Hogar, dulce hogar.
POV ____
Mis ojos veían a todas las direcciones posibles, el auto seguía en movimiento mientras yo disfrutaba el hermoso paisaje de Paris.
La ciudad del amor le decía, para mi era así también. Todos mis seres queridos estaban aquí, las personas más importantes en mi vida vivían en este lugar, y era momento de que yo también lo hiciera.
Todos menos tú, mamá...
Y tú ya estás volando por el cielo, papá...
Sonreír al recordar a mis progenitores, miré el cielo desde la ventanilla y sentí algunas lagrimas caer por mis mejillas. Lo extrañaba, cada día de mi vida y con todas mis fuerzas.
La voz del chofer me sacó de mis pensamientos, ya llegamos, ya estábamos en mi destino, donde yo bajaría del auto y comenzaría casi de cero.
La mansión Agreste...
-Adrien-
Solté un suspiro mientras bajaba la mirada, me estaba cansando de ese tema de conversación. Todos estaban reunidos, Alya, Marinette, Kim, Alix y Nino, quien se reía mientras intentaba sacarme la verdad.
—¡Vamos, amigo!— exclamó haciendo un movimiento exagerado con las manos, me miró con suplica y yo negué con la cabeza.
—Ya lo dije, Nino. —desvié la mirada hacia las chicas, donde Alya sonreía, Mari parecía demasiado contenta y Alix miraba incomoda.
¿Por qué llegué a esta situación?
Una fan que también estudiaba en el colegio con nosotros, me dio una carta donde me declaraba su amor. La tomé, pero rechacé la propuesta, pues, simplemente no sentía nada por ella.
Ni siquiera había visto a la chica en toda mi vida, no conocía ni su existencia.
Ella se alejó llorando, y yo rogaba que no hubiera una akumatización ese día. Estaba demasiado cansado como para pelear.
—¡Di quien te gusta!— ordenó, Alya lo sostenía de los hombros como si estuviera tratando de detenerlo.
—Nino, calma...—susurró nerviosa.
Yo caminaba un poco aleja de ellos, yendo para la salida del colegio. Ante la insistencia de mi mejor amigo, volteé a verlos, Nino parecía molesto.
Desvié la mirada y vi a la azabache, ella parecía triste, yo bajé la mirada entendiendo de donde salió ese tema de conversación. Estaba un poco decepcionado, no lo voy a negar.
Todos parecían querer forzarme a sentir algo por ella, Mari no tiene la culpa... Pero no siento nada más que una amistad por ella. Y me molestaba que Nino parecía querer que yo fuera algo más que amigos con ella.
Alya quería calmar a Nino, ahora era uno de esos momentos donde parecía se estaba desesperando por mi respuesta.
No, no me gusta nadie. Solo una chica que sé que nunca corresponderá a mis sentimientos.
—Nadie, Nino, no amo a ninguna chica.—solté fríamente, si, ellos no tiene la culpa de mi mal humor, pero ese momento comenzaba a cansarme todo lo que hacían por la azabache y sus sentimientos hacia mí.
Pude ver sus caras de aparente decepción... ¿Qué quieren que haga?
—Oh, entonces parece que dejé de ser el amor de tu vida, ricitos de oro.—exclamó una voz bastante familiar.
Mi corazón se detuvo al escuchar esa voz, que seguía siendo tan perfecta y que causaba tantas cosas en mí. Débilmente, me volteé para verla.
Estaba allí, parada en la entrada del colegio. Seguía siendo tan hermosa como siempre, estaba tan perfecta como la última vez que la vi.
Un poco más alta, su cuerpo cambió, sus facciones maduraron... Pero seguía siendo ella, mi dulce ____.
Me sonrió, algo que causó un caos en todo mi cuerpo y alteró mi corazón. Sus pasos se acercaban a mí, poco a poco, lenta y tortuosamente.
Hice lo mismo, me fui acercando, pisaba fuerte el suelo, todo para comprobar que no era un sueño, una maldita ilusión y que, de verdad verdad, tenía a la chica más importante de mi vida otra vez junto a mí.
Sentí mi vida feliz otra vez... ¿Ese vacío que tenía en el pecho? ¿La sensación de soledad? Todo desapareció al verla.
Era como estar completo otra vez.
Cuando ya no resistí, importándome poco as miradas de todos sobre nosotros, corrí hasta ella y la atrapé entre mis brazos. Tenía miedo de soltarla y quedarme solo otra vez.
Ella me correspondió y la escuché reír. Allí me di cuenta que extrañé incluso como se burlaba de mí.
Podía llorar, tranquilamente podía romper en llanto frente a ella y a todos allí mismo. ¿Qué me impedía hacerlo? Nada, solo que quería guardar mis sentimientos para cuando estuviéramos solos y hablando sobre todo lo que nos pasó en esos 2 largos años lejos.
—¿Entonces, lo que escuché es verdad?—dijo y se alejó un poco de mí.
Miré algo confundido, con tanta emoción me olvidé de todo a mi alrededor, solo me concentraba en ella. ____ colocó una de sus manos en su pecho, parecía indignada e hizo un puchero de tristeza.
—Ya no sientes nada por mí, y yo que creí q...—
—Claro que siento cosas por ti, siento todo lo que podría sentir por una persona, de una forma indescriptible y perfecta, ____.—confesé sin pena alguna, todos a nuestro alrededor soltaron un jadeo sorprendidos.
Vaya, la gente si que está al pendiente de mi vida.
Ella sonrió, mostrando en su rostro un adorable sonrojo, el cual me encantaba causar en ella. Me miró directamente a los ojos y sentí mi mundo girar sin parar.
Me tomó de las mejillas y me dio un pequeño beso en la nariz, logrando que yo riera un poco decepcionado.
—Los besos en los labios son mejores.—murmuré, ella me miró con seriedad y frunció el ceño.
—No abuses, Agreste.—habló lo más seria que pudo, aunque, el sonrojo en sus mejilla me impedían tomarla en serio, solté una risita y asentí con la cabeza nada más.
Escuché como alguien tosió detrás de nosotros, y deseé, por un momento, estar con ella sin interrupciones.
Nino, Alya y Marinette nos miraban, cada uno con expresiones distintas en sus rostros.
Mi mejor amigo tenía una flamante sonrisa en el rostro, aparentemente feliz que ver esa escena. Alya parecía molesta, le entendía, pero ella también debía entenderme a mí... Y Mari, ella solo me miraba con desilusión.
Sentí como ____ se alejaba un poco de mi cuerpo, y, por costumbre, sujeté su cintura con más fuerza. Algunos a mi alrededor parecieron notarlo, ya que comenzaron a murmurar cosas.
—Hola, soy ____.—saludó con una hermosa sonrisa mientras aún seguía en mis brazos—Adrien, por favor.—pidió mirándome de reojo, a lo que yo negué con la cabeza.
—Nino, mejor amigo del rubio que parece no querer soltarte.—respondió con un tono alegre en su voz.
—Obvio que no quiero soltarla.—dije y ella me golpeó en el brazos, yo sonreí y miré a mis demás amigos.
____ miró a mis demás amigos y les sonrió, Kim levantó la mano al verla y eso me causó una molestia.
—Dime que estás soltera.—pidió mirando fijamente a mi mejor amiga.
—Ni la mires, Chiến Lê.—ordené entrecerrando mis ojos, y ganando más de una mirada sorprendida de todos ellos.
¿Desde cuando soy tan posesivo? Eso lo causa esa señorita, la que estoy sosteniendo entre mis brazos.
—Lo lamento, pero le soy fiel a mi novio.—ella dijo algo apenada.
—____, los personajes ficticios no cuentan como pareja.—dije respondí algo confundido.
—¡Claro que si cuando es amor de verdad!—exclamó molesta.
—Soy Alya, novia de Nino.—se acercó la mencionada—y ella es mi mejor amiga, Marinette.
La chica de ojos azules casi ni podía decir nada, sentía pena por ella sí, pero no puedo jugar con sus sentimientos...
—Encantada de conocerlas a ambas.—sonrió amablemente—¿ustedes estaban por ir a clases?
Mierda, olvidé las clases por completo.
—Si, pero esto es más interesante.—respondió Nino mientras se encogía de hombros.
—Mejor dejo que se vayan.—mi mejor amiga me miró y yo me desilusioné—Si, Agreste, debes ir a clases.
—Recién te encuentro y ya vuelvo a perderte.—solté un bufido.
—Ya, señor meloso, nos veremos en tu casa.—____ no le dio importancia a mis palabras y rodó los ojos.
—Us... ¿Ustedes vi... ven juntos?—pronunció con sorpresa Marinette, mientras se sujetaba del hombro de su amiga.
—Si, Gabriel me está esperando, le dije que vendría a saludarte.—me miró.
Hice un puchero, será infantil, pero así puedo demostrar mis emociones.
Ella me dio un beso en la mejilla antes de separarse por completo, se despidió de todos y se fue, no sin antes decirme que soy lo mejor que tiene el la vida y que me ama más que a nada, claro está...
¿A quién engaño? Yo le dije todo eso en un susurro, ella solo se río y asintió antes de irse mientras yo me sonrojaba a más no poder.
Se sentía raro decirle esas cosas a alguien con tanta libertad... Aunque, mis amigos no parecían saber el tipo de relación que llevo con ____.
Pobres, lo que les espera ver...
Todos se iban dispersando para entrar a clases, mi mirada pasó a ambas amigas que conversaban entre susurros que yo podía escuchar.
—Se mostraban demasiado cariñosos, Alya...—susurró Marinette con tristeza.
—Eso no significa que ellos sean cercanos.
¡JA! No tienen idea de lo cercanos que podíamos llegar a ser.
—Dijo que el padre de Adrien la esperaba, parece que se llevan bien, que el señor Agreste le tiene aprecio.—parecía triste cuando susurró eso.
Mi padre la adoraba, pero nadie tenía idea de cuanto lo hacía... Incluso yo dudaba a veces, porque parecía que mi padre la quería más a ella que a mí.
Solté una risita y deseé con todas mis fuerzas que el día pasara rápido para estar más tiempo junto a ____.
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¡Primero Capítulo listo!
Espero que me digan que opinan en los cometarios!
Les amor! <3
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