Mientras tanto, Shadow se encontraba en el avión, mirando hacia la ventana, pensando en qué pasaría cuando llegara a su destino. Cerró los ojos, pero su mente no descansaba. Pensaba en Amy, en la noche que habían pasado juntos, borrachos y sin sentido. Sonrió ligeramente, recordando la forma en que Amy siempre lo hacía reír. Pero su sonrisa se desvaneció rápidamente, ya que sabía que esa noche no había significado nada para él. Su mente se llenó de preguntas sobre cómo reaccionaría Amy cuando lo viera de nuevo, y qué pasaría cuando compartiera su noticia.

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Después de un rato, Amy se quedó sola en la galería, ya que Rouge tenía un compromiso. La eriza se paseó por la sala, observando los cuadros que había hecho y que estaban listos para venderse. Cada uno de ellos era una parte de su alma, una expresión de sus emociones y pensamientos. Por su mente pasaba Sonic, el héroe azul que siempre estaba en su corazón. A veces deseaba que él estuviera presente, para compartir con él sus logros y sus sueños.

Se dirigió a su escritorio, tomó un lápiz y escribió algo en su cuaderno. Las palabras fluían de su corazón, una carta a Sonic, llena de amor y anhelo. "Querido Sonic", escribió, "a veces me siento sola sin ti. Pero sé que siempre estás conmigo, en mi corazón. Espero que pronto puedas regresar y que podamos compartir nuestros sueños juntos".

Mientras escribía, Amy se sentía más cerca de Sonic, como si él estuviera allí con ella. Sonrió, sintiendo una sensación de paz y tranquilidad. Sabía que pronto se reunirían de nuevo, y que su amor seguiría creciendo.

En ese instante, su celular vibró con insistencia, interrumpiendo el silencio de la galería. Amy lo sacó de su bolso y miró la pantalla con curiosidad. Había recibido un mensaje de texto, y su corazón latió con rapidez al ver que era de Tails. Lo leyó lentamente, su mirada escaneando las palabras con urgencia. "Ven al hospital Nova Vita. AHORA". La brevedad y la urgencia del mensaje la alarmaron, y Amy se sintió invadida por una sensación de preocupación y ansiedad. ¿Qué había pasado? ¿Por qué Tails la llamaba con tanta urgencia? Sin perder un segundo, Amy guardó su celular y se dirigió hacia la puerta, lista para correr hacia el hospital y descubrir qué estaba sucediendo.

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En el hospital Nova Vita, Tails estaba sumido en una profunda preocupación, su cuerpo temblaba con nervios mientras se paseaba de un lado a otro en el pasillo. Cream estaba parada a su lado, mirando fijamente una de las habitaciones, su rostro reflejando una mezcla de ansiedad y temor. El silencio solo era roto por el sonido de las máquinas y los susurros de los médicos y enfermeras que se movían con rapidez por los pasillos.

Después de unos minutos, llegaron Amy y Rouge.

- ¿Qué sucedió? - preguntó Amy.

Tails tomó aire, reuniendo el valor.

- Knuckles tuvo un accidente en la cocina. Estaba horneando algo a alta temperatura y, al intentar sacar la bandeja del horno, se resbaló y la puerta del horno se abrió de golpe, expulsando una llama que le causó quemaduras en la cara y el cuello.

Amy y Rouge se miraron entre sí, horrorizadas.

- ¿Es grave? - preguntó Rouge.

Tails asintió.

- Sí, es grave. Los médicos están haciendo todo lo posible para tratar las quemaduras y prevenir infecciones.

Las chicas se preocuparon profundamente, querían pasar a ver a Knuckles lo antes posible, pero los médicos les dijeron que tenían que esperar hasta que estuviera estable. La espera era agobiante, y Amy no podía sacar de su mente la imagen de Knuckles herido. Solo podía pensar en si su amigo estaría bien, si se recuperaría completamente de sus heridas. Se sentía inútil, sin poder hacer nada más que esperar y preocuparse.

Rouge, por su parte, estaba enfadada consigo misma por no haber podido evitar el accidente. Se sentía culpable, aunque sabía que no había nada que pudiera haber hecho para prevenirlo. Cream, que estaba sentada junto a ellas, intentaba consolarlas, pero incluso ella parecía preocupada.

Amy se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro de la sala de espera, intentando desahogar su ansiedad. Rouge la siguió con la mirada, sabiendo que su amiga estaba sufriendo.

- Amy, tranquila. - dijo Rouge, intentando calmarla. - Knuckles es fuerte, se recuperará.

Pero Amy no podía tranquilizarse. Su mente estaba llena de pensamientos negativos, y solo podía pensar en lo peor. Se sentó de nuevo junto a Rouge y Cream, y juntas esperaron en silencio, rogando para que Knuckles se recuperara pronto.

Un médico salió de la habitación de Knuckles, ajustándose la mascarilla y llevando una expresión seria en su rostro. Los chicos clavaron la mirada en él, ansiosos por saber el estado de su amigo. El médico se detuvo frente a ellos, tomando un momento para recopilar sus pensamientos antes de hablar.

- ¿Cómo está? - preguntó Rouge, su voz llena de preocupación.

El médico los miró con seriedad, su expresión reflejando la gravedad de la situación.

- Afortunadamente, Knuckles está estable, pero las quemaduras son graves. La llama del horno causó quemaduras de segundo y tercer grado en su cara y cuello. La piel está muy dañada, con ampollas y áreas de piel carbonizada. También hay daños en su nariz y boca, y es posible que necesite cirugía para reparar los daños.

Amy, Rouge y Cream se miraron entre sí, horrorizados por la gravedad de las lesiones de Knuckles. Sus rostros reflejaban la preocupación y el miedo que sentían.

- ¿Se recuperará completamente? - preguntó Amy, con la voz temblando.

El médico asintió, intentando ofrecer un poco de esperanza.

- Sí, con el tratamiento adecuado y el cuidado necesario, Knuckles se recuperará, pero será un proceso largo y doloroso. Necesitará varios meses de rehabilitación y tratamiento para recuperar completamente la movilidad y la función de su rostro y cuello.

Los chicos asintieron, intentando procesar la información. Sabían que el camino hacia la recuperación de Knuckles sería difícil, pero estaban dispuestos a apoyarlo cada paso del camino.

- ¿Podemos verlo? - preguntó Rouge, ansiosa por ver a su amigo.

El médico asintió.

- Sí, pueden verlo, pero por favor, sean conscientes de que está en un estado delicado y necesita descanso. No lo cansen demasiado.

Todos se quedaron en silencio, sumidos en sus propios pensamientos y emociones. Amy tragó saliva, deseando con todo su corazón que Knuckles no hubiera pasado por ese terrible accidente. Se sentía culpable por no haber podido evitarlo, aunque sabía que no había nada que pudiera haber hecho.

Rouge y Cream también estaban conmocionadas, sus rostros reflejaban la preocupación y el miedo que sentían por su amigo. Tails, que había estado callado hasta ese momento, rompió el silencio.

- Vamos a estar aquí para él - dijo, su voz firme y decidida. - Vamos a apoyarlo en su recuperación y a asegurarnos de que se sienta acompañado en este momento difícil.

Amy, Rouge y Cream asintieron en acuerdo, sabiendo que Tails tenía razón. Juntos, podrían ayudar a Knuckles a superar este obstáculo y a recuperar su fuerza y su espíritu.

Con determinación y esperanza, los amigos de Knuckles se prepararon para enfrentar los desafíos que se avecinaban, unidos y decididos a apoyar a su amigo en su momento de necesidad.