Jungkook guardo su celular en su bolsillo y camino por los pasillos de la universidad hacia su aula, siempre acostumbraba a caminar con audífonos así que ignoraba a todos.

Jamás fue una persona muy sociable, en ciertas ocasiones disfrutaba estar solo con sus audífonos y cuaderno de dibujos. A pesar de ser uno de los alumnos más populares el prefería mantenerse fuera de la multitud.

Era bueno en muchas cosas siendo uno de los alumnos representantes de la universidad, aunque prefería pasar desapercibido en todo, cuando llegó a su aula se encontró con algunos alumnos ya dentro, su mirada fue directo hacia los asientos de hasta atrás buscando a cierta persona.

Jamás había escuchado el nombre de Park Jimin, si era alguien de las personas que más hablaban en el instituto ¿Entonces como no sabía quién era?. Ciertamente jamás le interesó conocer personas, sus amigos los conocía tras hacer algunos trabajos grupales y Lisa, bueno ellos se conocían desde los siete años.

Suponía que nadie sabía la situación del chico y sin embargo era atacado en todas partes, apenas había llegado a su asiento cuando escucho a un grupo de chicas hablar sobre el y el profesor Zhan, el no era una persona que se metiera en chismes pero el hecho de que toda la universidad hablara sobre el le causaba curiosidad e indignación.

Aquel chico estaba en boca de todos, en sus dos años en esta universidad jamás había oído hablar de Park Jimin, tampoco sabía que asistian a la misma clase  e incluso que aquel chico se sentaba detrás de el. Aún faltaban un par de minutos para la clase, recostó su cabeza sobre el pupitre y dirigió su mirada hacia la puerta en espera de ese chico.

Tenía curiosidad, jamás la hacia sentido hacia nada o nadie, sin embargo aquí estaba, en espera de el. Los minutos seguían pasando y más chicos entraban pero el no, decían que tenía un hijo así que sería fácil reconocerlo al instante.

La clase había comenzado y el no había llegado....

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Jimin caminaba por los pasillos con su bebé en brazos, todos los días era lo mismo, a cada lugar al que fuera siempre lo miraban como si fuera un fenómeno, a él no importaba que lo mirarán así o hicieran comentario problema hacia el, pero con Mingguk no lo permitiría, su hijo está por sobre todos.

Tenía clase de literatura, su favorita entre todas, amaba leer y sobre todo leerle libros a Mingguk. Su pequeño era toda su felicidad, desde que tuvo a Mingguk en sus brazos todo el dolor y tristeza de había ido con la sonrisa de su pequeño.

Diviso el salon de literatura, camino un poco más rápido hasta entrar en el y noto como las miradas eran dirigidas para el, no era secreto que todos hablarán de el, creaban rumores absurdos sobre su situación y el trato que recibía.

Sus maestros al enterarse de su embarazo lo apoyaron como a nadie dándole ánimos y que no se sintiera mal, el director permitía que llevará a Mingguk a la universidad, el les agradecía de todo corazón que no lo hecharan de la universidad debido a todos los rumores que se esparcian y podían afectar la reputación de la escuela.

Gracias a su hermano y Zhan es que podía seguir estudiando, ellos pagaban el lugar donde vivía, gracias a ellos es que podía seguir adelante y cuidar a Mingguk.

Prefería estar en los asientos de atrás donde podía estar tranquilo y que no mirarán a su pequeño de manera cruel, aún faltaban algunos minutos para que comenzará la clase, acomodo un par de cosas en el pupitre en espera de que la clase comenzará.

—Vamos Mingguk nuestra clase favorita ya va a comenzar.

Amaba con todo su corazón a Mingguk, jamás se arrepentiría de la desicion que tomo, para el tener a Mingguk lo era todo no importaba las miradas o cometarios, siempre estaría orgulloso de si mismo y protegería a su hijo con todo lo que tuviera.

Jimin jugaba con su pequeño cuando escucho como algo fue azotado en su mesa, salto del susto y sujeto a Mingguk más fuerte, alzo la mirada y lo único que vio la espalda de alguien sentarse justo enfrente de el. Miro el objeto y noto que era el cuaderno que había presentado hace unos días al profesor de física.