Capítulo 5
Estar acostada en la cama, con Tanner a lado, abrazándolo con mi rostro enterrado en su cuello y teniendo su aroma tan cerca... es lo mejor que puede pasarme ahora. Él miraba la televisión pero yo no podía concentrarme en las personitas no atrapadas allí.
Suspiré profundo y me acomodé, nos seguimos quedando en silencio pero entonces percibí otro aroma... ¿pólvora? Levanté la cabeza, era un aroma conocido. Entonces escuché algo más, y finalmente el sonido de una pelea.
Tanner se levanta rápidamente pero la puerta se abre de golpe.
-Alpha, son cazadores... - Dice Damián.
Mis piernas flaquearon y yo caí sentada en la cama, me llevé mis manos al rostro y sentí una opresión en el pecho. Tanner se me acerca y me sujeta las manos, pero yo lo miré.
-Me encontraron... v..vinieron por mi. M..Matarán a tu gente...
-Mi Luna, tranquila... Haremos lo posible por evitarlo, y evitar que te atrapen. No permitiré que lo hagan... - besa mi frente para calmarme y yo traté de hacerlo -. Quédate aquí y ocúltate, nosotros resolveremos esto.
Tanner se levanta y se aleja pero yo estiré mi mano, sujete la suya y en lo que se giraba, yo enredé mis manos en su cuello y besé sus labios con necesidad.
-Cuídate... por favor...
-Lo haré, no te preocupes... Volveré por ti. ¿Está bien?
Asentí tratando de no derramar lágrimas por la preocupación. Él vuelve a besarme una vez más antes de separarse pero me quedé con las manos extendidas hacia el frente. Ellos se van, cerrando la puerta y yo me dejé caer de nuevo en la cama.
-Malditos cazadores... Los odio...
Narra Tanner
Salimos de la casa y ahí estaba mi manada peleando contra los cazadores, Damián y yo nos transformamos y nos unimos a la pelea.
Fui a ayudar a un joven lobo el cual estaba siendo apuntado por uno de los cazadores, mordí la mano del cazador y este gritó de dolor. Me golpeó el costado pero no lo solté, por eso lo vi sacando una daga. Lo solté y evité los cortes de la daga.
Me agache esquivando un golpe y lo sujete del cuello, él logró hacer una cortada algo profunda en mi lomo antes de morir, pero no me importó. Lo solté y su cuerpo inerte cayó al suelo. Fui a ayudar a otros lobos, no fue difícil pero luego de acabar con alguien más sentí una flecha en mi cuello.
Solté un alarido de dolor y me la arranqué con fuerza, miré al costado y vi a un cazador más. Corrí hacia él logrando esquivar las flechas, me rozaban y cortaban pero no me detenían. Llegué hasta él, con su arco me golpeó el rostro, le gruñí mostrando mis colmillos. Salté sobre él y le arranqué la cabeza fácilmente.
Iba ayudando a algunos de mis hombres e iban quedando menos de los enemigos. Miré a mi alrededor, pero siento que me empujaron por el costado; rodamos un poco y este queda sobre mi mientras me intenta clavar una cuchilla. Mordí su mano pero él no se rinde, este era diferente, tenía cicatrices y tatuajes, parecía haberse quemado la mitad del rostro y se veía la furia en sus ojos.
-Sé que está aquí, si no me la das juro que acabaré contigo y tu maldita manada.
Gruñí y lo empujé para apartarlo de encima, volví a atacarlo pero me esquivó y clavó algo doloroso en mi nuca. Solté un alarido más fuerte de dolor, mis patas comenzaron a temblar y el dolor aumentaba mientras que mi vista se tornaba borrosa.
El cazador se me acer a sonriendo y preparado para matarme pero se escucha un rugido muy fuerte que hace detener a todos, pero yo caí al suelo ya sin poder aguantar quedarme despierto.
Narra Layla
Cuando escuché el chillido de Tanner, no pude soportarlo y me desespere por completo. Así que salí de la casa desde la ventana y me transformé, rugí para llamar la atención de aquel cazador de antes. Aterricé con fuerza frente a Tanner y me puse en posición defensiva.
-Aquí estás...
El cazador sonríe mientras yo soltaba gruñidos y siseos. El cazador nos mira pero volé hacia él y lo sujeté con mis patas traseras para elevar el vuelo. Lo apreté con fuerza para matarlo pero saca una pistola y dispara en mi pierna, rugí de dolor y lo solté. Este comenzó a caer al suelo y yo bajé en picada tras él pero fue atrapado por sus compañeros y estos me apuntan y disparan.
Detuve mi bajada abriendo mis alas de golpe, una flecha atraviesa una de mis alas. Rugí y escupí llamaradas de fuego incendiendo a todos ellos, pero trataron de esquivarlo. Miré a los que querían atacar a la manada así que hice una barrera entre ellos que los mantuvo separados.
Bajé hasta el suelo y miré hacia Tanner, él tenía una daga de plata que quemaba su piel de una manera dolorosa y horrible. Chillé preocupada, pero agradecí a Damián cuando él se la quitó.
-¡Ahora!
Escuché pero fue tarde para mi el reaccionar a tiempo. Una red gigante y reforzada me cubre por completo, no podía ni levantarme por lo pesado que era. Forcejeé mientras ardía en llamas tratando de librarme. Los cazadores iban recogiendo la red y llevándome junto a ellos.
La manada aúlla e intenta acer arse pero la barrera de fuego se los impedía. Gruñí y soplé aire caliente que quemó a los que impulsaban la máquina de la red y esta se soltara. Me levanté como pude y la red cayó a un lado, consiguiendo librarme.
-¡Agh, inútiles! ¡Atrápenla!
Ellos corren hacia mi, me disparan de nuevo pero yo incineré lo que se acercaba a mí. Les lancé fuego y estos no tuvieron más remedio que salir huyendo.
-¡Aún no terminamos!
Se largan y yo solté un rugido de burla ya que no habían podido atraparme de nuevo. Pero miré hacia atrás, vi a unos soldados llevándose a Tanner hacia un ¿hospital? Creo...
Miré el fuego y rápidamente este se extinguió sin dejar nada quemado. Yo seguí a Tanner, estaba muy preocupada. Cuando llegamos, ellos entraron y yo me transformé y entré junto con ellos. A Tanner se lo llevaron en una camilla mientras sujetaban con una toalla, la cual se puso roja por la sangre en su nuca. Una enfermera vino hacia mí junto con Damián.
-Luna ella es Flor, la va a atender. - menciona y yo miré mis heridas.
-No me iré hasta saber cómo está Tanner...
-Luna, por favor, nosotros le avisaremos cualquier cosa. - insiste.
Dudé un momento pero suspiré profundo y asentí. Fui con la enfermera quien me guió y me llevó a una habitación y ahí empezó a desinfectar las heridas para que el proceso de sanación fuera más rápido y no queden cicatrices. Me dijo donde podía ducharme y dijo que me traerán ropa...
Su trato se sentía muy bien, digo... me hacían sentir querida y especial. Al ya estar lista, salí y me encontré con los chicos y el doctor que atendía a Tanner.
-¿Qué sucedió... ?
-Luna... la daga, además de ser de un material muy peligroso para nosotros... atravesó una zona muy delicada. Si hubiera estado más profundo, habría muerto...
Mi corazón latía con fuerza, yo estaba tan asustada que casi me desmayaba por esto.
-Por suerte, ese no fue el caso... el Alpha no morirá- sentí alivio, pero no del todo -... Pero de igual forma... el Alpha... entró en estado de coma.
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