Capitilo X
-¡Ya llegamos al pueblo de ordan!- Exclamo feliz en el hombro de Diane.
-Por fin.- Exclamó Diane.
- Ya puedes descansar Diane.- Le dijo el capitán mientras salia de la taberna.
-Esta bien, pero me avisan cuando vengan los clientes.- Dijo ella y salte para quedar frente al frente del capitán.- Buenas noches.- se acostó para poder dormir.
-Elizabeth, ¿adonde vas?- Le pregunté al notar que se marchaba con el cerdito.
- Voy a pegar estos carteles, para que sepan del bar.- Respondió ella mientras me mostraba su cesta.
-Cuidate, Hawk ya sabes protegela.- Les dije.
Y al ver como se marchaban, me voltee a ver a los chicos con una sonrisa.
-Y ahora, ¿Qué hacemos?
-Ban y King, gana el que traiga la presa más grande.- Hablo Meliodas ignorandome.
-Aquí voy a ganar capitán.- Dijo Ban y se fue, seguido fueron el capitán y King.
(.....)
Estaba dentro del bar, ya había terminado de arreglar todo así que no tenía más nada que hacer, sólo me quedaba ver por la ventana, y esperar que regrese alguien.
-Que aburrimiento.- Dije para seguido bostezar.
-Hay alguien, eh estado buscando algún bar que este abierto.- Escuche decir en la entrada.- ¿Está abierto?- Me levanté rápidamente a abrir la puerta.
-Oh, Señor Caín ¿Verdad?- Le pregunté al estar al frente del mismo hombre que enfrentó a Meliodas.- Si mal no recuerdo, usted lucho con Meliodas en Byzel.
-Oh, entonces te acuerdas de mi.
-Claro, pase por favor.
(......)
-Entiendo, Meliodas está bien, que bueno.
-Aquí tienes, que lo disfrutes.- Le entre el tarro con la bebida dentro.
- Perdón por pedirle esto a un pecado.
- No hay porque, en estos tiempos hay que saber de todo.
-Señor Caín, ¿Le puedo hacer una pregunta?
-Claro.
-¿Meliodas, alguna vez tuvo una pareja?- Le pregunté mientras sentía como la curiosidad me invadía
-Liz, ese era el nombre de la mujer de Meliodas.- Dijo, su nombre es muy parecido al de Elizabeth.- Liz era una amazona. Ella fallo al atacar a Danafor y fue capturada, condenada a ejecución.
-Me imagino que la salvo el capitán.
- Si, fue el comandante de los caballeros sagrados de ese tiempo. Por supuesto otros estaban en contra y expresaron sus opiniones.
-Ohh.
- Liz fue vendida originalmente como una esclava al amigo. Ella no creía en nadie más que en si misma. Pero eso era lo que que llamaban en cuanto del destino. Al mismo tiempo que luchaba con lo que ella llamba hombre suave.- Me serví un trago y me sente al lado del señor Caín a escuchar mejor.- Liz se sintió atraída por Meliodas.- ¿Y quien no lo haria?- y la propia Liz tenía un resplandor misterioso. También nos quedamos encantados con ella. Es ahora un muy lejano ahora...
-Meliodas, ¿ Por que no usa una espada normal?
-Es porque el es un hombre muy fuerte. No hay nadie que se allá enfrentado a el con espada y halla sobrevivido. Por eso no utiliza una espada, pero al mismo tiempo es un hombre agradable.
Es por eso que el capitán no usa espada, no le gusta asesinar. Pero igual le crea mucha desventaja enfrente a los enemigos que se le igualan.
-Toma.- Me dijo y me extendió una espada.
-¿Eh, Que es esto?
-Es algo que le dio Liz a Meliodas, pero el nunca la acepto. La estuve guardando todo está tiempo.
Me quedé viendo la espada. Hasta que se escuche un fuerte rugido seguido de un inmenso poder mágico provenir del bosque. Agarré la espada de Liz y corrí hacia donde estaban los chicos, iba a darle está espada en nombre de Liz y del mío. Tal vez así pueda luchar como es. Me dirigí rápidamente a donde estaba el inmenso poder mágico.
Hay estaban ellos, junto a un chico con el cabello Rosa, estaban luchando contra una gran criatura.
-¡Capitán!
-_______, ¿Qué haces aquí?
-Le vengo a entregar esto.- Dije y alce la espada.- Liz no quería que matara con ella, ella quería hubiera, que se pudiera defender con ella.- Se la lance.- Y yo también quiero lo mismo, quiero que viva.- Le sonreí motivada.
(......)
-Así que era eso... Lo que estaba dentro de la armadura. Yo estaba segura que había un gigante.-Dije mientras miraba Gowther de serca.- Quien diría que bajo esa armadura, hubiera alguien guapo.- La Dije mientras lo miraba detenidamente.
- Etto... Yo soy Elizabeth, es un gusto.- Se presentó Elizabeth.
-Yo soy Gowther un gusto princesa.
-Como supiste que era la princesa.- Dije mientras ponía cara de sorprendida, creo las bebida ya me están haciendo efecto.
- Y, ¿Nos vas a ayudar a conseguir el Reino?- Le preguntó el capitan.
- Bueno el Rey me nombró un pecado, no veo porque no hacerlo.
-Entonces ya estás en el grupo.
Nos quedamos hablando un rato más hablando hasta que Meliodas le agarró los pechos a Elizabeth.
-¿Acaso eso un nuevo saludo?- Preguntó Gowther y seguido me tocó un pecho y me lo apretó.
-¡¿Que haces?!- Le grite y después intente golpearlo pero este esquivo todos los golpes, hasta que un brilló salió de su mano y calló en mi cuello haciendo que me paralice.
- Vaya veo que tienes muchos secretos vergonzosos contigo.- E hizo lo mismo con los chicos.- Cómo tu Diane, que dices que mides 29 pies de altura cuando en realidad son 30 y tu edad es aún peor.
-¡Callate!- Gritó Diane y lo hundió en el suelo.
-Y tu Ban, que la vez que luchamos con los vampiros y tu no participantes porque estaba borracho.- Nos le quedamos mirando mal.- Además de haberle robado los poderes a Diane y King, y verlos Como no podían combatir bien.
- Con que por eso fue que salimos tan heridos de esa batalla.
Y después de eso agarraron a Ban y lo triruraron a golpes.
- Te toca a ti.- me señaló.- Al parecer tu si perteneces a una tribu...
Antes de que dijera otra palabra lo mande lejos.
-El no ha dicho nada.- Movi las manos de un lado a otro nerviosa.- Ban, ¿es verdad que Gowther no reconocía a King por su olor?- Me acerqué y empeze a olerlo.- Oh es verdad vengan y Acérquese.- Dije rápido para olvidar lo que habían dicho antes, una sonrisa retorcida era lo que estaba en mi rostro.
-Tienes razón tiene un olor a flores , dulce y como a nostalgia.- King por los nervios se transformó.
-Ahora si olor es agrio y a sudor.
-.Yo aún tiendo nostalgia.
-La princesa está enamorada del capitan, ¿Verdad?- Llegó Gowther y dijo eso como si nada.- Cada vez que se acerca al capitan si voz se agudiza y sus latidos son más fuertes.
-¿¡Y Quien te está preguntando?!
-Diane, ¿Estas bien?
- No destruyan nada.- volteamos y resulta que estaba dormida.- Que alivio.
(......)
-¿Que haces?- Le preguntó Ban a Gowther.
-Es el nuevo saludo que aprendí.
-Eso no es un saludo.- Le dije mientras permanecía acostada en la mesa del bar.- Y, ¿Que haremos hoy?
-Recuperarnos la espada Que me quitaron.
-No, tu la perdiste.
-Recuperarla tu solo.
-que flojera.
-Que malos son.- Se metió debajo de la falda de Elizabeth.- Consuelame.
-¡Capitan!- Gritó Diane destruyendo la ventana.
-Nos infiltraremos en el Reino y recuperarnos la espada.- Dije.- Eso es algo de suma importancia... ¿Creo? Explicales capiatn
-Hace tiempo, eso era una de las reliquias que se usó para sellar a la tribu de los demonios uniendo el poder de la tribu de los Ángeles, la tribu de los gigantes, la tribu de las hadas y la tribu de los seres humanos.
- Debe ser la resurrección de la tierra de los demonios.
-Hendrickson, quien lidera junto con Dreyfus... Hace esas cosas.
-Creo que voy a ir a tomar aire.- Me levanté y me coloqué serca de la puerta.- Ustedes hagan la estrategia.
-¡hay viene el mal!-Gritó Hawk.
-¿Quieres cagar?- Dijo Ban.
Al voltear para poder salir del lugar me topo con una mujer que al instante me coloca un inyección en el cuello, haciendo que mi cuerpo quedará inmóvil.
-¿Que?
-¡______!¡Alejate!- Grita Meliodas.
-Dos por uno, que oportunidad.- Dice la mujer y desaparecemos del Bar. No puedo más y dejo que aquella sustacia invada mi cuerpo.
Preocupada por los chicos, por Diane, por Elizabeth, por King , por Meliodas, por Ban, por Gowther, por Hawk y por mi, caigo rendida, con miedo a lo que me pueda pasa.
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