CALLUM

Los ejércitos de condotieros aparecieron en la frontera de Vilano con Esterreich. 8000 o 9000 de ellos. El ejército que El Santo Padre le había concedido al padre Manetti para someter Esterreich en nombre de Callum. Y Callum no había visto a tantos hombres usando armaduras platinadas. Los Condotieros era el ejército de choque del Santo Padre, hombres disciplinados que cargaban una alabarda, una espada ropera y una ballesta de mano con un carcaj lleno de saetas. De pantalones bombachos de lino rojo y negro, con yelmos de acero decorados con una cola de plumas escarlata.

     Serían los hombres que usurparían el trono de su hermana Hannes. Sería el ejército que Callum usaría para tomar el control de Esterreich. Callum descendió de la colina en la que estaba. A lomos de su montura; un caballo de guerra oscuro. Callum guío a sus tropas a un pequeño pueblo abandonado llamado Glaubelicum. Una villa Romalia que había sido abandonada y que los trigales salvajes habían tomado como suya, aquel lugar sería la base de operaciones de Callum, antes de lanzar un ataque a la capital.

     Entre anfiteatros destruidos y columnas agrietadas se levantaron las tiendas del ejército personal de Callum. El Padre Manetti oró y cantó odas a Edum mientras esperaban. Sin embargo, había algo curioso en aquellos hombres, no todos tenían las típicas complexiones altas, esbeltas y facciones finas de los Romalios, algunos de ellos eran de caras chatas con ojos rasgados y rostros lampiños. De menor estatura y hablan en otro idioma, Callum, jamás había visto hombres como esos antes en El Continente.

     —Padre Manetti, ¿Quiénes son estos hombres? —Preguntó Callum.

     —Son los Wu-Chou, monjes guerreros procedentes de Xian-Gri-La en el lejano oriente. —Respondió el padre Manetti. —Aquí entre nos, yo también los considero una aberración, pero no puede culparlos, ellos no son creyentes de Edum. Estos hombres fueron creados por otra clase de demonios, Dragones voladores que viven entre las nubes que lloran arcoíris o algo así, como verá alteza su religión se basa en una gran payasada.

     —Si no son creyentes de Edum, ¿Por qué razón son parte del ejército del Santo padre? —Preguntó el muchacho.

     —Xian-Gri-La es el único lugar en el mundo donde tienen palacios construidos con puro oro, tienen ciudades siete veces más grandes que Romalia. El centro de cultura más grande en todo el mundo. Que importa si siguen una religión chiflada. El oro es importante, y convertirlos a la fe de Edum, nuestra misión en la tierra. —Respondió el padre Manetti.

     Sin embargo, Callum estaba intrigado con las armas de aquellos hombres, constaban de varillas de hierro largas y huecas. Con un gatillo incorporado a ellas, muy parecidos a las ballestas. Y cuando las vio en acción por primera vez, Callum quedó fascinado. Un polvo negro era colocado en el interior y luego se arrojaba una pequeña esfera de metal en la boca de la varilla de hierro, después se le prendía fuego a una mecha y cuando esta se consumía se apretaba el gatillo, se escuchaba un estruendo y la esfera de hierro era arrojada a gran velocidad, capaz de perforar hasta el acero en un abrir y cerrar de ojos, algo tan pequeño e insignificante.

     —Tendremos que atacar pronto alteza. —Dijo el padre Manetti.

     —No aún. —Respondió Callum. —Mientras mi padre siga con vida, no podremos hacer ningún movimiento, de hacerlo uniremos a todos los condes y señores en nuestra contra.

     —El Ejército Romalio, es el mejor y más equipado en todo el mundo, ¿Quién podría oponerse a él?

     —No lo sé, tal como lo veo, en Stahland; El Rey Enrico no ha logrado sofocar la rebelión de su pueblo, y ellos cuentan con condotieros Romalios.

     —Hay una gran diferencia entre Stahland y Esterreich. Stahland es tierra salvaje y Esterreich civilizada.

     —No sé qué tan civilizado pueda ser una batalla donde tenga que regar con sangre inocente la Plaza Blanca de la capital. Solo para asegurar el poder.

     —Créame alteza, será un sacrificio necesario. Una fe diferente, significa una vida eterna diferente. Vuestro pueblo merece saber que Edum los ama y los recompensará por sus creencias al final de la vida.