Capítulo 12

Digamos que hoy fue centro de muchas burlas y comentarios doble intencionados por parte de mis compañeros de clase. Que tuviéramos que llevar poca ropa no era de mucha ayuda para ocultar la sugilación, como lo llamó mi entrenador, o como mis compañeros de clase dijeron, los muchos chupones en mi cuello, pechos y caderas, las cuales casi logro ocultar con las micro pantaletas que ocupamos en los ensayos, fue bastante vergonzoso la verdad y espero que Luca se sintiera tan avergonzado como yo el día de hoy, le dejé unas buenas marcas en el cuerpo por lo que puedo recordar.

Ese día, fui temprano a casa, no tenía el animo ni las fuerzas para quedarme hasta el anochecer, mi cuerpo protestó cada vez que separaba demasiado las piernas, hoy no era un buen día para practicar, lo pensaré mucho mejor la próxima vez que quiera tener sexo antes de una presentación.

Así, los días transcurrieron con rapidez, llegó mi tan esperada presentación, mis padres estuvieron ahí, brillé en mi presentación y para mi sorpresa, los chicos de la casa estuvieron también, apoyándome. Tuve miedo de que se molestaran porque Travis fuera mi compañero de baile, pero Luca les explicó que él y yo llevamos más de dos años bailando juntos, y que no nos relacionamos fuera de la academia, que yo le dejé bien en claro cuales eran mis preferencias, lo que me ayudó bastante a calmar mis nervios.

Ellos me habían aceptado.

— Bien mamá, debo irme.

Sujetando mi bolso y mi ramo de flores, estaba muy feliz.

— ¿Estás segura de que... Quieres ir con ellos?

Observando de reojo a los chicos cargados en sus motocicletas a unos metros de nosotros, a mis padres no les gustaba mucho.

— Son mis amigos, tranquila, nada sucederá.

— Hija — papá alzó la voz. Pero que milagro— Ese tipo de amistades puede costarte muchas cosas, ten cuidado.

— No se preocupen, ellos son buenas personas, que su apariencia no los engañe — sonreí— Yo misma los juzgué cuando los conocí, pero no son lo que piensan.

— ¿Por qué te juntas solo con hombres? — Mamá me observó asqueada— ¿Es que quieres ser una chica de la vida fácil ahora? Yo no te crie así.

Mordí mi mejilla para no soltar un mal comentario que la alterase.

— Ese es mi problema, soy lo suficientemente mayor para pensar en qué es bueno para mí y qué no.

— Jess ¿Estás lista? El resto nos espera para tu fiesta de felicitaciones, estuviste de puta madre.

Oren se acercó, rodeando mis hombros con su mano, lo que horrorizó a mamá.

— Ya voy, terminé de hablar aquí, adiós mamá, adiós papá.

— Jessa no he terminado contigo, alguien tiene que hacerte abrir los ojos — sujetando mi brazo con fuerza— Ellos no te convienen, te irás a casa con nosotros.

— Señora, le aseguro que a ella no le gusta que utilicen la fuerza bruta con ella, se pone de muy mal humor.

Luca apareció tras de mí, tirando de mi brazo.

Ahora todos estaban a mi espalda.

La verdad, sí parecían muy intimidantes si los ves como posibles enemigos.

— Jessa, no sabes lo que estás haciendo, solo ven a casa con nosotros.

Tenía las orejas rojas de la furia, se estaba conteniendo.

— Lo siento mamá — no quería y no podía, es así de simple— yo tomé mi decisión y me quedo aquí.

Rió de forma sarcástica, colocando ambos brazos en jarra.

— Has perdido la cabeza completamente, le dije al idiota de tu padre que era mala idea enviarte sola aquí, no sabes sobre los peligros de la vida, eres una inepta que cree que todo el mundo es bueno, ya verás lo que pasará cuando estos vándalos — señalándolos— te den la espalda, te asalten, te violen o mucho peor, te maten.

— Ya veremos madre — tirando de Luca y Oren a quienes tenía a mi lado— Vamos chicos, tenemos una fiesta a la que ir y no pienso seguir escuchando como descalificas a mis amigos — mirando mal a mi madre— son ellos los que me han acompañado durante las ultimas semanas, tú solo supervisas que mi trabajo sea perfecto cuando vienes a mis presentaciones, no tienes derecho de opinar sobre mi vida ahora.

Mamá gritó e hizo una escena fuera del teatro intentando llamar mi atención, llamándome chica de la vida fácil y prostituta en más de una ocasión por ir tras ellos, subir tras la moto de Oren y alejarme del lugar.

No dejaré que esto me arruine mi día, todo salió perfecto, eso debería ser suficiente para ella.

— ¿Estás bien? Tu madre sí que es cosa seria.

Oren parecía preocupado, de hecho, todos los de la casa me observaban.

— Estoy bien, ella siempre fue así, le gusta controlar todo, quizá por eso tengo un poco de obsesión con ciertas cosas — sonreí— Gracias por ir a verme, fue un gran detalle.

— ¿Somos amigos o qué? No pongas esa cara.

Connor fue hasta nosotros, rodeándome por los hombros.

— Mañana es día de campamento, lo pasaremos genial.

Complementó Sam, metiendo un trozo de chocolate blanco en mi boca antes de tener oportunidad de hablar.

— Pero no tengo tienda de campaña, no tuve tiempo de comprar una.

Hablando con la boca llena.

Agradecía que ellos me ayudaran a cambiar de tema, hablar de mis padres es un poco incómodo y sinceramente no quería hacerlo.

— Diablo duerme solo, su tienda es grande, puedes dormir con él.

Lo observé.

— ¿Te importa si invado tu espacio?

Miró en otra dirección, sin expresión alguna en su rostro.

— No.

— Bien, dormiré contigo entonces, tema resuelto — sonriente— ¿Vamos adentro? Necesito quitarme la ropa de niña para la fiesta.

— Esa es la Jess que me gusta — Oren rodeó mis hombros con su brazo, caminando juntos tras el resto— Si no fueras chica, te seduciría, tenlo por seguro.

Reí.

— Di eso delante del chico que has traído las últimas noches.

— ¿Cómo sabes de Marcus?

Impactado.

— Así que Marcus se llama el chico — Asintiendo— Digamos que no son para nada discretos y tú tienes buenos pulmones.

— Yo sabía que debí morder la almohada, maldito Marcus... me las va a pagar.

Esa sonrisa picara me decía que estaba recordando buenos momentos.

— Tengo el sueño pesado, así que a mí no me molesta.

Sonriendo en su dirección.

— Mientras no encuentres mi ropa interior en el piso, o la suya — observándome— Como te pasó a ti...

— ¡Ese fue un desliz! — Avergonzada— estaba ebria y caliente, Luca estaba en la casa, me metí al baño mientras se duchaba y una cosa llevó a la otra.

Contando.

Oren no me dejó sola hasta que le conté la historia con lujos y detalles mientras me cambiaba de ropa y me ayudaba a elegir buenos outfits para el campamento que se extendería hasta el lunes, digamos que faltaré por primera vez en años a una práctica lo que resultaba muy divertido, el entrenador me castigaría por esto, pero ¿Qué es la vida sin tomar algunos riesgos?

***

A la mañana siguiente, nueve de la mañana, con el auto de Sam cargado, todos subimos para ir directo al lago, Sam manejaba, Connor iba a su lado, Oren se iría con su novio en la motocicleta, Caleb, Jason y Luca iban atrás, y yo sobre las piernas de este último, en un viaje de bastantes minutos.

Y como era temprano, su pene estaba un tanto emocionado, lo que me ponía las cosas un poco difíciles, ya conocía esa herramienta y yo como que estaba comenzando a necesitar un cambio de aceite.

— ¿Estás incómoda?

Preguntó luego de un rato de viaje.

¿Me estaba moviendo demasiado? Yo solo... quería frotarme con él un poco.

Qué vergüenza...

— No, estoy bastante cómoda, es que tengo sueño — mentí— dormí poco ayer y nos levantamos temprano hoy. Supongo que me está pasando un poco la cuenta.

Se rascó la nuca, observando por la ventana unos segundos.

— Si quieres... puedes cargarte en mí y dormir un poco — Susurrando— pesas muy poco así que no molestas. Mira estos bracitos, podría romperlos si los aprieto un poco.

Moviendo uno de estos, lo que por alguna razón me hizo gracia, provocando la risa de él, lo que sorprendió al resto.

Terminaron observándonos con notoria sorpresa, y gracias a eso, Luca dejó de juguetear conmigo, llevando su mano a mi cabeza, aplastándola contra su pecho.

— Estás muy inquieta, deja de moverte un rato o te lanzaré por la ventana.

Sonreí.

Esa era su manera de decir ante el resto que descansara sobre su pecho.

La verdad es que... este sujeto no es tan malo como aparenta.

— Gracias...

Susurré para que solo él escuchara.

Y a pesar de no tener sueño, recostarme contra su cuerpo resultó muy cómodo, terminando por dormirme.

Desperté en la bomba de bencina, Luca me despertó porque no daba más y necesitaba pasar al baño, aprovechando la parada, pasé yo también, me mojé el rostro y regresé al auto, sentándome sobre sus piernas otra vez.

— ¿Seguro no te molesto? ¿No se te duermen los pies?

— No, yo estoy bien.

Viendo como intentaba buscar un lugar donde sus manos no molestaran y no me tocaran.

¿Ahora intentaba no tocarme después de todo lo que me tocó?

— Qué pongas tus manos encima no hará que me rompa o me queden marcas, solo ponte cómodo, después de todo, eres quien me lleva.

Tomando sus manos, colocándolas sobre mis muslos.

— Cómo digas...

— ¡Adoro esta canción!

Gritó Connor en cuanto Sam se puso en marcha, subiendo el volumen de la radio, después de tantas fiestas con estos sujetos, comenzaba a reconocer un par de canciones, y esta la conocía.

Era Corpse con E-girls are ruining my life.

La letra me la sabía más o menos, y aquí todos la cantaban a todo pulmón, desde mi posición, podía oír la voz grave de Luca cantar por lo bajo.

Pero que sexy voz tiene este sujeto...

Pero no seguiré por ese camino, prefiero enfocarme en la letra de la canción, cantando las estrofas que me sabía, este viaje lo disfrutaría.

Ahórcame como si me odiaras, pero me amas

Discretamente quieres salir conmigo cuando follas

Tócame con las luces apagadas y mis cadenas puestas

Cariño, no soy al que deberías esperar...

Ok... puede que pierda la cabeza durante este viaje, la canción es bastante sexual y Luca... yo no sé si lo hace a propósito, porque su boca está a pocos centímetros de mi oído, y si Sam pisaba un bache, sus labios rozaban mi oreja, no pude evitar mover el trasero de vez en cuando, y él pareció darse cuenta, porque sus manos me apretaron las caderas cada una de esas veces, apretándome contra su cuerpo, ambos tentando al destino, estábamos rodeados de personas que sin duda harían comentarios sobre esto, y él quería cuidar su reputación, no podía joderle eso.

***
Apenas llegamos al lago, todo el mundo comenzó a armar sus tiendas de campaña, Luca me ayudó con el bolso y yo llevé la tienda hasta el lugar que encontramos adecuado, en el mismo sector que nuestros amigos.

— ¿Cómo se arma esto?

Viendo el montón de fierros y plásticos dentro de la bolsa.

— ¿Nunca acampaste?

— Jamás. Mis padres... bueno, a ellos no les gusta el tema del aire libre, los insectos, la tierra y todo eso, son muy complicados.

— Así escuché ayer, ellos te respetan muy poco.

Suspiré.

— Sí... por eso no los veo seguido, ellos no me agradan — arrugando la nariz— Ahora ¿Me enseñarás a armar una tienda de campaña? Sería mi primera vez.

— Hablando de primera vez... — parecía nervioso— No puedo echarte de la tienda, y tendremos que dormir muy cerca... yo... tengo mal dormir en ocasiones, no quiero molestarte... yo...

— ¿Por qué tan nervioso? — sin entender nada— ni siquiera te sentí esa noche que tuvimos sexo, parecías muerto.

— Es que estaba cansado — acercándose a mí, acariciando su nuca— tuvimos mucho sexo ese día, pero yo...

— Solo dime qué pasa, no le diré a nadie, lo juro.

¿Qué lo tiene tan mal?

— Si dormiremos juntos estos días, debes saber que suelo tener pesadillas de vez en cuando, es patético, lo sé, pero... no puedo controlarlas, así que me disculpo de manera anticipada si eso llega a suceder.

Ya veo... estaba avergonzado por eso.

— No te preocupes, a mí eso no me molesta, y no le contaré a nadie tampoco, así, tu reputación seguirá intacta.

Sonrió.

— Gracias, significa mucho que no digas nada.

— Deberías sonreír más seguido, eso me gusta.

Devolviendo el gesto.

<<Alto ahí Jess>> Me regañé a mí misma <<Estás coqueteando>>

— C-creo que deberíamos armar esto, estoy segura de que tenemos muchas cosas que hacer hoy, nos divertiremos.

— Claro, sí. Será divertido.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top