Capítulo 13- El Final de la Mazmorra IV

Lo que un escudo no puede proteger y una flecha puede penetrar.

*************

Cenizas brotaban de carbonizado cuerpo de Daniel, el mago de fuego quien siempre me interiorizaba, el que siempre se burlaba de mí y me hacía recordar el pésimo control de magia que tenía. Existía un recelo entre ambos, sin embargo, él se había sacrificado para salvarme, esto me hizo preguntar si realmente lo juzgue bien, tal vez solo era duro conmigo porque en el fondo quería que madure y controle mis poderes, aunque eso ya da igual, nunca lo sabría, el yacía muerto al igual que Jack.

-Los humanos son criaturas extrañas, los sentimientos, solo son un lastre en su forma de vida- Exclamo Baal.

- ¡Cállate! - replique con pena y rabia mientras me paraba del suelo. - Ya mataste a dos de mis amigos, ¡ese es tu único objetivo bestia! ¿Asesinar humanos? .

-Lo es, si para que la Tiniebla vuelva a gobernar esta tierra, es necesario pisotear hasta la última semilla de vida humana, me divertiré haciéndolo-. Replicó Baal.

- ¿Vuelva a gobernar esta tierra? ¿A qué te refieres?

Baal soltó una pequeña risa. - No te culpo por no conocer la historia, solo eres un niño, una insignificante forma de luz ante la inmensa trayectoria de La Tiniebla.

Cada palabra que conseguía recolectar de Baal era una fuente de información gigantesca, que lamentablemente solo me dejaban más dudas.

-La Tiniebla solo intenta recuperar lo que es suyo, ser de luz, todo cuanto tus ojos han visto en esta tierra perteneció a La Tiniebla, hasta que un día La Luz surgió, sin embargo, mírate a ti y a tu insuficiente resistencia, unos cuantos humanos y Árbol de Luz, y cuando estas caigan, el pequeño sector protegido por la Luz volverá a pertenecer a Tiniebla.

- ¿Por qué me dices todo esto?

-Da igual, morirás de todas formas.

-Pero Paul y Janet no, ellos escaparan y le contaran el resto de lo que has dicho.

-Ingenuo, ¿de verdad crees que escaparan? - Exclamo por arrogancia Baal.

Volví mi vista por el túnel donde ellos habían escapado, una huella de sangre recorría aquel camino, posiblemente apenas pudieron avanzar mucho, mi percepción del tiempo tuvo que fallar, sentí que había ganado más tiempo, pero no fue así.

Baal canalizo poder unos segundos y se imbuyo en Tiniebla, avanzo a una velocidad anormal, pasando como un rayo purpura por mi costado, la poderosa presión agito el aire dentro de la cueva mandándome al suelo, hojas doradas del árbol de luz menor también revoloteaban por el lugar, pasaron unos segundos y la bestia volvió, en cada mano traía los cuerpos de Janet y Paul.

Aún estaban con vida, sangrando, cansados, ya no les quedaba energía. sin embargo, arrastraba sus cuerpos como si fueran un pedazo de carne, la bestia disfrutaba del dolor ajeno.

Baal los lanzo hacia mi dirección, me miraba en forma burlesca. Aquella bestia era superior en todo.

-Lo siento Darel, no lo logramos- Paul se esforzó por decir algo, su rostro sangraba, lleno de hematomas y golpes.

-Esta será nuestra tumba, lo siento Darel, no podremos volver juntos a La Ultima Fortaleza. - Exclamo ente lagrimas Janet.

Lagrimas corrían por mi rostro mientras apretaba los puños de rabia, todos moriríamos, nadie sabría que morimos intentando liberar el Árbol de Luz menor, era tal cual decía Baal, solo insignificantes intentos de resistencia ante una fuerza de gran magnitud como lo es la Tiniebla.

El árbol de Luz menor resplandecía atrás de Baal, mi visión se desenfocaba en un intento de mantenerme consiente, él se acercaba acumulaba en su mano una carga de Tiniebla.

-Adiós, humanos-. Balbuceo Baal antes de lanzar un canal de fuego purpura en nuestra dirección.

Era el fin.

Antes de que el fuego purpura nos consuma algo se interpuso, el canal llameante se propago hacia los extremos sin quemarnos, enfoque mi vista hacia el origen de la protección y vi una espalda ancha, una armadura color perla manchada por el carmesí rojo de la sangre, era Paul, su escudo resistía con fervor.

- ¡No Paul, no resistirás! - Grité desesperado.

-Claro que si- Grito Paul- ¡Mi deber es protegerlos!

- ¡Paul hermano, no mueras! - gritó entre lágrimas Janet.

El canal de fuego purpura continúo llameando hasta que el escudo de Paul se colocó al rojo vivo, el metal comenzó a derretirse y los brazos de Paul sangraban por la presión.

De pronto, el fuego paro, Paul resistió en pie, sus piernas temblaban, pero no cedió ante la caída, humo y sangre brotaban de su cuerpo.

-Qué problema eres- Dijo en tono incomodo Baal.

De pronto la bestia se acercó a Paul, imbuyó su mano en un relámpago purpura y atacó.

-Fue un gusto Darel, protege todo lo que puedas a mi querida hermanita-. Paul gritó con fuerza y orgullo, plasmando su típica sonrisa burlesca en su rostro.

La mano de Baal imbuida en el relámpago atravesó el escudo de Paul quebrándolo en varios pedazos y atravesando el pecho de mi amigo. Baal lo levanto mientras se carbonizaba el agujero a través del cuerpo, sangre a chorros caían hacia el suelo.

Lo lanzo con fuerza varios metros hasta que chocó contra una roca, me enfoque en como el escudo que tantas veces había salvado mi vida ahora yacía roto en varios pedazos, desgastado por las batallas y manchado de la sangre de su portador.

-Bah. - Se quejo Baal mientras se limpiaba la mano – Esa basura me manchó con su sangre.

La ira e impotencia se acumulaban como una avalancha en mi interior, mientras escuchaba Janet gritar y llorar con todas sus fuerzas, su hermano acababa de morir frente a ella, gritaba desesperada hasta que dejé de escucharla y la vi, ella quedo en blanco, sus ojos rojos de tanto llorar, su rostro quedo inexpresivo, amargura pura, y balbuceaba "otra vez no de nuevo, todos a quienes amo mueren, no de nuevo"

-Janet de pie, debemos movernos. - La tome por los hombros e intente hacerla reaccionar, pero fue en vano, parecía otra persona, estaba en shock totalmente, la mujer que me ayudo todos estos meses, que me ayudo a confiar más en mí, que me entreno para manejar mis poderes, incluso, que llegue a querer como familia, y que termino por besarme en este momento de tragedia, yacía frente a mí, en shock, impactada, rota, sin razón de ser, intente dialogar con ella y hacerla entrar en razón pero nada funciono, su mente no soporto el dolor y simplemente quedo un cuerpo repitiendo la misma frase, su amado murió por esta bestia y ahora su hermano, quizás fue la forma en que su mente quiso decir que debía morir con ellos.

Comencé a llorar, el estrés, la carga física de la batalla, mis heridas, todo se sentía como un yugo insoportable, y Janet me ayudaba a sopórtalo, sin embargo, ella yacía sentada con sus rodillas contra su pecho, rascando el suelo hasta que sus uñas sangraron, repitiendo lo mismo una y "otra vez no de nuevo, todos a quienes amo mueren, no de nuevo".

-Jajajaja- Río Baal- ni si quiera tuve que torturarla para romper su mente, de verdad que los humanos son seres patéticos.

No soporte más y ataque. Solté a Janet quien yacía acurrucada en letargo y me abalancé contra Baal.

-Los otros son patéticos, pero tú, eres un poco más interesante-. Baal dijo con desprecio.

La bestia se abalanzó contra mí y lanzo un golpe directo a mi pecho, coloqué mis brazos en forma de X y recibí el impacto, sentí el crujir de mis huesos y salí disparado al suelo, quedé botado y sangrando.

Baal me miro desde arriba con desprecio. – Y por eso te matare al último-. La bestia caminó hacia Janet con intensión asesina.

-No! ¡Concéntrate en mi maldito! - grite a Baal mientras continuaba su recorrido hasta Janet.

Comenzó a arrastrarme hasta su posición, pero fue inútil, Baal tomo a Janet por el cuello y la levanto.

-No, por favor, ¡no lo hagas! – supliqué a la bestia mientras me colocaba de rodillas y terminé resbalando por mi propio charco de sangre.

Baal levanto a Janet por su cuello, ella no opuso resistencia, su rostro apagado no denotaba miedo, pero si amargura, su mirada rota alcanzo mis ojos y logre escuchar un leve susurro de su parte "Adiós Darel".

Un crujido hizo echo en toda la sala rocosa.

Baal quebró el cuello de Janet.

Soltó su cuerpo sin vida al suelo y pisó el arco de Janet quebrándolo en 2.

Ya no quedaba nadie vivo, todos a mi alrededor estaban muertos.

Ya no salían lágrimas de mis ojos, estaba fatigado que hasta eso se me hacía imposible.

Baal me miraba con desprecio, hacia movimientos lentos, disfrutaba de verme sufrir.

Respire lo más profundo que pude y me coloque de rodillas, mire a mi alrededor en busca de algo, algo que me permitiera luchar, no quedaba nada, nada más que los cuerpos sin vida de mis amigos.

Jack destrozado, su sangre y carne se mezcló con la tierra formando una capa barrosa donde huesos eran apreciables, el cuerpo de Daniel calcinado aun humeaba a unos metros de distancia, el cadáver de Paul yacía apoyado contra una piedra y el agujero en su pecho seguía sangrando y su piel se volvió pálida, y Janet botada en el piso, con el cuello roto, sangre brotaba desde su boca, nariz y ojos, su mirada sin vida chocaba contra la nada, todos muertos, todos por culpa de mi debilidad.

Ya no quedaba porque luchar, no pude liberar el árbol, no pude vencer a la bestia Baal, no pude proteger a mis amigos.

Busque en mi bolso en busca de alguna posición de salud o magia, pero todas yacían rotas por los impactos de la pelea, solo quedaba el extraño huevo aparentemente irrompible, el cual no sirvió de nada, moriría sin saber que era ese estúpido huevo. Libere una bocanada de aire con resignación.

Mire al árbol de luz menor, yacía a unos 10 metros de distancia, sus hojas doradas caían, su luz se proyectaba en el lugar, lo mire y estire mi mano, intente rogar al árbol que me de fuerza, que me de energía, que me de vida, pero el árbol no respondió, la luz no me dio fuerzas como en mis sueños.

Pero si la luz no me dio fuerzas, ¿tal vez lo haga la oscuridad?, la Tiniebla.

Esa bestia era parte de la Tiniebla.

Me concentre, interiorice en mi mente, el tiempo parecido ir más lento, recordé todos los sueños que tuve donde la oscuridad se hacía presente y se apoderaba de mi cuerpo, me daba fuerza y rodie de Tiniebla mi mente buscando replicar ese efecto. Hasta que todo fue negro y el negro imbuyo mi existencia.

Abrí mis ojos y de mis manos exudaban una esencia oscura y purpura, líneas negras rompían mi piel, me daban fuerza, me daban poder.

Sentí mi como mi cuerpo se renovaba y me levanté.

-Sabía que eras extraño ser de luz, la Tiniebla está presente en ti, te necesitare vivo, ellos querrán ver lo que eres - Exclamo Baal, dentando sorpresa e interés.

De pronto me sentí débil, como si algo drenara mi energía, la oscuridad alrededor de mi cuerpo comenzó a desaparecer y moverse en dirección al pequeño bolso que cargaba, rápidamente abrí el bolso y saque lo único en su interior, el huevo.

El extraño huevo comenzó a absorber la oscuridad y a brillar intermitentemente, de pronto escamas metálicas comenzaron a salir del huevo y rápidamente se quebró, caí de espalda y solté el huevo, que cayó sobre el suelo rocoso, el huevo absorbió toda la energía que la oscuridad me dio y algo salió de su interior.

Baal miraba sorprendido y extrañado por aquel evento, ambos vimos como de la cascara del huevo emergía un ser gris, era como una pequeña masa viscosa, de apoco comenzó a generar escamas, pequeñas y garras, y un ojo amarillo con contorno rojo, el ojo me miro y analizo unos segundos, sin embargo, se terminó por dar vuelta en dirección de Baal.

-Imposible, eso no debería estar aquí, de donde lo sacaste humano ¿si quiera sabes qué es? - Baal gritó, por primera vez su tono de superioridad paso a tener tintes de desesperación.

-No tengo ni una maldita idea de que sea. - Respondí.

Baal desesperó y gritó de rabia, canalizo una cantidad abismal de magia de Tiniebla y la libero en nuestra dirección como un cañón.

Antes de que el impacto me fulmine, todo el proyectil purpura fue atraído y consumido por la masa gris, absolutamente toda esa cantidad abismal de poder se comprimió en el ser de un ojo.

-Ya es muy tarde, ya eclosiono- Dijo Baal con tono desesperado.

La masa gris formo unas pequeñas patas y alas, y salió disparado hacia Baal, y se pegó en su cuerpo, extraños tentáculos finos salieron del pequeño ser y rodearon el pecho y brazo de Baal y comenzó a succionar la esencia de la bestia, la Tiniebla que lo rodeaba y daba poder comenzó a ser ingerida por la el diminuto ser, Baal gritaba por la desesperación y dolor, hasta que su pecho y brazo se secaron completamente, dejando restos de hueso y piel colgando, con su otra mano Baal se liberó del ser gris y lo aventó al suelo.

Baal retrocedió de miedo, su mitad superior dejo de ser rojizo y paso a ser un café desértico, con un brazo delgado y su vida, Baal desespero y me miro.

-Tuviste suerte esta vez maldito humano, pero nos volveremos a encontrar en las mazmorras-. Gritó Baal.

Con su mano restante, imbuyo en Tiniebla sus uñas y rajo el aire, segundos después se abrió una línea blanca que se expandió, a su alrededor la tiniebla fluctuaba y Baal paso por la extraña puerta, era idéntica a la forma en que salió por primera vez, casi como un portal. Baal termino de pasar su cuerpo y el portal se cerró.

Y me quede solo, en la mazmorra, con los cadáveres de mis amigos muertos y una extraña gelatina que casi consume a la bestia más poderosa que he visto.

Me volví a ver el lugar, era una mezcla de sangre, destrucción y polvo. Un campo de guerra donde solo yo me mantuve, y de alguna extraña forma, conseguí sobrevivir.

Me acerque a la masa viscosa para encontrar un pequeño ser más formado, esta vez no era una masa, paso a ser una especie de mezcla entre reptil y ave, diminuto, de unos 15 cm de largo y 10 de ancho, de piel escamosa y oscura, aunque ciertas áreas eras doradas, su rostro formado por dos ojos cerrados y un pico, al parecer, aquel extraño ser dormía.

No supe que hacer, aquel pequeño ser me salvo la vida, pero también consumió parte del poder de Baal y el mío, ¿que debía hacer?

No pensé en nada, rajé un pedazo de mi ropa (que ya estaba en bastante en mal estado) y tome el diminuto ser, lo arrope contra el pedazo de tela y lo coloque dentro de mi bolso. Ya pensaría que hacer con el mas tarde.

Posterior a esto, descanse unos momentos y recupere mi energía, el árbol menor aún estaba ahí, sellado, esperando que lo liberen.

Mi mente era un caos, pero reprimí mis sentimientos, intentado no quebrarme mentalmente como paso con Janet.

Me lamente por sus muertes, pero pensé en ellos, su último deseo era ver a sus padres de nuevo, ya no podrían, pero quizás yo haría algo con ese deseo.

Me acerque a sus cuerpos y los arrastre hasta el árbol de luz menor, recogí los fragmentos del escudo de Paul y el arco de Janet, también tome la daga de Daniel, la otra se rompió en la pelea.

Ahora yacía frente al árbol de luz, si lo que dijeron Paul y Jack era cierto, para liberar el árbol necesitaba extracto de sabia del árbol mayor, pero esta fue rota en la pelea, o bien, que un usuario de artes de luz toque el árbol, y al parecer yo lo era.

Estire mi mano hacia la corteza del árbol de luz, mi palma choca con esta y este comenzó a vibrar, el extraño sello oscuro que lo envolvía se disipo y todo se volvió a blanco, como un destello de luz puro que deja ciego, no sé cuánto tiempo paso, pero cuando abrí mis ojos, todo era diferente.

Sentí una descarga de magia pura en mi cuerpo, que me revitalizo completamente.

Vi a mi alrededor y me encontraba en los valles oscuros, o al menos, lo que era antes, ahora, el valle donde antes gobernaba la Tiniebla y todo era árido cambio. El árbol de luz se liberó y automáticamente la naturaleza comenzó a tomar el control de lugar, el pasto, plantas y formas de vida menores comenzaron a propagarse en un radio cada vez más grande, con el árbol menor en el centro.

Incluso un pequeño canal de agua surgió de las raíces de árbol, limpiando un poco el suelo de toda la sangre que manchaba el césped.

Fue un cambio de paisaje extraño, pero reconfortante miré a mi alrededor y vi como el lugar cambiaba lentamente. 

Y en los pies del árbol, donde sus raíces permiten nacer el tronco dorado, estaban descansando los cuerpos sin vida de mi equipo, de mis amigos, los 4 muertos, todo para poder liberar el árbol.

Caí de rodillas, liberar el árbol revitalizo mi cuerpo, pero mi mente estaba echo un caos, comencé a llorar y sentirme culpable frente a los cuerpos de mis amigos.

Liberar el árbol menor significo aportar a la supervivencia de la raza humana y luchar contra La Tiniebla, pero el costo fue perder a todos los que me rodearon.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top