estudiaste para el exámen, Shaka?
—Por supuesto, Dohko... siempre estoy estudiando para no tomarme por sorpresa un exámen... no como otros...
—Ya te dije que estudiaré para mi exámen de cálculo la próxima vez... —interviene un chico castaño, Aioria.
—Tranquilos, chicos... recuerden que son parte de una congregación importante... deben respetarse, a pesar de las diferencias... —les digo a los chicos, pues los veo molestos, en especial a Shaka.
Vamos platicando de muchas cosas, así pude averiguar los distintos gustos de mi alumno más destacado: Shaka. Lo más extraño de este chico fue que se comportaba muy extraño con Aioria y muy amigable con Mu. Solo me hizo pensar una cosa: Aioria está enamorado de Shaka, pero éste, a su vez, está perdido por Mu. Ojalá y este triángulo amoroso no resulte en mal camino y que todos logren sus sueños.
Bajamos del autobús despidiéndome de Camus, Shaka y Mu para dirigirme a la sala de maestros por mis listas de asistencia. Salgo de la sala, no sin antes saludar a todos los profesores presentes. Voy a mi cátedra y observo que todos están en el lugar. Entro y se sientan en las bancas. Puedo ver que se encuentran Shaka, Camus y Mu atentos a lo que les daré.
—Buenos días, muchachos... hoy la clase será en parejas. Por favor, necesito que se apresuren...
—Profesor Mei, ¿Qué tema nos dará hoy? –pregunta Shaka. Sonrío y le contesto:
—La clase de hoy será La globalización en Grecia, así que quiero que presten atención...
La clase corre tranquilamente. Shaka, como siempre, fue el primero en terminar seguido de Mu. Con una sonrisa en el rostro les informo a mis alumnos:
—Quiero que sepan que deben estar atentos al próximo concurso Inter Universitario. Hoy se reunió nuestro rector con los otros colegas para discutir ciertos puntos a tomar en cuenta para esta contienda... la clase ha terminado... quiero que estudien para el examen del próximo lunes...
Todos se levantan de sus asientos y llamo a Mu, Shaka y Camus:
—Muchachos, esta información saldrá para mañana. Lo que deben estudiar para el concurso es la mitología universal. Ya sea occidental u oriental. –Me dirijo a Mu –tienes mi libro de Cuentos chinos, hazme el favor de prestárselos a tus compañeros y, recuerden, debemos ganar a como dé lugar...
-¡Sí, Dohko! –exclamaron al unísono para después retirarse.
Me senté en la silla del escritorio pensando en lo que haré para la cena. Creo que haré estofado de verduras. Observo el reloj de muñeca y me doy cuenta de que ya son las 12:30. Debo recoger a Kiki y salgo del salón para ir a la salida. Tomo el autobús y me bajo a las afueras de la Universidad. Camino tres calles a la derecha y entro al colegio. En el patio, encuentro a Kiki esperándome con el uniforme de la escuela: pantalón gris Oxford, camisa blanca, corbata azul Rey y su saquito azul oscuro. En cuanto me ve llegar casi corriendo, toma sus útiles y me agarra de la mano. Sonrío y le pregunto:
— ¿Cómo te fue hoy en la escuela?
—Bien, Dohko. Hoy me dejaron estudiar los verbos y de Matemáticas, unas operaciones de multiplicación...
—Muy bien, ¿Y te portaste bien? –salimos de la escuela a la acera.
—Sí, Dohko... hasta la maestra me puso una estrellita en la frente...
— ¿Y por qué no la traes ahí?
—Porque si me la pongo, los niños que se portaron mal si van a sentir y yo no quiero eso, Dohko...
—Me alegro que pienses así, Kiki...
—Gracias, Dohko y, ¿A dónde vamos?
—Vamos a...
En eso suena un claxon y los dos volteamos. El auto se detiene frente a nosotros y vemos que es Shion. Abre la puerta y subo en la parte de atrás a Kiki. Le coloco el cinturón de seguridad y me subo al frente. Cierro la puerta y le doy un tierno beso. Acelera y le pregunto:
— ¿Y ese milagro, Shion?
—Pues fui a un almuerzo con los patrocinadores del Concurso Inter Universitario y quise pasar a recoger a Kiki. ¿Quieres que te pase a dejar al Campus?
— ¿Estás libre esta tarde?
-No completamente. Primero tengo que ir a la Editorial para imprimir esto –me muestra un oficio del Concurso –y después tengo que ir a las Doce Casas para informar a los muchachos... ¿Y tú tienes que dar clase todavía?
—Pues sólo dos horas y el resto estoy disponible... —sonrío plácidamente.
—Entonces, ¿Te parece que regrese por ti en dos horas, mientras Kiki hace tarea?
—Está bien, Shion.
Vamos llegando al cuarto Campus y me bajo guiñándole un ojo a Shion. Cierro la puerta y camino al salón con listas en mano. Los muchachos me están esperando, así que me doy prisa a dar mi clase. Me quito el saco y comienzo a dar mi clase sobre la Antigua Civilización griega...
***
A las tres en punto me encuentro en la entrada del Campus esperando a Shion. Y ahí viene un auto negro con Shion de piloto. Pita el claxon y se detiene. Abro la puerta y me subo. Veo al espejo retrovisor y observo que Kiki sigue atrás. Saludo al pequeño y le digo a Shion:
— ¿Vamos a las Doce Casas?
—Exactamente. Además, Kiki desea ver a su hermano y conocer el recinto donde vive...
—Bien. Kiki, ¿Hiciste toda tu tarea?
—No, solo me faltan hacer las operaciones, Dohko.
—Bueno, una vez que lleguemos allá, harás lo que te falta, ¿De acuerdo?
—Sí, Dohko.
En el trayecto del camino, platicamos sobre nuestros trabajos y cómo le había ido a Kiki en el Colegio. Así llegamos a nuestro antiguo recinto: Las Doce Casas. Bajamos del auto y, con los útiles de Kiki en el hombro ingresamos. Un hombre nos recibe y nos indica que todos los miembros están en el lugar. Caminamos a la Sala y esperamos. Entonces Shion le indica al hombre:
—Por favor, llama a todos, diles que Shion ha llegado...
—En seguida, Rector...
El hombre se retira dejándonos solos. Me entra la nostalgia y le digo a Shion:
—Este lugar no ha cambiado nada... ¿Recuerdas esos tiempos?
—Cómo olvidarlos, Dohko. Recuerdo que en este sitio nos empezamos a conocer...
— ¿Aquí vive mi hermano, Otosan? –pregunta Kiki con emoción. Shion le acaricia la cabeza y sonríe:
—Sí, aquí vive. Cuando quieras visitarlo, lo encontrarás en este lugar...
—Wow, ¡Está muy bonito, Otosan!
En ese momento, entra Shaka, Camus en compañía de Milo, Aioria, Aldebarán, Death Mask, Aphrodite, Aioros, Shura, Saga, Kanon y Mu. En cuanto ve a Mu, Kiki se para como un resorte y abraza a su hermano mayor. Todos quedan sorprendidos al ver cómo le habla:
—Onii san, me da gusto verte... te extrañaba, ¿Sabes?
—A mí también me da gusto verte, Kiki...
—Les presento a mi hijo menor, Kiki Wang –les dice Shion a todos los presentes y continúa: —saluda, Kiki.
—Hai, Otosan. Konnichiwa minna San, yoroshiku onegai shimasu...
— ¡Qué niño tan tierno! –opina Milo con una sonrisa, pero Camus le da un codazo y éste habla seriamente:
— ¿Para qué nos mandaste llamar, Shion?
—Es sobre el Concurso Inter Universitario, hemos decidido las bases y me gustaría que lo supieran de mi boca... vamos al comedor...
Todos nos dirigimos al citado lugar y uno de los mayordomos nos trae sillas. Ya todos sentados, Shion comienza a hablar:
—Lo que quiero que sepan es que el Concurso tratará de la temática Mitológica. Ya sea oriental y occidental. Está dividido en tres categorías: de supervivencia, que se llevará a cabo en las antiguas ruinas de Atenas; de Rally que será efectuada en los cuatro campus de la Universidad; y, para finalizar, de conocimientos donde los jueces efectuarán preguntas sobre dicho tema.
En estas tres categorías ustedes podrán demostrar sus habilidades... otra cosa, no utilizarán tecnología sin la aprobación de los jueces, ni harán uso de esteroides ni complementos que aventajen distintas capacidades, tampoco ningún tipo de drogas, cero trampas y emboscadas, no deben ser groseros con los miembros de ningún equipo. A esto me refiero que cualquier insulto no debe ser permitido en la competencia y la última, sólo pueden participar los miembros elegidos, por lo que no tienen derecho a elegir sustitutos de ninguna clase, sólo los participantes principales... El Concurso se llevará a cabo dentro de un mes, por lo que deben estudiar mucho... Ustedes serán nombrados como los Doce Santos de Atena... ¿Alguna duda?
—Sí, Shion... —habla Camus. — ¿Sabes cuántos más participarán en la competencia? Me refiero a las otras Universidades...
—Desconozco el número de los alumnos de la Universidad Nacional Alemana, pero de Asgard serán siete y de la de Cabo Sunión, son igual siete... ¿Otra pregunta?
— ¿Quiénes son los Jueces, Shion? –pregunta Kanon, a lo que yo le respondo:
—Esa es información confidencial de Rectoría, pero no se preocupen, muchachos, estarán en buenas manos...
—O sea que tú eres uno de los Jueces, ¿O me equivoco, Dohko? –cuestiona Kanon. Sonrío y le digo:
—No puedo contestar a eso, Kanon... lo ignoro...
—Bien, —corta Shion –se levanta la sesión.
Nos ponemos de pie, pero el mayordomo nos indica:
—Está lista la comida, ¿Desean quedarse a comer?
— ¿Por qué no? –Responde Shion – sirve, por favor...
—Sí, Su excelencia... en ese caso, hagan el favor de esperar un poco en la sala...
Los sirvientes entran al comedor, mientras que nosotros vamos a la sala. En unos minutos nos llaman a sentarnos y nos sirven la sopa. Entre risas por parte de los chicos, acabamos el entremés y a continuación nos sirven el plato fuerte. Observo que Kanon, Milo y Aioria hacen una competencia de comida, pero paran ante los regaños de Saga, Camus y Aioros:
— ¿Qué diablos haces, Kanon? ¡Ya no eres un niño de primaria! –grita Saga exasperado.
—Aioria, compórtate como es debido... —lo observa desde lejos Aioros.
—No puedo creer que, aun estando el Rector, hagas eso, Milo... —le reprocha Camus molesto. Río estrepitosamente y le digo a Shion:
— ¿Te acuerdas que nosotros también hacíamos eso?
—Sí, pero yo siempre te ganaba...
—Por supuesto, porque ponías tu comida en mi plato sin que, según tú, me diera cuenta...
—Así que sí te dabas cuenta, Dohko...
—Claro, porque me gustaba verte sonreír...
— ¿Eso es cierto, Otosan? –pregunta Mu sorprendido y Shion asiente con una sonrisa en el rostro.
Por fin llega la hora del postre y, más calmados comen en silencio. Shion observa a Kiki comer y limpia su boquita, pues estaba llena de helado. Sonrío al recordar que yo también hacía eso con mi hijo Shiryu. Pero algo desvía mi vista. ¿Saga sonriéndole a Mu? ¿Y por qué Shaka está de mal humor? Ya me lo temía. Aquí hay otro tipo de competencia y creo que Mu será el juez que decidirá al vencedor...
Después de terminar, todos nos paramos y Kiki me dice:
—Dohko, ¿Dónde puedo hacer mi tarea?
—En aquella puerta está la biblioteca, ahí.
—Si gusta, puedo ayudarle, Dohko. –me dice Saga respetuosamente.
—Gracias, Saga, me serías de mucha utilidad... —le entrego la mochila y los dos se dirigen a la biblioteca. En eso, Kanon me dice:
—Parece que Saga trata de hacer méritos, ¿O no, Dohko?
—Es inevitable, Kanon... hay que hacerlos para ganar...
—Sí... oye, ¿Tú podrías asesorarme en el concurso?
—Claro, seré tu tutor, si así lo quieres...
—Gracias, Dohko...
Me dirijo a donde está Shion y le pregunto:
— ¿Dónde está Mu?
—Fue a su habitación por su laptop, ¿Por qué, Dohko?
—Por nada en especial... ¿Y bien? ¿Cómo ves a tu hijo?
—Muy calmado, como siempre... parece que ya se acostumbró a su nueva vida... pero, ¿Qué cosas dices? Si también es tu hijo, Dohko.
—Tienes razón, al igual que tu pequeño Kiki y mi Shiryu... somos una familia feliz.
—Y por cierto, ¿Has hablado con Shiryu?
—Sí, está en casa de Maki, ya sabes cómo es ella... les manda saludar a todos por acá...
Se acercan Saga y Kiki con una sonrisa en el rostro y el pequeño nos dice:
—Saga-Sama me ha dicho que soy muy inteligente y que he hecho bien mi tarea...
—Que bien, Kiki, bueno es hora de irnos, hijo –le responde Shion.
—Sí, pero debemos despedirnos de Mu...
—Yo lo traeré ante ustedes, con permiso. –Saga se inclina y se retira. Es entonces que le digo a Shion:
—Ese chico es muy servicial, ¿No?
—Sí, pero creo que algo pretende con mi niño...
— ¿Entonces ya lo percibiste?
—Por supuesto, todo lo que le concierne a Mu, me concierne a mí...
— ¿Mi hermano está enamorado? –nos dice Kiki, a lo que yo le respondo:
—Parece ser que sí, Kiki...
En eso, se acercan Saga y Mu sonrosado. Éste nos dice:
— ¿Ya se van?
—Sí, debemos descansar un poco para mañana... además, Kiki tiene que dormir temprano... —le responde Shion.
—En ese caso, los acompaño a la puerta...
Caminamos a la entrada viendo que ha caído la noche. Mu lleva de la mano a Kiki para después abrir la puerta trasera del auto y sentarlo. Le acomoda sus útiles y el cinturón de seguridad. Nos subimos y le digo a Mu:
—Cuídate mucho, Mu... me despides de los muchachos... ah, y que no se te olvide que hay un examen en puerta...
—No lo haré, Dohko... nos vemos Kiki...
—Sayonara, Onii san... —responde desde el asiento trasero.
Arranca el auto y no dirigimos a nuestro departamento. Ya en la entrada, subimos las escaleras hasta llegar al segundo nivel. Kiki se detiene frente al departamento 201 y saco la llave. Abro la puerta y enciendo la luz. Ordeno a Kiki para que se ponga el pijama y arregle su uniforme de la escuela. El niño obedece y Shion se dirige a nuestra habitación. Suspira y se quita el saco y corbata. Sonrío y lo abrazo de la espalda. Voltea y alcanza mis labios. Los besos de Shion siempre me enloquecen, pero ahora no debo permitir eso. Lo separo un poco y me dirijo a la cocina. Preparo un sándwich de jamón con un vaso de leche para Kiki y los coloco en la mesa del pequeño comedor.
Kiki se acerca y se sienta a comer la merienda. Shion se aproxima y le despeina su cabecita. Le indica que debe dormir para que mañana pueda levantarse. A lo que el niño le pide:
—Otosan, ¿Me cuentas un cuento para poder dormir?
—Claro, hijo... vamos...
Los dos se dirigen a su cuarto, mientras que yo me acerco lentamente. Shion ayuda a acostar a su niño, mientras que éste le da un libro. Acerca un banco a su cama y Shion saca sus lentes de media luna para ver mejor. Y empieza a leerle una de las aventuras del Rey Mono. Recuerdo cómo a Shiryu le gustaban esas historias. Pero era más rebelde que Kiki para dormir. Bueno, eso no importa mucho ahora...
Me dirijo a la otra habitación y me pongo el pijama chino que me regaló Shion en mi cumpleaños. Me acuesto en la cama, no sin antes levantar el edredón y enciendo mi lámpara de noche. Tomo mi libro de cabecera y me coloco mis lentes redondos para ver mejor las letras. Al poco rato, vuelve Shion y se pone su pijama de felpa. Alza el edredón y se acuesta. Entonces le digo:
— ¿Ya está dormido, Kiki?
—Sí, esta noche se durmió con un borreguito de peluche...
— ¿No tienes hambre?
—Sólo de ti, mi Dohko...
Apago la luz de mi cabecera para besarnos en la oscuridad de la noche...
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