🌸Capítulo 1🌸
Un día soleado, Amy se dirigía a un local elegante en el corazón de la ciudad, con una sonrisa de anticipación en su rostro. Se acercó a la puerta de cristal y sacó un llavero brillante de su bolso, para abrir la cerradura con un suave clic. Al entrar, se sintió envuelta por el aroma a pintura y a creatividad que impregnaba el aire.
Caminó hacia un escritorio de madera oscura, situado en el centro del salón, y se sentó en la silla de cuero que lo acompañaba. El salón estaba repleto de cuadros de todos tamaños y estilos, cada uno de ellos una obra maestra en sí misma. La galería de arte que Amy había fundado y dirigía con pasión, era un refugio para los amantes del arte y la creatividad.
Mientras se acomodaba en su silla, Amy no podía evitar sentir un orgullo profundo por lo que había logrado. La galería era su sueño hecho realidad, un lugar donde podía compartir su pasión por el arte con el mundo. Y, aunque Sonic no estaba allí para compartirlo con ella, Amy sabía que él siempre estaría en su corazón, inspirándola a seguir adelante.
En ese instante, la puerta de la galería se abrió y alguien entró con paso seguro y elegante. Los ojos de Amy se encontraron con los de Rouge, la espía y ladrona de joyas más famosa de la ciudad. Rouge sonrió mientras se acercaba a Amy, su mirada brillante y misteriosa.
- Hola Amy, te tengo noticias.
- Hola Rouge... ¿Cuáles son?
Rouge se sentó en una silla frente a Amy, cruzando sus piernas largas y elegantes.
- Respecto a la galería... la princesa de Soleanna se interesó por tus cuadros, y quiere comprarlos. Está dispuesta a pagar una suma muy generosa por ellos.
Amy se sorprendió, su corazón latiendo con emoción.
- ¡Eso es increíble! - exclamó.
Pero Rouge no había terminado.
- Además, Fiona va a organizar una fiesta en honor de la princesa, y... - hizo una pausa. - Shadow volverá del viaje de negocios.
Amy sonrió, su rostro iluminado por la emoción.
- Vaya, este año viene con sorpresas. - Se recostó en su silla, cruzando sus brazos sobre su pecho, mientras su mente comenzaba a girar con las posibilidades que se abrían ante ella.
La noticia de que Shadow regresaría del viaje de negocios había despertado algo dentro de ella, una mezcla de curiosidad y emoción que no podía ignorar. Se preguntó qué habría cambiado en él, si aún sería el mismo Shadow que había conocido en el pasado.
Rouge, que había estado observando a Amy con una sonrisa astuta, se inclinó hacia adelante, su voz baja y conspirativa.
- Sí, y Shadow me comentó que tiene algo importante que decirnos.
Amy se intrigó, su curiosidad estaba en aumento.
- ¿Qué podría ser? - Se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en los de Rouge, esperando una respuesta.
Rouge sonrió, disfrutando del misterio que había creado.
- No lo sé, Amy. Shadow solo me dijo que tenía algo importante que decirnos, pero no me dio detalles. - Se encogió de hombros, su expresión inocente. - Supongo que tendremos que esperar y ver qué sucede.
Amy asintió, su mente todavía girando con posibilidades. No podía evitar sentir una emoción mezclada de curiosidad y nerviosismo. ¿Qué podría ser lo que Shadow quería decirles?
Rouge le dió un golpecito juguetón en la nariz, su sonrisa pícara.
- Seguro es algo de sus negocios, Amy. No te preocupes tanto. - Se reclinó en su silla. - Shadow es un hombre muy ocupado, siempre está metido en algo nuevo y emocionante.
Amy se rió, sintiendo una ligera decepción.
- Supongo que tienes razón, Rouge. - Se encogió de hombros, su expresión resignada. - Pero no puedo evitar sentir una curiosidad morbosa. - Sonrió, su mirada brillante. - ¿Y si es algo más emocionante que solo negocios?
Rouge se rió, su voz baja y seductora.
- Oh, Amy. Siempre tan romántica. - Se inclinó hacia adelante, su voz baja y conspirativa. - Pero no te preocupes, si es algo emocionante, estoy segura de que Shadow nos lo dirá. - Sonrió, su mirada pícara. - Y si no, siempre podemos intentar sacarle la información.
Amy comenzó a pensar en todo, especialmente en la fiesta y en Shadow, recordó lo que pasó la última vez que se cruzaron, y una mezcla de emociones se despertó en su interior. Sacudió la cabeza, tratando de despejar los recuerdos que la estaban distraendo, y miró a Rouge, que estaba sentada frente a ella, observándola con curiosidad.
- ¿Qué pasa, Amy? - preguntó Rouge, notando la expresión pensativa de su amiga. - ¿Estás preocupada por algo?
Amy suspiró y se recostó en su silla, tratando de ordenar sus pensamientos.
- Nada, solo recordaba lo que sucedió en una de las fiestas de Fiona.
Rouge sonrió, su expresión divertida.
- No te preocupes por eso, Amy. Ustedes estaban borrachos y... - se detuvo, como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado. - Y Shadow estaba siendo muy... atento contigo.
Amy se sonrojó ligeramente, su rostro iluminado por la memoria.
- Sí...
Rouge se inclinó hacia adelante, su mirada intensa y curiosa.
- ¿Qué pasó entre ustedes dos después?
Amy sonrió con nerviosismo, su rostro iluminado por la memoria.
- Nada... - comenzó a decir, pero se detuvo, como si estuviera eligiendo sus palabras con cuidado.
Rouge se rió, su voz baja y divertida.
- No me mientas, Amy. Sé que algo pasó entre tú y Shadow. Algo que te hizo sentir... - se detuvo, como si estuviera esperando a que Amy completara la frase.
Amy miró a otro lado, evitando la mirada de Rouge.
- ¿Sentir qué? - repitió, su voz baja y nerviosa.
Rouge sonrió, su mirada brillante de curiosidad.
- Algo que te hace sentir viva y emocionada.
Amy negó con la cabeza, su rostro iluminado por una sonrisa forzada.
- Shadow y yo solo somos amigos, nada más. - dijo, su voz firme pero con un ligero temblor.
Rouge se rió, su voz baja y divertida.
- Oh, Amy. No me mientas. Sé que hay algo más entre tú y Shadow. Algo que no quieres admitir, ni siquiera ante ti misma.
Amy se sonrojó ligeramente.
- No hay nada más.
Ciertamente Amy no sentía nada por Shadow, ni una chispa, pero aquel día fue cuando no estaban conscientes, el alcohol los había llevado a ese punto. La memoria de ese momento era borrosa y confusa, pero lo que sí recordaba con claridad era la sensación de vacío y culpa que había sentido al día siguiente.
Pero de lo que estaba segura es que extrañaba a Sonic. Lo extrañaba con todo su corazón, y la ausencia de él había dejado un hueco en su vida que no podía llenar con nada. Se preguntó qué estaría haciendo en ese momento, si estaría pensando en ella, si la extrañaría también.
Amy suspiró y se levantó de su silla, caminando hacia la ventana de su galería de arte. Miró hacia afuera, hacia la ciudad que brillaba bajo la luz del sol, y se sintió un poco más sola. Pero entonces recordó las palabras de Rouge, sobre la fiesta de Fiona y el regreso de Shadow, y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
Tal vez, solo tal vez, Sonic también estaría allí. Y si era así, Amy estaba lista para enfrentar lo que fuera que el destino tuviera preparado para ellos. Con un nuevo sentido de determinación, Amy se dio la vuelta y se dirigió hacia su escritorio, lista para empezar a planificar su próximo movimiento.
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