Narra Omnisciente

-¡Ahí está!

-¡Que no escape!

El dragón se apresura a huir de nuevo de los cazadores. Intentó volar, pero cayó al suelo con brusquedad, se miró las alas heridas pero luego vio a lo lejos a los humanos acercarse. Gruñó y corrió lejos de ellos.

Aún así, no dejaba de pensar en alguien... sentía en su interior que tenía razón. Aquella mujer que había visto en la base de los cazadores, sin duda alguna era ella.

"Leyla... no puedo creer que seas tú, después de tantos años..."

-¡No lo pierdan de vista, atrápenlo!

Narra Leyla

-¿Estás mejor?

-Tanner te amo y te agradezco que te preocupes por mi, pero no hace falta que preguntes cada cinco minutos. Estoy bien...

Él suspira pero sonríe y besa mi frente a la vez que me abraza y yo apoyé mi cabeza en su pecho.

-Lo siento, es que me preocupa que te duela algo...

-Lo sé... pero recuerda que me dieron medicamentos para eso, no siento nada.

Él asiente y pudimos volver a concentrarnos en la película que estábamos viendo en la sala. Aunque escuchamos pasos acercarse y vimos a Aarón.

-Tanner, mañana viene Sarah, ¿la recuerdas?

-¿Cómo olvidarme de ella? Ha pasado bastante tiempo desde que se fue...

-¿Quién? - me levanté para mirar a ambos confundida.

-Sarah es mi hermana menor, ella se fue en busca de su Mate a los diecisiete, me ha dicho que no lo ha encontrado así que volverá a casa. - responde Aarón.

-Oh, esta bien.

Aarón se va y yo me volteé a ver a Tanner de nuevo, fruncí el ceño y entrecerré los ojos mientras lo miraba.

-¿Qué?

-¿Qué tan... apegado... eres con esa tal Sarah... ?

Él me mira con diversión y se acomoda en el sofá, recostándose contra el reposabrazos, me toma por la cintura mientras yo me cruzaba de brazos.

-¿Estás celosa, flamitas?

-No... solo tengo curiosidad... - hice una mueca y aparté la mirada pero enseguida sentí cuando me dejó un beso en la mejilla.

-Sí, claro.

Lo miré mal pero aprovecha para besar mis labios, aún así permanecí en mi misma postura.

-No te preocupes, es como una hermana para mí.

Enarqué una ceja pero ya actuaba en broma, sonreí y me acosté sobre él con mi rostro cerca de su cuello. Él besa mi sien mientras acaricia mi cintura, yo aspiré un poco su aroma y cerré los ojos.

-Si tu lo dices...

***

***

Tanner y yo bajamos al recibidor cuando escuchamos el timbre de la casa. Vimos a Aarón salir casi corriendo hasta la puerta y abrirla.

-¡Aarón!

Una chica muy parecida a Aarón salta sobre él en un abrazo completo dejando caer sus cosas. Aarón la recibe realmente feliz.

-Diosa, Sarah... no sabes cuánto te extrañé.

-Sí lo sé, porque yo te extrañé igual de mucho.

Aquella escena de hermanos me hace sentir blando el corazón, sonreí mientras los veía pero ella se da cuenta de nuestra presencia. Enseguida se baja de su hermano para acercarse rápidamente a mi.

-Tu debes ser nuestra Luna... Es un placer conocerte, me contaron muchas cosas. Eres Leyla, ¿no es así? Soy Sarah, hermana de Aarón.

-Igual es un placer conocerte Sarah. - sonreí amigablemente.

-No puedo creer que nuestra Luna sea una Hignis, todos creímos que se habían extinto. Pero tú eres la viva prueba de que no y eso es emocionante, ¿puedo ver tu poder? ¿En serio puedes manipular el fuego? ¡Diosa! Tengo muchas preguntas...

-Sarah...

La voz de Aarón la hace reaccionar, repentinamente se vuelve apenada. Apoya su mano en su nuca y me sonríe un poco.

-Si no te molesta, claro... no quiero incomodarte.

-Para nada, no te preocupes.

Levanté una mano entre nosotras e hice crecer una pequeña flama que ella mira con tanta curiosidad y entusiasmo.

-Genial...

-Pon la mano.

-¿Eh?

-No te quemará, lo prometo.

Ella asiente un poco dudosa pero de igual forma mete la mano en el fuego y se sorprende aún más cuando se entera que decía la verdad.

-¡Realmente controlar el fuego!

Apagué la flama y ella intenta calmarse un poco, suspira profundo y me mira.

-Eres muy genial, Leyla.

-Gracias.

-Y tú eres Camil, ¿no?

-Así es... Damián me dijo que vendrías, es un gusto...

-Jamás he conocido a un vampiro, y mucho menos que no intente matarme... El gusto es mío, espero que nuestras especies no sean un impedimento para ser amigas.

-Por mi no hay problema.

Ambas sonríen pero entonces Sarah se encuentra con Agustina y la mira. Agus parece algo nerviosa pero todos nos asustamos por el chillido de Sarah.

-¡Eres hermosa, Diosa! Mi hermano tiene suerte...

-Am... Gracias... - sonríe Agustina -. Tú también eres muy hermosa. Aarón me contó mucho sobre ti.

-También me habló de ti, me contó lo hermosa que eres y sí que tiene razón.

Agustina se sonroja, mira a Aarón quien se apena un poco e igual se sonroja por el comentario de Sarah. Ella vuelve a suspirar para calmarse y abraza a Agus.

-Bienvenida a la familia, Agustina.

Agus se sorprende un poco pero igual abraza a Sarah, ambas quedan así por un tiempo hasta que escuchamos un par de toses falsas que llaman nuestra atención. Damián y Tanner apartan la mirada como si ellos no hubieran sido, cosa que nos hizo reír.

-Que par... - Sarah rueda los ojos y va hacia ellos -. Chicos, a ustedes también me alegra verlos, Diosa... han cambiado mucho, están guapos, eh.

-Tú igual has cambiado mucho, pequeña.

Primero abraza a Damián y luego se dirige hacia Tanner. Yo me crucé de brazos mientras sonreía al verlo, trataba de no dejarme llevar por mis instintos y no sentirme celosa. No tendría que...

-Y mírate, todo un Alpha, ¿estás haciendo bien tu trabajo?

-Se hace lo que se puede... - Tanner sonríe un poco.

-Me imagino. No es fácil, si necesitas ayuda me avisas. Antes también te ayudaba mucho así que puedo seguir haciéndolo.

-Sí, te haré saber si necesito algo.

Ambos se abrazan de nuevo. Suspiré pero sentí un pinchazo en el brazo, no le di importancia y seguí mirando a los demás.

-Am... hermanita, ¿alguna vez te dijeron que tanto como los lobos, los dragones también son muy celosos con sus parejas, incluso hasta peores... ?

-Sí, lo he escuchado, ¿Qué con eso? - preguntó Sarah.

Hasta yo miré a Aaron extrañada y confundida, ¿por qué lo mencionaba?

-Pues...

Él me apunta, específicamente al brazo. Bajé la mirada al igual que todos y vi un poco de sangre goteando hasta el suelo. Abrí los ojos de par en par y me desencajé las garras del brazo rápidamente.

-Pero si me estaba controlando bien...

Sarah suelta a Tanner rápidamente con un chillido de sorpresa y culpa.

-Leyla, lo siento...

-No te preocupes, no importa. - le sonreí apenada y limpiando el exceso de sangre en mi brazo.

Me sentí avergonzada mientras veía como la herida se curaba, Tanner se me acerca y me abraza riendo un poco.

-Tranquila mi luna... sabes que solo te amo a ti.

-Son mis instintos, no me hagan caso. No me puse celosa.

Me cubrí el rostro con ambas manos para tratar de ocultarme, y también me apegué a Tanner para hacerlo mejor. Los demás se ríen pero Sarah decide dar una buena idea para que no me sienta incómoda por mi escenita de recién.

-Oigan ¿qué les parece si vamos a correr y... volar? Quiero ver la forma dragón de Leyla, si no te molesta.

-Seguro. - sonreí.