capítulo 41


Tinos Grecia.

—Ana estamos felices de esta Unión— dijo la señora con una gran sonrisa.

—Yo también madre—dijo sonriendo cuando un gran alboroto y campanas comenzaron a sonar hasta que uno de los vecinos toco con rapidez la puerta

—Señora su hija e hijos corren peligro, los tartaros estan aquí— el señor miró con dolor a Ana

—Ana, Sofía corran por la puerta
de atrás, por amor a Dios no vean atrás solo corran y no dejen que las atrape.

—Vamos pequeña—comenzaron a correr mientras Ana sostenía el collar que su padre le había dado

—¡Aestán!— dijo el hombre a los demás y Ana comenzó a correr hasta que Sofía fue capturada

Tu decides vienes ¿tú  o ella?—la miró y le puso una daga a su hermana de siete años

No le hagan nada, ire yo -susurró viendo a Sofía—dile a mamá que la amo

No Anasollozo—no lo hagas

—Te matarán si no lo hago pequeña, cuidate —susurró dejándose arrastrar por los hombres hasta un barco, jamás bajaras la cabeza Ana jamás, repitió las palabras de su madre que ahora dejaba atrás .





—Zeynep lleva a la criada con Ahmed hoy, encargate de que no quede en cinta, no me agrada pero a el le gusta —suspiró

—La señorita Dilruba Ascendió a favorita—dijo la kalfa suspirando

—Ella es tan tranquila y humilde, espero sea así siempre—tomo de su copa—trae la quiero saber si estará de nuestro lado

—Entendido madre sultana— hizo una reverencia y salió de ahí

—Madre Sultana, la Sultana Hürrem  está aquí — dijo Esma

—¿Nilüfer esta con mis hijos verdad? esta asintió— que pase

—Están en el jardín— hizo reverencia y hizo pasar a la sultana.

—Madre—sonrió Hürrem — ¿cuando partirán mis hermanos?

—Cuando Ahmed anuncie su primer hijo

—Esta difícil eso— dijo riendo—quiero ir con Raziye a visitar la Fundación.

—Puedes ir cariño—sonrió —ve con Esma 

—Claro— sonrió— las criadas de regalo para Ahmed estan en camino— la miró

—Lo se hija —sonrió— el regalo del paşa Korküt nos beneficiará, puede que ahí encuentre a la futura madre de sus hijos.

—Eso esperó madre— se levantó— regresaremos luego

—Madre Sultana, la señorita Dilruba esta aquí— le hizo señas para que pasará

—Madre Sultana—dijo la señorita de piel pálida y cabello castaño

—Señorita Dilruba veo que has cautivado a mi hijo, al sultán— la miró y señaló un cojín a su lado— mirame a los ojos ¿tu eres fiel a mi León?

—Lo soy sultán, creo que todas las concubinas que pasan por aquí dicen esto pero, yo moriría por el sultán— le mantuvo la mirada— mi único objetivo en este palacio es hacer feliz a su majestad

—Eso esperó señorita, el harén es un lugar muy frío y una sona de guerra, Solo de ti depende mantenerte aquí con vida, tu me eres fiel yo te protejo, tu me traicionas desapareces sin dejar rastro—la miró

—No la traicionaria jamás madre sultana—murmuró y Atike le sonrió

—Puedes irte, el harén tiene reglas, el sultán puede ver cuantas criadas quiera pero solo tu decides si seguir en el juego o no— le hizo señas para que se fuera mientras que ella leía los papeles de su fundación.

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