Capítulo 4: Miedo

Song: City of the dead
Eurielle

El silencio reinaba en la habitación, todos estaban completamente asustados por lo que acababan de ver.

—¿Cómo sucedió esto? —Karel tenía el ceño fruncido mientras miraba a Arlan.

—Encontramos a uno de nuestros soldados muy herido en el bosque, le llevamos con un sanador y logró estabilizarle —comenzó a decir Ivar apoyado en la pared de brazos cruzados y totalmente serio—. Horas después se nos avisó que había fallecido, 5 minutos después escuchamos gritos y corrimos a ver...

—El supuesto muerto estaba encima de una de las sirvientas devorándole la cara, le llamamos y... era monstruoso, sus ojos y su piel... estaba... —Jakob suspiró negando.

—Lo encerramos, ya que no importaba lo que hiciéramos o cuanto lo hiriéramos, él seguía como si nada, como... un muerto que ya no siente dolor. La chica que fue mordida también se puso como él y mordió a otra persona, y esa persona a otra, y esa otra a otra. Cogimos a todos los infectados y los llevamos al bosque, los quemamos. Pero la enfermedad de alguna forma se sigue expandiendo, buscamos a los mejores sanadores, nadie sabe de la enfermedad, ni que la originó ni mucho menos como curarla.

—Se expande rápido y es imposible de detener, por eso les llame —Arlan se puso de pie—. Debemos encontrar una cura, lo antes posible, tenemos que evitar que la enfermedad se siga expandiendo, esos... monstruos acabarían con nosotros en una noche.

—Será difícil detenerla cuando ni siquiera sabemos que la causó —Karel se inclinó hacia adelante apoyando sus codos en sus rodillas y su rostro en sus manos.

—Nunca antes había oído sobre nada que trajera de vuelta a los muertos, es... simplemente imposible ¿no? —Lys miraba a Karel como si solo le importara la respuesta que él le diera.

—En verdad... en Ausgvert una vez nos hablaron sobre una planta, los mitos decían que podía revivir a los muertos, pero que encontrarla era casi imposible, como no había pruebas de esto todos creímos que eran cuentos antiguos pero... ¿Y si no lo eran? ¿Y si esa planta si existe y es la causante de todo esto? —la atención de todos estaba sobre Jonella, si realmente existía tal planta debían encontrarle cuanto antes.

—Vayamos a la biblioteca real, que cada uno tome un libro que pueda hablar sobre una planta que reviva a muertos, no podemos dormir hasta hallar una respuesta —todos asintieron ante las palabras de Karel.

—Mirla, Brianna, deberían ir con los niños y de paso descansar —las chicas no se negaron ante las palabras del rey y mientras ellas iban hacia los dormitorios los demás se encaminaban hacia la biblioteca real.

Un cuarto de vela de Ormundú después se encontraban rodeados de libros por doquier. Jonella leía sin descanso tratando de hallar algo referente a aquel mito, Jakob solo podía bostezar agotado mientras Ivar sin darse cuenta se había quedado dormido en el hombro de Nolan. Karel leía despacio tratando de no pasar nada por alto. Lysandro no hacía más que mirar impaciente por la ventana y Arlan al notar esto se puso de pie y fue hacia él.

—¿En qué piensas tanto cuñado? —dijo con su típico tono divertido.

—Solo... tengo miedo, por los niños, espero que podamos detener esto antes de que se salga de control.

—Por ahora lo tenemos controlado, en cuanto encontremos la flor y la cura esto acabará —puso su mano sobre el hombro contrario.

—Las cosas nunca son tan fáciles Arlan

—¿Está mal desear que por una vez en la vida si sean fáciles? Esperanza, Lysandro, es lo último que se pierde —le sonrió.

—¡¡Lo tengo!! —el grito de la chica los hizo a todos ir hacia ella—. La flor mŭrtŭv, no es una flor que usen los sorceres, más bien en tiempos antiguos la empleaban los que sirven a Morkes. Se encuentra en lugares oscuros y húmedos.

—¿Qué dice allí? —Ivar señaló una nota en una lengua que no conocían.

—No tengo idea —Jakob frunció su seño mirando aquella nota.

—¿En qué lenguaje está escrito? —Nolan estrujó sus ojos algo agotado

—Kini nawad-an sa pagtagad sa iyang gahum, sa hilom milambo taliwala sa kadautan, tan-awon sama sa usa ka kalag sa kaputli nga nagtago sa iyang pagkadautan. Nagpakaon sa katugnaw ug kangitngit, anak nga babaye sa morkes, bulak sa kadautan, tali sa kakabos ug kagutom sa katawhan, siya ra ang mabuhi, siya ang kamatayon nga wala nay labaw pa. amihanan-sidlakan sa Lilu, sa gamay nga baryo nga gitawag ug Mourén sa lasang sa Andaraya mitubo ang bulak nga murtuv —pronunció perfectamente Karel ganándose la atención de todos.

—Por la diosa Lys ¿Qué es lo que acabas de decir? —Arlan le miraba con el ceño fruncido.

—Crece ajena a su poder, tranquila florece entre maleza, pareciendo un alma de pureza escondiendo su maldad. Alimentándose del frío y de la oscuridad, hija de morkes, flor del mal, entre pobreza y hambre de la humanidad ella es la única que sobreviviría, ella es la muerte sin más. Al noreste de Lilu, en una pequeña aldea cuyo nombre es Mourén en el bosque Andaraya crece la flor Murtuv.

—Es la ubicación de la flor —Lysandro le miraba sorprendido.

—Al menos allí se le vio hace algunos años —el sorcere se encogió de hombros.

—¿Cómo entendiste eso? —Ivar señaló el libro con su ceño fruncido y notable curiosidad.

—Mi muy amada madre me hizo estudiar mucho —sonrió complacido ante la expresión del contrario, aún le guardaba demasiado rencor y de no ser porque la situación era preocupante ya estaría encima de él golpeando su asquerosa cara.

—Tenemos que ir —la única chica en la sala habló ganándose la mirada de todos—. Cuanto antes —recalcó.

—Podemos ir cuando amanezca, sería mejor y más fácil —comentó Jakob pasando su brazo por los hombros de Ivar al notar como Karel le miraba.

—Coincido con Jakob —Karel asintió apartando la mirada de Ivar—. Lo mejor sería descansar al menos un par de horas y emprender viaje en cuanto salga el sol.

—No creo que deberíamos ir todos, alguien que conozca la situación debería quedarse en el palacio por si sucede algo mientras estamos fuera —Arlan miraba a su hermano mientras el contrario asentía suspirando.

—Jonella, Karel y Arlan son sorceres, serán necesarios en el viaje, Jakob es bueno luchando, yo tuve el privilegio de pelear a su lado por lo que debería ir también al viaje, y yo en estos años he aprendido demasiado sobre plantas y sus funciones, creo que podría ayudar con la flor. Ivar, Brianna, Nolan y Mirla se podrían quedar en el palacio con los niños.

Todos asintieron de acuerdo con lo que había dicho Lysandro.

—Ahora todos vayan a dormir, mañana será un largo día y a mí me espera en mi cama mi hermosa reina —el rey se levantó animado sacudiendo sus ropas.

Todos se pusieron de pie, Jonella tomó el enorme y antiguo libro y haciendo una reverencia se despidió para irse a su habitación. Arlan fue a la suya donde le esperaba su amada esposa, Nolan fue guiado a donde estaba ya dormida su hermana con los niños mientras Karel y Lysandro luego de recoger a Kalis trataron de dormir un par de horas.

Ivar y Jakob al ver que solo quedaban ellos en la biblioteca real suspiraron, el mayor abrazó por detrás a Jakob apoyando su mentón en el hombro de este.

—Se les ve tan felices y libres a Lysandro y Karel —la melancolía en el tono que uso Jakob era notable.

—Cuando todo esto acabe tú y yo lo seremos también —entrelazaron sus manos.

—Te dormiste en el hombro de ese chico. Estoy enojado.

—No estás enojado enano, estás celoso —Ivar le revolvió el cabello.

—No soy enano, y no actúes tan raro porque me asusto.

—No sé cuanto tiempo pasemos sin vernos... te tomaría esta noche, pero tienes que descansar —besó tiernamente su frente y sonriendo fueron sostenidos de las manos y tratando de que nadie les viera, cada uno a una habitación distinta.

KJM_TAN 💜

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