Capítulo 2
Desde pequeña Lauren o Ren — como su padre siempre le dice — recuerda a su padre protegiéndola y cuidándola. Apoyando cada acción loca que pudiera hacer, estando a su lado cuando el dolor recorría el cuerpo de Ren al querer adaptarse al ambiente de este planeta.
Siempre habían estado juntos. Todos los días y todas las noches sus palabras calmaban el alma sangrante de la niña. Cada momento que pasaban juntos eran diferentes, algunos días caminaban por algún mercado o sendero. Otros días entrenaban las habilidades de la chica.
A Ren la naturaleza siempre le había gustado, a pesar de que ésta era salvaje y que su padre le decía que no era seguro.
Cuando estaba en el bosque se sentía siempre como en casa, era algo increíble y maravilloso.
Unos cuantos años antes de que Ren naciera el universo entro en guerra, empezó por una pelea, los seres de sombra y luz no podían llevarse siempre correctamente, nadie supo quién la empezó pero en ese momento comenzaron los ataques como venganza.
El padre de Ren le había explicado el por qué los habían mandado a esta estrella. Y Ren quería hacer todo lo posible para salvar este lugar.
— Ren, hija ven un momento — Ren escuchó a su padre decir. Ella bajo del árbol en el que estaba subida y corrió a la casa donde estaba su padre.
Probablemente querría que siguiera practicando.
— ¿Qué pasó padre?
— Vamos hija uno de los superiores te quiere hablar — Ren se emocionó. Los superiores hablaban con su padre una vez al mes y algunas veces platicaban con ella. Le contaban historias de tiempos antiguos donde la paz reinaba. Donde las cosas en el universo eran tranquilas.
Ellos también le habían explicado que ella tenía un don especial. Y que cuando acabará la misión que se le había asignado ella sería como los superiores. Que tendría un lugar al lado de ellos.
Emocionada corrió dentro de la casa, fue directamente al cuenco de agua que había en la mesa.
— Hola Ren al habla — dijo Ren soltando una risita.
— Hey Lauren, ¿Cómo ha ido el entrenamiento? — Se escuchó una voz salir del cuenco, Ren se acercó más para poder ver la imagen un poco difusa del superior.
— Bien, el pergamino ha sido de mucha ayuda. Ya puedo controlar el segundo elemento.
— dijo Ren emocionada. Los entrenamientos aunque duros la llenaban de entusiasmo.
— Me alegro, espero que los otros dos no sean problema para ti. — el cuenco reflejaba a un hombre bastante joven. Con un semblante bastante frío, sus ojos grises eran como acero, no reflejaban emoción alguna.
— No lo serán. Ya verás Nimia podré dominar esos dos a tiempo. — Ren le regaló una sonrisa a Nimia, el hombre solo asintió con la cabeza.
— De acuerdo, Ren ahora solo tienes diez años, esfuérzate porque todo dará inicio cuando tengas dieciséis. — la monotonía de la voz dio a esa oración algo de misterio.
Ren asintió, tenía seis años para terminar de dominar dos elementos y poder curar el planeta.
Siguió hablando con Nimia un rato más antes de pasar el cuenco a su padre. Ella salió de la casa con el pergamino en la mano. Tenía entrenamiento que hacer.
* * *
El tiempo seguía corriendo, cada día que pasaba el mundo moría, Ren trataba con todas sus fuerzas aprender lo que ponía en el pergamino.
Cada día visitaba diferentes villas, encontraba a personas que tuvieran la enfermedad y las curaba.
Pero eso no era lo importante en su misión, el pergamino era claro, cada elemento que dominaba era un paso en la dirección correcta. Al principio no se dio cuenta, pero su entrenamiento le permitía hacer crecer flora.
https://youtu.be/a-ExqotCg-U
Las flores y árboles que hacía crecer, mejoraban el ambiente. Los lugares cercanos dejaron de tener enfermos. Pronto Ren y Menfis tuvieron que dejar su hogar. Ren ya no podía seguir su entrenamiento en ese lugar.
Viajaron por mucho tiempo, pasaron dos años viajando antes de encontrar el siguiente lugar, el entrenamiento seguía su curso y ahora era el turno de cuidar a la fauna, Ren se esforzó aún más para lograr que todo estuviera en su sitio.
Encontró en su viaje varias especies de animales. La mayoría salvajes, depredadores grandes que eran difíciles de matar. Logró curarlos y pudo salvar algunas especies en peligro de extinción.
En un abrir y cerrar de ojos los años pasaron. Menfis su padre logró cumplir con cada encargo de los superiores y Ren al fin dominó los escritos del pergamino.
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