Episodio 8

- Hijo, es agradable que tus amigos me encuentren sexy, pero tú eres mi hijo -

- Mamá por favor todo el mundo piensa que estás rica, que estas buenota que tienes unas grandes tetas y qué tu culo es el mejor que han visto en el mundo -

- Joss por favor! deja de decir incoherencias hijo mío -

- Mamá, es la verdad, todos piensan eso hasta yo que soy tú hijo -

- Esta bien, hijo, pero no me gusta la idea que tú...tú -

- ¿Qué yo qué? ¡Mamá, por favor! -

- Joss, no me gusta que vengas a mi dormitorio y bueno hagas lo que haces -

Pensé que lo sorprendería, que negaría todo, no estaba preparada para lo que hizo se río, sí se río luego riéndose se acerco a mi rostro con su mirada desafiante.

- Mamá, por favor -

- ¿Por favor qué?, no deberías hacer eso -

- ¿Estás diciendo que después de todo este tiempo ahora comienza a molestarte? -

- Yo, yo no lo sabía anoche fue la primera vez ¿Cuánto tiempo llevas haciéndolo? -

- ¿Deberás?, perdóname tanto, pero no te creo, tienes que haberlo sabido, ¿Cómo es posible que no te despertaras con todo eso que te hacía? -

 - Hijo, yo, bueno, si pensabas que estaba dormida, ¿Por qué anoche te escapaste cuando te diste cuenta de que me desperté? -

- No lo sé, nunca te había encontrado desnuda totalmente y anoche estabas preciosa en tu desnudez que pensé que querías que te cogiera luego me asusté un poco y hui como niño chiquito -

- ¡Pero Joss!, tú eres mi hijo, eres mi bebe, solía limpiarte, vestirte, llevarte al colegio, eso que haces no es posible, no podemos -

- ¿Por qué sigues diciendo eso, mamá?, ya lo hicimos, ¿Cuál es el ahora el problema? -

Noté que había una gran pero gran erección en los pantalones de la pijama de mi hijo, lo peor fue que él se dio cuenta que yo miraba su verga.

- ¿Qué quieres decir con que ya lo hicimos? Anoche fue la primera noche que no me tomé mis pastillas para dormir, no puedo quedarme dormida sola en mi cama -

- ¿Deberás? ¿Y también así de repente decidiste dormir desnuda? -

- ¡Bueno! ¡Sí!-

- ¡Mamá, pero si eres una gran puta!-

- ¡No tienes ningún derecho a hablarme así! - le dí un cachetada y le dije - ¡Soy tú madre, no lo olvides! Ok! -

Entonces, él me sorprendió jalándome del brazo violentamente y comenzó a besarme. Me resistí con todas mis fuerzas, pero él tiene el físico de su padre, es mucho más alto que yo, me sostuvo con fuerzas, es tan alto como su padre, grande como su padre, fuerte como su padre, su boca presionaba mis labios y trataba de meter su lengua en mi boca. Agarró el borde de mi blusa y la tiro tan fuerte que los botones saltaron, con un rápido movimiento me la quitó de encima, después agarro la parte frontal de mi sujetador y de un solo tirón lo rompió.

Se suponía que debíamos sentarnos a hablar y no debería estar aquí luchando con él mientras me sacaba la ropa, lo que Fernanda lo había explicado todo como una cosa tan natural y fácil, me estaba preguntando en que parte me equivoqué.

Por ahora me tenía entre su cuerpo y el refrigerador ya tenía las tetas afuera las cuáles succionaba, mordía y jalaba mi pezón con demasiada fuerza.

- ¡Oh, mamá!, eres tan hermosa, tus tetas me enloquecen -

- ¡Hijo, por Dios! -

- Mamá dejar de luchar sabes que tú también lo quieres sabes que quieres mi verga solo dilo sabes que mi verga es grande como la de mi padre -

- ¡No! ¡No! ¡Soy tú mamá! -

Me resistí, pero tomó mi rostro con sus fuertes manos y me obligó a mirarlo a sus ojos, para mí era como mirar los ojos de su padre, se parecía tanto a mi marido.

- ¡Dilo puta! ¡QUIERO TU VERGA! ¡Dilo! -

Sentí que su mano se metió entre los pantalones de mi pijama y agarró mi tanga tirándola violentamente, rajándola de un solo tirón, las puso frente a mis ojos y la vi volar detrás de mí, estaba prácticamente desnuda en los fuertes brazos de mi hijo.

- Dilo, mamá!, lo quieres, yo sé que lo quieres, no te resistas y deja que suceda -

- ¡Yo ... yo ... -

Estaba sudada de tanto esfuerzo, pero al mismo tiempo me mojé, me excité estando aprisionada en sus brazos, mirando esos ojos profundos que me traspasaban el alma, entonces sentí sus dedos separando mis labios mayores y luego penetrando mi conchita, me mordí los labios para no gemir, me cogió con sus dedos por algunos minutos, yo ya no luchaba pues me encanta lo que estaba haciendo, escondí mi rostro en su cuello dejándole unas ligeras marcas, luego él bajo su cabeza a lamer mis pezones que ya estaban demasiado erectos, a mi vientre, metió su cabeza entre mis piernas y me lamió toda mi vagina estaba goteando, voluntariamente levanté mi pierna y la coloque en su hombro.

- ¡Dios mío! ¡Oh, Joss! -

No podía creer lo que estaba pasando, no podía creer de excitarme tanto con mi hijo, se parecía tanto a su padre, me recordó tanto a mi esposo que no pude seguir luchando, me entregué a él, me dejé llevar como lo hacía con su padre, mi hijo chupaba y lamía mi clítoris provocándome espasmos de placer inaudito, él estaba bebiendo mis jugos vaginales como solía hacer su padre.

- ¡Oh, sí! ¡Dios mío! mi pequeño bebé, sí ¡Cógeme! ¡Oh, Dios! ¡Cógeme ahora! -

- ¡Eso es lo que quería escuchar, mami! -

- ¡Sí, cariño! ¡Hice feliz a tu padre y también te haré feliz a ti! ¡Ven aquí, súbete y dame tu gran pene! -

- ¡Sí, mami te daré mi gran pene, pero quiero correrme en ti, estoy cansado de masturbarme sólo viéndote -

- ¡Esta bien, hijo! ¡Yo también quiero que me des tú lechita! -

En su propia cama mi hijo se colocó entre mis piernas abiertas de par en par y mientras su boca se posaba en mis labios, su pene comenzó a hundirse en mi vagina, me corrí casi de inmediato, era tanto el tiempo que no sentía un gran pene que no fuera el de mi marido dentro de mí que me hizo alucinar en una serie de orgasmos, luego me puso en 4 mi posición favorita, cómo me encantaba que mi marido me pusiera así y me diera duró por el culo.

- ¡Mami, siempre he alucinado con tu culo quiero coger tú hermoso culo, mami! -

- ¡Hazlo, hijo! ¡Soy tuya! ¡Todo lo que quieras tómalo soy para ti y de ti! -

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top