Capítulo 23

Terminando el baño, acomodó la toalla en mi cabello, secó mi cuerpo cuidadoso de no tocar mis heridas o hematomas, y me ayudó a vestirme, con bragas cómodas y una camiseta suya, saliendo del baño directo a mi cuarto, ignorando a Oren que quedó con las palabras atoradas en la garganta y la mano estirada.

— No podrás ignorarlos por siempre ¿Estás segura de que quieres quedarte aquí?

— Podrías hacer el tatuaje nuevo ahora, tendrá tiempo de sanarse ya que no iré a la academia por un tiempo.

Ignorando sus anteriores palabras.

— Jess... no creo que sea buena idea que te quedes.

Soltó son más.

— No es como si pudiera irme ¿Olvidas el escandalo que se armó cuando no quise ser parte de esto? Además, ya tengo un tatuaje — mostrándole por si lo había olvidado, aún tenía marcas de dientes sobre este y a su alrededor... que asco— Y si seguiré siendo parte de Los Diablos, no quiero volver a ir semi desnuda sólo para que se vea la maldita tinta en mi piel.

Sé que al pacto de la calavera van mujeres mucho menos vestidas que yo, pero la molesta voz en mi cabeza me dijo que se percataron más rápido de mí porque iba vestida como prostituta, me decía que solo faltó que pusiera letreros con luces de neón a mi alrededor para anunciarme, y comenzaba a creerme lo que esa molesta voz me estaba diciendo.

— Jess... si pudiera hacer algo para retroceder el tiempo y evitar nuestro encuentro — llevándome hacia la cama para que tomara asiento, acuclillándose frente a mí— todo es mi culpa, yo te llevé a esto, yo te llevé al agujero oscuro donde estás ahora, me siento tan...

Sujeté su rostro, interrumpiéndolo, intentando poner mi mejor sonrisa, es solo que... mis labios seguían curvándose hacia abajo.

— Deja de culparte joder, me siento más mal por ti que por mí en estos momentos, sé que, si hubieses estado cerca, jamás habrías dejado que me llevaran, yo no te culpo, así que deja de verme así.

— Es que Jess... siento que puedes romperte en cualquier momento, tengo miedo de que eso suceda — llevando sus manos a mi rostro, observándome con ojos cristalizados— Tengo miedo de perderte...

Admitió.

Mierda... él estaba a punto de llorar, si eso pasaba, yo terminaría haciendo lo mismo, y no estoy segura de si me quedan lagrimas para derramar aún.

— No me vas a perder — Abrazándolo con fuerza, necesitaba su calor— Me quedaré aquí, contigo, seré más fuerte y me vengaré de todos ellos.

— Tú no te ensuciarás las manos, seré yo quien te vengue... mi amor.

Nunca me llamó así antes, mi corazón estaba tan feliz que temía que él pudiese escucharlo, pero tampoco quería decir nada, por lo que sólo me aferré a su cuerpo, saboreando el momento.

— ¡Jessa Millet! ¿Qué demonios está pasando?

Me levanté de golpe, mareándome por la acción rápida.

— ¡Mamá! ¿Qué haces aquí?

Papá estaba a su lado, ambos rojos de la colera.

— Lo siento Jess, intenté detenerlos.

Oren estaba tras ellos, Connor lo acompañaba.

— Conseguí la dirección gracias al hospital ¿Así que te estabas quedando con unas amigas? ¿Para practicar? ¿Qué cosa? — caminando hacia mí con rostro amenazante— ¿Practicar sexo? ¿Orgías? ¿Cómo ser una puta? ¿Eso es lo que quieres?

Abrí mucho los ojos, sintiendo mi sangre hervir de la rabia.

— ¡No tienes el derecho de hablarme así! ¿Con qué cara vienes a reprochar mis decisiones?

Acercándome a ella.

Como siempre, mi padre se escondía tras ella.

Cobarde.

— ¡Porque soy tu mamá joder! Mi trabajo es hacer que veas lo estúpida que te ves ahora ¡Mírate! ¡Mierda! ¿Qué te hicieron estos bastardos locos? Pudiste haber muerto ¡Te ves horrible!

— Tu madre tiene razón — habló por fin el padre del año— Estás perdiendo la cabeza ¿Qué harás con la academia ahora? Perderás todo tu avance ¿Qué harás el tiempo que no puedas bailar? Tu madre y yo no pensamos mantenerte ¿Qué harás entonces? No tienes un plan b, no tienes nada.

Apreté mi mano con fuerza.

— ¿Con qué derecho vienen a jugar el rol de padres ahora? ¿Recuerdan qué pasó cuando salí del puto closet? ¿Recuerdan lo que pasó cuando les presenté a mi novia? ¡Me echaron de la maldita casa! No tenía donde vivir, qué comer, no tenía un maldito plan b, tuve que vivir en casa de Blake hasta que sus padres nos ayudaron a conseguir una casa y pude sobrevivir por mi cuenta con lo que ganaba, a ustedes no les importé ¿Qué demonios se creen jugando a la casita ahora?

Luca posó sus manos en mis hombros, llamando a los chicos con un movimiento de cabeza.

— ¿Quieres que los saquemos de aquí?

— No quiero volver a verlos en mi vida, ustedes no se han interesado en mí por mucho tiempo, así que no vengan a reprocharme mis acciones cuando nunca estuvieron ahí para cumplir con su rol de padres, por favor... sáquenlos de aquí — aferrándome a mí misma, podía sentirlo, estaba a un paso de un ataque de pánico, me sentía mareada, la respiración me faltaba, me dolía el pecho, el estómago, sentía nauseas— no los lastimen, pero sáquenlos de aquí.

— Ya escuchó señora, nos vamos.

Connor cargó a mi mamá en su hombro y la sacó rápidamente mientras esta protestaba y nos insultaba a todos, Oren y Sam sacaron a papá por los brazos.

— Te vas a arrepentir de esto — dijo antes de salir— Y cuando estés en la mierda, y ya no puedas salir, no vengas a buscarnos, porque tu madre y yo no te ayudaremos, estás muerta para nosotros. Le dije a tu madre que debíamos abortar ¿Sabes por qué no lo hicimos? — hablando lleno de odio— Porque ella no quería una maldita cicatriz, y luego llegas tú, ahogándote con el puto cordón, y tuvieron que abrirla de todas maneras, eres nuestra mayor decepción — forcejeando para terminar de hablar antes de ser sacado— No vuelvas a aparecer frente a nosotros nunca.

Oren lo golpeó con fuerza en el rostro, arrastrándolo por el piso sin mayor compasión, pude escuchar cómo caía por la escalera y forcejeaba con ellos en la planta baja.

— Mierda... tus padres son... son una mierda joder, nunca me sentí más afortunado de no tener padres.

Así que Luca no tenía padres.

— ¿Me dejas sola por favor?

Aguantando las lágrimas.

Que sorpresa...después de todo sí me quedaban más para derramar.

— No voy a dejarte sola, menos ahora — cerrando la puerta del cuarto con seguro, llevándome a la cama con él, sentándome sobre sus piernas— Voy a ser tu pilar Jess, no pienso dejarte sola, nunca más.

— Me siento... patética — apoyando mi rostro en su pecho— después de que escucharas todo lo que dijeron de mí... me siento humillada.

— Ellos son quienes deberían sentirse mal, eres increíble — acariciando mi cabello— Y ya que yo conozco la historia con tus padres... ¿Quieres que te cuente la mía? Así ambos conoceríamos la historia del otro.

— Está bien, me gustaría saber más sobre ti — Acomodándome— Soy toda oídos.

Suspiró.

— Bien... acomódate guapa — llevándome hasta el centro de la cama para apoyarse en el respaldo, cubriéndome con las mantas para que entrara en calor, aún llevaba la toalla en la cabeza y comenzaba a hacer frío— la historia es un poco larga... y triste, una mierda en realidad, odio recordarla, pero por ti... — su barbilla tembló— Aquí voy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top