Capítulo Seis

Frustración

— hey humana berrinchuda.— kuuro volvió a suspirar, habían pasado dos días y Mei aún no despertaba.— vamos Mei, es aburrido aquí sin tí.

Desde la pelea de itadori y Todo contra la maldición, cuando el más grande la dejó inconciente la chica aún no despertaba y eso estaba preocupando al felino. Ambos tenían una conexión un tanto extraña ya que Mei al compartir su energía maldita con el, este podía sentir cuando algo andaba mal con la joven.

Mei estaba en su habitación "dormida", nadie entraba ahí a excepción de Shoko quien le hacia un chequeo para ver si habria alguna anomalía con su salud, cosa que era erronea.

Habían Tratado de escabullirse para visitarla itadori, fushiguro y kugisaki pero estos tres fueron espantados por kuuro. Cuando a Mei le pasaba algo y necesitaba descansar kuuro se volvía muy protector con ella, pero había alguien que nunca pudo espantar.

— lárgate de aquí Hechicero.— gruño enseñando sus filosos colmillos a Gojo.— Mei esta descansando, vete.

Satoru entró y esbozo una sonrisita traviesa al felino, a kuuro nunca le había agradado que gojo se acercara a Mei.

— solo vengo a ver como esta Mei-chan, es todo kuuro-nyan.— se acercaba lentamente a la cama de Mei, kuuro se puso encima de la chica y se engrifo como felino viendo a un perro.— esta bien, esta bien.— retrocedió Satoru con las manos arriba.

— no me agradas Satoru Gojo, sobre todo tu interés hacía Mei.— dijo kuuro fulminandolo con su mirada.— no desde la vez que la lastimaste.

Flashback

En un salón de entrenamiento de la Academia jujutsu de Tokyo, se podía ver a una chica de baja estatura entrenando arduamente. Vestía solamente un buso negro ancho y la parte superior de su pecho era cubierto solo con una gran venda al igual que sus manos, golpes hiban y venian.

— deberias golpear con más energía maldita.

Mei se giro y ahí estaba Gojo quien ahora usaba sus gafas en vez de la venda.

— Gojo-sensei.— hizo una reverencia.— lamento si fui muy ruidosa, procuraré ser más cuidadosa.

Gojo solo sonrió <<incluso es más sería que Maki>> pensó viéndola entrenar.

— no es problema, entrenamos?.— le sugirió con una sonrisa.— intenta darme un golpe.

Mei dejó de golpear el maniquí de madera para prestarle atención a su sensei, su pecho subía y bajaba por el cansancio.

— no puedo golpearlo.— le contestó de brazos cruzados.— es más fuerte.

— oh, vamos Mei-chan... Ni siquiera lo intentas.— insistió juguetón a la menor.— si logras golpearme, no te daré abrazos nunca más.

Mei negó y alzó las manos retrocediendo, Gojo sabía que no hiba a golpearlo. Pues la menor siempre fue muy respetuosa con los mayores, a diferencia de sus dos hermanas.

Pensó en una manera y era provocarle pues Mei al no ser muy abierta con sus emociones el sabía que en su corazón cargaba con muchas desilusiones y frustración, pero como lo haría? No es alguien que sede muy fácil a las provocaciones.

Excepto, Con lo que más ama en el mundo

Sus hermanas...

— era de esperarse, solo eres una debilucha.— soltó con desdén, pero Mei no sedio.— una vergüenza, al igual que tus hermanas... Ahora entiendo porque son una deshonra.

De golpe, Satoru sintió una fuerte energía maldita.

— ¡¡RETIRA ESO!!.— grito furiosa.— ¡¡UNA COSA ES QUE HABLEN MAL DE MI, PERO DE MIS HERMANAS JAMAS!!.

Gojo sonrió y se puso en posición de pelea, se protegió con su infinito. Mei con velocidad corrió hasta el y comenzó a golpear con sus puños el muro invisible que los separaba a ambos, el juicio de la menor estaba totalmente nublado.

Sus golpes eran tan fuertes que el suelo temblaba al igual que la estructura, Satoru hiba a seguir pero antes de abrir la boca se sorprendió.

Ante cada golpe, ella lloraba y sus nudillos Sangraban.

— de mis hermanas no... Hablará mal nadie nunca más.— golpeo tres veces más.— de ellas no.

— Mei dete--.

— ¡¡CÁLLATE!!.

Y con una impresionante fuerza, quebró el infinito de Satoru golpeándolo en el abdomen y lanzándolo lejos a la pared.

Mei reaccionó, se había dado cuenta de lo que había hecho demasiado tarde, había agredido a un maestro.

— hay no, pero que hice!?.— cubrió su boca horrorizada.— ¡Gojo-sensei!

Fin flashback

— la asustaste, ella creyó que te lastimó de gravedad.

Gojo estaba en silencio, si recordaba la vez que la había provocado y su abdomen también lo recordaba con dolor.

— es mejor que te vallas, Gojo Satoru.— y ágilmente con su cola hecho a Satoru de la habitación de Mei.

Kuuro volvió donde estaba descansando la chica, se acostó al lado de ella y durmió también.


Aquí un regalito de Gojo Satoru 🥰🥰

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