En un pequeño puesto de ramen en la aldea de Konoha se estuchan las risas de tres personas, un hombre mayor, una joven de cabello castaño y un joven de cabello rubio, la causa....

-" Iruka se lanzo de rodillas rogando que lo pudiera reemplazarle una semana como profesor en la academia, casi vi una lagrima caer de su ojo"- soltó el joven Rubio soltando sopa de ramen por la nariz al recordar a su amigo sufriendo para poder tener aunque sea una semana de vacaciones y descanso de sus estudiantes.

-" Vamos Naruto, no te burles del pobre de Iruka, mal que mal es el único que te invita ramen y paga toda la cuenta, aún cuando tu ganas más que el"- Comentó la joven suspirando por la actitud del pelirrubio, Naruto también se relajó y sonrió levemente.

-"Supongo que llevas mucha razón Ayame, bueno de cualquier forma acepté ayudarle"-  Naruto se levantó y tomó un monedero en forma de sapo, cosa que le causó gracia a la muchacha, pagó su cuenta y se marchó,  Ayame se quedó mirando por donde se fue el pelirubio y suspiró.

-"Si tanto te guste Naruto, por qué no le dices hija?"- Teuchi soltó una carcajada al ver como su hija se sonrojaba y le amenazaba con un cuchillo, ellos eran civiles y sabía el origen del pelirrubio, pero era el único digno a quien podría confiar a su hija, además que el era su mejor cliente, era un ganar o ganar pero fue sacado de un golpe en el hombro -"Pero que te pasa hija?"- preguntó el cocinero.

-" Deja de pensar en el dinero de Naruto, además el no me ve así, mal que mal para el somos su única familia, y yo solo soy la hermana"- pensó decayendo en ánimo la pelicastaña.

Naruto caminaba en calma por la aldea, como ya era de noche los niños ya se encontraban en sus casas, y los ninjas se reunían para poder compartir con sus amigos en algún local de comida o en un bar, sus vidas eran así, tener un día más de vida era un regalo muy preciado.

-"Ey , hola Naruto"- el pelirrubio buscó quien le llamaba y se encontró con Kakashi Hatake, Asuma Sarutobi, Kurenai Yuhi, una mujer de cabello morado largo que no recordaba y un tokubetsu Jounin que solo tosía, grandes ninjas todos o bueno los que conocía de forma más cercana, Naruto se acomodó sus manos en los bolsillos, miró con cara de aburrimiento a los presentes y levantó su mano derecha con pereza.

-"Yo"- fue toda la respuesta dejando el lugar en silencio, Kakashi siendo el único que sonrió.

-"ay que gracioso"- comentó el peliplata-"pero oye, vamos a beber algo, Asuma invita"- el nombrado miró con impacto al peliplata, el solo invitó a Kurenai para una cita y todos los demás se colaron.

-"Lo siento pero mañana tengo un compromiso temprano y no quiero llegar tarde, pero que lo disfruten"- y el pelirrubio siguió su camino.

Naruto al llegar a un bloque de departamentos en el barrio civil comenzó a subir, mal que mal su departamento quedaba en el tercer piso, el porqué vivía ahí, simple, el vivía solo y no tendría ganas de limpiar y ordenar una casa más grande.

-" te has demorado"- Naruto escuchó una voz gutural desde el interior de su casa, el vivía solo si, pero tenía un compañero del cual no se podía deshacer, era el único miembro de su contrato de invocación .

-"Vamos, no seas tan controlador Kurama, además a ti solo te gusta dormir"- Respondió Naruto para encender la luz y revelar a un zorro de un metro de alto con nueve colas acostado en su futón.

-"No hay nada interesante en esta aldea para mi, además que si salgo la gente grite y se espante, prefiero descansar y disfrutar de la libertad a mi modo"- Naruto asintió, ingresó a su casa y cerró la puerta, ya que mañana debía impartir una clase que la verdad sea dicha no había leído ningún documento que le entregó Iruka.