¡Canta, oh! Musa la historia de una guerrera ancestral, quien fue despertada para librar al mundo de la oscuridad que lo consumía, para luego conocer al ser de luz que la guiaría en su viaje.

Más su viaje fue conflictivo, pues se vio inmersa en grandes luchas con mitológicas criaturas, para llegar así con quienes habían sumido al mundo en tantos males, los celestiales, Rayden, el astro celeste, y Kiron, la estrella de la mañana. Estos eran seres de luz que gobernaban al mundo con su poder, pero se habían corrompido y ahora deseaban que la oscuridad reinara.

Así dice Elara, luz del mundo: -La tierra vive en constante penuria, por la crueldad de los que hace tiempo la dirigen, sus corazones yacen ennegrecidos por el poder, los demás celestiales viven engañados, por Rayden y Kiron, en mi desconsuelo al ver el sufrir del mundo, he visto que nuestra esperanza recae en el resurgir de una guerrera llamada invencible por muchos, quien al ver hace tiempo como la tierra yacía en paz, se sumió en un sueño profundo hasta que se necesitaran sus servicios nuevamente, Aurora, la defensora del mundo, ha de resurgir.

Aceptando las consecuencias que se avecinan, yo, la luz del mundo, Elara, ordeno al sol que ilumina los cielos y aleja a las criaturas de la noche, que se oculte, para así dar paso al resurgir del ultimo Auror del mundo-.

De su milenario sueño despierta con mente nublada y recuerdos dispersos y bloqueados, la más sublime y valiente combatiente que ha existido, sale de su encierro en un antiguo templo creado para mantenerla allí, mas sin la luz del sol este santuario perdió su poder, y así despertó de su sueño el cual debía ser eterno.

Al salir del lugar, se encontró con un mundo sumido en la penumbra de la noche, y fue en ese momento donde inicio su trayecto hacia su ultimo recuerdo, dirigiéndose así al Lapsum Delevitur, un reino de guerra olvidado hace tiempo.

En su transcurso hacia su destino, la guardiana del mundo, Aurora, se encontró con una envejecida señora, quien se encontraba desconsolada en las cercanías de un precipicio, su rostro se veía tan arrugado que casi era deforme, ella se encontraba llorando hasta que vio a la divina Aurora, y fue cuando dijo: -oh!, andante guerrera, te pido que te apiades de mi dolor de madre y salves a mi hijo quien yace colgando en este precipicio y mi debilidad no me permite ayudarlo a subir-.

La desconfianza rondaba la cabeza de Aurora, mas su deber era ayudar sin juzgar así que se compadeció de la anciana y fue en su auxilio, mientras se acercaba al barranco la anciana se quedaba tras ella para su protección. Hasta que a sus espaldas una voz dulce y melódica como la de un ángel grito: -Alto! Aurora, salvación divina, que no te engañe esta criatura oscura-.

De inmediato, la divina Aurora, supo el origen de quien le había pedido ayuda, era un vetala, un espíritu siniestro que se apodera del cuerpo de los ya muertos para engañar a los vivos y conseguir más almas, el vetala se abalanzo hacia Aurora, pues su engaño  ya había sido descubierto, mas Aurora la combatiente del mal, fue más rápida y fácilmente esquivo su afrenta, el rostro de la criatura había cambiado y ahora se tornaba sombrío, un golpe feroz fue propinado a la criatura por parte de la gran aurora, el ser voló algunos metros por los aires, y cayo a los pies de Elara la luz del mundo, el ser siniestro se levanto frente a ella, la celestial alzo sus manos al cielo nocturno y estas se vieron iluminadas como el destello de un rayo de sol puro y al colocarlas sobre el vetala este empezó a retorcerse y al intentar huir fue detenido por Aurora quien de un solo movimiento lanzo a la bestia al vacío del precipicio.

Y así dijo la luz del mundo, Elara: -Gran y sublime protectora del mundo, este es el Vallis  Animarum, y has acabado con un ser oscuro que se había llevado valiosas almas durante mucho tiempo utilizando engaños, tu gloria es resplandeciente, pero debo advertir que esto no es nada comparado con lo que te espera para librar al mundo de este caos, tu, oh! Divina Aurora debes detener a Rayden el astro celeste y a Kiron la estrella de la mañana, pues han sido consumidos por el poder y ahora controlan el mundo a base de crueldades. Se que te diriges a esclarecer tus recuerdos pues estos te abrirán los ojos y los caminos a tu gran poder, yo he de guiarte al Lapsum Delebitur, pues conozco quien puede volver a ordenar tus memorias, para que al tener tu completo control puedas dirigirte al Sactum Caelesty donde viven todos los celestiales y así acabar con las calamidades que atormentan a la humanidad-.

Y le contesto con voz segura Aurora la defensora del mundo: -Pues si ese ha de ser mi propósito, guíame, majestuosa luz del mundo, pues esta tierra sufre, y yo he de librarla de lo que la atormenta, estuve milenios atrapada en un sueño que parecía ser eterno,  pero al fin he resurgido para que el sol vuelva a nacer cada día, y que la luz pueda regresar al mundo que hoy yace entre penumbras-.