Aquellas palabras no salían de mi cabeza y más porque pudo haber sido más grave... ¡Agh! ¡¿Por qué los cazadores no pueden dejarme en paz!

-¿S..Se puede saber... c..cuando despertará... ?

-Esperemos que pronto... pero realmente no estamos muy seguros. Puede que no lo haga por mucho tiempo... pero tampoco quiero asegurar nada... aunque tenemos el miedo de que no despierte más...

Sabía que era su trabajo decir la información completa, si es el estado de Tanner era grave debía decirlo... pero me dolía... Me preocupé mucho más por eso y mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

-Leyla... ¡Agh... !

Aarón apoya su mano en mi hombro pero se quema al instante. Me sobresalté y lo miré cubriendo mi boca con ambas manos.

-L..Lo siento...

-No se preocupe, Luna. - Damián me sonríe para calmarme.

-Sí... tranquila, no es nada.

Aarón sonríe pero su mano se veía muy roja. Yo comencé a hiperventilar por todo, mi corazón y respiración estaban muy acelerados. Las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos pero se evaporaban al instante.

-Leyla cálmate. ¿Si? - dice Aarón.

-El Alpha saldrá de esto y nosotros te apoyaremos para que tú también sigas adelante. - le sigue Damián.

-Y..Yo...

Retrocedí sintiéndome aún peor. Me apoyé por la pared aunque esta se puso negra. Caí hasta el suelo y traté de calmarme, pero hasta mi vista se comenzaba a ver roja como cuando me transformo. Damián y Aarón se me acercan.

-Por favor Leyla... debes calmarte. Tienes que estar bien hasta que el Alpha despierte, nosotros te ayudaremos.

-Hazlo por Tanner... por ti... por la manada... Ahora te necesitamos más que nunca.

Los miré a ambos, mi vista comenzaba a volver a la normalidad y mi cuerpo dejó de quemar todo. Suspiré profundo y la lágrima que cayó por mi mejilla les hizo darse cuenta que ya estaba mejorando.

Tenían razón, Tanner saldrá de esto, porque o sino lo golpearé si se atreve a dejarme... Me levante del suelo, cerré los ojos y volví a suspirar para mantenerme calmada. Al abrí los ojos, y ellos me sonrieron aliviados.

-Tienen razón... La manada necesitará de su luna en estos momentos, al igual que el Alpha. - respondí.

Ellos se miran entre ambos para luego abrazarme con alivio, todos los que estaban presentes aplaudían y murmuraban cosas positivas.

Comenzamos a caminar hacia la salida, no soportaría ver a Tanner en el estado en el que está. Me derrumbaría otra vez... Fuimos a casa y ellos me mostraron lo que tenía que hacer como Luna, me ayudaron mucho. Tenía mis dudas de cómo hacer las cosas o si podría hacerlas... pero ellos me apoyaron. Veíamos papeles de la manada y veíamos cómo asegurar el perímetro para evitar otro ataque.

-Eres buena en esto Ley. - dice Damián.

-Vivir sola me a enseñado varías cosas. - respondí.

Ellos asintieron demostrando que estaban de acuerdo. Esto será cansado...

***

***

Tres meses después.

-Hasta ahora todo va bien, pero... no es lo mismo... - sujeté la mano de Tanner.

Los doctores dijeron que técnicamente podría oírme y eso me animó bastante.

-Aún me faltan cosas por aprender y no es lo mismo si tú no me enseñas... - suspiré molesta ya que otra vez sentí las lágrimas en mis ojos -. Mierda... Te necesito... Tanner, te necesito en serio... la manada te necesita, todos... por favor, despierta...

Me quedé en silencio y traté de reprimir mis emociones para no lastimarlo. Decidí que era momento de irme. Me levanté y me alejé de él, pero lo miré una vez más y luego cerré la puerta tras de mí.

Verlo de esa forma me hace odiar mucho más a los cazadores y haber nacido como una Hignis. Me dolía por lo que estaba pasando que casi no podía soportarlo. Nuestra conexión debe de ser muy fuerte porque siendo débil no sufriría tanto como lo hago ahora.

Salí del hospital, no quería ir a casa, quería un momento libre... así que me transformé y salí volando hacia el bosque. Volé siguiendo mi instinto, me alejé mucho y fue cuando reconocí 3l lugar.

Había llegado a mi antiguo hogar, esa cueva donde crecí, aún tenía mi olor. Se sentía el calor y la comodidad, no tanta ya que es de piedra y doloroso para la espalda. Giré en mi propio eje mientras que quemaba el suelo para que estuviera caliente. Me acosté sobre las llamas y decidí descansar y pensar por un momento que esto solo fue un sueño.

***

***

Me levanté de golpe al escuchar crujidos y pasos, gruñí al oler a un vampiro. Otra especie que de igual forma adora algo de mi raza...

Los odio... porque creen que con mi sangre y un ritual podrán tener poderes de fuego, por eso el maldito rey de los vampiros quiere atraparme, quiere convertirse en alguien poderoso. Ese tal poder sería poder transformarse en un más poderoso dragón Hignis. Es patético.

-Finalmente... la última Hignis en la faz de la tierra... - uno de ellos entra a la cueva, gruñí e hice una pared de fuego -¿Distancia? Bien, no necesito acercarme...

Su sonrisa me alertó así que me levanté dispuesta a defenderme pero antes de siquiera enderezarme algo se clava en mi cuello. Esto... era mucho más fuerte que el sedante de los cazadores. Mi cuerpo ya no respondía y mi vista se hacía borrosa. No lo resistí y caí al suelo dejando de ver u oír.

Narra Omnisciente

Los vampiros inyectaron a Leyla un sedante tan potente que logró dormirla al instante, solo que ese sedante tenía un poco de veneno para debilitarla. Los de la manada estaban muy preocupados por su Luna, no la encontraban y el viento se llevó todo rastro que tenían de ella.

Después de tanto tiempo sin encontrarla Damián fue al hospital, entró en la habitación de Tanner quien seguía en coma...

-Amigo, tienes que despertar, tu Luna te necesita, nosotros te necesitamos para encontrarla, Tanner por favor... tienesque despertar.

La voz de Damián resuena en los oídos de Tanner que se detiene en seco y mira a todos lados. No... no estaba en el hospital, ¿un bosque? ¿En dónde se supone que estaba y como había llegado allí?

-Tanner...

Se sobresalta, una dulce voz lo llamaba pero no sabía de dónde provenía o a quien pertenecía.

-Tanner... - lo llama de nuevo.

-¿Quién eres? ¿Qué quieres?