Capítulo 4 - Un poco de sangre verde
Luego de descansar y recomponer nuestras energías posterior a la batalla, continuamos caminando y explorando a través de la oscura y deprimente mazmorra.
Recordando todo lo que habíamos pasado, llevábamos cerca de 6 horas dentro de este lugar, creo que tanto yo como el equipo sentíamos el anhelo de encontrar rápidamente el final de la mazmorra. Pero sabíamos que aún quedaban enemigos vivos, el árbol no se liberaría hasta que destruyamos a las bestias de tinieblas que lo resguarda.
Caminamos hasta llegar a un una planicie despejada de árboles, el camino se cortaba y proseguía un desnivel rocoso, de unos 8 metros de altura, cuya parte inferior se encontraba infestada de bestias de tinieblas, de aspecto humanoide, de bajo tamaño, piel verdosa y pálida, como si estuvieran bañadas de ceniza, su rostro compuesto por ojos rojos pequeños, una dentadura prominente y orejas puntiagudas, en sus manos llevaban pequeñas dagas, garrotes, espadas, piedras, lo que fuera que sirviera para atacar.
-Duendes de Tiniebla, todos los aventureros hablan de ellos, son bestias recurrentes en las mazmorras, y lugares alejados dentro los valles oscuros, no son fuertes, pero tampoco débiles, su mayor virtud es la cantidad, no atacan solos, mientras bloqueas el ataque de uno, otro prepara su cuchillo para atacarte por la espalda-. Dijo Paul, observando como los pequeños seres rodeaban una estructura de piedras, que unidas con madera y paja formaban pequeños techos y carpas donde guardaban sus pertenencias, en el centro del lugar, había una fogata, donde un cuerpo pequeño (quizás de los mismos duendes) se asaba. Caníbales, pensé.
-Hay una buena cantidad de ellos-. Dijo Jack, nuestro curador. -Lo mejor será ocupar el efecto sorpresa y acabar con varios a la vez-.
-Puedo eliminar a varios de ellos desde aquí arriba-. Dijo Janet
- ¿Qué hay de ti Paul? puedes pelear? Le pregunte a mi herido amigo.
-Creo que me quedare junto con Janet aquí, le limitare a apoyarlos a distancia, con mis lanzas- Respondió. -Tendrán que encargarse ustedes-.
-Tienen pequeñas carpas de paja, piedra y palos, deben guardar algo valioso en ellas- Dijo Daniel.
-Puede que encuentres algún ratón asado bajo sus cobijas- Contesto de forma risueña Paul.
*************
Mientras nos preparábamos para bajar, Janet me llama. -Darel, cuando bajes quiero que te enfoques en tu batalla, no mires si Daniel ya mato a sus enemigos o si Jack necesita que lo cubran, tu problema es que te concentras tanto en el resto que olvidas controlar tu situación-.
- ¿Pero y si alguno necesita mi ayuda? - Respondí.
-Ellos son fuertes y tu igual necesitas serlo, baja y demuestra lo que puedes, si te va mal te cubriremos desde arriba-. Respondió la arquera.
Mire a Paul quien estaba al lado escuchando, quien aprobó lo que Janet dijo.
Son solo duendes, solo duendes, es momento de entrar mi poder, repetí en mi cabeza, concentrándome, y marcando a mis objetivos con la vista, un grupo de 4 duendes cerca de unas rocas, al lado de un pequeño charco de agua.
Cuando vi la señal de Daniel para saltar, despeje mi mente, salte hacia abajo, en dirección de los duendes de tinieblas, energice mis piernas, ganando velocidad y fuerza en la caída, impacte el suelo entre los 4 duendes, desestabilizándolos y electrificándolos, quede de rodillas, pero rápidamente me pare y coloque postura de ataque.
Imbuí con rayos mis brazos, para golpear en el rostro a uno de los duendes paralizados y empujarlo hacia atrás, donde su espalda impacto con las rocas traseras moliendo su parte trasera y bañando con sangre la pared rocosa. Su cuerpo es blando y sus huesos crujieron, pensé, tampoco es primera vez que me enfrento a ellos.
Escuche el quejido de los 3 restantes, quienes ya se habían liberado del leve choque eléctrico que los paralizo, antes de que empuñen sus armas golpee con todas mis fuerzas el estómago de un duende levantándolo unos centímetros en el aire, con ambas manos imbuidas en la electricidad lo agarre del cráneo para potenciar el efecto eléctrico hasta quemar su carne, dejando caer un cuerpo humeante con la cabeza destruida por la ráfaga eléctrica.
Los 2 duendes restantes me veían con asco, ambos se abalanzaron contra mí con su espadas y cortes con patrones cortos e irregulares me apuntaban, comencé a esquivar hasta encontrar un momento oportuno para contraatacar, retrocedí hasta que sin darme cuenta, choque con la piedra donde anteriormente había destrozado la espalda del otro duende, me tomo por sorpresa, pero gire en el suelo antes de que las espadas de los duendes choquen contra la piedra, estabilizándome agarre la espada del cuerpo muerto del primer duende, el metal de esta reacciono a la electricidad de mis manos, lance una estocada hacia adelante, penetrando el tórax de un duende y electrificándolo en el proceso, retire la espada para ver como su cuerpo convulsionaba mientras decaía hasta la muerte. Ya solo queda 1, pensé.
Intensifique la corriente eléctrica de mi espada robada y la lance en dirección a la cabeza del último duende, separándola de su cuello en el impacto.
-Son más débiles que los simios-. pensé -o tal vez estoy mejorando-.
Acabando con mis enemigos heche un vistazo a mi alrededor, viendo una masacre de cuerpos, Jack y Daniel acabaron con una docena y otra buena cantidad estaban empalados por las lanzas de Paul o desangrados por las flechas de Janet.
Nos miramos para verificar que todo está bien, pero antes de poder reunirnos, de la estructura más grande donde se refugiaban salió un duende, muy diferente al resto, este era notablemente más grande, era casi, como un Orco de Tinieblas, como de los que había leído en los libros que Eira me obligaba a leer.
2 metros de alto, cuerpo tonificado, cuernos negros acompañados de sus orejas puntiagudas, dientes grandes y notorios sobresalían en su rostro, su color era más verdoso que el resto, de su espalda musculosa, un humo oscuro brotaba casi imperceptible, en sus manos un mazo de madera con puntas metálicas y un escudo de madera rectangular. Vestía un taparrabos de piel gruesa unido a su pecho protegido por el pelaje de un lobo, se podía notar el rostro cubriendo su hombro. Tenía cicatrices en su cuerpo. Él ya ha tenido batallas- pensé.
Se quedo quieto para ver su alrededor, pude ver como la expresión de su rostro cambiaba mientras veía el cuerpo de los duendes de tinieblas masacrados, lanzo un grito de batalla al cielo y se colocó en posición ofensiva.
Golpeo el suelo de rabia, quebrando la tierra a su alrededor.
Se dio vuelta para ver el lugar de donde salió, era una especie rectángulo de rocas talladas de 3 metros de alto y 5 de largo, con el ancho perfecto para entrar y descender hacia unas oscuras escaleras. Lo miré unos segundos, su expresión solo denotaba ira y sed de sangre, abrió sus brazos, mientras rugía, casi diciendo -Ustedes no entraran aquí-.
-Está protegiendo ese lugar-. Dijo Jack.
-Debe tener algo de valor ahí dentro-. Replico con entusiasmo Daniel.
- ¿Qué haremos? -. Pregunte mis compañeros. Paul y Janet seguían arriba, analizaban la situación.
-Debemos atacarlo directamente-, Dijo Daniel.
-No sabemos qué tan fuerte es-. Le respondí.
-Obviamente es más fuerte que tú-. Respondió con amargura.
-Basta-. Le dijo Jack, -Darel tiene razón, no sabemos qué tan fuerte es o qué tipo de movimientos puede hacer, dejemos que el ataque primero y contraataquemos en grupo-.
Jack, lo mire mientras hablaba, él es buen sanador, tiene buen juicio, ¿cómo llego a ser amigo del estúpido de Daniel?, me preguntaba.
-Cuidado-. Grito Janet. -Es Fuerte, se nota, pero ustedes 3 deberían poder con él, si las cosas salen mal, bajaremos a ayudar-.
El orco, se adelantó para atacar.
Los 3 nos separamos, el orco lanzo un garrotazo en dirección de Jack, quien esquivo rápidamente hacia atrás. El orco siguió atacando sin mayor éxito, hasta que una bola de fuego impacto su espalda, sin hacerle mayor daño.
-Aquí estoy imbécil verde-. Dijo Daniel, calentando sus dagas, enroscándolas en llamas.
Puede haber sido una acción estúpida, llamar su atención para que lo atacara, pero era más estúpido dejar que el sanador muera. A veces no es tan tonto pensé, mirando a Daniel.
El orco se dio la vuelta, la armadura de piel de lobo comenzó a quemarse por lo cual la desgarro y boto en el suelo.
Daniel aprovechando el momento de descuido, golpeo con su mazo en la espalda del orco. La bestia ni se inmuto, alzo su mano que llevaba un escudo y golpeo a Jack con gra fuerza, el cual salió despedido hacia atrás y choco en el suelo.
-Mierda-. Pensé- debo protegerlo.
Corrí hacia el orco, imbuí mis piernas en electricidad, el miedo me afecto, ya que note que no fue con la intensidad que esperaba.
Daniel volvió a lanzar una bola de fuego, la cual el orco repelió con su escudo, corrió hacia Daniel y comenzó a golpear con su garrote, Daniel era hábil, y rápido, esquivo con precisión, y aprovecho de lanzar una llamarada hacia los pies del orco.
Debo hacer algo pensé, cuando llegué donde Jack, ya se estaba curando a el mismo.
-Debes atacarlo, no te preocupes por mi-. Me dijo el sanador.
Me concentre y volví a canalizar rayos en mis piernas, esta vez fue más potente corrí hacia el orco quien se apagaba el fuego en sus pies, Daniel se abalanzó contra el incrustando una daga calorífica en su hombro, y yo me lance con una patada cargada de rayos en su costado, debajo de las costillas, sentí como mi pie energizado se hundió en la en la piel y estomago del orco, quien gruño de dolor.
Grito aún más fuerte, levantando todo su cuerpo del suelo abrió ambos brazos y me empujo Daniel y a mí a los costados. Un golpe de su puño toco mi pierna, generando dolor, sin contar que barrio el suelo con nosotros.
El polvo invadió el lugar, me pare rápidamente y Daniel también.
El orco tomo la daga que había quedado incrustada en su hombro y la quito para tirarla en el piso.
Gruño y se abalanzó contra Daniel, ignorándome.
Daniel no retrocedió, en vez de eso, avivo fuego en su daga restante haciéndola crecer, y ataco.
Muchas ráfagas de cortes de fuego, tanto horizontales como verticales chocaban contra el escudo de madera del orco, quien no tenía tiempo para contra atacar.
- ¡Vamos bestia sucia, ATACA! -. Grito Daniel.
La bestia seguía aguantando atrás de su escudo de madera hasta que la fuerza de los golpes de Daniel quebró su escudo de protección, la madera se había carbonizado hasta cenizas por la fuerza y calor de los golpes.
- ¡Muere asqueroso! -. Grito Daniel dando una poderosa estocada directamente hacia el pecho del orco.
Con la misma mano que quedo libre por el escudo roto, recibió el impacto de la daga calorífica, la cual no impacto en ninguna zona vital, saco su mano ensangrentada hacia afuera y se llevó la daga incrustada fuera del alcance de Daniel.
La cara de Daniel cambio, la de la de la bestia igual. Daniel ya no tenía sus dagas. La bestia lanzo un rodillazo que Daniel bloqueo con sus manos cruzadas, la fuerza del golpe barrio a Daniel al suelo, dejando escapar un grito de dolor. Con su otra mano el Orco blandió su garrote para golpear a Daniel.
Corrí nuevamente, tome la primera daga que yacían botada en el suelo, (la primea daga de Daniel) y canalice electricidad en mis manos y estas imbuyeron el metal de la daga.
Cuando el orco estaba bajando su garrote para golpear a Daniel, sale hacia el e incruste la daga en su espalda y maximice mi energía eléctrica y los rayos viajaban de la daga hacia dentro de su cuerpo, quemando su interior, la bestia gruño con mucha fuerza y soltó su garrote justo a tiempo para no aplastar a Daniel, yo quede atrapado en su espalda.
- ¡No me soltare! -pensé para mi mientras el orco se retorcía de dolor mientras canalizaba rayos por su columna.
- ¡No me soltare! Grite esta vez mientras presionaba con toda mi fuerza la daga incrustándola cada vez más en su interior. La bestia comenzó a golpear su espalda con sus manos los golpes me impactaron, pero no me solté. El orco gritaba de dolor. La sangre bañaba el piso.
Canalice todo el rayo que pude, deje casi vacío mi depósito de magia y energía, pero incruste la daga cortando su columna vertebral e incinerar su interior, un grito de esfuerzo se filtró de mi boca.
Jack quien ya se había recuperado, se acercó y golpeó con su mazo el estómago de la bestia, Daniel reacciono y lanzo una llamara hacia la cara de la bestia, los 3 lo atacábamos sin parar, el rayo calcinaba su interior y la base de su espalda atreves de la daga, su rostro se incineraba hasta que el pelo y los cuernos del orco cayeron echo ceniza gracias a Daniel, de su estómago floraba sangre por los golpes repetidos de Jack hasta que los esfuerzos del orco cesaron. Dejo escapar un grito desfallecido, de dolor y fatiga, hasta que la luz de sus ojos se apagó y su cuerpo dejo de soportar el daño. Ya no le quedaba vitalidad para seguir luchando.
Me solté de la daga incrustada en su espalda, para ver el cuerpo del orco que yacía de rodillas, su espalda quemada por los rayos, la sangre brotaba del corte, su estómago, destruido por los golpes de Jack y su rostro, desfigurado por el calor de las llamas de Daniel.
Carajo, me limpié la sangre que manchaba mi rostro, -Vencimos- dije en voz alta.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top