Este es un organismo público de primordial importancia para el desarrollo nacional.

Fue creado hace cuarenta años para coordinar los esfuerzos de los centros de investigación nacionales públicos y privados.

Con el tiempo CONACYT terminó por concentrar la decisión de qué investigaciones e investigadores merecían apoyo.

Los aspirantes ya no necesitaron del aval de un centro de investigación o de una universidad.

Esto propició la asignación de proyectos de investigación de forma discrecional para beneficiar a familiares y amigos.

Se llegó al ridículo de financiar a un restaurantero para que investigara nuevas recetas de pizzas.

Muchos hijos de funcionarios públicos fueron becados para para vivir a todo lujo mientras asistían a cursos de postgrado en el extranjero.

El gobierno del Licenciado López Obrador decidió revisar la situación de los investigadores y becarios para asegurarse de que realmente estuvieran aportando al desarrollo de la ciencia y la tecnología.

El resultado arrojó que más de la mitad de los investigadores ni investigaban ni estaban calificados para investigar con seriedad y que algunos becarios ni siquiera asistían a clases.

Cuando se cancelaron los apoyos económicos a seudo investigadores y seudo estudiantes se desató una campaña de protesta contra los "atentados al avance científico y contra la comunidad científica".

Este asunto tuvo una enorme difusión internacional por parte de los medios masivos de información pagados por los opositores de la 4T.

CONACYT, una vez reestructurado está impulsando como nunca la investigación.

Sus más importantes logros en los pasados dos años:

- Diseño y fabricación de respiradores de patente mexicana para la terapia intensiva de los contagiados de Coronavirus.

- El desarrollo de dos vacunas 100% mexicanas contra el coronavirus que están en proceso de validación.