Prólogo.
Finalmente había pasado, todo había terminado, la muerte de Kuran Rido habia sido ya confirmada, ese animal era ya solo polvo.
La respiración de Zero era acelerada. Ahora era un vampiro estable, ya era capaz de usar todas y cada una de sus habilidades. Pero ahora estaba solo.
Su hermano Ichiru habia muerto ¿por él? ¿para ayudarle? Pues eso parecía, y justo ahora el pobre peliplata se lamentaba de ello e intentaba mantener sus quebrados trozos de corazón latiendo.
Y no pudo. Sus rodillas cedieron y cayó en el suelo. Su pecho se comprimía en una punzada y sus ojos ya amatistas se humedecían de manera casi dolorosa.
—Zero...—Escuchó la débil voz de aquélla a la cuál consideró en algún momento hermana—, yo...
—Has silencio—sentenció con un fuerte nudo en la garganta.
—P-Pero...
—¡Callate!—exclamó y apretó sus nudillos—, callate y largate, Kuran Yukki.
Esas palabras atravesaron a la delicada chica de largos cabellos café, la cual apretaba sus labios y retenía sus lagrimas. Esto no podia estar pasando. No debia estar pasando.
Le había hecho un gran daño a Zero, pero no había sido su culpa del todo. Todo había caído sobre el chico, gracias a Kaname, su hermano mayor.
—¡Zero!—exclamó—, ¡te quiero ayudar!
—¡No me interesa chupasangre!—exclamo y alzó su amatista mirada, y la apuñalo con ella—, solo alejate...¡Maldita sea!
Exclamó desgarrando su garganta, estaba dolido y destrozado por dentro.
Sus hermosas espinas de plata se empezaron a levantar algo temblorosas como su alma.
—Largate, vete, o te matare.
Susurro mientas una primera lágrima empezaba a caer por su mejilla.
—Zero...
Susurro la castaña, con apenas un hilo de voz. Zero accionó sus letales espinas.
—¡Yukki-sama!—El grito de Aido resonó con fuerza, él se dio cuenta del peligro que corría su nueva ama, así que como veloz rayo, decidido a matar a la pieza peliplata que habia sido Zero; y concentrando su cristales de hielo contra el delgado cuerpo del vampiro arremetió contra este.
Pero estos ataques nunca llagaron a él.
Algo lo bloqueo.
Un delgado y delicado cuerpo, blanco como la porcelana y delicado como los petalos de una rosa, poseedor de unos largos y casi transparentes cabellos plata se encontraba entre el rubio noble y el destrosado peliplata deteniendo el ataque a mano limpia, sin siquera inmutarse.
—Tocas a Nii-sama—dijo revelando su fina voz y asfixiantes ojos lila—, y te destrozo, asqueroso vampiro.
En ese momento todo se congelo y se centro en aquella doncella.
Hermosa como la luna, el reflejo de Zero.
Nadie respiraba, todos sudaban.
—Aido—la prepotente voz de Kaname resono el el seco ambiente—, baja tu mano, o moriras a mano de la cazadora pura.
Justo en ese momento Zero no aguanto ni un segundo mas, y se dejo llevar por la inconsciencia, dejandose arrastrar por una poderosa oscuridad, sin entender del todo la ultima escena vivida.
***
¡Hoña mis belleza de lectores!
¿Como tan?
¡Yo estoy super emocionada!
Como ven, aqui yo la desaparecida con un nuevo proyecto c:
¿Les gusta? Pronto seran publicados sus capitulos c:
Mientras terminare con los otros v':
¡Bajen las armas!
Los Hamo y recordad, siempre mantengan el culo contra la pared, no queremos violaciones (?)
Bye❤
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