Después de una dolorosa ruptura, Priscilla decide dejar atrás su ciudad natal. A sus veintisiete años, con el corazón roto pero con un fuerte deseo de empezar de nuevo, acepta la invitación de su mejor amigo para visitar un bar gay. Allí, por primera vez, presencia un show de drag queens y queda deslumbrada por la belleza de todas, especialmente por una reina con una cola de pez. Sorprendida al descubrir que se trata de una auténtica sirena, Priscilla siente una conexión inmediata al cruzar miradas con ella. Sin embargo, comenzar de nuevo no es tan sencillo, especialmente cuando Priscilla lucha por dejar atrás su pasado.