Capítulo Dos

Obediencia

— Mei-chan.— le picaba la mejilla.— mei-chan.— volvió a picarle la mejilla.

Habían llegado a la Academia, pero Mei aún seguía dormida así que Gojo trataba de despertarla.

— esta bien ya oí.— agitó su mano finalmente despierta.— ya llegamos?.— miro a todos lados un poco desorientada.

— ¡¡es tan linda mei-chan!!.— la abrazo Satoru y la apretujaba mejilla con mejilla.— eres muy adorable.

— Gojo-sensei deberíamos bajar, Yaga-sensei me esta esperando.— desvío la mirada aún aprisionada entre los brazos de Gojo.— deje de abrazarme porfavor.

— esta bien.

Los adultos y la menor bajaron del auto, Ijichi bajo el equipaje de Mei y esta le agradeció. Luego de una pequeña caminata había llegado donde estaba el director de la academia jujutsu, abrió la puerta y ahí estaba sentado haciendo sus muñecos de peluche.

— bienvenida Mei zenin.— le saludó a la recién llegada dejando de hacer los peluches.— llegas tarde Satoru.— le regaño al otro.

— gracias por recibirme yaga-sensei.— hizo una reverencia.— agradezco la invitación.

— Satoru puedes retirarte.

Gojo rechisto y se fué dejando a Mei junto con Yaga, la peli verde se sentó en el suelo un poco alejada de el. Pues si bien no le tenía miedo si lo respetaba mucho, ya que el le había enseñado la gran mayoría de cosas que sabe ahora.

— como has estado Mei, hace mucho que no se de tí.— inició la conversación.— cuentame que tal las misiones.

— la verdad, nada bien yaga-sensei.— dijo con total franqueza a su maestro.— en la última misión casi y no salgo con vida de no ser por kuuro.— esbozo una pequeña sonrisa.

— es verdad kuuro?.— pregunta yaga y de la nada apareció un gato de dos colas al lado de Mei.— te ves terrible.

— tu también yaga.— soltó con desdén kuuro.— esta humana no sabe hacer nada más que solo darme dolor de cabeza.— dijo colocando su pata en la cabeza de Mei.— humana loca.

Yaga río satisfecho, pues Mei controlaba a aquella maldición al 100%.

— me alegro que estés bien Mei.

— igualmente yaga-sensei.— se inclinó levemente.— si me disculpa, iré a recorrer el lugar.— se levantó del suelo acompañada de kuuro.

— te veré más tarde.

Mei caminaba por las instalaciones tranquilamente, el sonido de las aves era su única compañia junto con la suave brisa. Hiba de camino a la máquina expendedora, pues se le había antojado una Soda y a kuuro unas golosinas.

De tantos años con ella, Mei le había inculcado algunos gustos culposos por los dulces.

— dime Megumi fushiguro, que clase de mujeres te gustan?.— Mei rodo los ojos, pues ya sabía quien era así que solo se acercó.

Sin que nadie lo notase aún, ella estaba de pie justo detrás de Todo y Mai. Ambos chicos estaban molestando a los de primer año, su hermana jamás cambiaría.

— TODO, QUE CREES QUE HACES!!?.— grito con voz firme, el mencionado dio un leve respingo.— date la vuelta ahora, tu también Mai.

— Mei-dono.— hizo una exagerada reverencia hacia la más bajita.— que hace usted aquí.

— Mei-chan que sorpresa.— saludo Mai a su pequeña hermana.— no crei verte por aquí.

Mei camino hasta las máquinas y allí vio a fushiguro y acompañado de una linda chica de cabello anaranjado.

— Fushiguro-san.— saludo cordialmente al peli negro y desvío su mirada a la chica.— kugisaki-san un placer conocerla.

— Mei-senpai.— dijo sorprendido Megumi.— Maki-senpai me contó que vendría.

— tu eres Mei? La hermana de Maki-senpai.— exclamó nobara sorprendida.— eres muy línda, soy kugisaki nobara un gusto en conocerte.

Mei solo asintió, se acercó a la máquina expendedora y saco una Soda, también unos caramelos y se los paso a kuuro quien apareció en su hombro.

— no se que estaban haciendo, pero Mai.— miro a su hermana mayor.— no te metas en problemas sí?.— Mai alzó sus manos y saco la lengua haciendose la desentendida.

— tu también Todo, deberías de dejar de preguntar siempre lo mismo.— lo miro desafiante.— no querrás problemas otra vez.

Todo asintió nervioso confundiendo a fushiguro y a kugisaki, pues les resultaba extraño que alguien tan grande como el estuviera intimidado por alguien tan bajita como era Mei.

— Iré a caminar por ahí, si aparece Maki dile que ya llegue porfavor fushiguro-san.

Fushiguro asintió, Mei tomó sus cosas y se despidió de los cuatro chicos.

—sabes que van a pelear entre ellos, no?.

— si lo sé, pero Maki esta cerca y mal que mal Mai siempre le obedece.— le respondió al gato que estaba en su hombro.— aquí tienes kuuro, tal como te gustan.— le extendió una gomita ácida al felino.

— como amo estas cosas Mei, pero es tu culpa... Siempre comes basura.— se quejó pero comió el dulce.

— sí, lo que digas... Vamos a dormir.

Ambos se dirigieron a las habitaciones, lo que no sabía Mei era que Satoru Gojo la vigilaba escondido.

— tan calmada como siempre eh pequeña mei-chan.— sonríente se marcha de allí.




















Mei zenin a los 6 años

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