POV _____

—¡Pequeña dulzura!—exclamó una voz a lo lejos e, instantáneamente, supe de quién se trataba.

Me acerqué de a poco, la mansión parecía ser cada vez más grande... Vaya que cambiaron cosas desde mi ausencia.

Levanté la mirada y sentí unos brazos que rodeaban mi cuerpo en un dulce y tierno abrazo, no podía mentir, uno que yo esperaba hace mucho tiempo.

Me aferré al cuerpo contrario con fuerza, sintiendo el ahora tan dulce y peculiar del perfume de esa persona tan especial para mí.

Me acariciaba el cabello y yo solté un suspiro, ese simple tacto me remontaba a mi niñez, cuando ella me acariciaba el cabello hasta que me durmiera en sus brazos.

—Te extrañé mucho, Naty.—susurré, sintiendo lágrimas resbalando por mis mejillas.

—Y no sabes cuánto te extrañé yo, querida.—se separó de mí y me regaló una dulce sonrisa—Tu padrino está ansioso por verte.

Yo hice un puchero. Extrañaba a mi padrino, pero también extrañaba pasar tiempo con Naty, ella era la única que estuvo conmigo siempre, después de mi tía Emy.

Su cabello no cambió mucho, solo que ahora lo usaba en un moño alto. Recuerdo cuando lo usaba en una coleta, pero siempre con su distintivo mechón rojo en el fleco.

Me miró se arriba hacia abajo, como si estuviera analizando cuánto cambié en todo ese tiempo.

—Estás más hermosa que nunca, corazón. Siempre lo fuiste, solo que ahora no lo ocultas.

Vaya, si que extrañaba esos cumplidos.

—Gracias, Naty
—susurré—, ¿Me vas a acompañar con mi padrino?

Ella asintió y caminamos hacia el interior de la mansión.

Yo admiraba todo, la arquitectura, la decoración no cambió mucho... Pero, al ver el gran retrato que estaba en la escalera se me partió el corazón.

Esa expresión de tristeza que tenía Adrien, esa mueca de dolor y los ojos sin su brillo especial... Dios, dolía menos un balazo.

Cuando lo vi, después de dos largos años, sentí mi mundo completo otra vez.

Me recibió con un gran abrazo, sonreía y esa sonrisa de me contagió. Mi padrino seguía igual que siempre, pero con más arrugas.

—Cariño, estás de nuevo en casa.—murmuró y yo sonreí a más no poder.

Si que extrañé a este viejito.

♡°✿°♡

Mi cuerpo reposaba sobre la fría pared del instituto, miraba el celular mientras chusmeaba las redes sociales.

Alcé una ceja y formé una sonrisa en mis labios cuando encontré lo que estaba buscando.

"La misteriosa desaparición de ____, la joven estrella fue vista por última vez en el aeropuerto".

La gente si que podía ser flashera en muchas ocasiones. Estoy desaparecida y ni yo lo sabía.

Jaja, que Crazy.

Solté una risita y escuché una campana sonar. Miré hacia la entrada de la escuela y muchos estudiantes comenzaron a salir.

Busqué con la mirada, hasta que me fijé en un cabello rubio artificial y sonreí.

—¿Al cine en la tarde?—preguntó el moreno, logrando captar mi atención.

Me asomé un poco, pero parecía que estaba usando el celular. Quizás estaba mal... Pero yo no busco el chisme, el chisme me busca a mí.

Mis ojos viajaron a las dos chicas que estaban detrás de ellos, analicé a ambas, y no era difícil darse cuenta de las cosas.

La tal Marlett parecía ansiosa, estaba sonrojada y abrazando a su mejor amiga, la cual estaba, a mi parecer, amenazando a Nino para que hiciera tal propuesta.

Entrecerré mis ojos, reconocía ese comportamiento, esas mejillas sonrojadas y esa expresión, pero, lo más evidente, era como miraba fijamente a Adrien.

A Marlett le gustaba el peli teñido. Pero la princesa Adrien dijo que no estaba interesado en alguna relación amorosa.

Uhhh, ¡líos amorosos!

Me encanta como suena eso. Okey, no tanto en realidad.

—No sé si mi padre me lo permita, está muy ocupado con el trabajo y yo debo hacer más sesiones de fotos.

Mentiroso, Adrien mentiroso. Mi padrino se tomó unas mini vacaciones del trabajo solo porque yo llegué a la ciudad, y las secciones serían en dos días.

Te vas a ir al infierno por mentir, Agreste... Espera, si él va al infierno por mentir, yo me voy al infierno por todo lo que leo.

Bueno, al menos voy a arder con mi bestie. Juntos incluso en el infierno.

—Vamos, viejo, será con Alya, Marinette y nosotros—dijo y tomó a Adrien del hombro—, nada de otro mundo.

¡Marinette! Así se llama.

—Intentaré conseguir el permiso, pero no prometo nada.—mi mejor amigo habló y parecía cansado.

El rubio miraba de reojo la calle, parecía estar esperando a alguien. Y allí recordé que iríamos juntos a casa.

Sip, después de llorar un poco conseguí que Gabriel Agreste me dejara ir con Adrien sin el guardaespaldas.

Me cansé de esperar tanto, di unos pasos al frente y llamé la atención de los cuatro jóvenes.

Ellos me miraron, juro que vi como las dos chicas se pusieron pálidas.

Adrien me sonrió, bajó las escaleras apresurado y me abrazó con fuerza.

De tantos abrazos me voy a quedar sin aire.

Yo sonreí y, por una milésima de segundo, me sentí más importante que cualquier otra mujer en la vida de Adrien... Excepto por Naty y Emy, ellas son sus más grandes adoraciones.

—Mi dulce y querida ____.- susurró cerca de mi oído.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, él me miró de reojo y sonrió con arrogancia.

Carajo, ¿Cómo hacía para parecer tan dulce?

Me siento una presa... Eso no es bueno, me gusta, pero no es bueno.

Solo sonreí y miré a los demás.

Nino estaba sonriendo forzadamente, Alya parecía molesta, y la peli azul parecía estar a punto de llorar.

No me gusta eso, parece que yo le estoy quitando a su novio, ¡Pero ellos no son nada!

No veo a Adrien de esa forma. Además, nunca sería tan tonta como para pelear por un hombre.

Como dice mi mamá: los hombres son un accesorio, no una necesidad.

Me acerqué a Nino y lo saludé chocando los puños. Tenía la intensión de acercarme a ellas y saludar, iniciar un conversación y hacernos amigas quizás.

A

drien y Nino volvieron a hablar de quién sabe qué, yo solo me acerqué a ellas.

—¡Hola, chicas!—saludé sonriente.

Alya me miró con indiferencia, pero Marinette me sonrió y saludó como si nada.

—_____, estábamos planeando ir al cine—dije la azabache, sip, eso lo sabía —. ¿Quieres venir con no...—

—Marinette, no.—la morena interrumpió, tomando por sorpresa a la azabache y a mí también— la salida es de cuatro, una doble cita, Adrien y tú, Nino y yo.

Me quedé callada... Siento que no le agrado a esa chica.

—Ella puede ir, después de todo es importante para Adrien.—susurró Marinette, juro que podía escuchar su corazón partirse.

—No creo que Adrien se muera por estar lejos de su mejor amiga.—me encogí de hombros, tratando de aligerar el ambiente tenso.

Ellas me miraron, entre sorprendidas y confundidas.

—¿Solo eso?—preguntó Alya, yo asentí sonriendo pero intimidada.

—¡Sí!—exclamó la peli azul, parecía demasiado feliz por lo que dije—¿Lo ves? ¡No hay que preocuparnos por ella!

Ya me perdí. Ladeo mi cabeza mientras les miró confundida.

—Es que... Creí... Tú y él, estaban muy juntos.—Hablaba con dificultad, parecía verdaderamente nerviosa.

—Ella está enamorada de Adrien y pensaba que tú estarías interesada en él.—explicó sin más su mejor amiga.

No era la primera vez que creían que Adrien y yo éramos algo más que amigos, pero, por alguna extraña razón, me gustaba ella lo pensaran así.

—No... Solo es mi mejor amigo.

—¡Que bueno! Entonces podremos ir al cine, iniciaré una conversación, hablaremos sobre nosotros, tendremos más salidas solo nosotros juntos, nos volveremos más cercanos, tendremos una relación romántica, nos casaremos, tendremos 3, no, 4 hijos, un perro, un ga...—

Dejé de escucharla por un momento. Mis ojos estaban más que abiertos, mi corazón latía muy rápido y mi cerebro no podía procesar toda la información.

Esta chica si que es intensa... Hasta yo me asusté.

El verdadero "ya me imaginé una vida juntos".

Su mejor amiga la calmó, pero me vieron sorprendida y se pusieron a susurrar.

—Podremos ir al cien, las sesiones de foto terminan a las 16:30, si vamos al cine llegaremos a la película de 17:00, es una romántica ¡Tendré más oportunidad con él!

—Pero... Su sesión de fotos se pasó para las 17 PM.—susurré sorprendida, ella me miró y encendió su celular.

—Si, pero podemos llegar a ver otra película si vamos después—dijo mientras miraba su celular—. O podemos ir mañana luego de sus clases de esgrima, terminan a las 15:30, con 5 minutos de más si él profesor pide ver un repaso de la última clase.

Okey... Si yo fuera Adrien ya le pondría una denuncia por acoso a esa chica.

Y una orden de alejamiento no estaría mal... Lo estoy considerando.

—_____, vamos caminando.—me habló Adrien, yo solo pude asentir y me fui rápidamente a su lado.

Me despedí ligeramente de los demás, tomé su brazo y comenzamos a caminar directo a la mansión.

Él parecía darse cuenta de que no estaba bien. Yo seguía sorprendida por todo eso, sobre esa chica.

Ni yo estoy tan loca por mis amores ficticios.

Marinette da miedo.

—¿Sucede algo, ____?—me preguntó preocupado.

Lo miré y noté su preocupación. Estábamos lejos del colegio, pero nada me garantizaba que esa loca no nos estuviera siguiendo.

—Marinette... ¿Qué onda con ella?—traté de ser lo más disimulada posible.

—Ella es solo una amiga.—sonrió como si nada.

—Amiga las pelotas, Agreste.—hablé seria, tomando por sorpresa al rubio.

Él soltó un suspiro y se quedó quieto frente a mí.

—Si es por lo que ella siente por mí, no puedo hacer nada, ____.—me dijo.

Al menos lo sabía, pero parece no saber que es blanco de un acoso diario.

—Al menos lo sabes...—bajé la mirada—solo, ten cuidado con esa chica... Es, algo intensa.

—Marinette no sabe disimular muy bien lo que siente.—sonrió dulcemente.

Rayos, él no podía ser tan inocente.

—Pero da miedo...

—Solo intenta ser amable, estoy seguro que se llevarán muy bien y serán grandes amigas.

—Me parece que la tintura te está haciendo daño, Adrien.

—¡Soy natural!—frunció el ceño y me miró—Falsa tu inocencia, amiga.

—Ya lo sé, no tienes que decirlo, querido.—me encogí de hombros y seguí mi camino.

Estoy pensando seriamente lo de hacer la denuncia...

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¡Holaaaa!

Sip, tarde pero seguro :)

PD: lamento si hay errores.♡