capítulo 1
Palacio de lágrimas.
Una hermosa mujer de tez blanca y ojos como la noche terminaba de ver su reflejo en el lujoso espejo de oro, su miraba demostraba pura seriedad y determinación, mas en su corazón guardaba dolor y rencor.
Sus criadas iban y venían con los baúles llenos de joyas y ropa, los agas desplegaban la tela para que nadie viese el rostro de la primera esposa del sultán.
—Sultana, toda listo— la criada colocó la corona en su cabeza.
— ¿Mis hijas?
—La están esperando—miró por última vez la que fue su habitación por dos años.
Ahí lloró y odio mucho al sultán Orhan, la hizo sufrir de varias maneras, la acusó de asesina, la sacó de su vida como si fuera una cualquiera. La obligó a dejar de amarlo, y a dejar a su pequeño solo.
Y todo por una acusación de una arpía.
—Todos pagarán lo que me hicieron— miró a Nilüfer.
—Y nosotras la ayudaremos—Esma miró a Zeynep y está asintió
—Estamos listas para todo—Zeynep sonrió y la ayudaron a subir al carruaje
—Mi primer objetivo es Safiye —miró a la pequeña Hürrem— espero que seas igual que la gran Hürrem.
Palacio topkapi.
Ayşe sultan se culpaba por no haber ayudado a su nuera años atrás, ahora que regresaba seria su sombra y la guiaría para obtener todo lo que quisiera.
Por ejemplo el trono de su nieto, Ayşe soñaba que fuera para Ahmed, y con toda seguridad sabía que aquella joven que se había ido de topkapi hace años, había madurado y su inteligencia había aumentado.
Aquello seria su arma, una cara inocente pero un corazón de hierro.
Confiaba en que Atike sería su digna sucesora y que acabaría con sus enemigos sin piedad alguna.
Deseaba que su hijo el sultán del mundo estuviera arrepentido y que volviera a amar a aquella joven que años atrás se había vuelto su todo y que ambos le siguieran brindando nietos sanos y fuertes.
—¿Todo listo Fatma?
—Si Sultana las concubinas están terminando de poner todo. Madre Sultana—llamo su atención —nadie la recuerda—dijo con pena
—Lo sé, las criadas de ese tiempo fueron llevadas a otro lado o están muertas
—¿El sultán la perdonó?
—Espero que si, por que una mujer dolida es peor que una enamorada
—Dudo que quedé amor en la Sultana
—Allah quiera que si—se escuchó un amén y se dispusieron a esperar a Atike.
—Atención Burnaz Atike sultan Hazretleri— anunció el eunuco y al finalizar la frase todas las concubinas hicieron una reverencia y desde las alturas la madre Sultana sonrió.
—Nilüfer ya viste todo—susurro Atike- todo cambió
—Sultana Atike ha iluminado este Palacio con su presencia— bul bul aga sonrió hacía ella
—También me alegra verte bul bul
—La madre Sultana la espera— la guio hacía los aposentos de la máxima autoridad en aquel lugar.
—Atike — la madre Sultana sonrió al verla- al fin de vuelta —miró a sus nietas y ambas corrieron a abrazarla
—Así es madre sultana, la extrañamos —beso su mano
—No te detengo más, el sultán te espera— la miró y Atike salió del lugar
—Esma, dile a Bulbul que quiero ver a mi şehzade
—Claro sultana— la criada hizo una mueca de tristeza al recordar ese doloroso día.
—Díganle al sultán que la Sultana Atike esta aquí- el guardia no dijo nada y la dejo pasar
—Su Majestad- hizo una reverencia.
El sultán la vio fijamente, y sintió su mundo caer de vuelta, la mujer que tanto amo y ama, está de regreso y más hermosa que nunca.
—Atike sigues igual de hermosa—se acercó y trato de tocar su rostro pero ella se alejo
—Gracias- dijo con la mirada baja—su Majestad ¿puedo ver a mi Príncipe?
—Claro que si Atike, pronto iras con el, pero trae a mis Sultanas—ella hizo señas a zeynep y llevo a las niñas
— ¿Y Nurbanu?- atike se puso pálida- ¿dónde está?
¿Cómo le explicaría que su hija había muerto y que ella se había negado a decirle porque lo odiaba?
—Su Majestad— susurro— Nurbanu murió meses después de que llegamos al Palacio—aguanto sus lágrimas.
—¿Qué dices? Es mentira, ¿por qué no me dijeron Nada?—dijo enojado y las niñas se escondieron detrás de sus niñeras.
—Ella... ella sufrió mucho cuando se alejó de Ahmed su Majestad, despertaba por las noches llorando, y no comía, miró a la doctora pero un día no despertó, ella murió de tristeza, mi pequeña se fue—se aferró de la pequeña Beyhan
— ¿Cómo? ¿Cómo no me enteré?— trato de acercarse a Hürrem pero esta se alejo
—Mande cartas, mande Aghas, criadas y mensajes continuos, pero jamás obtuve respuesta, me di cuenta de que no le importábamos— mintió y al parecer le creyó por que no replico nada.
—Me interesan y mucho—sujeto su brazo y se agachó a la altura de Beyhan— ¿por qué te alejas?
—Beyhan, él es tu padre —Hürrem se acercó mientras Beyhan seguía aferrada al brazo de su madre
— ¿papá?
—Si mi pequeña —la cargo y Hürrem agarro su mano —no las dejare jamás.
—Su Majestad si me lo permite quiero ir a ver a mi Príncipe
—Puedes irte, en la noche regresa— esta asintió y se retiró de los aposentos del sultán
— ¿Mamá veremos a Ahmed?—dijo Hürrem aferrándose a su mano.
—Así es pequeña - vio acercarse a Safiye - las víboras no mueren aquí- susurró
—Así que era cierto - Safiye miró con desprecio a Atike
—Si regrese y regrese para vengarme— pasó por su lado y se dirigió hacia donde su Príncipe
—Abran la puerta—ordenó y estos hicieron caso, Atike sintió ganas de llorar al ver a su pequeño— mi pequeño príncipe
—¿Quién es? -miró a la niñera. El corazón de Atike dolió, su pequeño no la recordaba y eso era culpa de Orhan.
—Soy tu mamá—dijo llorando—he venido por ti mi Príncipe, tus hermanas están aquí
— ¿Mamá?—Atike asintió con un nudo en la garganta.
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