Capitulo 5 Desastre...
"...¿Por qué cuando necesito ayuda?...nadie esta a mi lado...¿Por qué todo mi mundo?...se desploma frente a mi...por la ambición de otros..."
Mientras Hanabi y los hermanos del Kazekage, trataban de planear como limpiar el honor de la pareja protagónica del matrimonio, el ambiente entre ambos era muy diferente en la habitación nupcial que le había otorgado ambas familias
Ella sentada en la cama perfectamente adornada con rosas rojas y blancas, pero ello no lo noto, él mientras estaba en el baño mirando el espejo perdido en sus propios pensamientos, dio un vistazo a la joven que ahora era su esposa, bajaba la mirada al tratar de recordar lo que había pasado esa noche, solo sensaciones, nunca se había sentido tan bien en toda su vida, una parte de él gozaba de alegría no podía negarlo-eres lo que siempre desee-le miro con algo de nostalgia, caminando en donde se encontraba
Hinata se sobresalto para mirarlo cuando este se puso frente a ella, poniéndose de pie de inmediato-Kazekage-sama...-pronuncio cohibida y avergonzada
-no tenemos que hacerlo Hinata-menciono él posando sus manos sobre sus frágiles hombros
-pero usted es mi esposo ahora
-si-contesto sincero- pero no tenemos que hacerlo de todas formas y quieres dormiremos en habitaciones separadas
-no!-le miro a los ojos entristecidos –si...hacemos eso...las personas hablaran mas de lo que han...hablado...
-entonces ¿estas dispuesta a hacerlo?-le pregunto, mientras ella asentía mirando al suelo como si estuviese viendo algo interesante, cuando el rostro de Gaara se acerco al suyo con cautela dándole leves y torpes caricias en sus mejillas, su joven esposa solo cerro los ojos ante el nerviosismo y timidez, por un momento sentía que su tacto se le hacia familiar, embriagándose por la sensación de su simple toque, los labios del peli rojo recorrieron sus mejillas como un camino lineal hacia su cuello, donde con las ayuda de sus manos aflojaron un poco los bordes de su kimono mostrando mas piel, sintiendo el primer beso por parte de él, era húmedo e inexperto, pero no dejaba de ser placentero, cuando una presión fuerte en esa zona le hizo abrir los ojos para ver como él se separaba de ella lentamente –ahora no dirán nada de nosotros
-¿eh?...-toco la zona que él le había besado, notando el ardor en su piel, Gaara había dejado su marca allí haciéndola sentir mas nerviosa desplomándola caer directo a la cama, el peli rojo solo la observo para acomodarla en la cama, abrigándola con las sabanas, le dio una leve caricia en su flequillo para luego virar al balcón y mirar la aldea de la hoja, no esperaba que se casaría en otra aldea que no fuera la suya, menos tan rápido y en extrañas circunstancias, sin duda Suna le pediría hacer otra ceremonia, miro hacia la joven quien dormía en el lecho, esa mujer era la prometida y ahora era su esposa ¿Cómo se lo tomaría? Solo era algo inevitable...
Tal como lo habia previsto, su aldea le pidió que repitiera la ceremonia con el fin de conocer a su esposa, los aldeanos no dejaron de sorprenderse que al ver a su líder regresar llegaba en compañía de la joven oji perla con el titulo de esposa, sin embargo, se lo tomaron mejor de lo que habían imaginado, eran ignorantes sobre la realidad de lo que los llevo al altar
El consejo les regalo una nueva casa, para la independencia con sus hermanos y darles privacidad matrimonial, solo que Gara no acepto de inmediato, cosa que tanto Kankuro y Temari agradecieron para ayudarlos en su transición de su nueva vida, sin embargo, a pesar de todo, Hinata buscaba no hacer mayor ruido en la casa, la rubia le animaba logrando sacer una que otra sonrisa, pero después la podían ver mirando por la terraza el paisaje que ofrecían sus ojos, por otro lado, Gaara era el mismo panorama por las noches, salía de casa solo para ir a la antigua Torre y mirar hacia las Dunas del desierto
Aunque pareciese milagroso, nadie sospechaba nada sobre la intimidad de las cuatro paredes de la casa, ninguno de los dos invadía el espacio de otro, cosa que ella agradecía, sus hermanos parecían parlanchines, mientras ellos solo se dedicaban miradas efímeras de vez en cuando, por las noches compartían habitación, él buscaba su calor aunque fuera de lejos, al menos el aroma de su cabello, era una bendición y un calvario, pero aun no enfrentaban la realidad, no habían noticias de que Naruto supiese la noticia
Esa noche pensó, mientras veía a su lado la espalda de porcelana de su esposa, ¿Por qué diablos Temari le había regalado semejante pijama?, se aventuro de darle una leve caricia con la yema de sus dedos, le miro con nostalgia, sabia que a pesar de esas sonrisas sabia que ella sufría, se sentó apoyándose en el respaldo, quería hacerla feliz, a costa de la suya, se acerco sigiloso hacia el oído de la su mujer susurrándole
-hare que seas feliz...- una lagrima recorrió su mejilla para caer sobre la piel de Hinata, para salir de la cama mirando por el balcón, no quería admitirlo, se había enamorado, o ya lo estaba desde hacia tiempo atrás, solo logro sepultar tan bien ese sentimiento frente a los demás guardándoselo solo para él, se sentó en su escritorio para redactar la única manera de remendar su error
Divorcio
A la mañana siguiente, Hinata abrió los ojos sin encontrar a su esposo a su lado, encontrando una nota sobre la mesa
Te espero en la torre
Aquello le desconcertó, alistándose lentamente, no tenia ni la mas menor idea de que era tan importante para no hablarlo en casa, se miro al espejo para adornar su cabello con un peine, el calor era casi insoportable, por lo que aun no se acostumbraba a la temperatura de la zona, camino por las escaleras encontrando el aroma delicioso que provenía de ella, sin embargo al llegar al ultimo escalón sintió como todo su mundo se hubiera dado vuelta apoyándose en la baranda
-¿Qué sucede Hinata?-le pregunto Temari algo preocupada
-estoy bien, gracias, solo...tropecé-contesto con una sonrisa-por cierto-huele delicioso
-son huevos-contesto Kankuro de mala gana-espero que no te enfermes- recibiendo un golpe por cortesía de su hermana
-cállate!-le regaño, sin embargo, la oji perla ya estaba sentada comiendo los huevos que había preparado la rubia
-están deliciosos, gracias!-decía con entusiasmo, ambos miraron sorprendidos, para luego ver como ella se ponía de pie para retirarse dándose cuenta que había comido todo de la mesa –Temari tengo que irme, Gaara-sama me pidió verlo en la torre –tomo su bolso para salir
-¿sabes lo que yo creo?
-¿Qué no se intoxico? –menciono el castaño
-creo que tendremos un nuevo integrante en la familia-mientras tanto, Hinata corría hacia la torre del Kazekage, pero se detuvo abruptamente al ver al rubio frente a ella
-Naruto...-musito pálidamente, mientras que él le miraba seriamente, con solo su mirar le indico que lo siguiera en silencio, ella le siguió con la cabeza mirando al suelo, sin esperar la coincidencia, el rubio había buscado un edificio abandonado y solitario para hablar, caminando hacia la terraza del lugar-Naruto...-pronuncio temblorosa y nerviosa-yo...
-me entere que te casaste- le dijo dándole la espalda-te casaste con Gaara
-si...yo...
-¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que te habías enamorado de él? Me fuiste infiel!
-no fue...mi culpa...yo...no...tampoco...de él...
-¿Por qué me mientes Hinata? no te creía capaz de eso!-le grito para mirarla directamente, ella podía ver la ira en su mirada, la rabia y el dolor en él
-Na...Naruto...yo...
-¿Qué? ¿acaso vas a negarlo? Tu padre te encontró en su cama, revolcándote con él
-no...es decir...yo...-no tenia las fuerzas para defenderse si quiera-te amo...
-no me mientas!
-no te miento...-musito-perdóname, por favor...
-solo quería que supieras que no te perdonare, y tampoco a él, y olvídate de mi!- sin mas se retirarla desesperándola aun mas, no quería perder al amor de su vida saliendo corriendo tras él
-Naruto!-grito perdiendo el equilibrio en un mareo que la hizo caer hacia la baranda, sin embargo, este quebró haciéndola caer, mientras Naruto veía impactado la situación quedando paralizado al ver a la chica caer al suelo desde una alta distancia
-HINATA!!!!
(...)
La tinta, cayo sobre la mesa del escritorio del Kazekage, Gaara se puso de pie desconcertado con un extraño presentimiento en su corazón, cuando Matsuri abrió la puerta alarmada con la respiración agitada
-lord Gaara, su esposa...
(...)
Allí se encontraba de pie frente al pasillo del hospital, Kankuro y Temari esperaban sentados y preocupados por lo que había sucedido, mas de lo que ya sabían, sin mencionarle nada al peli rojo, abriendo la puerta de la habitación el medico tratante de la oji perla
-lord Kazekage
-¿Cómo esta mi esposa?
-ella esta estable dentro de su gravedad, tuvo una lesión muy grave en su cabeza, su pierna derecha tuvo fracturas, y su brazo izquierdo también y la muñeca derecha de la joven con una contusión fue una fuerte caída, y lamento decirle que...
-¿Qué?-insistió impaciente-necesita donación de sangre o algo
-no-contesto algo nervioso el profesional- al llegar lo primero que hicimos es hacerle un examen sobre si estaba embarazada-el rostro de los hermanos de la arena no tenia comparación, mientras que Gaara aun no salía del shock
-perdió a su bebe, lord Kazekage, lo siento-pronuncio mientras que el peli rojo solo sentía que todo su mundo se nublaba por completo, bajando su mirada escondiéndola bajo su flequillo
-¿puedo ver a mi esposa?-pregunto, el profesional solo asintió abriendo su pierna con cautela, viéndola sobre la cama, con aparatos que solo trataban de mantenerla con vida, una venda gruesa en su cabeza, tomando su mano con delicadeza, al escuchar que la puerta se cerraba sigilosamente –Hinata...lo siento...lo siento....-lloraba como nunca antes en su vida-perdóname...- sollozaba con fuerza, sus hermanos escuchaban los lamentos del peli rojo del otro lado, ambos aguardaban en silencio, sin duda seria un día que jamás olvidaran
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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, gracias por apoyar la historia, muchas gracias por leer y comentar, mil abrazos!!!!
proximamente.......................Capitulo 6 ¿Otra oportunidad?...
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