Capítulo 27

Apenas era medio día, y como cada día, me quedaba en mi cuarto saliendo únicamente para ir al baño, Luca no llegará hasta muy tarde hoy, tiene una pelea importante que podría definir su futuro, así que lo único que tenía a mano para poder comer era una bolsa grande de patatas fritas, sería lo que me mantendría viva hoy, esto y la nueva serie de Netflix que comencé ¿Cómo es que no me di el tiempo antes de ocupar esta increíble aplicación? Antes me la pasaba únicamente girando y girando, rompiendo zapatos de ballet e intentando ser la mejor, ahora no soy nadie.

Lo único que perturbaba mi perfecta paz, era Oren que se paseaba fuera de mi cuarto una y otra vez, y como yo no tenía puerta porque soy una loca de patio que no puede tener privacidad, no podía evitar notar su presencia.

— Bien. Qué quieres.

Mirándolo mal.

— ¡Por fin me hablaste! — saltando emocionado— Sólo quería decir que estamos haciendo lasaña de berenjenas, oí de Blake que era tu favorita, creí que quizá podrías ir abajo y comer con nosotros.

— No gracias, no tengo hambre.

Intentando no sonar tan desagradable, se estaban esforzando, es sólo que... apenas estoy cerca del genero masculino, mi cuerpo comienza a temblar y me dan unos ataques de pánico terrible, no es que no quiera estar cerca de ellos, es que no puedo.

— Luca llegará muy tarde hoy, no has comido nada y te quedan un buen par de horas por delante ¿Cómo no vas a comer nada?

— Puedo hacerlo, he hecho ayunos intermitentes como dieta, esto no es nada.

— No es sano para ti — entrando al cuarto. invadiendo mi espacio— necesitas comer — cruzándose de brazos— Dime ahora, bajas por las buenas, o te arrastro por las malas.

Mordí mi labio para que no lo viera temblar, y soporté las lágrimas.

— ¿Por qué me obligas? No quiero ir...

Oren se acercó lentamente a la cama, cauteloso, viéndome encoger en la cama, acercándome a la pared todo lo posible.

— Jessa... por favor... ¿Cuánto tiempo más nos ignorarás? Sé que es difícil para ti, pero tienes que comenzar a sociabilizar con otras personas, nosotros jamás te haríamos daño, eres nuestra amiga, somos prácticamente familia.

Literalmente éramos prácticamente familia, ellos eran todo lo que yo tenía.

— Es que no puedo... me da miedo... mi cuerpo inconscientemente comienza a temblar, yo... yo sé que ustedes no me harán daño, pero es difícil...

— Yo sé que es difícil, pero te juro por mi vida que no volveré a dejar que alguien te lastime, además, con lo que te sucedió, ya casi no hay ángeles caídos, están todos en la cárcel o escondidos por los cargos que pesan sobre sus espaldas, no volverán a acercarse a ti — sentándose a mi lado— Confía en nosotros de nuevo, bajemos a comer algo todos juntos como en los viejos tiempos, nos hemos esmerado mucho con esto, Connor ya quemó siete berenjenas intentando asarlas como corresponde, al menos prueba lo que nos costó tanto preparar.

Reí secando un par de lágrimas, se estaban esforzando, es cierto.

— Está bien, bajaré, gracias por tenerme tanta paciencia, sé que he sido muy difícil estas semanas.

Se levantó de golpe, celebrando.

— Todo estará bien guapa, nosotros te protegeremos, confía en nosotros.

Extendió su mano hacia mí, tardé varios segundos en animarme a tomar su mano y salir de la cama, siguiéndolo todo el camino por el pasillo, las escaleras, hasta la planta baja.

Mi psicóloga estará muy feliz de saber que hoy compartí el almuerzo con mis compañeros de casa.

— ¡Miren quien bajó!

Todos estaban metidos en la cocina haciendo diferentes cosas, en cuanto me vieron, se acercaron felices para saludar.

Su acción tan sorpresiva me asustó un poco, ocultándome tras Oren. Sería mi escudo este día.

— Jess, me alegro mucho que decidieras bajar, es un gran paso el que has dado.

— Gracias por tenerme la paciencia que han tenido, sé que he sido muy complicada — Hablando tras Oren, sujetando fuertemente su camiseta— he tenido unos episodios que miro hacia atrás y... me da vergüenza, estoy intentando mejorar, y prometo que dejaré de alejarme de ustedes, mi familia... me esforzaré más para interactuar con todos.

— ¡Chocolate para ti! Bienvenida de vuelta.

Y como acostumbraba a hacer Sam, metió tres cuadrados dentro de mi boca, pero eso no me asustó, más bien me hizo sentir en casa, me hizo recordar lo feliz que era con estos chicos.

— ¿Sería mucho pedir si me dan un abrazo?

Saliendo de mi escondite, observando a mis amigos.

— Todos los que quieras guapa — Connor se acercó, abrazándome primero— Bienvenida de regreso, nos tenías muy preocupados.

Poco a poco, el calor de sus brazos me rodeó, mi cuerpo que siempre estaba frío, se derritió con el calor familiar de sus cuerpos, haciéndome sentir segura y reconfortada.

No todos los hombres eran malos después de todo.

Puedo confiar en ellos.

***

LUCA.

Prácticamente volé en la motocicleta de regreso a casa, era casi media noche, Jess no sale de su cuarto y probablemente no ha comido nada, ya está demasiado delgada y me preocupa que siga encerrándose.

Maldije apenas pasé a llevar las heridas en mi mejilla con el maldito casco que llevaba puesto, el entrenador me obligaba a utilizarlo diciendo que era todo por mi seguridad, sólo espero que esta pelea y tener que quedarme después de esta para hablar con los patrocinadores tenga buenos frutos, quiero darle una buena vida a Jess, no quiero que vuelva a pasar por lo que pasó.

Apenas entré a casa, quise correr escaleras arriba, pero Oren me llamó, todos estaban en la sala, había palomitas en la mesa de centro, y vasos con gaseosa, Jess estaba dormida en el centro del sofá, entre Connor y Oren, apoyada en este último, cubierta con una manta.

Podría llorar de la alegría al verla compartir con el resto de esta manera, se veía muy tranquila en su sueño, debió ser agotador hacer cosas que no solía hacer hace tiempo.

— Ella salió del cuarto...

Sonriendo orgulloso de ella.

Estaba mejorando por fin.

— Es la chica más valiente que conocido — Connor la observó con ternura— Temblaba todo el tiempo mientras nos observaba cocinar, casi no le salía la voz, pero poco a poco se fue soltando.

— Y se comió casi todo mi chocolate.

Sonrió Sam.

Generalmente no lo compartía con todo el mundo, para él, su chocolate era como el oxígeno, debió de estar feliz de que Jess regresara a estar a su alrededor.

— Gracias chicos, sé que han sido semanas difíciles, pero gracias a sus esfuerzos, ella está mejorando.

— Es familia, y la familia se cuida.

Connor siempre sabía que decir.

— Estoy feliz de que todos ustedes sean mi familia — sincero— La llevaré a la cama ahora, debe estar agotada.

— Tú también deberías descansar, te ves como la mierda.

Dijo Caleb, metiendo un montón de palomitas dentro de su boca.

— Pelea difícil, él tenía un gancho derecho muy potente, me costó ganar.

Cargando a Jessa con delicadeza.

— Yo creo que te costó porque tu cabeza estaba en otro lugar.

Oren señaló a la chica entre mis brazos.

— En parte sí es verdad, me preocupaba que ella no comiera nada en todo el día, ahora podré ir más tranquilo a mis practicas sabiendo que ella los tiene a ustedes.

Jason se levantó, cubriéndola bien con la manta, sonriendo.

— Es una buena chica, cuídala hermano, ella te hizo ser mejor persona, ya no eres un Diablo insensible, ahora eres solo Luca, nuestro amigo.

— Y eso lo que más me gusta ser.

Despidiéndome de todos, agradeciéndoles por cuidar de mi chica, subí las escaleras y entré al cuarto, recostando a Jess en mi cama, cubriéndola con las sabanas, besé su frente, tomé ropa limpia y rápidamente me di una ducha, limpiando mis heridas luego, llenándome de parches y pomadas, no quería que ella me viera mal.

Regresé al cuarto, quitándole el cabestrillo con rapidez, olvidé quitárselo, luego tomé una almohada pequeña, colocando su brazo con el yeso sobre este, el doctor dijo que debía quedar sobre la altura del corazón para que la sangre no se acumule, ni menos, que su pequeño brazo se hinchara.

— Buenas noches amor — besando su mejilla, abrazándola con delicadeza para no despertarla— Te extrañé hoy — acariciando su cabello— Estoy orgulloso de ti, estoy muy feliz por ti preciosa, estás mejorando, cada día te veo mejor.

Abrazándome a ella, rápidamente me quedé dormido, estaba exhausto, pero estar con ella siempre me daba energías para enfrentar otro matador día.

***

JESSA.

Con el primer paso que di en mi rehabilitación, conviviendo con mis amigos y compañeros de casa, poco a poco comencé a ganar confianza en mí misma otra vez, salía con los chicos a hacer las compras al supermercado, me llevaron a mis terapias para no sobrecargar tanto a Luca con esa tarea, Oren me llevó quitarme el yeso, siendo libre por fin, ahora nada me impedía volver a mis clases de baile, tendría tiempo de practicar para volver a mi estado físico anterior antes de la próxima temporada.

— ¿Estás segura que puedes hacer esto? Han pasado casi tres meses, estuviste mucho tiempo lejos del estudio de baile, siempre puedes quedarte en casa otro tiempo más.

— Me tomó mucho tiempo reunir el valor para venir aquí otra vez — observando a Oren, él me acompañó, Luca tuvo que hacer un viaje para hablar con unos patrocinadores, le está yendo estupendo en su carrera como boxeador— así que comenzaré hoy mismo, ya pasó demasiado tiempo, necesito ponerme en forma otra vez.

— Si algo pasa, sabes que puedes llamarme, no tienes buena cara desde anoche, y no creas que pasaste desapercibida muchacha, ahora que tienes puerta en tu cuarto otra vez, te encerraste por horas con Carson y Ramona, y ustedes siempre me dejan estar en sus conversaciones de chicas porque mis historias son muy interesantes e intensas, así que necesito saber por qué se encerraron, la intriga me mata.

Boté el aire acumulado, tirando de mis cabellos, paseándome de un lado hacia el otro.

— No es nada, solo conversaciones de chicas, es bueno estar rodeada de chicas de vez en cuando.

— Yo soy tu mejor amigo — cruzándose de brazos— No me dejes solito ahora.

— Tú sigues siendo mi favorito, no seas llorica.

Dándole un abrazo apretado.

— Así que con esas estamos, no me vas a decir.

— No tengo nada que decirte tonto.

— A mí no me haces tonto — separándose de mí, observándome con una media sonrisa— Yo soy el encargado de comprarte tus tampones zopenca, soy el único que sabe la marca que te gusta, y hace varias semanas que las cajas siguen selladas, tal y como yo las dejé cuando las compré, así que suéltalo ahora, cuanto tienes.

Hice un mohín, tirando de mis cabellos.

Necesitaba hacer un berrinche de todo esto.

— Ocho semanas según el test de embarazo que cuenta las semanas, creí que podía ser un error así que le pedí a Ramona y Carson que me compraran un par más para comprobar.

— ¿Cuántos te hiciste en total?

— Siete... y para no sentirme mal, ellas se hicieron el test de drogas para que les saliera positivo — golpeándome con la mano extendida el rostro— Aún no sé cómo decírselo a Luca, así que no abras la boca, esto es... algo que no tenía pensado, yo ni siquiera quería tener hijos, no estaba en mis planes.

— Oye — posando su mano en mi hombro— encontraremos una solución, los bebés son muy lindos.

— Los bebés hay que vestirlos, amamantarlos, mudarlos, y te digo que la cantidad que cagan es subnormal para esos diminutos traseros. Todos los gastos que conlleva joder, todo el tiempo invertido...

¿Cómo se lo decía? Ni él ni yo estábamos preparados para esto, no salimos de un problema cuando ya estamos metidos en otro.

En parte por el bebé tomé la decisión de bailar otra vez, necesitaré buenos ingresos si pienso tenerlo... y es que abortar suena muy tentador, pero no tendría el corazón para deshacerme de una pequeña bolita de baba que podría ser la mayor felicidad de mi vida.

Mis padres fueron una mierda conmigo, literalmente son todo lo que yo jamás sería, y sé que puedo hacer feliz a este niño o niña que está creciendo dentro de mí. No quería ser como mis padres, estoy segura de que yo puedo ser una buena mamá.

Tengo exactamente una semana para pensar bien en lo que voy a hacer, y para cuando regrese Luca, le contaré si he decidido tener al niño o simplemente seguiremos con nuestra vida y me deshice de él sin contarle que íbamos a ser padres.

Debo pensar fríamente sobre todo esto porque podría costarme mi futuro.

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