~La Telesita~
  El sol se va poniendo en el horizonte.  Sentada sobre el asiento del micro, observo como sus rayos van muriendo hasta desvanecer tan rojizos como la sangre que fluye por mis venas. Tan vivo como mi corazón. Sin embargo, no entiendo como las personas no se detienen a ver el escenario tan extraordinario que nos brinda la naturaleza cada día.
Me refiero a que, cada día vemos el sol morir, seguros de que al próximo día estará allí para nosotros. Solo que un día, él ya no estará allí.

La obscuridad nos envuelve, amenazante. Deseoso de cubrirnos con su manto, como todas las noches. otro escenario tan mágico como el anterior,  al igual de trágico y tenebroso. 

Voy directo a la ciudad de Santiago del estero, el lugar de la danza y los festivales folclóricos por excelencia.  Según me he informado,  el festival que precede éste lugar se llevará a cabo en unos días y los preparativos son el epicentro de los Santiagueños
El micro se detiene en la terminal y la gente se vuelve loca por recoger sus maletas y salir de allí.  Una vez fuera,  tomo un taxi hasta la calle de la pensión.  El camino se hace muy ameno y relajante, puesto que el sendero rodea una especie de río. En el trayecto voy memorizando la introducción de mi próximo video:《Cada átomo de ésta tierra tiene una historia que merece ser contada, una historia que aún vive entre nosotros. Mi nombre es Lana Rodriguez y ésta es una nueva emisión de Leyendas Urbanas》
 
Mi empleo consiste básicamente,  en realizar videos para you tube,  Documentales que relatan los mitos y leyendas de mi país.  Argentina. Con ello compartimos al mundo entero nuestra cultura, nuestras creencias y nuestras costumbres.
 
Lo que hacemos en los videos es sencillo.  Vamos hacia el lugar,  hablamos con los habitantes más cercanos,  narramos la historia que la precede, contamos en primera persona nuestra experiencia allí y pasamos una noche en el lugar de los hechos para captar indicios de entes paranormales o lo que quiera que aún siga por ese lugar.

Nuestro primer documental,  lo realizamos en Rosario. En el museo de la memoria.  Actualmente es un bar, pero en época de militancia era una cámara de tortura para los apresados.  Captamos imágenes increíbles allí,  la experiencia fue algo de otro mundo. Tuvo un éxito sin igual y buscamos con el siguiente, mantener ese éxito que obtuvimos al comienzo.

Al llegar a la pensión de doña Angélica me encontré con mi equipo de trabajo. Nora, Evan y Nico.  Juntos hacemos cobrar vida a estos lugares tan tenebrosos como de obscura es la noche que nos envuelve. 

Estamos en los primeros días de Enero por lo que hace calor aquí y el clima se vuelve impredecible. En un momento hay sol y al otro, puede desatarse una tormenta. Así de variable es el clima por mis tierras, no obstante,  ésta noche promete un cielo limpio, sin rastro de nubes. Tan negro como el pelaje de un gato que no deja de observar mis movimientos, como si pudiera leer en mí,  como si viera algo que nadie más puede...

Al verme llegar con la maleta Nico se acerca y me ayuda a entrar a la humilde habitación que nos preparó Doña Angélica,  donde pasaremos la noche antes de empezar con nuestra investigación. 

Solo nos conocemos hace unos meces,  pero él me atrae de una manera que no es normal. Talvez sea por el largo tiempo que pasamos juntos, o por el hecho de que éste hombre está como quiere. El problema es que la tensión sexual se hace cada vez más fuerte y deberemos buscar una solución a ésta situación, si no, explotarán sus pantalónes o mi parte baja.

Nora y Evan son pareja desde antes de los documentales y les va muy bien. Ellos dormirán en la habitación de enfrente.

Miro a Nico acomodar sus cosas, mientras recojo algo de ropa cómoda para darme una ducha, antes de disponerme a descansar. Pero me quedo más tiempo del que pretendía,  observando esos brazos tensarse al recojer sus pertenencias del bolso de viaje y sé que él lo nota. Ésto no durará mucho, necesitamos que alguno de los dos rompa con ésta tensión.

Dentro de la ducha imagino que son sus manos las que me rodean y acarician mi piel. El agua fría limpia mi sudor y el sonido de alguna canción en mi Iphone se entremezcla con los leves gemidos que se me escapan involuntariamente. De pronto me siento observada, desnuda frente a unos brillantes ojos que me miran tan directamente.  El mismo gato negro que me dió la bienvenida,  ahora me observa desde un rincón de la ducha.  Enojada y preguntándome por donde habrá entrado, salgo de la ducha y me cambio.

No pude continuar y no alcancé el orgasmo. Iritada salgo del baño y me voy a la habitación, entonces la frustración se hace mayor al verlo desnudo sobre la cama.

Completamente dormido.

Me apetece tanto acercarme a su cuerpo, enredar mis dedos en su pelo, rozar mi piel con la suya.. sin embargo,  no me siento preparada aún para entablar una nueva relación.  La anterior fue un desastre y mi trabajo es lo primero.  Aunque somos adultos y podremos hablarlo.  Solo sería sexo. Solo le daríamos fin a ésta frustración. Pero ahora no es el momento,  no en éste lugar, no podría. 

Con esa idea en mente me dispongo a leer la información con la que disponemos.  Aquello por lo que estamos aquí.  Tal vez así,  logre enfocar mi mente en lo que nos trajo a éste lugar. El documental.

Me tumbo en el sofá con el cuaderno de anotaciones y leo el título.

LA TELESITA. -Cuenta la leyenda que...-

Mis párpados caen rendidos por el cansancio del largo viaje.  La obscuridad lo envuelve todo. El sueño se apodera de mi cuerpo y mi mente
Mañana comienza la verdadera historia, mañana cuando salga nuevamente, el sol.