Capítulo 1: Muerte de un Ninja.
P. O. V: Tobe
No se, cuándo empezó la rivalidad entre los dos, pero de que existe, existe y es casi tal palpable y escurridiza como el agua. Como el sol que entra y llega al suelo a través de las pequeñas aberturas de las hojas de los árboles, lo increíble de ellos es que aunque no sean potentes esos rayos, en un descuido te pueden segar y sin querer te hacen perder el equilibrio y con ello la batalla.
Eso me pasó a mí, en un día como cualquier otro.
Me desvele en la noche por tratar de hacer un plan para lograr mi venganza contra Garu, pero decidí que solo iba a pelear cuerpo a cuerpo, casi como si fuera un entrenamiento rutinario. Estaba persiguiendo a Garu a través de la selva de una extraña isla a las afueras de las costas de Sooga, llegamos en unos botes, yo robe el mío, los de ellos son prestados, pero en fin, él estaba escapando de Pucca quien interrumpió nuestro duelo y ahora saltamos las ramas sin rumbo fijo.
-Urrg. Me las pagarás Garu, te juro que obtendré mi venganza y yo seré el único y más grande ninja de toda la aldea. Muajajajaja. -Todo lo digo como si estuviera pensando en voz alta.
Lancé varias estrellas ninjas al lugar donde calculé que Garu pasaría, falle y él siguió maniobrando entre las ramas y lianas. Pucca lo seguía ciegamente sin mirar atrás como si yo fuese tan solo una sombra o una mosca sin importancia. Algún día se arrepentirá de la forma en la que me trató, sobre todo cuando se de cuenta de lo débil y patético que es su noviecito que además le oculta cuanto la odia.
-Falle... otra vez. -Lo último ya se dice con algo de cansancio al volver intentar la misma acción.
Durante 10 años he visto esta misma escena desde que tengo 15 años, solo que en diferentes escenarios. La imagen de ellos dos corriendo a tan solo pasos de mi, es como esas pesadillas que tratas de alcanzar la salida y mientras piensas que avanzas a máxima velocidad, todo a tu alrededor de moviese en cámara lenta, no es que tenga miedo pero si una furia que se acrecienta a cada instante.
-Grr. -Gruño por la impotencia.
Cuando estoy pisándole los talones a esos dos y sin poder alcanzarlos aún, estoy en el punto de que ya no me quedan muchas fuerzas para correr, supongo que al idiota de Garu tampoco le quedarían, ya que en ese momento el ha sido atrapado por su acosadora número #1, ella se encarga de no dejarlo escapar y que nadie se les acerque, me da risa ya que es como un perro rabioso que gruñe porque se acerquen a su hueso buscando atacar, por tan solo tratar de avanzar hacia ellos y más cuando sabe las maliciosas ganas con las que vengo desde el principio, y aunque en ese justo momento cuando decido a darme la vuelta en retirada la loca esa me impide regresar sin un rasguño, lazándome o golpeándome ya sea ella misma o con cualquier otra cosa a su alcance.
-Tks. -Chasqueo con mi lengua al recordar cada vez que fui golpeado.
Regresando al presente.
Les había dicho que un pequeño rayo de luz me sego no?. Pues bueno eso fue lo que pasó justo después de haberle lanzado las estrellas ninjas a Garu las cuales no lo golpearon pero a la rama donde pisaría sí, lo que no creí fue que esa rama se debilitaría por lo que hice anteriormente.
<<Crack>> Apenas se escuchó el crujir de la madera.
Tampoco tome en cuenta de que el peso de Garu la haría seder.
<<Crack>> Ese si sono un poco más fuerte.
Después Pucca también salto en el mismo lugar haciéndola más frágil.
Ya que como ninja he entrenado mi audición pude adivinar lo que pasaría, lo siguiente que pude hacer fue tratar de no pisarla ya que si lo hacía no aguantaría mi peso y caería al vacío, lo cual me iba a doler ya que estábamos a casi 5 pisos de altura, y no solo eso también me retrasaría en la persecución.
-Ah. -Grite muy bajo por un momento cuando quede ciego por esa insignificante lucecita que me costó la vida.
No calcule bien donde iba a aterrizar, solo decidí saltar más alto y pasarla de largo, al parecer mi fuerza me traicionó y mi pie chocó con el tronco haciéndome perder más fuerza en mi impulso, cayendo a un solo un roce de mis dedos con la rasposa madera de la rama que le seguía.
-NOOOOOO. -Fue lo único que pude decir al caer.
Rompí no una sino varias ramas con mi espalda, debo admitir que no se sintió precisamente como un masaje, pero si frenaron un poco mi caída antes de terminar golpeando mi cabeza contra una roca en el suelo, esa si me dolió pero pudo ser peor, solo llegó hasta el punto de dejarme con los sentidos nublados y sintiendo como la sangre caliente recorría mi nuca hasta mojar mi espalda, deje de luchar contra el dolor, mis ojos luchaban para mantenerse abiertos.
-Fufufu. -Sentí como las risas de esa niña desaparecían y la respiración desesperada de Garu se extinguía.
De un momento a otro el suelo tronó, clara señal de que iba a colapsar, haciéndome reaccionar y despertar nuevamente, sabía que debía moverme y alejarme de allí lo más rápido posible, por más que me arrastrará mis esfuerzos por huir fueron en vano ya que volví a caer al vacío, solo que esta vez era un vacío más profundo lleno de oscuridad y rocas afiladas que me cortaban cada vez que las golpeaba.
-"Quiero vivir". "No quiero morir". "Debo sobrevivir". "No". -Frases y palabras cómo estás se repetían en mi mente arduamente.
Sinceramente sentí que iba morir. No les mentiré al decirles que fue la caída más dolorosa de mi vida hasta el momento que toque suelo. El estruendo de mi cuerpo chocando contra las rocas y agua fue lo último que oí al desmayarme completamente.
-Arhh, cof, cof. -Trate de hablar pero solo pude empezar a toser.
Todavía era de día, podía ver la luz al final del túnel aunque no sabía con exactitud cuanto tiempo permanecí inconsciente. Supe que no estaba muerto ya que mi cuerpo me dolía a la vez que cada herida me ardía y la sangre seca me incomodaba en la piel. Me costaba mucho poder mover cualquier extremidad.
<<Ssss>>... <<Shhh>>... <<Tksss>>...
Sabia que esos no eran sonidos hechos por animales o de insectos, eran hecho por personas, estaban en un lugar elevado al mío, sabía que estaban en movimiento a pasos sigilosos. Por más que me esforzará por ver quienes eran, la luz no llegaba a tal profundidad a la vez era muy lento el hecho de que mis pupilas se adaptarán.
-Es un mestizo. -Mestizo?? Pude escucharlos susurrar, pero no pude entender de lo que hablaban.
Saque mi katana y trate de empujarla pero el miedo me vencía, temblaba como una gelatina, y el agua fría no me ayudaba a relajarme.
-Hay que purificarlo. -Purificar?? Que querían decir con eso??
-Conviértanlo. -En que??
Nada de eso me gustaba. Sobre todo en el momento en que pequeñas luces rojas como si fueran los ojos de unos animales empezaron a aparecer por todo el lugar. Más que animales su presencia era como la de demonios.
Quise gritar que se alejaran de mi, pero nada salía.
De repente todas las luces desaparecieron y todo fue como si todo fuese tragado por la oscuridad, para colmo el cielo también se oscureció de un momento a otro y unos solos instantes de absoluto silencio en el cual solo pude escuchar mi corazón.
<<Tu-tum tu-tum tu-tum>>
Un mísero ápice de esperanza, que apenas se encendía fue apagado por aquellas manos frías que repentinamente salieron del agua agarrando mis piernas y arrastrándome bajo las profundidades sin dejarme escapar, respirar o tan siquiera gritar, dejándome en la desesperación de no volver a ver un día más cuando cerré mis ojos y dejaba de respirar.
"Ojalá me hubiera esforzado en planear algo contra mi enemigo y no haber tenido que acabar de esa manera". -Fue lo último que pensé.
Y lo último que sentí fue la fría agua que cubría mi cuerpo, y un intenso dolor por diversas manos que me lastimaban al clavar sus garras y dientes buscando deborarme vivo.
-Ah. -Ese fue mi último intento por conseguir oxigeno.
De repente ya no sentía dolor irónicamente todo mi cuerpo se relajaba y solo sentía paz, al caer en un dulce sueño.
Ese fue mi final.
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