Al iniciar la presidencia del licenciado López Obrador existían ciento nueve fideicomisos que duplicaban estructuras burocráticas para atender asuntos que son responsabilidad del gobierno central.

Los propósitos de tales organizaciones incluían:

- Fomento de la vivienda y del sector habitacional.

- Investigación agrícola, pecuaria, acuacultura, agrobiotecnología y recursos fitogenéticos.

- Investigación para el desarrollo social.

- Investigación para la educación.

- Investigación para la evaluación de la educación.

- Investigación de Relaciones Exteriores.

- Ciencias Navales

- Investigación y desarrollo sobre el agua

- Investigación sobre pobreza

- Desarrollo del Instituto Nacional de las Mujeres

- Innovación del ejército y fuerza aérea.

- Actividades espaciales

- Desarrollo tecnológico en energía

- Innovación Tecnológica en Turismo

- Innovación tecnológica Forestal

- Docencia Económica

- Tecnologías competitivas

- Ecología

- Ingeniería y desarrollo industrial

- Materiales avanzados (¿?)

- Alimentación y desarrollo

- Electroquímica

- Geografía y Geomática.

- Tecnologías de la información y comunicación.

- Cambio climático.

- Desarrollo de proveedores y contratistas de la industria energética.

- Fortalecimiento de sociedades y cooperativas de ahorro y préstamo.

- Cooperación energética para países de Centroamérica y el caribe.

- Mejoramiento de los medios de informática y control de las autoridades aduaneras.

- Seguridad para cruces viales ferroviarios.

- Deporte de Alto Rendimiento

- Estímulos al cine.

- Apoyo para ex trabajadores migratorios mexicanos.

La revisión que se hizo de todas esas oficinas confirmó que la mayoría no daban ningún resultado y solo eran refugio de haraganes con grandes sueldos.

La decisión fue desaparecer estos fideicomisos y concentrar en el gobierno federal las responsabilidades que de manera tan anómala, habían sido asignadas a una burocracia paralela que solo servía para desviar recursos públicos a los bolsillos de una larga lista de delincuentes de cuello blanco.

Las protestas fueron rabiosas pero de poca duración porque los descontentos prefirieron la retirada ante el riesgo de ser exhibidos y sancionados.