La Profecía

Al principio las palabras de Hermione salieron de su boca de manera atropellada, mientras hablaba parecía que hubiera envejecido un par de años en unos minutos, el peso de la verdad se cernía sobre ella como una sombra que robo por un instante el brillo de su rostro y sus ojos.

No podía continuar sentada, tuvo que pararse y comenzar a caminar por la habitación mientras su voz temblorosa comenzaba adquirir nuevos matices mientras contaban como había empezado todo apenas un mes atrás.

Hermione siempre había sido escéptica en los temas de adivinación, sin embargo, después de todo lo vivido tenía que admitir que había un poder superior que salía de su capacidad.

El destino era un tema sumamente delicado que parecía suspendido en un frágil hilo que amenazaba con romperse con cualquier leve movimiento.

El anexo en el que trabajaba Malfoy era un agujero negro creado para mantenerlo entretenido y aislado, un castigo impuesto por su pasado turbio como mortifagos. Permanecería trabajando sin goce de sueldo por un periodo indefinido no menor a 10 años -Aunque no es como si necesitara incrementar su ya grande fortuna familia.

Las esferas llenas de profecías que estaba a su cargo eran solo aquellas que se consideraban algo así como desperdicios de tiempo y espacio, ya fuera que se hubieran cumplido las lecturas, lo que las volvía obsoletas o bien que por su relevancia no tuvieran interés alguno. Todas ellas eran abandonadas en aquella área olvidada.

El que aquella esfera hubiera parado en aquel lugar era un completo misterio pues no entraba dentro de las categorías de "Obsoletos" y por supuesto tampoco en la de "Sin importancia". Apenas Draco la tuvo en sus manos se dio cuenta del verdadero valor de aquella pequeña esfera.

Mientras Granger hablaba, Malfoy no dejaba de pensar en todos lo ocurrido a partir de que se dio cuenta de lo que había descubierto.

La información que se presentaba en ella era contundente y aunque había partes que debían ser estudiadas con mayor detenimiento el resultado era el mismo -El mundo estaba en peligro.

Era de primordial importancia que se tomaran cartas en el asusto y justo cuando Draco tomo su abrigo para dirigirse a la salida de aquel agujero oscuro y maloliente, fue cuando se detuvo y lo pensó mejor ¿Adónde demonios se dirigía? ¿Quién en su sano juicio le creería? Maldijo por lo bajo, sintiéndose tan impotente de repente que la frustración le hizo patear su desvencijado escritorio.

Trato de calmarse, necesitaba pensar con la mente fría y no dejarse llevar por sus frustraciones, tenía que encontrar a la persona adecuada para darle esa información. Evaluando sus opciones se dio cuenta que si intentaba hablar con el ministro de magia, este no solo no le creería, sino que además cuestionaría la veracidad y legitimidad de la profecía y por ningún motivo debía ocurrir eso.

No podía recurrir a ninguno de los amigos influyentes de su familia, pues todos habían sido investigados, eran vigilados o los habían puestos a prueba -los que no fueron encarcelados-, ninguno se arriesgaría a apoyar su demencial descubrimiento si su pellejo estaba de por medio.

Podía intentar recurrir a San Potter. Después de todo él había hablado a favor de su familia cuando fueron juzgados, pero aunque lograra convencerlo, eso lo llevaba a otro problema igual de complicado, el solo había interpretado parte de la profecía, no podía presentarse con la mitad del trabajo y esperar que le creyera o que le diera su apoyo en aquella arriesgada empresa, además de que era imperativo que las investigaciones se realizaran en total secreto debido a lo delicado del contenido.

Fue en ese momento que descarto a la última persona de una corta lista de opciones que se dio cuenta que si conocía a una persona, quizás la única con la capacidad de descifrar los enigmas restantes y que además tenía ciertas características en su personalidad que al menos le darían el beneficio de la duda -Hermione Granger.

Ella era quizás la única persona que se sobrepondría a la repulsión hacia su persona, lo suficiente para darse cuenta de la gravedad y la veracidad de las cosas. Ahora el problema a sortear era buscar una manera de abordarla.

No podían tratar el asunto dentro de las paredes del ministerio, al menos no hasta que le hubiera planteado el asunto y hablaran sobre la confidencialidad que debían guardar. Nadie podía enterarse de su descubrimiento, al menos hasta formar un grupo de investigación que fuera capaz de armar el panorama completo.

Esa misma tarde la siguió a su casa y la detuvo antes de que entrara por la puerta.

-Granger. -La llamo haciendo que se sobresaltara.

-¿Malfoy?

-Disculpa no fue mi intención asustarte. -Contesto ocultando una sonrisa divertida por causarle el sobresalto.

Molesta contesto aun sin comprender que hacia Draco Malfoy frente a su casa. -No me asustaste.

-Necesito de tu ayuda. -Sus palabras fueron secas, le costaba demasiado pedir precisamente a ella un favor. -En verdad es de suma importancia que hablemos.

El tono urgente de su voz fue lo único que logro que no le cerrara la puerta en las narices.

-¡Habla! -Exigió. El rubio movió la cabeza de manera negativa.

-Es delicado, tiene que ser en privado.

Le tomo algunos minutos evaluar la situación, pero al final acepto pues creía que debía ser algo de verdad importante para que el gran Draco Malfoy le pidiera ayuda justo a ella.

-Está bien pasa. -Le invito aun dudosa de las intenciones que tendría.

Ambos se mostraban incómodos por la situación, pero sabiendo que no había manera en que se sintiera cómodo en ese territorio desconocido se apresuro a empezar, no sin antes sacar su varita.

Por inercia Hermione saco la suya esperando que Malfoy la atacara, lo cual resulto un tanto gracioso para el rubio.

-No pienso atacarte, no soy tan estúpido -Aclaro-, Pero necesito tomar mis precauciones para que nadie más escuche lo que voy a decirte.

Avergonzada bajo su varita. -No es necesario, mi casa está protegida.

-No está de más tomar más previsiones, cuando te cuente a que he venido me entenderás.

Y así fue, después de que conjurara un par de hechizos para proteger el lugar de oídos curiosos, saco de la bolsa de su abrigo una pequeña caja de madera que tenía un hechizo expansor en su interior lo que permitía guardar una esfera de cristal que de inmediato reconoció la castaña como una profecía.

Cuando la tuvo en sus manos y escucho el contenido no podía creerlo, le llevo unos minutos reaccionar. Lo que ocurrió después fue un bombardeo de preguntas por más de una hora que dejaron a Malfoy extenuado, pero que se obligo a contestar hasta dejarla convencida.

A el mismo le costaba trabajo creer el contenido, pero era verdad, aun así pasaron la noche en vela analizando el contenido hasta que no hubo manera de negar lo evidente.

"... Las sombras consumirán la luz creando un mundo en tinieblas, una noche eterna cubrirá con su frio manto arrebatando toda vida en la tierra... la oscuridad vendrá bajo el poder del falso cazador de sombras demoniaco, el bien y el mal se enfrentaran..."

Era la primera parte de una historia escalofriante, los signos en ella debían de ser traducidos, pasajes que debían ser interpretados, runas antiguas y complicadas, pero que a simple vista marcaban la destrucción del mundo a manos de un cazador de sombras demoniaco. Su única esperanza era encontrar "... las llaves en las doce puertas sagradas..." que se mencionaban para intentar parar aquel acontecimiento siniestro.

Al final Hermione se había comprometido a ayudarle, movería todos sus recursos para buscar a quien fuera Magnus Bane, pues parecía ser la clave para traducir el resto de la profecía. Y así lo había hecho.

. . . . .

Cuando Draco regreso al presente, apartando esos recuerdos de su mente, Granger había contado la mayoría del relato y había hecho una pausa para tomar un poco de agua.

Todos palidecieron conforme el relato evoluciono, nadie esperaba que se tratara de algo tan grave. Cuando fueron convocados por Hermione y Draco en el nuevo cuartel del Ejercito de Dumbledor supusieron que se trataba de algo delicado, sin embargo, por las palabras de la Gryffindor se daban cuenta que se habían quedado demasiado cortos en sus suposiciones.

-Granger, en ese caso no sería mejor plantear la situación ante el ministro de magia. -Nott estaba pensativo, tenía una mente brillante al igual que la castaña, estaba sopesando las opciones por vagas que fueran.

-No podemos hacerlo sin alertar al mismo tiempo a nuestro enemigo, movilizar a demasiada gente pondría no solo los pondría sobre aviso sino que comprometería todo el plan en sí. -Draco le explico a su amigo. -Es por esa razón que convocamos solo a las personas de nuestra entera confianza.

-¡Pues yo no confió en ti! -Ron escupió con veneno las palabras.

-Yo confió en Malfoy y eso debe ser suficiente, sino es así es porque también dudas de mi palabra y en ese caso, lo mejor será que te marches, en este momento no hay lugar para dudas o desconfianzas. Eso va para todos, así que piénsenlo muy bien. -Hizo una pausa y miro uno a uno los rostros serios que la miraban con atención. -Pueden irse, pero si se quedan no voy a mentirles, nuestras vidas estarán en riesgo, es posible que muchos de nosotros no sobrevivamos para saber cómo terminara todo.

-¿Tan grave es Hermione? -Se atrevió a preguntar Harry que había estado en silencio aferrado a su silla con tal tención en el cuerpo que se notaban de solo verlo.

No fueron necesarias las palabras, les basto mirarse en silencio por unos largos minutos. Ambos tenían una conexión especial y se entendían a la perfección. Habían pasado demasiadas cosas juntos, se embarcaron en una odisea que casi les cuesta la vida y eso tenía como resultado una compenetración tal que en ocasiones eran como la extensión de una sola persona.

-Siendo así, cuentan conmigo y si tu confían en Malfoy para mi es suficiente, yo también confió en él y en nuestros nuevos aliando. -Harry fue tajante, Hermione sonrió orgullosa.

En torno a una mesa estaban los más cercanos amigos y compañeros de lucha del trió de oro, Ginny, Luna y Neville; pero también estaban aquellos que habían pertenecido a su casa rival y que por azares del destino ahora eran sus nuevos compañeros de lucha, Draco, Pansy, Blaise y Theodore.

Eran un grupo peculiar, formado por pequeñas casualidades que se fueron entretejiendo de manera tan intrincada que ahora no había marcha atrás. Quizás si hubiera tenido la opción de elegir los miembros seria diferentes, pero había sido Draco el primero en descifrar los indicios de una nueva profecía que presagiaba tiempos mucho más oscuros y terribles de los que ya habían vivido.

-Aún hay más. -Dijo exhalando un largo suspiro.

-¿Hay más? -Pregunto incrédulo el pelirrojo.

-Así es, pero en este caso no es algo malo, por lo contrario en una buena noticia. Esta vez no estamos completamente solos, tendremos un poco de ayuda.

-No habías dicho que nadie más podía enterarse de lo que estaba pasando por seguridad. -Cuestiono Nott.

-Me refería a nadie de nuestro mundo.

-Entonces de quien se trata. -Esta vez era Ginny quien preguntaba intrigada.

-Tenemos un grupo de aliados que vienen de Nueva York, hoy mismo llegaran. -Cometo esperanzada antes de ser interrumpida de nuevo

-Se puede saber quiénes son o que son si no pertenecen a nuestro mundo. -Pregunto Zabine levantando las cejas.

-Me refería que no son magos como nosotros, ellos son cazadores de sombra, algunos de ellos son hombres lobo y por lo que se también hay un vampiro y un brujo entre ellos.

-Te parece buena idea que nos involucremos con ellos en algo tan importante. -Harry tenía algunas dudas.

-La razón por la que necesitamos de su ayuda es precisamente por sus talentos, además ellos también están involucrados en lo que está por venir, el peligro que nos acecha tuvo origen entre los suyos. Contactar con ellos no fue sencillo pero es importante contar con su apoyo, más adelante entenderán por que, por ahora necesito que me digan si están dispuestos a formar parte de esto, en caso contrario es mejor que lo digan ahora.

-Qué garantías tenemos de que ellos no hablaran cuando se vayan. -Otra vez Ron dejaba ver su desconfianza hacia los Slytherin.

-Todos los que estamos reunidos aquí hicimos un juramento que nos ata, no podemos hablar de lo que acabamos de escuchar aunque quisiéramos, Granger tomo las precauciones necesarias y todo aceptaron para estar presentes. -Esta vez era Malfoy quien hablaba con su típica superioridad y arrogancia. -Nosotros estamos dispuestos. -Declaro y sus amigos asistieron con un movimiento de cabeza.

Los Slytherin estaban cansados de que los miraran sobre el hombro como si no valieran la pena, ellos no eran cobardes, el destino se había encargado de ponerlos de lado equivocado en la última guerra y esperaban poder cambiar la historia, reescribir sus vidas y demostrarle al mundo y a ellos mismos que valían tanto o más que cualquiera de los Gryffindor.

-Sobra decir que nosotros también. -Era Ginny quien exclamaba con resolución poniéndose de pie, mirando desafiante a los presentes que imitándola se levantaron aceptando el desafío.

-De acuerdo siendo así, preparasen para un viaje largo. Vayan a sus casas y traigan solo lo indispensable. Nadie, absolutamente nadie debe saber nuestros planes así que piensen muy bien en las historias que van a contar para no levantar sospechas. Es momento que vayan a prepararse, tienen que regresar a media noche que es la hora en la que estarán aquí nuestros nuevos aliados, hasta entonces les contaremos el resto del plan.

Nadie puso objeción alguna, se apresuraron a seguir las indicaciones que les acababa de dar Granger, ahora sabían a lo que se enfrentaban aunque no supieran a ciencia cierta que buscarían en ese viaje que era muy probable que no tuviera retorno.

Hermione y Draco se quedaron solos cuando todos los demás fueron a prepararse. Ellos ya se encontraban listos desde antes de comenzar la reunión y ahora esperaban a que también llegaran de Nueva York el resto del equipo.

Por primera vez desde que tenían memoria el ambiente entre ambos no era denso y asfixiante, ni estaba a punto de explotar en cualquier momento y ante la menor provocación. Se podía decir que era la primera ocasión que se encontraban en paz, sin necesidad de enfrentarse en aquellas interminables discusiones y ataques verbales.

"...los enemigos se unirán para ser aliados, desconocidos serán conocidos, para salvar lo que aman deberán realizar una búsqueda donde perderán lo que no saben que tienen y ganaran lo que no saben que quieren..."

Ambos pensaban en aquel parrado de la profecía que comenzaba a cumplirse, los dos sabían que en el camino todos perderían algo valioso, la pregunta importante era saber ¿Qué perdería cada uno?

"...un precio alto hay que pagar para poder llegar al final..."

Trataban de no pensar demasiado en el desenlace de esa búsqueda, les mortificaba el solo hecho de pensar, quien de todos sus amigos y aliados no regresarían. Quizás solo ellos dos y Magnus conocían la totalidad de la profecía y por tanto uno de los tres debían pagar al final el precio para mantener el equilibrio.

"... vida por vida, muerte por muerte, sangre por sangre..."

. . . . .

Los cazadores de sombras y sus amigos llegaron a Londres por medio de un portal que había preparado previamente Magnus. Por precaución realizaron varias escalas antes de llegar al punto de encuentro para evitar que los siguieran, no estaba de mas tomar medidas, a pesar que Jace lo tachara de paranoico.

Al final llegaron a un claro en medio de un bosque donde dos personas los esperaban envueltos en capas largas negras con capuchas que cubrían sus rostros.

-¡Bienvenidos! -Exclamo Granger acercándose hacia los recién llegados retirando la capucha que le cubría el rostro.

-Moría por conocerte en persona Hermione. -Sonrió acercándose para besar su mejilla a manera de saludo.

-Ya conoces a Draco Malfoy. -Comento sonrojada la castaña desviando la atención a su acompañante que también ya había retirado la capucha de su cabeza.

-Si es todo un bombón. -Dijo Magnus para el disgusto de Alec que se puso a un lado con aire protector, escaneando con la mirada al joven que tenía delante.

El brujo rodo los ojos con tedio por la actitud de su novio. -El es Alexander e Isabelle Lightwood. -señalo a dos jóvenes altos y delgados de impresionante físico y hermosos ojos azules. -Pero dejemos las formalidades de los apellidos a un lado, ellos son Clary, Jace, Jordan, Maya y Simon, ya sabes quiénes son y su naturaleza.

-Lamento conocerlos en estas circunstancias. -Se disculpo Hermione.

-Tenemos preparado un traslador. -Menciono Draco mostrando una sombrilla de color verde botella.

-¿Un trasla... que? -Pregunto de inmediato Jordan. -No imaginaba que llamaran de manera diferente a las sombrillas.

-En realidad funciona de la misma manera que sus portales, un traslador puede ser casi cualquier cosa, se realiza un hechizo sobre lo que se quiera usar, nosotros generalmente usamos cosas que puedan pasar desapercibidas para los muggles. -Explico con propiedad Hermione.

-¿Muggles?

-Bueno ustedes los conocen como Mundanos, son las personas normales.

-A la cuenta de 3 todos toquen la sombrilla, la sensación no es muy agradable pero es la manera más rápida de llegar a nuestro destino. Uno... dos... tres... -Conto y todos desaparecieron en cuanto tocaron el traslador.

Sintieron un fuerte tirón desde el fondo de sus entrañas como si fueran succionados por una fuerza desconocida, aparecieron en la parte trasera de una casa de campo de dos pisos.

Maya y Jordan tuvieron que sentarse un momento para recuperarse sobre el césped, se sentían un poco mareados.

-¿Están bien?

-Si claro. -dijeron al unisón un tanto avergonzados, se levantaron tratando de mantenerse erguidos.

-No se preocupen estarán bien en un momento. Síganme, no tardaran mucho nuestros compañeros.

Hermione y Draco los condujeron al interior del cuartel, lo que era mejor decir que era en apariencia una casa de campo convencional semi oculta por los árboles frondosos que la rodeaban, en el exterior tenía una apariencia un tanto abandonada como si hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien había estado en aquel lugar, aunque por dentro la historia fuera completamente distinta.

Cuando todos estuvieron reunidos de nuevo, se hicieron las presentaciones necesarias. No se pudo evitar las miradas suspicaces y evaluativas que intercambiaban ambos grupos, lo que era normal considerando que eran muy diferentes entre si.

Los cazadores de sombras llevaban su traje de combate de un material especialmente resistente de color negro que se adhería a sus cuerpos como una segunda piel, había marcas negras tatuadas que quedaban a la vista sobre el largo de sus brazos, el cuello, la clavícula y cualquier pedacito de piel expuesta, eran runas para darles fuerza, rapidez, destreza o alguna cualidad que les ayudara a la hora del combate.

Maya, Jordan y Simon tenían una apariencia más normal con pantalones vaqueros desgarrados en algún punto y camisas completamente comunes y corrientes, haciendo a un lado que llevaban estampados de lo que debían ser grupos de rock o algo parecido. Magnus era historia aparte vestía un excéntrico traje de color azul eléctrico de diseñador con unos zapatos de piel también de marca, además de estar peinado con los cabellos en punta.

Los recién llegados esperaban encontrarse con la versión inglesa de Magnus, algo así como magos y brujas con gustos más bien excéntricos, en colores llamativos, peinados estrafalarios o modificaciones corporales visibles; cuernos, colas o quizás un ojo extra. Aunque Simon tenía una imagen distinta en su cabeza, algo más convencional, había esperado de Hermione llevara un sombrero negro, tuviera una verruga en la nariz, un gato negro y volara en escoba, quizás por eso parecía gratamente sorprendido de que parecieran todos ellos tan normales -al menos en apariencia.

Jace se había negado a tomar asiento, permanecía de pie con la espalda pegada en uno de los muros en una posición más que desenfadada aunque desconfiada. Las chicas tenían que admitir que era bastante atractivo, no era tan alto como Alec pero tenía una estatura ideal, su complexión era delgada pero se notaba la fibrosidad de su cuerpo, sus músculos bien marcados a través de la ajustada indumentaria de cazador de sombras, sus ojos dorados brillaban con cautela y curiosidad hacia los desconocidos, observándolos y tratando de adivinar si serian tan inofensivos como parecías. Tenía un cabello rubio dorado un poco rizado y desordenado que le daba un toque rebelde. Algo en su personalidad le sonaba familiar a Granger aunque aun no sabía por qué.

Hermione extendió sobre la mesa varios documentos entre ellos mapas del mundo, cartas astrales y mapas de algunas constelaciones, mientras comenzaba a desmenuzar parte de su plan.

Habían descubierto gracias a la colaboración de Magnus que el cazador de sombras del que se hablaba en la profecía era Jonathan el hermano de Clary. Hermione y Draco eran los únicos magos que conocían la historia y sabían del parentesco entre ellos y prefirieron no mencionarlo a los demás, ya no tenía caso incomodar o hacerla sentir más culpable repitiendo su trágica historia familiar.

Sabiendo a quien se enfrentaban ahora venia una parte complicada. Hermione comenzó a explicar lo que habían investigado hasta entonces.

<<<La esencia de la vida se dividía siempre en dos fuerzas contradictorias, el bien no puede existir sin el mal, la muerte precede a la vida para continuar el ciclo sin fin de la existencia, esa es la garantía de mantener siempre el equilibrio.

Se cuenta que en el origen del mundo como lo conocemos se crearon dos puertas terrenales una abría los misterios de cielo y la otra desentrañaba los horrores del infierno. Cada cultura tiene su propia versión de este hecho; en Egipto veneraban a dos deidades que representaban el cielo y el infierno que estaban representadas sobre dos puertas diferenciadas solo por el sentido inverso de los grabados en runas, los antiguos mayas tenían sus propios dioses y construyeron para ellos enormes pirámides para honrarles y algunos símbolos son muy similares o iguales a los encontrados en otras partes del mundo, en épocas distintas, de alguna manera todas concuerdan en que realmente existen estos portales y que las llaves de estos fueron partidas en 12 piezas y se diseminaron por el mundo para evitar que cayeran en manos equivocadas. El número 12 no es tomado de manera arbitraria es representativo, es la división de los meses del año o la alineación de los planetas en los signos zodiacales.

La Profecía menciona que todo se volverá oscuridad 5 noches después de la alineación lunar en la constelación del Dragón, es la fecha límite. Lo que se traduce en que tenemos como fecha límite hasta el 27 de Junio para encontrar las piezas y formar la llave, porque para el día 28 todo estará perdido.

Siguiendo el principio de dualidad oscuridad/luz, las transcripciones de las runas contenidas en la profecía, las piezas de la llave están ocultas y estarán solo visibles unos pocos minutos durante el solsticio de verano que en el hemisferio Norte será el 21 de Junio a las 10:51 y en el Hemisferio Sur será el 23 de Junio a las 10:30.

Desciframos los lugares, seis en cada hemisferio, tenemos la suficiente información para llegar a ellos pero necesitaremos de todos sus talentos para acceder y salir con vida.>>>

-No suena tan complicado. -Menciono con ímpetu Jace.

-Posiblemente no lo parezca pero los lugares donde tendremos que ir son peligroso, llenos de trampas mortales y protecciones mágicas y angélicas, en sitios tan remotos e inaccesibles que acceder a ellos será ya un enorme reto, además si todas nuestras traducciones son acertadas se tendrá que pagar un precio que desconocemos. -La voz de Hermione era tensa y áspera cuando se dirigía a un indiferente cazador de sombras que la evaluaba con fijeza.

-Además eso no es todo Jace en los mismos lugares están las 12 piezas para el portal demoniaco, no solo vamos a luchar contra el tiempo y los elementos, también contra demonios y todo aquel que se haya hecho aliado de Jonathan. -Magnus quería que les quedara muy claro a que se enfrentaba.

Clary y Jace se tensaron de solo escuchar el nombre de su enemigo y eso que aun no sabían que el no trabajaba solo.

-Por las razones que acabamos de explicar tendremos que dividirnos en 6 equipos, de tal manera que haya un cazador de sombras o un subterráneo en cada uno, ya que ustedes tienen la experiencia suficiente y los elementos para ayudarnos con los demonios y al mismo tiempo nosotros librar los obstáculos mágicos o combatir con rivales de diferente origen. -Aclaro la castaña.

-Cada equipo buscara 2 piezas, una en cada hemisferio, en el lugar y a la hora indicada. No hay margen de error posible. -Malfoy fue contundente.

Hasta ese momento todos fueron consientes de la dimensión de las cosas, sobre la gran responsabilidad que llevaban sobre sus hombros, no eran solo sus vidas las que están en riesgo, de ellos dependía salvar al mundo de la destrucción total y las posibilidades de lograrlo eran pocas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top