Sentía que me estaban moviendo, tenía cadenas en mi cuerpo así que no podía moverme. Pero entonces escuché algo que fue como un detonante en mi memoria. Una melodía... ¿alguien cantaba?

-"Just close your eyes... The sun it's going down... "

Un recuerdo cruza rápidamente por mi mente al escuchar a esa voz masculina. Una mujer la cantaba... e..era mi madre...

-"You'll be alright... no one can hurt you now. Come morning light, you and I'll be safe... and... sound... "

-¡Cállate ya!

Me asusté cuando los hombres regañan a aquella persona, escuché un gruñido y un siseo... un dragón. Intenté mirarlo pero apenas alcancé a ver algo azulado... me estaba mirando. Me quejé del dolor por intentar moverme, no tardé en caer inconsciente de nuevo.

Pero para cuando desperté fue porque sentía como me cortaban en el muslo, gruñí de dolor y vi cuando me quitaron un trozo de mi... intenté levantarme pero mis muñecas estaban encadenadas a la camilla en donde estaba, habían muchos hombres vestidos con batas que se movían por toda la habitación.

Me agarraron el rostro y me obligaron a abrir la boca aunque yo forcejeara, metieron un hisopo y lo pasaron por mi boca. Tosí y escupí algo de fuego al hacerlo, ellos se alejaron. Miraron mis ojos con una luz que me molestó, gruñí y más cuando me quitaron un poco de sangre.

¡Me tenían como una estúpida rata de laboratorio!

Incendié mi cuerpo al tener algo de energía, todos se hicieron para atrás al momento, pero no pude aguantar mucho, el fuego se apagó mientras yo suspiraba agitada y cansada. Volvieron a acercarse con cautela y siguieron con sus cosas.

-¿Te duele? Que bien. - el cazador se me acerca sonriendo.

Me agarra por la mandíbula y observa mi boca un momento, mira a alguien y le hace señas. Enseguida sentí como colocaban algún instrumento que me impedía cerrar la boca y vi que sacaba unas pinzas y las acerca a mi.

Mi respiración se aceleró más, apreté los puños mientras intentaba librarme, de milagro conseguí romper la camilla, en la parte de la cadena que me sujetaba. Agarré su muñeca y le encajé mis garras. Él hace una mueca, todos se mueven para sujetarme de todos lados, me apartan la mano y él vuelve a agarrar las pinzas.

-Buen intento, pero de aquí no me voy sin mi recuerdo.

Vuelve a acercar las pinzas a mi boca para quitarme un colmillo, pero se escucha como la puerta se abre de golpe. Todos miramos hacia allí y el rugido gutural de mi lobo me hizo sentir tanto alivio... El cazador deja las pinzas y saca su pistola pero Tanner salta sobre él muerde su mano. La manada entra a hacerce cargo de todos los demás mientras yo intentaba romper las cadenas.

-Leyla.

Damián y Aarón aparecen junto a mi y me ayudan. Me levanté aunque me sentí mareada por un segundo, ellos tuvieron que ayudarme antes de que cayera pero escuché el alarido de Tanner. Él se separa del cazador, aún así gruñe queriendo volver a atacarlo pero noté la daga en su costado.

-Tanner...

Se la arranca sin importancia y la tira para volver a atacar al cazador.

Intenté ir hacia él pero aún estaba muy mal por las cosas que me inyectaban o por la cantidad de sangre que me habían quitado, además de todo el dolor que sentía por las heridas. No podía hacer mucho, pero sí pude alcanzar a acercarte una llamarada al cazador cuando se apartó de Tanner. Este grita de dolor por el fuego y vi cuando Tanner aprovechó para darle un zarpazo en el pecho, dejarlo caer al suelo y arrancarle la cabeza finalmente.

Sonreí al verlo enderezarse y voltear a verme, pero esta vez me dejé llevar por el dolor y cansancio. Tanner corre hasta mi y me sujeta cuando mis piernas fallaron.

-Mi luna...

Apoyé mi mano en su mejilla y suspiré tranquila.

-Mi alpha...

Él me sonríe levemente antes de pegar su frente con la mía y abrazarme con calidez y alivio.

-Ya todo terminó... Resististe bien, ahora podremos volver a la manada juntos.

-Sabía que podía confiar en que llegarías a tiempo... Siempre lo haces...

Cerré los ojos al murmurar aquello último, solté un suspiro profundo y quedé inconsciente en sus brazos.

Narra Tanner

La cargué en el momento que se había desmayado, miré sus heridas no tenía nada muy grave por lo que tuviera que preocuparme... por suerte. Pero aún así necesitaría atención médica de inmediato.

-Nos vamos.

Salí del lugar con mi manada detrás, miré todos los pasillos cubiertos de cadáveres pero luego vi la puerta de aquella celda donde había visto a un dragón.

-¿Qué le pasó al dragón de aquí?

-Huyó, no sabemos si llegará lejos; unos guardias dieron el aviso de refuerzos humanos por la zona.

-Tenemos que irnos antes de que nos encuentren aquí. O no tendremos tanta suerte...

Ellos asienten y nosotros salimos. Nos reunimos con el resto de la manada quienes al ver a su Luna suspirar con alivio, sabían que ya podíamos ir a casa.

***

***

Abrí los ojos y me levanté con el mínimo ruido de escuchar la puerta comenzando a abrirse. El médico que atendió a mi luna sale de la habitación y me mira tranquilo.

-Nuestra Luna está bien, las heridas no fueron nada grave y le dimos antídotos para el veneno que la debilitaba y los sedantes. Pronto despertará.

Toda tensión en mi cuerpo se aflojó, sentí el alivio cruzar por mi completamente.

-Gracias.

El doctor asiente, se despide y se va a ver a otros pacientes. Yo entré a la habitación de mi luna y la miré vendada y conectada a todas esas máquinas. Me acerqué y me senté con cuidado a su lado, tomé su mano y la acaricié ligeramente con mi pulgar.

Noté unas cuantas lágrimas cayendo sobre su mano, fue cuando me di cuenta de que había comenzado a llorar y me sentí frustrado.

-Tsk... - apreté los dientes y suspiré.

Levanté y besé la mano de Leyla antes de dejarla reposar. Miré el suelo mientras pensaba...

Cuando asumí el cargo como Alpha estaba tan feliz, creía que era capaz de todo y que era el más fuerte... claro que solo era un joven lobo teniendo altas expectativas e ilusiones. Había permitido que me separen de Leyla más de una vez...

Era débil. Completamente débil.