—Emilia —alce la vista —Tú turno.

—Pero todavía no llega...

—No podemos perder más tiempo, los dejamos hasta el último por que no llegaba, no podemos posponerlo. Lo siento.

Kevin alzó la mano.

—Yo puedo hacerlo con ella — En el salón comenzaron a hacernos sentir incómodos.

—¿Te parece bien Emilia? —me preguntó Gabriel.

—Si —Kevin tomó la guitarra —Gracias.

Y comenzamos a cantar la canción que había compuesto con Claudio.

(...)

—Claudio, más despacio.

—A ver, ¿No querías esto? —pregunté enojado.

—Si, pero estás actuando muy rudo.

—Pues así me gusta a mi. Si no quieres tener nada, vete.

—No... Claudio.

—No, mejor vete.

La chica sólo me miro y se fue azotando la puerta.

(...)

—Grandioso chicos. Ahora voy a escoger a cuatro parejas.

Todos estaban nerviosos menos yo, realmente no quería participar, pero era obligatorio hacerlo si estabas en el salón de música. Además Claudio que era el más entusiasmado con esto, no se presentó y tanto que me hablaba del concurso hasta casi hartarme.

—Machu y León, Antonia y Ulises, Keiko y Silverio y...—Justo cuándo iba a decir a la quinta pareja entra Claudio.

—Perdón. Llegué demasiado tarde —miro a Gabriel.

—Pues si, estoy a punto de decir a los finalistas.

—¿Puedo participar?

—Pero Emilia ya ha cantado con Kevin —Kevin y Claudio me miraron, al igual que toda la gente que presenciaba la selección de finalistas y los concursantes.

—¿A fuerzas es en pareja? —preguntó triste.

—Si, lo siento.

—¿Quién era la quinta pareja? —pregunté a Gabriel.

—Kevin y tú. Ahora mismo voy a cambiar las listas para que parezca que el que se inscribió fue Kevin y los acepten—Claudio debía sentirse muy mal.

—¡Espera! —Me acerqué a Kevin — Por favor —Ya sabía lo que le pediría.

—Esta bien, pero que quede claro, lo hago por ti.

—Así se quedan las listas —Gabriel me miró y Claudio también, ambos sorprendidos.

—Si, Claudio y yo quedamos como finalistas.

—Kevin ¿Estas de acuerdo con esto? —le preguntó Gabriel.

—Si —me miró.

—Bueno, así será.

(...)

El "concurso" ya había finalizado, todos se habían ido a festejar con sus familiares menos yo.

—Emilia —Claudio me tomó del brazo — ¿Podemos hablar?

—De nada y... Felicidades —No tenía ganas de hablar.

—¿Qué tienes?

—Nada, en serio... Sólo estoy cansada.

—Querías cantar la canción con Kevin ¿No es así?

—No, es que...

—Emi, no hace falta mentir.

—No estoy mintiendo.

—Mírame a los ojos —le pidió — Ahora, júrame que no sientes nada por Kevin.

—Claudio...

—Júralo.

—Lo juro —después Claudio me besó... Ese beso no causaba nada en mi.

(...)

—Wey, no entiendo por que siguen juntos —León había escuchado nuestra pequeña plática.

—Ni yo lo sé... Hay algo dentro de mi que dice que debo seguir con él, no quiero que vuelva a las drogas —hable.

—Para eso tiene a Tony —me dijo.

—¡León! —lo regañó Machu — Emilia no lo puede abandonar así como así.

—Si, si puede.

Machu tomó su celular y salió de la cafetería enojada por la actitud de su novio. León se disculpo conmigo y  la siguió.

—Emilia —Antonia llegó.

—¿Si?

—Claudio es mi amigo y lo quiero muchísimo y sé que no debo meterme en su relación pero... ¿Por qué no das tú el paso?

—¿Qué paso?

—Claudio, tú y todos sabemos que su relación no da para más.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Terminalo tú.

No, yo no.