Capítulo 15
Entré antes que él a la tienda de campaña, en cuanto entró, tiró de los cierres, cerrando todo tipo de contacto con el exterior, aún así podíamos escuchar los comentarios del resto, insultando a Luca, pensando en voz alta sobre cómo sacarme de ahí antes de que él pudiese hacerme daño ¿Es que no podían ver que él no era el malo? Luca era una buena persona.
— Deja que le diga al resto que todo está bien ¿Por qué todos creen que eres una mala persona? No es así.
Sujetando su rostro para que me viera. Él estaba pendiente de lo que decían las voces en el exterior, apretando los dientes tan fuertes que chirreaban.
Si no lo distraía, saldría a hacer estragos otra vez.
— Déjalo así, cámbiate de ropa, estás temblando.
No me di cuenta hasta que lo mencionó. No estaba tan segura del motivo por el cual temblaba.
— Luca ¿Por qué no dejas que el resto sepa que eres una buena persona?
— Porque no me interesa que el resto lo sepa — Mirándome mal— Entre más sepan las personas sobre ti, más daño pueden hacerte. No necesito verme débil ante el resto ¡Cambiate la maldita ropa!
Cerré los ojos y temblé, quizá no era buena idea estar en un espacio tan cerrado con un Luca enojado.
— ¿Tus medicamentos?
— ¿Por qué traería esa mierda?
— Porque los necesitas.
— ¿Tu me vas a decir qué es lo que necesito?
Esa sonrisa estaba cerca de ser amistosa ¿Cómo carajo hago regresar al amable Luca sin sus medicamentos?
— Yo solo...
Estaba ten serio, tan tenso, que decidí que lo mejor era callar y hacer lo que él me pidió, cambiarme de ropa en silencio, no quería tentar a la suerte.
Sin ánimos de desnudarme por completo frente a él, metí ambas manos por debajo de su camiseta, desabrochando el brasier en mi espalda, y ahora con mayor facilidad, metí una de mis manos por la manga, sacando el brasier de un tirón.
— Mieerdaaa...
Susurró demasiado fuerte, observando el brasier húmedo entre mis manos.
— ¿Qué?
Percatándome de la erección que le crecía entre las piernas.
— ¿No te das cuenta de lo sexy que te ves en estos momentos? Se te marcan... todos...
Cerró los ojos negando repetidas veces.
Estaba observando mis pezones erguidos, el frío hace lo suyo.
— ¿Mis pezones?
Sonriendo de lado ¿Por qué se mostraba cohibido ahora?
— Sí... pero... no debería mirarte, no está bien.
— Ya los has visto ¿Cuál es el problema?
— Golpee a esos chicos porque estaban hablando de ellos. No puedo ser tan hipócrita como para estarlos viendo ahora, soy una mierda.
— Se trata de consentimiento. Yo te estoy permitiendo mirarlos ahora.
Quitándome su camiseta que estaba un tanto mojada por llevar ropa húmeda debajo.
— Le diré que duerma conmigo, no está segura aquí.
Escuchamos en el exterior, era la voz de Connor y su sombra acercándose.
— Voy a parar esta mierda aquí.
Tomando su camiseta nuevamente, me la puse en dos movimientos y abrí la tienda, saliendo descalza al exterior donde todos cuchicheaban y se amontonaban.
— ¿Estás bien? ¿No te hizo nada?
Connor posó sus manos en mis brazos, analizándome rápidamente en busca de daños exteriores, de reojo vi a Luca morder su labio inferior con fuerza, lastimándose.
— Connor, Luca no es malo conmigo, él no me lastimaría... no a propósito al menos — recordando la escena de hace unos minutos, su puño casi me rompió la nariz— él es bueno — observando al resto— Así que agradecería que omitieran sus malos comentarios sobre él — iba a regresar a la tienda, pero recordé la segunda parte de lo que debía decir— Y dormiré con él estas noches, nos llevamos bien, y de verdad quiero disfrutar este paseo, con él, no es necesario que lo repelan cada vez que está cerca, yo me sentiría mal en su lugar — apretando los puños— estaré ebria, pero estoy segura al decir que lo conozco mejor que todos ustedes.
— Jess... él hace esto, no es la primera vez que le lava el cerebro a una chica.
Ese era Taylor.
— La ultima chica terminó muy mal...
¿Por qué le creería a Adam?
— Busca a otra idiota que te crea.
— Es cierto... — Carson dio un paso al frente— Elena sigue en el hospital después de... de Luca...
Estrujando sus dedos con nerviosismo.
De reojo vi a Luca apretar los puños con fuerza ¿Ellos no estaban mintiendo?
— ¿Qué le pasó a ella?
Curiosa y preocupada de lo que pudiera pasarme.
— Fue Luca y sus conexiones, no es bueno que te vean con él, y no pasará mucho tiempo antes de que comience a pedirte favores que pondrán en peligro tu vida, por eso nadie se... acerca tanto a él.
Fue todo lo que dijo. Carson seguía desviando la vista hacia la tienda, probablemente temiendo de lo que Luca pudiera hacerle si seguía abriendo la boca.
— Bien, está bien — suspiré, sujetando mi cabeza, tantas emociones y tanto alcohol hizo que comenzara a doler— La fiesta terminó para mí de todas maneras, necesito descansar, que duerman bien, disfruten su noche.
No quería escuchar nada más, quizá estaban exagerando.
Y omitiendo las voces que me llamaban, di media vuelta y regresé a la tienda, cerrando el contacto con el exterior.
— ¿No vas a correr lejos ahora que sabes de Elena? Porque deberías. Ella está en el hospital por mi culpa.
— Solo duérmete joder, han sido muchas emociones por una noche.
Quitándome su camiseta, colocándome una de las mías para dormir, cambiando también mis bragas.
— ¿No te da miedo estar conmigo?
— Quiero creer que lo que le pasó a Elena fue suficiente como para que aprendieras la lección — observándolo— ¿Has ido a visitarla al menos?
— No.
— ¿Y eso por qué? Le debes una disculpa.
Mirándolo mal.
— No creo que... quiera una disculpa.
Rascando su nuca, observando en otra dirección, parecía arrepentido.
— Pues eso ya lo veremos, iremos el lunes, así que prepara un discurso, porque no dejaré que te escapes de esto, ella merece una maldita disculpa, la quiera o no, creo que debería escucharla al menos.
— ¡¿Y eso por qué demonios tendría que ser tú asunto?!
Alzando demasiado la voz.
— ¡Porque no quiero que te vean como un jodido monstruo! ¡Cambia esa maldita actitud que tienes! Al menos deja de golpear y romper todo lo que tienes frente a ti cuando te enojas.
Abriendo mi saco de dormir.
— ¿Te irás a dormir así sin más? Estamos hablando.
Comenzando a cambiarse de ropa. Un bóxer seco y una camiseta antes de colocarse a mi lado.
— Yo estoy cansada ¿No estás cansado?
Metiéndome dentro del saco, abrazándome a mí misma. Hace frio.
— Si, estoy cansado, pero... no quiero que dejes de hablarme, siento que mañana despertarás y te mandarás a cambiar con otra persona.
En su mirada de verdad podía ver temor.
O es muy buen actor, o está hablando en serio.
— De verdad me agradas... aunque me jodas todo el tiempo.
Susurró.
Lo que en realidad me pareció muy dulce.
¿Cómo es que la tal Elena salió lastimada? ¿Qué hizo por Luca?
— A mí también me agradas — viéndolo recostarse a mi lado para poder hablar frente a frente— Y no voy a irme de aquí, dije que dormiría contigo, ahora tienes que tolerarme.
Sonrió.
No pude evitar imitar su acción.
— Gracias... Yo... intentaré no meterte en problemas.
— Inténtalo con ganas por favor, me echarán de la academia si siguen viéndome con marcas.
— Lo siento por eso...
— Sí, está bien. No estabas en tus cabales cuando me lastimaste — acercándome a él— Metete en el saco y acércate, hace frio y me estoy congelando.
— Eso es porque tienes el cabello mojado, tonta. No te metas a estas horas al lago otra vez.
— No lo hice con intención, gracias a Dios estabas cerca para socorrerme, quizá donde habría terminado...
Esperé a que se metiera dentro del saco y me acerqué a él, acomodando mi rostro en el hueco entre su cuello y hombro, él estaba calentito.
— De alguna manera... me siento responsable de ti, es mi culpa que estés metida en todo esto.
— Así es, así que cuídame bien.
Abrió su saco y él mío, abrazándome con delicadeza. Ahora sí que no pasaría frío.
— ¿Te parece bien si te cuido así?
— Sí, así está bien muchachón — sonriendo— ¿Iremos el lunes a pedirle disculpas a tu ex lo que sea? Debiste haber ido apenas le ocurrió lo que sea que le haya ocurrido.
— Si eso te hace feliz, pues iremos, pero ella no estará feliz de verme.
— Al menos sabrá que te importa su salud, tienes que ser más consciente de los sentimientos de las personas a tu alrededor.
— Es que... es que a mí no me importan.
Levanté la cabeza para verlo, él estaba completamente serio, habla en serio.
— Tendremos que trabajar en tus emociones Luca, y en tu temperamento — removiéndome nerviosa— ¿Puedo hacerte una pregunta?
Era ahora o nunca. Debía preguntarle ahora que estaba tranquilo.
— ¿A estas alturas me preguntarás si puedes preguntarme?
— Entonces ¿Sí puedo?
Asintió.
— ¿Por qué de un momento a otro cambió tu actitud conmigo? — Abrió mucho los ojos— ¿Yo te gusto?
Disparé.
Era ahora o nunca.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top