Arranque una hoja de papel y se la lancé a Ryan en la cabeza, asegurándome antes que el profesor nos daba la espalda.

Estaba fastidiándome bastante y ese era yo expresándole que me dejara tranquilo.

Entonces otra bola de papel cayó en mi pupitre y estuve a punto de arrojarla a la basura, hasta que reaccione. El papel no vino de la dirección en donde Ryan estaba sentado.

Giré en dirección al asiento de Penny. Era estúpido pensar que ella lo había hecho, lo sé. Sin embargo, algo dentro de mí tenía una gran esperanza de que ella, en efecto, lo hubiese hecho.

Y ahí estaba ella, con los ojos puestos en el pizarrón, tomando toda clase de apuntes asegurándose tener escrito todo lo que salía de la boca del profesor.

Suspiré de regreso, desenvolviendo el papel.

Penny = centavo.

Y cualquiera que me hubiese hecho esta broma, no era gracioso.