Transcurieron con normalidad los 2 meses llegando a inció de la amada primavera salvo las constantes interupciones de mi tía abuela, la Sultana Safiye

Yo ya estaba casada legalmente, mi padre ya me había regalado una joya, todas las ceremonias se habían dado lugar, solo faltaba lo más temido por mi: La noche de bodas

- ¿Esta bien, Sultana?- me pregunto Sha mientras ella me cepillaba el cabello para mi noche de bodas, Rana y Sha también me estaban preparando

- Si- sonreí forzadamente- Tranquila, no te preocupes

- Hija mía- exclamo mi madre entrando a la habitación y me fije que tenía lágrimas en los ojos- Señoritas, retirence

- Madre- saludé sin levantarme de mi asiento bajando la cabeza mientras mis sirvientas obedecían la orden de mi madre

- Mi querida- dijo mi madre mientras cojia el cepillo y peinaba mi abundante melena indomable- Parece mentira que te cases, parece que ayer naciste. Estoy muy orgullosa de ti aunque no este de acuerdo con este matrimonio. Hija, quizá lo que te voy a decir te incomode pero es importante que estés informada y yo no he tenido tiempo por los preparativos de la boda, verás...esta noche vas a complacer por primera vez a tu marido.

- Gracias por decirmelo, realmente no lo sabía- le respondí con ironía

- No seas así, Kösem- me dijo- Nadie te a preparado para eso porque todo el mundo estuvo demasiado ocupado por la boda pero quiero que sepas bien todo lo que va a pasar esta noche

Durante un rato mi madre me peino mientras me hablaba de cosas completamente nuevas para mi lo que lejos de ayudarme incrementó mi ya existente miedo

- Mi querida- exclamo mi madre llenandome de besos mi cara como cuando era pequeña llorando

- Veo que sufres, la mujer del lunar- exlamó una voz ya conocida por mi que me lleno un sentimiento de rabia- Vete, voy a hablar con mi sobrina-nieta

- Como deseé, Sultana- asintió desganada

- Mi querida sobrina- me dijo mientras al igual que mi madre cojia el cepillo y comenzaba a cepillar mi cabello que yo suponía que ya estaba más que peinado- Llevo esperando este momento años, aún recuerdo cuando tenías 12 años y comenzaste a verte con ese jenízaro de 13 años, Iskender, te dije que lo dejaras que no era digno de ti pero tu como tonta continuaste viendote con el

Paró de hablar cuando unas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y cayeron por mis mellijas

- Sultana, no...

- Fui cruel, si, lo disfruté, si ¿Sabes porque? Porque soy cruel pero no lo maté por eso, lo maté por ti, gracias a eso estas aquí, querida, tu serás una gran sultana de sangre, serás mi sucesora y durante tu infancia te preparé para eso porque veo en ti lo mismo que tenía a tu edad. No te pido que no me odies, solo te pido seguir educandote para que el sultanato tenga durante años una gran protectora- y después de decir eso me puso un mechón rebelde y se puso más o menos delante mío pasandome la mano por la cara para limpiarme las lágrimas y me miró con una expresión que si no la conociera habría dicho que era de amor y cariño- Piensatelo

Después de decir eso abandono la estancia y mis sirvientas entraron extrañadas por las visitas de las sultanas

- Veo que ya esta peinada- exclamó aliviada Ranap ara después colocarme el velo rojo que me faltaba para estar lista que combinaba con mi rojo como la sangre vestido

- Ya esta lista, Sultana- concluyó Hatice Hatun y ellas se marcharon hacía atrás en señal de final

- ¿Ahora que sigue?- hablé

- Pues llego yo- exclamó un voz masculina desde la cerrada puerta

- Rápido- gritó Rana emocionada como si fuera su noche de bodas- Os bajo el velo

Rápidamente apartaron la silla donde me peinaron y acabaron de organizar la habitación sin parar de sonreír y susurando ente ellas "Nuestra amada sultana se casa" "Si ese hombre le hace daño las tres iremos a quemarle el palacio"...etc

Se fueron y yo me paré en la mitad de la habitación con la cabeza bien alta pero con la cara tapada, las puertas se abrieron entrando a si Osman Pasha a los aposentos del palacio preparados especialmente para aquella noche.

- Sultana- no se reverenció para nada el hombre. Se acercó poco a poco a mi con una mirada que jamás había visto menos cuando vi a mi padre mirando a  las mujeres que le bailaban cuando yo tenía 10 años. Mire por la ventana de sus aposentos y ahí estaba el jefe eunuco, el jefe de los aposentos de mi padre y las mujeres que bailaban al ritmo de la música que tocaban otras mujeres ahí presentes

- Osman Pasha- hablé mientras el mencionado me levantaba el velo 

Lo miré bien esperando que no descubriera lo que había hecho, había tomado una poción para que la mañana siguiente no recordara nada. "Cuando ante comenzaba ante acababa" pensé y me lanzé y Osman Pasha lejos de rechazarme pego mi cintura a la suya

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