Capítulo 45
Tal y cómo prometí, ese día comenzamos a dormir en el mismo cuarto, Lucía era la más feliz de todas, compartiendo cama con mami y papi, a la mañana siguiente no quería levantarse para ir a la escuela, fue todo un dilema intentar atraparla por la casa, pero Luca fue más rápida y la subió directo al cuarto cargándola en su hombre.
Digamos que la vida de padre le viene como anillo al dedo.
Luego de eso, la fuimos a dejar juntos y cada quien, a su lugar de trabajo, creyendo que todo estaría bien.
— Jess ¿Puedes salir un momento?
Su llamada me preocupó.
— ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?
— Sí... sólo necesito que hablemos sobre algo.
— Bien, bajo enseguida.
Corté la llamada y volé por los pasillos sin preocuparme de llevar el tutú puesto aún, estábamos preparando una presentación que tendría lugar dentro de dos semanas, debía ser todo perfecto.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué llevas ese rostro afligido?
— Tengo una pelea.
— ¿Y eso qué? ¿Qué problema hay con eso?
Sigo sin entender por qué está tan preocupado.
— Mi pelea es en Italia, estaré allá una semana, y yo... lo siento, quiero quedarme con ustedes, pero mi trabajo... yo...
Sonreí.
Ya lo entiendo, quizá está preocupado de que yo pueda llegar a molestar con sus constantes viajes, yo sé muy bien sobre la frecuencia en la que él viene y va.
— Pues éxito en tu pelea — acariciando sus brazos— Muele a golpes a todos esos idiotas, nosotras te esperaremos en casa.
— ¿No te molesta si me voy?
— Es tu trabajo, si tienes que ir, vas, y si yo tengo que ir a algún lugar en algún momento, Lucía puede quedarse contigo ¿Somos un equipo o no?
Sonriente.
— Te amo — besando mis labios con mimo— les traeré un regalo de mi viaje.
— Yo... también te amo — sonriendo como idiota— ¿Cuándo te irás?
— Mañana a primera hora ¿Podrás ir por Lucía si estarás trabajando?
— Por supuesto, soy toda una estrella, tengo garantías.
— Llamaré todos los días, y buscaré la versión italiana de Mulán para traer a Lucía, un libro con tapa dura y bonitos dibujos.
— Vaya... que padre más ejemplar te has vuelto — tomando su mano— quizá tengas una respuesta cuando regreses...
— Me aseguraré de volver pronto entonces — acercándose dos pasos— te juro que no quiero irme, lo paso muy bien con ustedes... no sé en qué estaba pensando, era un mocoso inmaduro.
Rodee su torso con mis brazos, apoyando mi cabeza en su pecho.
— Digamos que ahora soy completamente feliz, lo era antes, sólo con Lucía, pero debo admitir que me faltabas tú.
Rodeó mi cuerpo con sus brazos meciéndose con lentitud.
— Fui a buscarte muchas veces a Rusia, estaba dispuesto a rogar, pero nunca di contigo.
— En la televisión, Tom solía decir que tus logros se los dedicaba a una mujer que impulsó tu carrera, pero siempre lo negabas y decías que estabas soltero, planeando quedarte siempre así, me dolía mucho cuando me negabas.
— Te buscarían, los reflectores son una molestia, fuimos vistos juntos muchas veces, podrían asociarte conmigo, por cierto, hoy recibí muchos regalos en el gimnasio — alejándose un poco para sonreírme— Dijeron que mi flamante mujer echaba fuego por la boca mientras me buscaba junto con mi hija.
Reí.
— Estaba preocupada — golpeando su brazo sin ánimos de lastimarlo— y terminaste en la comisaría, te creí mejor que eso Landon, antes te reías del peligro.
— Intento ser un buen ciudadano.
— Me pone mucho cuando te comportas agresivo... en ciertas situaciones — susurrando en su oído— Hoy... podríamos hacer que Lucía duerma con Oren, así podría darte una buena despedida señor boxeador...
Era consciente del ritmo de su respiración que cambió a uno más profundo y fuerte, podía oír al animal que tenía como pareja frente a mí, reconociéndome como su presa.
Ha vuelto mi depredador.
— Jess... no me tientes, yo de verdad quiero respetarte.
— Ha pasado demasiado tiempo, ya sé que quieres respetarme, ahora no más de eso, quiero hacer el amor contigo.
Hablando bajo, solo para que él me escuchara.
Sus manos se sentían realmente bien en mi cintura, apretando ligeramente, luego acariciando en forma de círculos.
— Pues entonces... que Lucía duerma con Oren, esta noche seremos tú y yo preciosa.
Me besó, sellando nuestra promesa y cruzó hacia el gimnasio, despidiéndose con la mano de mí, que seguía plantada como las tontas fuera del teatro, vistiendo un tutú y mallas. Solo regresé al trabajo cuando lo vi entrar a él.
Será una noche agitada...
**
Esperé todo el día que la noche llegara con ansias, Oren ni siquiera hizo comentarios cuando le pedí el favor de que durmiera con Lucía, él sabía muy bien cuales eran mis intenciones, así que rápidamente se encerró con la niña en su cuarto, dándonos la privacidad que necesitábamos.
— Muy bien... yo... olvidé como se hacía esto...
Admitió, cerrando la puerta con seguro.
— ¿Nervioso?
Tomando asiento en la cama, viéndolo caminar tímidamente hacia mí.
— No hemos tenido sexo por años... quiero que esto funcione y el sexo es una gran parte de lo que hacen las parejas, yo...
Tiré de su brazo, dejándolo caer de espaldas a la cama. Aproveché esa oportunidad para sentarme a horcajadas sobre él, acariciando su pecho con mis manos.
— Así se comienza cuando quieres a la persona, el juego previo es muy importante — acercando mi rostro al suyo— calentarse, tentarse, tocarse...
Moviendo mi cadera hacia delante y hacia atrás, creando fricción entre nuestros cuerpos, escucharlo gemir hizo que mi estómago se contrajera del gusto.
— Creo que ya comienzo a recordar — apretando mi trasero con ambas manos presionándome hacia abajo para poder sentir su pene que comenzaba a endurecerse— Jess... sigues siendo tan bonita como siempre.
— Espera a ver cómo me veo sin ropa.
Mordí mi labio inferior, quitándome la ropa de cintura hacia arriba con premura, no terminaba de quitarme el top deportivo cuando Luca ya tenía atrapado uno de mis pezones entre sus dientes, apretando el otro con sus dedos, haciéndome gemir del gusto.
— Bonito tatuaje...
Deslizando sus dedos sobre la tinta.
— Era un recordatorio.
— Me conociste siendo un diablo — cambiando de posición, quitándose la camiseta— Era un hijo de puta.
Lamiendo mi cuello, besando, mordisqueando, dejando sus marcas.
Definitivamente a mí me gustaba estar debajo, me gustaba que él hiciera lo que quisiera conmigo, a ese nivel de confianza podía llegar si se trataba de él.
— Y así me enamoré de ti...
Moviendo mi cabeza hacia un lado para darle mayor acceso, mientras la otra iba de paseo, acariciando esos fornidos abdominales, deslizando mi mano dentro de su short deportivo sujetando lo que extrañaba tanto.
— Mmgh... amo tu pene...
Masturbándolo con lentitud, deslizando mi palma por su glande, sintiendo su cuerpo temblar bajo mi mano.
— Mierda... Jess... — apoyando su cabeza en mi hombro— Justo así... sólo... sólo...
Su antebrazo estaba junto a mi cabeza, y su boca tan cerca de mi oído que era capaz de escuchar todos los gemidos que escapaban de entre sus labios.
— Es agradable saber que aún recuerdo cómo te gusta — masturbándolo más rápido, apretándolo un poco más, escuchando sus jadeos y respiraciones entrecortadas— estoy húmeda como no tienes idea — tirando de mis pezones con la mano libre— te extrañaba tanto...
Terminó corriéndose en mi mano en grandes descargas, al parecer, no ha tenido diversión por un tiempo.
Le daré una buena dosis de acción antes de que se fuera de viaje.
Y como quería sumar erotismo al momento, llevé mi mano que aún tenía rastros de su semen hacia mi boca, lamiendo.
— ¿Me darás de esto? Lo quiero todo de ti.
Con premura, terminó de desnudarme, devorando mi cuerpo a su paso, pateando lo que quedaba de su ropa lejos de la cama.
— Jess, tengamos otro hijo.
— ¿De qué hablas?
Moviendo mis caderas, invitándolo a entrar.
Lo quería dentro.
Ahora.
— Piénsalo. Cuando nazca, Lucía ya tendrá cinco, si esperamos más tiempo, pelearán y no se llevarán bien porque estarán en diferentes etapas.
— No querías a Lucía ¿Y ahora quieres otro hijo?
— ¿No quieres? O sea... yo no quiero obligarte, no sé si te estás cuidando y todo eso, es solo una sugerencia.
— Yo me despedí del sexo cuando nació Lucía, entre ella y mis clases, no tenía tiempo ni ganas para citas, así que no me cuido, pero... ¿Estás seguro de que quieres otro hijo? Si lo logramos... ¿No te irás de nuevo?
— No me iré, jamás volveré a dejarlas, son mi familia, hice una familia por fin, no quiero repetir los errores de mi madre, por mucha ansiedad que me produzca pensar en el futuro, no pienso dar un paso atrás.
— Bien, entonces vamos por ese segundo hijo Landon, y será el último, no sabes lo molesto que es dormir con esa panza — riendo— ¿Sabes qué?
Sacando el anillo del collar en mi cuello, deslizándolo por mi dedo.
— Casémonos, acepto casarme contigo. A la mierda con esperar, he esperado cinco años para reunirme contigo otra vez.
— ¿Lo dices en serio? ¿Te casarás? ¿Nos casaremos?
— Nos casaremos — rodeando su cuello con mis brazos— Así que ahora házmelo tan duro y tan profundo que cuando lo saques, sienta que perdí a un ser querido.
Luca mordió su labio inferior.
— Te has vuelto una pervertida eh — dándome vuelta en la cama, levantando mi trasero— Si así lo quiere mi futura esposa, no tengo más opción que dárselo.
Aplastó mi rostro en la cama y sujetó mis manos, apretándolas en mi espalda, inmovilizándome. Con sus rodillas separó mis piernas y sin previo aviso, me penetró duro, quitándome el aire.
Por unos instantes, olvidé como se respiraba.
— Mierda... — sonriendo del gusto— extrañaba... a tu pene...
— ¿Y a mí no?
Sacándolo y metiéndolo con fuerza otra vez, nublándome la mente.
— Tu pene...
A estas alturas, no recuerdo ni como me llamaba.
— ¿Sabes qué? Mejor no me respondas.
Riendo.
Digamos que estaba en un estado de completo placer.
Esa noche, Luca no me dejó dormir, y cumplió su cometido, me dio tan duro, que terminé perdiendo el conocimiento, y para cuando desperté, él me tenía bañada y vestida, bien arropada, mientras él hacía sus maletas, quedaba una hora para que se fuera.
Yo lo llevaría al aeropuerto.
— ¿Estás segura de que puedes llevarme? No quiero que tengamos un accidente.
Sonriendo pícaro.
— Estoy bien, puedo conducir.
— ¿Seguro que estás bien? — rascando su nuca— creo que se me pasó un poco la mano, usualmente me pides que no deje marcas... pero...
Observándome.
Era consciente de que quien me viera se daría cuanta del tipo de sexo que tuve anoche.
Pero a estas alturas no importaba nada, siendo estudiante, era un tema, ahora no importa nada.
— Me miraré al espejo y recordaré lo que hicimos ¿Cómo no voy a quedar embarazada con todo el sexo que tuvimos? — emocionada— estar embarazada... me gusta estar embarazada.
Admití.
— Cuando regrese, lo intentaremos una y otra vez hasta que quedes embarazada preciosa — besando mis labios— apenas la casa esté lista, nos casaremos ahí ¿Qué te parece? Espera... no me respondas, iremos a ver el terreno cuando lleguemos, es enorme, podemos tener un perro grande que acompañe a Lulú para correr por todos lados, podemos hacer un patio de juegos increíble para los niños, grandes cuartos con baños incluidos, una sala amplia y un cuarto de ensayo llena de espejos para que mis chicas bailen todo lo que quieran, también pondré un cuarto para entrenar box, será la casa de nuestros sueños.
Habló de sus sueños y metas incluyéndonos en todo momento, habló por varios minutos de cómo le gustaría que fuera nuestra casa ideal, sin olvidar ningún detalle, sin rencores ni pesares, sin tristezas ni molestias, era todo... como siempre lo había imaginado.
Un hogar feliz, lleno de amor, con un hombre que me ama y una bonita familia, además del trabajo de mis sueños y mis metas realizadas.
Por fin lo tenía todo...
Mi madre estaba equivocada, no la tenía sólo a ella y a papá, tengo personas mejores a mi lado, personas que jamás me abandonarán.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
EL PROXIMO ES EL ULTIMO CAPITULO!
GRACIAS POR TODO EL TIEMPO QUE HEMOS PASADO JUNTAS, USTEDES SON LO MEJOR DE MI VIDA!! AMO ESCRIBIR, Y SIN BELLAS LECTORAS, ESCRIBIR SERÍA VACÍO Y TRISTE.
LAS AMO UN MONTÓN.
GRACIAS POR COMPARTIR SUS OPINIONES SIEMPRE CONMIGO.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top