Prologo
Una mañana bastante tranquila, la paz reinaba en la gran capital, personas que salían para hacer sus labores de trabajo o estudiantil, una parte lo hacia animadamente y la otra no tanto, mientras tanto en el exterior de aquella civilización, mas especifico en un bosque frondoso se puede observar una cabaña de madera la cual se encontraba un poco alejado de la orilla de un hermoso rio, en la parte trasera se encontraba un gran huerto con una gran variedad de frutas y verduras muy bien mantenidas, a lo lejos se visualiza la silueta de un hombre con un peinado en puntas, que al parecer estaba realizando un entrenamiento mental, al distinguir bien, se trata de Son goku el cual vestía con su clásico dogi de pelea, después de unos segundos el azabache abriría sus ojos dando un suspiro relajado.
"Creo que fue suficiente entrenamiento por ahora"-hablo el azabache con una sonrisa, para posteriormente levantarse.
"Ya ha pasado mucho tiempo desde que nos enfrentamos a freezer, la tierra volvió a la normalidad y no se han presentado enemigos que la pongan en peligro"-indagó el pelinegro en sus pensamientos, mientras iba rumbo a su hogar.
"A decir verdad, estoy aburrido por no poder enfrentar a sujetos fuertes"-continuo el azabache suspirando decaído.
El sayajin entraría a su cabaña, caminando a paso tranquilo, para posteriormente sentarse en un sillón de la gran sala.
"Aun no entiendo muy bien eso que me pidió milk, ¿cómo era que se llamaba?"-se pregunto a si mismo posando su mano en su barbilla, con expresión de duda.
"Si no mal recuerdo creo que se llamaba divorcio o algo asi"-recordó el azabache con tranquilidad.
"Por lo que me explico bulma, es cuando una pareja de casados se separa por diferentes situaciones y no vuelven a vivir juntos, lo que me confundió fue cuando se lo dije por primera vez ella dio un enorme grito que creo se escucho por toda la corporación, pero ese grito aparte de tener sorpresa, tuvo otra emoción, era... ¿enojo?, quien sabe, después de explicarme lo que sucede, me ofreció vivir en la corporación cápsula, lo cual rechace diciéndole que no era necesario que yo ya habia encontrado un lugar para vivir, a lo que ella comprendió, aunque eso no impidió que me diera algunas cosas para que viviera mas comodo, trate de rechazarlo pero, me dio una mirada que no prometía nada bueno, y al final termine aceptando"-concluyo en sus pensamientos con una sonrisa nerviosa, pero agradecido por el apoyo de su mejor amiga.
De pronto se escucharía un gruñido, de tal vez un animal salvaje, pero en realidad fue el estomago del azabache que solo dio una pequeña risa.
"Vaya, el entrenamiento me dejo con hambre, sera mejor irme a preparar algo para comer"-hablo el sayajin, levantándose de su lugar y dirigirse a su cocina.
Ubicación: Corporación Cápsula.
Una empresa con la mejor tecnología de todo el planeta dirigida por la familia briefs, en su gran patio se visualiza al príncipe de los sayajin, quien se encontraba de brazos cruzados con los ojos cerrados meditando, pero su meditacion se vio interrumpida cuando escucho algunos susurros, abriendo sus ojos un poco fastidiado por ser molestado, miro a sus espaldas con el pensamiento de que era algún empleado que pasaba por ahi, su rostro reflejo confusión al no ver a nadie, trato de sentir la energía de aquel individuo pero no sintió nada cerca, el príncipe se puso en alerta por un posible ataque sorpresa.
"Seas quien seas, mas te vale mostrarte"-exclamo con voz autoritaria.
Un profundo silencio fue su única respuesta, el pelinegro pensó que se estaba volviendo loco, volvió su vista adelante, pero grande fue su sorpresa al ver una figura de estatura un poco alta vestida con una enorme capucha de color oscuro impidiendo saber la identidad del sujeto, el príncipe dio un salto hacia atrás para tomar distancia, colocándose en pose de pelea estando alerta.
"¿En que momento apareció?"-fue lo que pensó asombrado, por no percatarse de su presencia.
"¡Quien eres!"-exclamo seriamente, mas como una orden que pregunta.
"Nadie importante, solo vine a charlar con el príncipe de los sayajin"-respondió el encapuchado, con voz profunda y distorsionada.
"Déjate de tonterías, no creo que hayas aparecido solo para hablar"-contesto un poco molesto-"responde a mi pregunta"-
"Vaya, al parecer no te andas con juegos, bien, iré al grano, estoy aqui por una sola razón"-dijo el encapuchado-"y es ver muerto a Son Goku"-
Los ojos del príncipe se abrieron en señal de sorpresa-"¿Asesinar a Kakaroto?"-Fue la duda que se hizo en su mente, antes de poder decir una palabra el encapuchado hablo.
"Si te preguntas el por que, la respuesta es fácil, el representará una amenaza, no solo para este universo si no para todo los universos en general, y es por eso que Son Goku debe desaparecer de la existencia"-justificó el encapuchado con voz seria.
El pelinegro se impresionó por lo dicho de aquel ente encapuchado, "¿Universos?", "¿Hay mas de uno?", pensó el príncipe asombrado, pero...
"Como se que no me estas mintiendo"-cuestiono con voz seria, no se iba a dejar engañar tan fácilmente.
"Je, vaya al parecer eres igual a como me describieron, bueno te lo mostrare"-hablo el encapuchado, extendiendo su mano en dirección del azabache, de esta comenzó a salir una energía de color oscuro con toques rojizos.
El príncipe con mas guardia que antes, espero aquel ataque, parpadeo y de un segundo a otro se encontraba en un espacio totalmente oscuro, no viéndose mas que la infinita oscuridad.
"¿Que paso?, ¿donde estoy?"-esas y mas preguntas rondaban en la mente del principe.
"Querías que te mostrara pruebas, aqui las tienes"-hablaría el ente a espaldas del príncipe, una pantalla de energía apareciera enfrente de ellos.
La enorme pantalla mostró una ciudad donde reinaba la paz, familias disfrutando de la vida, conviviendo y riendo, no habia maldad en aquella ciudad.
"¿Que tiene que ver esto?"-pregunto el azabache.
"Solo sigue observando"-fue la única respuesta que le dio.
El sayajin se fastidio y solo siguió observando.
Todo era un hermoso paisaje, un verdadero paraíso, pero...
De un momento a otro la imagen cambio a la misma ciudad en completa destrucción; caos, gritos, lamentos y suplicas era lo que escuchaba, parecía que el infierno se transporto a la tierra.
El sayajin miraba esto un poco sorprendido por el cambio tan repentino que habia ocurrido. Antes de que hiciera una pregunta; vio una figura flotando en el cielo, frunció su mirada para tener una mejor visualización.
Sus ojos se abrieron a mas no poder, aquella figura que veía flotando era...
"¿Kakaroto?"-se pregunto impactado, el rostro de el sayajin criado en la tierra ya no era de aquel niño inmaduro, amable e inocente, teniendo ahora una llena de malicia y sadismo. La ropa anaranjada que siempre traía puesta, ahora adornada con el liquido vital de los humanos. Parecía disfrutar de aquel caos.
"Esto no solo ha pasado en aquel lugar, hay varios casos como este"-hablaría el encapuchado; haciendo aparecer mas pantallas que mostraban diferentes planetas y civilizaciones siendo arrasadas y extinguidas por el sayajin quien no dejaba de mostrar una sonrisa de maldad y diversión.
Mientras el peli punta observaba la escena frente a él, soltó una risa que heló la sangre del príncipe. Su risa era pura maldad, un sonido diabólico que parecía salir desde el mismísimo infierno. El azabache continuó riendo mientras su rostro se contorsionaba en una mueca grotesca que afirmaba su dominio sobre sus víctimas. Cada vez que se llevaba las manos a la boca, la risa resonaba aún más fuerte, haciendo que el príncipe le recorriera un escalofrío por toda su columna vertebral ante el malvado poder de quien veía.
Incredulidad, era la palabra adecuada para describir el rostro del peli flama, su mente aun no lograba procesar aquella escena; "¿En serio era Kakaroto?"-se cuestiono, con mas preguntas que antes.
Al ver esto, deshizo las pantallas que mostraban la "amenaza del multiverso dimensional", como lo habían nombrado.
"Entonces... ¿aun tienes dudas?"-
cuestiono con esa voz profunda y distorsionada.
El príncipe se quedo en silencio, asimilando lo que habia visto, si tuviera los mismos ideales cuando era conquistador, hubiera disfrutado de aquella destrucción, y aunque no lo admitiera, Kakaroto hubiera sido un buen compañero de conquistas, pero...
Le tomo cariño a la tierra experimento varios sentimientos terrícolas, tuvo una familia increíble, y el solo el simple hecho de que todo eso le seria arrebatado, por aquella persona que lo habia superado incontables veces, lo llenaba de un sentimiento negativo... “ODIO“...
"¿Qué tienes en mente?"-pregunto con el rostro ensombrecido y con voz seria.
* * *
Al dia siguiente:
Ubicación: Casa de Goku
El sayajin criado en la tierra se encontraba cosechando sus frutas y verduras ya que era temporada, las distribuía en cajas con su respectivo producto, habiendo terminado las subiría en su auto volador. El pelinegro daría un pequeño suspiro de cansancio y felicidad, limpiándose con su brazo un poco de sudor, pues se habia llevado un buen rato cosechando y acomodando todo, aunque mas que nada contento, pues fue una gran cantidad de frutas y verduras que habia conseguido.
"Muy bien, con esto, estoy seguro que conseguiré mucho dinero, podre comprar bastante comida, y materiales para mejorar mi casa"-hablaría el peli punta con bastante emoción, subiendo a su auto y dirigirse a la capital para vender su mercancía.
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Horas después.
El peli punta conducía en dirección a su hogar con una sonrisa en su rostro.
"Vaya, me fue mejor de lo que creí, logre vender toda mi mercancía, inclusive tuve que regresar otra vez para traer mercancía que tenia guardada"-Lo diría en su mente, mirando a su lado derecho; unos cuantos sobres de papel junto a una enorme bolsa que contenía los alimentos que habia comprado.
"Aun no comprendo, por que hay personas que en vez de trabajar tienen que cometer crímenes para obtener dinero"-continuo con sus pensamientos confundido, dando un suspiro de decepción, pues minutos antes, unos bandidos lo intentaron asaltar, aunque el tiro les salio por la culata por que goku simplemente los noqueó, para seguido llamar a krillin para que viniera a arrestar a los asaltantes.
"Bueno, ya que termine de trabajar, creo que iré a la casa de bulma y preguntarle a vegeta si quiere ir a entrenar con whis"-pensaría el pelinegro con una sonrisa de emoción, pues ya habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez que entreno con el angel guardián.
"Esta decidido, primero iré a dejar todas las cosas a mi casa, para despues utilizar la teletransportacion e ir mas rapido"-concluiría con una sonrisa, acelerando la velocidad de su automóvil volador.
Tal y como lo habia dicho, llego a su cabaña, dejo la bolsa de comida en la mesa del comedor, fue a su cuarto a quitarse su ropa de trabajo, para ponerse su dogi, colocando sus dedos en la frente se concentró para sentir la energía de vegeta.
Sus cejas se arquearon de arriba y abajo reflejando su confusión.
"Que raro, el ki de Vegeta no se encuentra en la corporación, esta... ¿en el templo de kami-sama?, ¿pero que hace allí?, aparte siento las energías de algunos de mis amigos incluyendo a la de el señor bills, ¿Que estarán haciendo?"-fue el pensamiento del azabache con duda, sin mas, utilizo la teletransportacion apareciendo en el patio del mítico templo. Miro por todos lados tratando de visualizar a sus amigos sin éxito, antes de poder decir algo, los vio salir de diferentes partes.
"Hola chicos, ¿que hacen por aqui?"-fue la pregunta delsayajin con duda.
No recibió respuesta, mirando a sus amigos los vio con una expresión seria, extrañado de esto preguntándose si habia sucedido algo, poniéndose igualmente serio.
"¿Se encuentran bien?"-preguntaría a sus amigos sin quitar su seriedad.
Un enorme silencio fue su única respuesta a su duda, un mal presentimiento carcome su ser, una inmensa tensión adornaba el lugar, el solo se limitaba a observar a sus amigos.
Hasta que...
"Claro que estamos bien goku, ¿por que no lo estaríamos? "-respondió krillin a la duda de su amigo, mientras daba una sonrisa.
Todos solo sonrieron al sayajin dando a entender que no pasaba nada. El sayajin suspiro de alivio ya que el pensó que habia ocurrido algo malo.
"Me alegro, pero, eso no responde a mi primera pregunta"-hablaría el azabache, aun teniendo curiosidad.
No recibió respuesta alguna, en cambio krillin comenzó a caminar a su dirección a paso lento, se extraño de esto, pues todos se comportaban de manera extraña, cuando llego a su posición lo miro a los ojos aun manteniendo una sonrisa en su rostro.
"¿En serio quieres saberlo?"-le pregunto al pelinegro, quien respondió con un asentimiento.-"agachate"-.
El pelinegro se confundió por esto, pero de igual forma obedeció bajando un poco su cuerpo y se posicionó a la altura de su mejor amigo. Espero la repuesta de la persona delante de el, miro que el se acerco a su oído, "¿era algo privado para decírselo en su oído?"-fue lo que se pregunto mentalmente.
"La razón por la que estamos todos reunidos, es para acabar contigo maldito bastardo"-susurro con una voz llena de odio.
Sorprendido por tal declaración, se quedo estático en su lugar, asimilando lo que escucho, antes de siquiera pronunciar o hacer un movimiento, sintió un ardor infernal en la parte de su estomago, bajo lentamente su mirada, quedando horrorizado por lo que vio, su amigo...
No... su hermano en todo menos sangre, atravesando sus órganos con un sable de energía en su mano derecha, mientras el lo miraba con odio y repudio, sangre escurrió de sus labios y estomago, empezo a sentir frío, un dolor indescriptible, si bien ya habia sufrido heridas de este grado, habia algo nuevo en esto, no sentía el dolor en el estomago, si no el corazón.
"¿P-Por qué?"—murmuro con incredulidad.
"Esto es por el bien de todos, tu debes desaparecer Son Goku"-confeso fríamente, mientras lentamente retiraba aquella arma de energía causándole mas dolor a Goku.
Apoyándose de una de sus piernas para no caer, fallando en el intento, cayendo en seco, perdiendo sangre a una velocidad peligrosa. Los demás amigos de goku se acercaron al cuerpo moribundo del mencionado, solo para ser pisoteado por su 'familia' que defendió con su vida, golpeado, pateado, escupido, abofeteado, insultado, acusándolo de un maldito traidor y asesino, "¿Por que hacen esto, que fue lo que hice?"-preguntas que se hacia en su mente, ni siquiera tenia las fuerzas como para defenderse, todo paso de repente.
"Basta, Basta, por favor, deténganse"-trataba de formular aquellas oraciones, pero se hicieron de oídos sordos y lo siguieron torturando, rompiéndole varios huesos, sufriendo un dolor inmenso, solo escuchando los gritos de agonía.
Tirado en el suelo como basura, el sayajin criado en la tierra apenas consiente por las heridas y la excesiva cantidad de sangre perdida mantenía los ojos abiertos a duras penas al borde la muerte.
"Ya fue suficiente con eso"-dijo beerus limpiándose las manos.-"Ahora es tiempo de acabar con esto".
El dios de la destrucción agarro de los cabellos al pelipunta que poco o nada podia hacer para zafarse. Colocándose al frente de la puerta de la habitación del tiempo, alzo al guerrero de cabellera azabache a la altura de su rostro.
"Creía que tu eras diferente a los de tu especie, pero resultaste ser la misma escoria que ellos"-gruño con desprecio para de manera cruel lanzar a nuestro protagonista adentro, deslizándose por el blanco suelo, ahora pintado de color carmesí.
El peli punta levanto la mirada observando a todas las personas que el considero mas que amigos... Una familia. Una innumerable cantidad de recuerdos inundaron su mente, recordó cuando los conoció por primera vez, aquellos felices momentos...
"Acaso..."
"No significo algo...?"-murmuró débilmente con la vista nublada, apenas lograba distinguir las siluetas de sus verdugos, quienes lo observaban con miradas indiferentes.
"Esto se termina ahora... Son Goku, reconozco que fuiste un guerrero formidable, como admirable... Sin embargo eso no quita el hecho que eres alguien peligroso para todos, espero que te pudras en ese lugar como la escoria eres"-demostró en aquellas palabras, su respeto, como su desagrado al guerrero de cabellera oscura.
Sostuvo con su mano izquierda la puerta de aquella dimensión cerrando esta misma de manera lenta, el azabache solo podia ver con impotencia y desesperación por aquel acto, trato con todas sus fuerzas levantarse y gritar que esperaran, mas sus esfuerzos fueron en vano, lo ultimo que vio fue las miradas de odio y asco de su 'familia'.
Un sonido hueco fue lo que resonó en aquella sala infinita, un silencio sepulcral rondaba en el aire, el guerrero de corazón noble...
Fue traicionado...
Su mirada en el suelo, una mirada vacía, sin expresión, "¿por que lo hicieron?", esa pregunta se repetía una y otra vez sin sesar, antes apoyado en su brazos para tratar de levantarse, se dejo caer al frío suelo de la habitación, su mejilla recostada en el blanco suelo.
"Supongo que... e-este es mi final..."-Pronuncio resignado estas palabras con dolor, no solo físico sino mental, parece ser que este era el final del guerrero dorado, aquella llama que brotaba en su interior, se iba extinguiendo de manera lenta.
"Al menos... podre reunirme con... mi abuelito"-hablo débilmente el Son mayor con una sonrisa debil, poco a poco sus ojos se iban cerrando, tal parece que la leyenda de el legendario super sayajin 'Son Goku'... llego a su fin...
O eso creía
Apunto de cerrar completamente los ojos, observo a unos metros un objeto diminuto de color verde.
"Acaso es..."-pensó sorprendido y con esperanza, pues lo que veía era su salvación, una semilla del ermitaño.
Sacando fuerzas de su voluntad y de vivir, se fue arrastrando hacia aquella semilla.
Su visión se hacia borrosa, sus músculos palpitando por el sobreesfuerzo, una gran fatiga comenzaba llenar su cuerpo, pero sin importar que, continuo avanzado con una determinación admirable, la muerte reclama su alma, mas el se negaba y se aferraba mas a sus deseos de vivir.
Faltando tan solo un metro de distancia su brazo izquierdo dejo de responderle, seguido de sus piernas, el frío aun mas fuerte que antes hacia que su recorrido fuera mas difícil.
"Maldición...
no puedo rendirme aún, he llegado tan lejos...
mi cuerpo no responde, solo me queda mi brazo...
NO IMPORTA QUE MI CUERPO NO RESPONDA, MIENTRAS AUN TENGA UN BRAZO, SEGUIRÉ ADELANTE!!!"—Soltando un grito de guerra siguió con su único brazo, faltando tan solo centímetros, su brazo comenzó a decaer poco a poco.
"No, no puede ser, si caigo ahora sera mi fin, no me que mas remedio"-Penso en sus adentros, y con un ultimo esfuerzo, dio un tirón a su cuerpo cayendo de cara.
El silencio se hizo presente una vez mas, acaso... ¿falleció antes de poder tomar la semilla?...
No...
Un sonido crujiente se escucho de parte del sayajin, mas especifico en su boca, al parecer logro calcular su boca para atrapar la semilla, ya habiendo masticado bien, procedió a pasársela, recuperando sus energías y sanando sus heridas al instante, se volteo boca arriba, observando el enorme espacio blanquecino de aquella dimensión, a pesar de poder lograr sobrevivir y ganarle a la muerte...
"¿Ahora que seguía?"—se hizo esa pregunta, ya no tenia a donde ir, sus 'amigos' lo odiaban por una razón desconocida para el.
"¿Qué debería hacer ahora?"—Continuo cuestionando, no tenia idea de que hacer, todo fue tan rapido.
"Por que ellos... me hicieron esto?"—lanzo esa pregunta al aire, sin embargo nadie dio respuesta.
"Debe haber alguna respuesta a esto, no creo que simplemente me golpearan y me arrojarán aqui, debe haber una razón... una razón que voy descubrir"—se dijo mentalmente con seriedad, manteniendo la fe de que esto debió ser por algo.
Levantándose del suelo de aquella dimensión, se puso a meditar cada posible respuesta correcta, del quien o quienes fueron los verdaderos responsables.
"Vaya, nunca creí verte de manera tan analítica"—El son mayor se exaltó de la repentina voz, la cual reflejaba un poco de burla.
"!¿Quién esta ahí?!"—Exclamo poniéndose alerta y con semblante serio el azabache, mirando a todos lados tratando de encontrar el origen de aquella voz, fallando en el intento.
"Tranquilo, no te alarmas, no te voy hacer daño"—Explico al guerrero de cabellera oscura, con un tono sereno.
"Sera mejor que te muestres"—Demando sin dejar de estar en guardia, pues no sentía su energía, algo que lo desconcertó.
"Bueno"—Hablo aquella misteriosa voz con simpleza."Estoy detrás de ti"—Declaro, el peli negro se dio la vuelta rápidamente.
Lo que observo lo dejo anonadado, pues quien tenia en frente suyo... ¿era el?
"Cierra la boca o te comerás una mosca"—Formulo aquellas palabras burlonamente, ante aquella declaración, el peli punta se sacudió la cabeza para acomodar sus pensamientos, aun no entendía lo que pasaba, solo seguía observando aquella figura parecida a el.
"¿Quien... eres tu?..."—Musito aquellas palabras aun con dudas.
"Uh?, oh cierto, donde estan mis modales? "—Declaro con una sonrisa, inclinando un poco su cuerpo y colocando su mano en el pecho.
"Mi nombre es...
Kakaroto, y soy tu reencarnación"—Expuso con una expresión y sonrisa serena, tal declaración hizo que los ojos del Son mayor se abrieran de para en par, teniendo mas preguntas que respuestas.
Fin de Capitulo
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