Capitulo IV - EL INSTINTO DEL CORAZÓN

Capitulo IV

El instinto del corazón.

Las calles estaban adornadas con enormes moños en su mayoría rojos, dorados y verdes. Sobre las puertas de las pequeñas casas colgaban coronas hechas de flores de color rojo especiales de la temporada con una pequeña campanita dorada en medio y moños al rededor.

La Navidad había llegado pintando de múltiples tonos las calles y casas de la isla Graent en especial aquellas de las familias de clase alta, tenían mayores recursos para adornar sus patios y fachadas a diferencia de los que apenas tenían para comer.

Izuku corría hundiendo sus botas en la nieve mientras extendía un gran listón al rededor de un viejo pino que estaba en la entrada de la casa que alquilaba junto a Kirishima y Katsuki, quería darle una imagen más alegre y había pensado que a falta de un arbol en su sala, podría adornar el pino del patio.
Kirishima por su parte tenía que regresar a su hogar en Stella esa noche, había prometido a su madre que volvería para la celebración de año nuevo, ya habían pasado tres semanas desde que habían arribado a Graent y aunque no quería debia volver.

- ¿Cuánto tiempo se quedarán aquí? -

Preguntó kirishima con una media sonrisa mientras acomodaba sus pocas pertenencias en su pequeña y desgastada valija de color café.

- Solo unos días más... Quiza hasta año nuevo y luego nos iremos.-

Respondió Katsuki tras un suspiro y Kirishima le miró con una ceja en alto sabía que su amigo aún no se llevaba del todo bien con el omega pues de vez en cuando le gritaba o era maleducado con él aunque para el omega parecía no afectarle mucho la actitud explosiva del Alfa.

- ¿Y a dónde viajarán? -  Preguntó el pelirrojo y Katsuki hizo un pequeño gruñido mientras tomaba asiento en el sofa de la sala que ahora era la cama de Izuku.

- Supongo que a Arlettetown, rentare una casa ahí mismo hasta mi último día. Con ese mocoso a mi lado no podré viajar tanto como había planeado.-

El beta bajó la mirada e hizo un pequeño puchero, sabía bien del plan de Katsuki y sobre no volver nunca más a Stella, le costaba trabajo poder asimilar que ese sería el último día en que veria a su amigo de toda la vida, sin embargo no podía apelar en contra, esa era la voluntad de su amigo y la respetaría aunque fuera una idea tonta y dolorosa. Tan sólo suspiró y terminó de empacar para luego mirar a Katsuki que también compartia los mismos ojos de color rojo como los propios.

-Voy a extrañarte amigo... Por favor solo intentá ser feliz y disfrutar el tiempo que tienes, espero que te vaya bien.-

Le dijo kirishima con la mirada acuosa y el Alfa solo sonrió de lado para luego estrechar la mano del pelirrojo quien casi al instante le abrazo con fuerza sabiendo que ese sería el último abrazo.

- Solo... Hay un último favor que quiero pedirte Kirishima.-

-Claro... Lo que quieras. -

- Cuándo mi tiempo esté cerca, voy a enviarte a Izuku, No quiero que se de cuenta de mi enfermedad o seguro no querrá dejarme solo, así que... Te pediré que te hagas cargo de él te enviaré también la información de mi cuenta bancaria para que ambos puedan sobrevivir por un tiempo hasta que el idiota sea mayor y pueda irse por su propia cuenta.-

Le dijo Katsuki con seriedad y Kirishima asintió con una sonrisa llena de cariño, estaba presenciando por primera vez como el Alfa se preocupaba por alguien más, y si lo pensaba en las últimas semanas ellos dos habían parecido encontrar cosas en común como leer y cocinar en los ratos que no estaban peleando. Kirishima pensaba que con un poco mas de tiempo esos dos podrían llegar a enamorarse, aunque en el fondo deseaba que eso no ocurriera, no por celos o envidia si no por que con el poco tiempo que conocía a Izuku ya se había dado cuenta de lo noble y sentimental que era y si ellos dos se enamoraban seria una tragedia para el omega cuándo llegase el día en que Katsuki muriera.

Estaba seguro de que Izuku no podría resistir esa pérdida.

- Claro hermano... Yo me encargaré de que este bien, solo no lo trates tan mal ¿de acuerdo ?. -
Le bromeó el pelirrojo por último y en ese momento la puerta de entrada se abrió dando paso al susodicho omega quien parecía respirar cansado. Miró a kirishima con su maleta lista y sus grandes ojos se abrieron en sorpresa.

- Kirishima..  ¿Te vas?... Pensé que te quedarias para navidad, hacen un festival muy bonito aquí en la isla -
Dijo Izuku y Kirishima asintió acercándose a él para darle un abrazo corto al cual Izuku correspondió un poco nervioso.

- Lo siento Izuku, tengo que irme, mamá me espera para estas fechas... Asi que cuida bien del cascarrabias, es un idiota pero es bueno en el fondo. -

Le dijo kirishima e Izuku sonrió divertido asintiendo.

- ¡Te escuche idiota! Vuelve a llamarme así y te rompo la cara.-  gruño el Alfa y Kirishima rio a carcajadas, luego simplemente se acercó a la puerta y miró a ambos por última vez antes de salir, dando una última sonrisa a su querido amigo de toda la vida. Las ganas de llorar le invadieron y no evitó derramar  una lagrima la cual limpio mientras se daba vuelta y salía de la casa, cosa que Izuku pudo notar dejándolo extrañado.

- ¡Cuídense y traten de no matarse, nos veremos pronto! ¡Adiós! - Gritó kirishima ondeando su mano, Izuku también lo hizo en forma de despedida y gritándole que se cuidará, Katsuki solo le miró y suspiro dandoles la espalda hasta que el pelirrojo estuvo ya fuera de la vista de ambos. Una vez que se quedaron a solas Izuku miró de reojo al Alfa y aclaró su garganta. Ya casi era hora de la merienda por lo que comenzó a pensar en que platillo podría preparar.

- Kirishima es muy cariñoso, estaba llorando, me alegra que conozcas gente tan amable Katsuki... ¿Que se te antoja de cenar?, puedo preparar un poco de puré de patatas y filetes o tal vez... Caldo de carne con verduras... O quizá.. -

- Da igual, haz lo que quieras tú -
Le respondió el Alfa sin dejarle terminar de hablar haciendo que Izuku hiciera un pequeño puchero mientras miraba al rubio subir las escaleras.

- Iré a dormir un rato, estoy cansado, así que no me molestes hasta que la cena esté lista - ordenó e Izuku suspiró y asintió para luego dirigirse a la cocina en dónde comenzó a lavar y cortar los ingredientes para la cena.Tratar con el rubio era hasta cierto punto fácil para el pues siempre respondia de esa forma, no solía dar su punto de vista así que casi siempre debía decidir él mismo y tratar de adivinar que eligiria el otro.

Katsuki por su parte había subido lo más rápido posible para encerrarse en la habitación, tambaleándose se dejó caer en la cama y sacó el frasco de píldoras para el dolor que tenía oculto en su maleta, en los últimos dos días había tenido un poco de malestares que había logrado ignorar pero sorpresivamente ese día sentía un fuerte dolor en el pecho que era punzante e incómodo anudado a un mareo molesto, se llevó un par de píldoras a la boca y las trago con algo de esfuerzo, su frente se sentía caliente y sudaba frío, la doctora había tenído razón, los síntomas no tardarían en comenzar a presentarse y a empeorar con el paso del tiempo. Guardó de nuevo el frasco y se recostó cubriéndose la cara con el antebrazo. Entre suspiros se quedó dormido tratando de relajarse y no fue hasta luego de un buen rato que la voz y el suave aroma del omega le hicieron abrir despacio los ojos. Estaba a su lado tocando su frente con aquel rostro preocupado que le hizo estremecer.

- Katsuki... ¿Estas bien?, te vez pálido y tienes fiebre... Voy a buscar un medico -
Decia el omega mientras dejaba en la frente del rubio una compresa con agua templada. Su mano fue golpeada por la del rubio quien se incorporó entre leves quejidos y empujó a Izuku haciéndolo caerse de senton al suelo.

- ¡Apartate!... No te acerques, maldito mocoso -
G

ritó Katsuki e Izuku le miró ingenuo frotándose la mano golpeada y bajó la mirada, por alguna razón aquel empujón le había dolido más que las palabras, pues él siempre había sido insultado por muchos.

- L-Lo siento... Yo solo quería avisarte que la cena estaba lista y al no responderme me preocupe y al entrar tú estabas jadeando para respirar así que yo...-

- ¡No es tu jodido asunto! ¡No entres a la habitación sin mi permiso! Si vuelves a tocarme voy a matarte.- sentenció e Izuku apretó los puños, su rostro seguía oculto, no entendía como era que el rubio había cambiado tanto en tan pocos días, pues desde aquella noche en que le leyó el poema de su libro pensó que el Alfa era alguien bueno en el fondo, pero esos últimos días le trataba de forma tan grosera y prepotente que le dolía en el pecho por aluna razón que no lograba comprender. Con cuidado se puso de pie y clavo la mirada en el Alfa, sus ojos estaban acuosos, y sus labios temblaban ligeramente.

- Yo solo intentaba ayudarte, si tanto me odias entonces ¿por que no sólo te deshaces de mi?... Si soy un estorbo para ti entonces me iré... -

Le dijo temblando con la voz rota y Katsuki le miró con sorpresa pues era la primera vez que Izuku le respondía de esa forma, por algún motivo sus palabras le hicieron sentir un poco de culpa, sabía que podía llegar a ser un completo idiota y en su caso había agarrado un gusto por desquitarse con Izuku aunque este no tuviera la culpa de nada. No entendía por qué lo hacía, el solo hecho de tenerlo cerca le hacia sentir inquieto al igual que su aroma dule, su sonrisa lo sacaba de quicio y su suave voz le hacía alterarse. No entendía el por qué de sus reacciones por lo que sólo actuaba por impulso.

Izuku tomó a mal el silencio del Alfa por lo que suspiro y le miró de reojo, su vista se suavizó ambos se había quedado en silencio, Izuku no entendía por qué Katsuki era tan cambiante con él, por un lado quería conocerlo más y llegar a ser amigos más cercanos, pero a cada paso que daba, Katsuki más se alejaba.
Izuku decidió darse la vuelta y dirigirse a la puerta sentía que debía salir de ahí pues el silencio lo sofocaba, pero Katsuki rápidamente se puso en pie y le detuvo del brazo haciéndolo sobresaltar.

Ambos se miraron por unos instantes en silencio hasta que el Alfa desvío la mirada con el entrecejo fruncido.

- ¿Qué... Hiciste de cenar? -
Preguntó a Izuku a quien le veía expectante y un tanto sonrojado por la cercanía del Alfa.

- Los filetes y... Pure de patata... - respondió Izuku en voz baja.

- Bien... bajaré en unos minutos.. - le dijo Katsuki soltandolo finalmente y el omega le miró confuso para luego salir de la habitación casi corriendo, eso había sido muy extraño, era la primera vez que katsuki le tomaba de esa forma, su corazón latía rápidamente y no pudo evitar apretar los ojos y dejar caer una débil lagrima la cual limpio de inmediato con el dorso de su mano mientras  bajaba las escaleras. Katsuki lo confundía, por un lado quería irse pero por otro sentía que debía seguir ahí y ayudarlo pues al final de cuentas estaba trabajando para él y no quería dejarlo solo ahora que kirishima ya no estaba, sabía lo que era la soledad y no era algo que le quisiera desear a nadie. Tomó asiento en la mesa de la cocina acomodando los platos y cubiertos con un ligero temblor en sus manos en espera de que el Alfa bajará.

Desde aquella pequeña discusión, Katsuki se había vuelto más callado de lo normal y eso no había pasado desapercibido para Izuku quien se encontraba caminando por las calles del mercado de la isla. Habia pasado a saludar a Torino quien le había indicado la hora y dirección de una gran fiesta de navidad que se haría esa noche en el auditorio del pueblo y además del tradicional festival, los ojos de Izuku se habían llenado de brillo al oír que habría mucha comida, música en vivo y un pequeño baile.

- Deberías invitar a tu Alfa, ese rubio alto de buen porte. - le dijo el anciano e lzuku negó sonrojandose avergonzado.

- No no, ya te dije que el no es mi Alfa Torino, solo trabajo para él... Además dudo mucho que el quiera asistir a esos eventos, tal vez iré yo solo -

Le dijo Izuku mientras tomaba la bolsa de papel en donde llevaba unas cuantas verduras y frutas para preparar un ponche, esa noche se celebraba noche buena por lo que el omega quería darle un pequeño detalle a Katsuki y que mejor con algo que pudiera comer.

- Bien..  Pero si cambias de opinión los esperamos con gusto -
Dijo Torino e Izuku sonrió amplio asintiendo para luego despedirse y dirigirse de nuevo a la casa a paso lento por las angostas veredas del campo. Le gustaba ver lo blanco que se veía todo por la nieve. Al llegar a casa llamó a Katsuki pero no recibió respuesta, lo busco en todos lados sin encontrarlo y su corazón comenzó a latir rápido sintiendo algo de miedo, pensando en que quizá el Alfa lo había abandonado, iba a salir corriendo para buscarlo por las calles hasta que escuchó un sonido seco y repetitivo en el patio trasero, al ver por una de las ventanas del segundo piso pudo notar a Katsuki cerca del pequeño establo, cortando troncos con un hacha, estos caían partidos por la mitad a cada golpe. Suspiro aliviado y sin dejar de verlo.

"Se ve tan fuerte..." pensó Izuku con una suave sonrisa para luego bajar e ir hasta dónde estaba el rubio.

- Aquí estabas... Te busque por todas partes, pensé que te habías ido - le dijo con calma quedándose a unos metros de distancia del Alfa quien se detuvo un momento para verlo con el ceño fruncido y la boca entreabierta por el cansancio pues ya tenía un buen rato partiendo leños.

- ¿Que es lo que quieres? - cuestionó el Alfa limpiandose el sudor con el dorso de la mano e Izuku negó sin dejar de sonreír.

- E-Está noche harán el festival de noche buena, habrá mucha comida, músicos y un baile... Yo pensé en que tal vez sería una buena idea ir un rato para divertirnos ¿que dices? - propuso Izuku y Katsuki le miró con una ceja en alto negando de inmediato.

- Nunca iría a esas cosas... Olvidalo - aseveró con firmeza.

-Pero..-

- ¡Dije que no! ¿Estas sordo? Puedes ir tú solo, yo ni loco iría a esas estupideces -  sentenció el rubio para seguir cortando los leños e Izuku solo suspiro rendido haciendo un pucherito y se dio vuelta para regresar adentro sin decir ya nada.

Esa noche mientras Katsuki terminaba de darse una ducha Izuku estaba limpiando lo mejor que podía sus viejos zapatos y quitando algunas basuritas de pelusa de su viejo saco, se acomodo el cabello rizado con un poco de agua para luego ponerse encima su boina gris y algo carcomida por el uso.

- ¡Listo! Te vez bien Izuku - se dijo así mismo sonriendo frente al espejo del pasillo, luego se dirigió a la cocina para apagar el fuego de los maderos que estaban en el cocedor para dejar reposar el ponche y que enfriara un poco. 

- ¿Por qué estas vestido así? - preguntó Katsuki desde el marco de la puerta mientras secaba su cabello con una toalla hecha de hilo de algodón. Izuku le miró con sorpresa y se acercó a el un poco pero no tanto pues el rubio ya le había ordenado días atrás no acercarse a mas de uno o dos metros por cuestión de su rico aroma. Claro que nunca le dijo a Izuku eso solo que no se acercara mucho.

- Te preparé ponche, espero que te guste, aun esta muy caliente dejalo enfriar un poco, yo iré al festival un rato, así que si te vas a dormir porfavor apaga las velas - le dijo Izuku con calma para luego pasar al lado del Alfa quien le miró confuso por el ponche pues el no lo había pedido y supuso que era una forma de regalo del omega.

- Hey ¿tienes idea de que hora es?... ¿Sabes que puede ser peligroso que vayas tu solo a esos lugares? - advirtió el Alfa e Izuku sólo asintió sin verlo.

- Tranquilo, no regresaré muy tarde. -  le dijo para entonces salir de la casa dejando al rubio con la palabra en la boca.

- Hmp... Ese idiota... ¿Por qué es tan testarudo? - bufo Katsuki tras un suspiro y miró la olla con el ponche y chasqueo la lengua debatiendose en si ir con él o dejarlo solo, sabía que era un omega y que podia correr peligro aunque había visto que el menor usaba un collar para evitar que lo marcarán en el peor de los casos, aún así no podía evitar preocuparse por él y eso le molestaba.  


Dentro de la gran edificación que conformaba el auditorio ya estaban listas las mesas del banquete, había distintos tipos de guisos, postres y bebidas, en medio del gran salón muchos bailaban al ritmo de los instrumentos que los músicos tocaban creando melodías alegres con sus violines y banyo, y al frente un hombre de aspecto robusto y bonachón cantaba las instrucciones para los que bailaban.

Izuku veía sonriendo feliz sentado en una de las bancas junto a mas omegas y algunas chicas, la tradición era esperar a que algún Alfa o beta le diera la mano para sacarlo a bailar aunque el pecoso no esperaba que alguien quisiera invitarlo, los vestidos de lindos colores pasteles de las mujeres se movían tan bonito que parecían princesas y los jóvenes se veían realmente a puestos en sus elegantes trajes de corbata.

Izuku suspiro tranquilo, y se levantó para ir a la mesa de la comida tomando un plato para poder servirse un poco, mientras decidía que escoger sintió un fuerte escalofrío que lo recorrío de pies a cabeza, era como un mal presentimiento y al alzar la vista supo el por qué de esa sensación, un par de ojos rojos estaban clavados sobre su persona desde el otro extremo del salón.

"oh no..." Pensó tragando saliva y se dio la vuelta para tratar de huir a otro lado del salón pero aquella persona seguida de otros dos más que le acompañaban comenzaron a perseguirlo, por lo que decidió mejor tratar de irse de lugar pero antes de que pudiera llegar a la salida fue alcanzado por los tres quienes le acorralaron en una esquina.

- vaya vaya... Miren chicos, el perro callejero se atrevió a venir a la fiesta... ¿No te dijeron que aquí no pueden entrar pestes liendrosas como tú? -

Tomura sonreía con aquellos ojos rojos como el infierno sobre el rostro tenso del omega quien se arrincono más contra la pared. Tomura estaba acompañado por dos de sus amigos y quienes a la vez también molestaban a Izuku en el orfanato.

- Miren su ropa... Es un asco. -  agregó el mas alto de ellos, un chico de ojos azules y cabello negro que recorría con la mirada a Izuku.

- Vamos... Tal vez vino con la intención de encontrar a un Alfa y acostarse con él para quedarse con su dinero - dijo una chica rubia y de mirada miel con sonrisa altanera.

Izuku solo negó temblando ligeramente, ellos tres eran sus peores verdugos en sus años en el orfanato y por lo visto nadie los había adoptado y de forma inconsciente sentía miedo, no esperaba encontrarselos en ese lugar pero era de esperse, era un evento en el que se invitaban a todos en la pequeña isla incluyendo a las personas del orfanato.

Siendo empujado y arrastrado por aquellos tres sin que nadie les vieran, Izuku fue llevado hasta afuera del edificio cerca de unos arbustos, y ahí fue tumbado al suelo haciéndolo quejarse.  Dabi sostuvo a Izuku de los brazos y Toga de las piernas inmovilizandolo por mucho que forcejeaba y Tomura se acercó inclinándose sobre él para depositarle un fuerte golpe en la cara que le sacó un poco de sangre. Izuku trató de seguir forcejeando y quizo pedir ayuda pero Tomura le tapó la boca con una mano haciéndole imposible poder gritar.

—Shh... Los perros no hablan. - le dijo burlándose para darle otro golpe directo al hígado haciendo jadear al omega. Tomura sentía tanto odio hacia ese chico que solo quería verlo sufrir por su propia mano, golpeandolo repetidas veces, en diferentes zonas, Dabi se unió a la paliza y Toga solo se relamia los labios mirando lo mucho que se divertían el par de alfas. Uno tras otro, los golpes aumentaban de fuerza haciendo gruñir a Izuku de dolor y hacerle soltar lágrimas.
Sin embargo la sangre que escurria de la boca y nariz del menor ya era suficiente como para dejar un pequeño charco y fue ahí dónde Toga borró su sonrisa.

-Tomura... Creo que ya es suficiente, ya no esta quejándose... - dijo la chica pero Tomura seguía usando al pequeño Izuku como sacó de boxeo hasta que se cansó incluso Dabi se había detenido mucho antes que Tomura. Al ver que Izuku ya no reaccionaba los tres se quedaron callados mirándose unos a otros y Tomura sacó una pequeña pistola que tenía escondida en su espalda apuntando directo a la cabeza de Izuku.

Toga rápidamente se tenso y miró a Tomura con una gota de sudor bajando por su frente al igual que Dabi.

—¡Tomura basta! ¿Qué piensas hacer con eso?  Suelta esa pistola, ¿estás loco? - dijo la chica pero Tomura al contrario se oírla cargo el arma y presionó el gatillo.

El disparo resonó fuerte, y el grito de Toga le hizo juego quien se tapó la cara, por fortuna Dabi pudo mover a Tomura a tiempo desviando el tiro el cual solo logró rozar la oreja de Izuku.

- ¡Esto es demaciado! Ya calmate - le grito Dani arrebatandole el arma.

- ¿Esta muerto?... Tomura lo mataste - dijo Toga con una mueca llena de miedo.

- N-No digas idioteces... No creo que esta muerto tal vez solo se desmayo.. Es un debilucho - defendió Tomura.

-Vámonos de aquí antes de que alguien nos vea - dijo Dabi y los tres se fueron rápidamente dejando el cuerpo de Izuku en el suelo el cual no dejaba de sangrar por la nariz.

Katsuki por su parte, iba llegando apenas a la susodicha fiesta, al entrar de inmediato busco con la mirada a Izuku sin tener éxito, había tardado casi una hora en dar con la dirección pues solo había pedido instrucciones a un anciano que caminaba cerca de la casa.
De inmediato las miradas se pusieron sobre él pues iba vestido con su elegante traje negro de cola de pingüino y un sombrero de copa. Su corbata gris hacia juego con sus pantalones.

Muchos omegas le miraron deseando acercarse pues lo consideraban muy apuesto y además de mucho dinero anudado a que sabían que no era de la Isla y eso llamaba más la atención de los y las jóvenes alfas, pero Katsuki no les prestaba atención.  Se sentía algo avergonzado pero sabía disimularlo bien. Fue entonces que desde el otro extremo logró ver a Tomura acompañado de otros tipos, les siguió con la mirada notando como prácticamente estaban huyendo de algo.

"Ahí esta ese idiota del otro día" pensó el Alfa pero algo no le daba buena espina, decidió ir por el lugar de dónde los vio entrar notando que era la salida al patio trasero, no pudo ver nada pero le parecía percibir el aroma del omega de forma muy débil.

- ¿Izuku? ¿Hey dónde estas enano? -  le llamaba en voz alta y camino más hasta que logró ver una mano que sobresalía detrás de los arbustos. En ese momento Katsuki sintió que su pecho se detuvo y se acercó rápido sintiendo que su pulso se aceleraba.

Su rostro perdió su color al ver el cuerpo del menor completamente herido e inmóvil, se quedó estático con la mirada fija sobre el. No creía lo que veía, entonces busco con la mirada a alguien cerca pero estaba casi seguro de quien había hecho eso había sido ese sujeto junto a los otros dos que iban con él.

Rápido se acercó y se inclinó moviendo con cuidado el cuerpo, pudo notar que estaba inconciente y con odio apretó los puños sobre la tierra. Su instinto se llenó de una sensación de ira que no había conocido nunca haciéndolo quejarse y apretar la mandíbula.

- Esos malditos.... Van a pagar por lo que hicieron... Voy a matarlos - murmuró haciendo rechinar sus dientes y con cuidado tomó el cuerpo de Izuku cargandolo entre sus brazos y dirigiéndose adentro para poder pedir ayuda.


- Los golpes que recibió en la cara fueron los que le provocaron las hemorragias, revisé su cuerpo y por fortuna no tiene huesos rotos pero si inflamaciones que dejaran moretones y dolor, debe aplicar compresas de agua fría, y asegurarse de que no haga mucho esfuerzo físico para que pueda recuperarse con más rapidez -

Decía un hombre algo anciano quien era el médico de la isla y había examinado a Izuku, por fortuna estaba presente en la fiesta y habían llevado a Izuku a una pequeña habitación separada del salón para poder revisarlo.

- ¿Qué hay de sus oídos? ¿Por qué no puede oírme? - Preguntó Katsuki con los brazos cruzados, pues Izuku había logrado despertar minutos atrás pero al aparecer no podía oír nada.

- Usted me dijo que encontró una bala cerca de la cabeza del chico... Y su oreja tiene una quemadura, lo más probable es que el sonido de la bala al pasar tan cerca de su cabeza le causó un trauma acústico, la sordera causada de esa forma muchas veces es permanente, no tengo forma de saberlo... Solo con el tiempo se podrá saber si recuperará la audición o si será daño permanente-
Explicó el hombre y el Alfa sólo negó soltando un suspiro no había otro remedio. Agradeció la ayuda al hombre quien después se retiro y el Alfa se acercó a Izuku quien ya estaba despierto y con vendajes en su brazo derecho y torso así como un parche sobre su mejilla.

Al ver a Katsuki sus ojos verdes se humedecieron y comenzó a llorar de forma amarga escondiendo su rostro entre sus rodillas. No entendía por qué tenía que tener tan mala suerte. Por que Tomura lo odiaba tanto, pero lo que más le dolía era que katsuki lo viera en ese estado.

Katsuki se sentó a la orilla de la cama justo frente a él y suspiro mirando al frente. No sabía que hacer, hablar no serviría pues sabía que el omega no podría oírlo y por alguna razón eso le frustraba, miró a Izuku notado como temblaba ligeramente, casi podía palpar el dolor que el chico reflejaba y su instinto de Alfa se removia en su interior al notar a un omega sufriendo.

Como si su cuerpo se moviera por sí sólo, se acercó al omega y estiró su brazo para alcanzarlo y jalarlo hacía él para abrazarlo. Tenía un rostro molesto pero con un apenas visible sonrojo e Izuku se había quedado quieto con los ojos bien abiertos por la sorpresa de sentir aquel abrazo que por alguna razón le hizo sentir una cálida sensación de protección. Cerró los ojos y restrego un par de veces su rostro contra el pecho de Katsuki aún entre pequeños jimoteos rodeandolo por los costados. Dejó de temblar luego de unos minutos y Katsuki suspiro pensando en que eran esos extraños instintos que últimamente tenía por el pecoso.

Continúara...

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Pues nada bebés, gracias por seguir leyendo esta historia y apoyándome UvU ❤ lamento la demora en poder actualizar este fic, trataré de hacerlo más  rápido para que no se aburran :'3 espero que hayan pasado una linda navidad y bonito año nuevo! Si les gusta este fic compartanlo en sus redes o con amigos para que llegue a mas gente hermosa que ame el bkdk UvU ❤  los quiero!!. Nos leemos en la próxima actualización!.

Canción que me inspiró en este capítulo:

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