C6 Siente la adrenalina en tu cuerpo.
Amara
Deje el auto estacionado en el mismo sitio que lo fui a buscar. Era un estacionamiento abandonado muy lejos del centro de la ciudad. Dejé mi auto y lo cambié por el auto del Señor X. Él había dejado una nota, que no me preocupara por el mío, ya que la única cámara que había en ese lugar la manejaba él y el auto estaría seguro.
Subí a mi auto y me fui a casa, tomé mi teléfono y tenía algunos mensajes de Iara, de mis papas, nada, como era de esperarse, no sospecharan nada, nunca. Ellos asumían que yo estaba con Iara o algo, nunca me pedían muchas explicaciones. De camino a casa me di cuenta que el viaje no estuvo tan mal.
La compañía de Charlie no fue mala, pero no es de mi gusto estar con él. Es alguien que todavía no logro descifrar, aunque debo admitir que tenemos cosas en común.
Llegué a casa pasada la medianoche, sabía que mis papás estarían tomando el té en el salón. Decidí entrar por la parte de atrás, daba con la cocina. Entre me serví un vaso de agua con una pizza que encontré en la heladera. Cuándo estaba subiendo muy despacio para entrar en mi habitación los escuche hablar y me detuve.
—¿Una banda de jóvenes?
—Si, y dicen que es una banda muy buena. Manejada por uno de los más grandes ladrones. No se sabe quién es, ni quiénes son los chicos todavía. Pero estuvieron en la fiesta de los Blossom y robaron unos cuadros.
—¿Amara no fue a esa fiesta?
—Claro que no cariño, nuestra hija no va a ese tipo de fiestas. Tranquila.
Seguí subiendo las escaleras y las voces se escucharon cada vez menos, me encerré en mi habitación. Claro que ellos pensaban que yo no había ido a la fiesta porque nunca iba a eventos así, si lo hacía era con ellos, eso me dejaba tranquila.
Lo que no me dejaba tranquila era que papá supiera de una banda de jóvenes que roban en fiestas bastantes privadas, porque él sabía que no eran cualquier persona y movería todo para atraparlos. Tenía que contarle a todos.
Me recosté en mi cama, estaba preocupada pero no lo suficiente como para avisar a esta hora, recién llegaba de viaje y aunque hubiera dormido casi todo el viaje no podía dejar de estar cansada. El doctor me contó que esto podía pasar por las nuevas medicaciones no ayudaban mucho en el estado que estaba.
Tome otra para apagar un poco la cabeza y poder dormir, mañana a primera hora contaría lo que escuche. El Señor X tenía que empezar a tener más cuidado con los lugares que nos mandaba, ya sabía que tenía el siguiente movimiento bajo la manga y esperaba que no sea una de las fiestas de papa porque no robamos nada con él teniendo los ojos puestos en la banda.
Me desperté por el sonido de mi teléfono. Eran las ocho de la mañana. Tenía un mensaje en el grupo, donde estaba el Señor X.
Señor X: Hoy nos vemos a las cinco pm. En el departamento, no falten.
La buena noticia era que no tenía que mandarle un mensaje a nadie contando lo que escuche de noche. Podía hacerlo a la tarde.
Tenía que volver al estudio de danza, el doctor me había recomendado tomar clases de vez en cuando, no dejarlo de golpe. Si me advierto que capaz no iba a poder dar mi cien por ciento, pero que sería bueno retomar mi rutina diaria, que deje de hacer ejercicios extras que aceleran mi corazón y lo hacen querer salir de mi cuerpo.
Lo que él no sabía, es que yo no podía no dejarlo salir, debía hacerlo, debía ponerme en esas situaciones si quería subir el puesto en la lista. Mi condición ayudaba para subir en la lista pero no tanto. Había mucha gente que necesitaba un corazón nuevo, gente que estaba a punto de morir. Pero si yo no conseguía el mío, también iba a morir.
Iara me había aconsejado que me sentara y hablara con mi familia pero eso no era una opción, no después de tantas visitas médicas a las que no fueron. A las operaciones donde me acompañaban las personas que trabajaban para ellos.
Si a ellos no les interesaba tener una hija moribunda, a mi no me iba a importar tener que robarle a ellos o a cualquier persona para salvar mi propia vida. Quiero vivir una vida interesante y arriesgada sin tener que estar oxigenándome a cada minuto. Podíamos evitar la parte de robar y tener emociones iguales, pero en este caso lo necesitaba.
Baje para tomar el desayuno. Me había vestido para ir a la escuela de danzas. Mis cancanes color piel, zapatillas deportivas para manejar, una pollera que hacía conjunto con mi maya que ambas eran negras. Mis zapatillas de baile siempre estaban en el casillero de la escuela.
No había nadie como siempre. Tomé una manzana con un zumo y salí de casa. Cuando llegué al estudio me recibió la señora Spencer, muy contenta por regresar.
—Que bueno que hayas podido venir Amara. ¿Cómo has estado?
—Muy bien... Me han recomendado volver de a poco a mi rutina de siempre.
—Que bueno cariño. La mala noticia es que no vas a poder estar con el grupo principal. Están haciendo las audiciones para la obra. Pero hay clases en el otro salón, ve tranquila.
Le agradecí y ella se fue. El otro salón era un grupo menor que el mío pero estaba bien. Significaba que estaban bailando algo más tranquilo y no exigían tanto como este. Podía retomar mi rutina sin exigirme tanto.
Fui al otro salón y el profesor me dijo que podía estar tranquilamente hoy bailarían Cha Cha. No necesitaba mis zapatos de baile, solo mis zapatillas. Iban a bailar Havana de Camila Cabello.
Marco la coreografía. No era muy difícil aunque yo no estuviera acostumbrada a bailar estos ritmos. Eran muy divertidos, era lindo salir del clásico, siempre que podía tomaba otras clases. Los ritmos afro caribeños tienen una adrenalina pero sin subir tanto el nivel. Me gustaban mucho.
La coreo me salió bastante bien, no sentí ningún inconveniente mientras realizaba todos los pasos. Cuando terminó la clase le agradecí mucho a nuestro profesor. Me dijo que volviera cuándo quisiera. Me dirigí a los casilleros, pero me detuve ya que unos cuadros llamaron mi atención.
Debo admitir que no voy mucho al salón B pero que lindos cuadros tenían, me recordaban a los que habíamos robado, parecían caros, El profesor vio que los miraba.
—¿Son muy lindos, no crees?
—Si, parecen muy originales.
—Lo son, cuestan mucho. Colecciono estos tipos de cuadros, pero ya no los quería llevar a casa así que hable con la señora Spencer que me dio el permiso de colgarlos aquí.
—¿Tienen alguna temática?
—¿No los conoces?— Niego con la cabeza. La verdad es que el arte no era lo mío y se lo dije.
—Es el viñero rojo de Van Gogh. El original. Me costó mucho conseguirlo sabes, lo busqué por muchos años hasta que lo encontré. Me alegro que lo apreciaras Amara, no muchos se paran a ver los retratos colgados aquí.
—Es muy hermoso señor, y de nuevo gracias por la clase. Hasta luego.
—Adiós querida.
El se quedó observando un poco más el cuadro. Me sentí mal por la gente a la que le robaban los cuadros, tardaban mucho en conseguir el original, pero salían fortuna y también entendía porque los robaban. Tal vez él se lo compró a alguien que también lo robó. Todo es una vuelta en el mundo. Da vueltas y vueltas, y algún día nos va a llegar a nosotros esas vueltas, porque lo que hacemos no está bien, y lo sabemos.
Me duché en el estudio. Estaba sola cuando lo hice pero cuando me estaba secando entraron mis compañeras de grupo. Ellas recién terminaban las audiciones, pero yo no quería encontrarme con Mia.
Escuche que había conseguido el papel principal, que bueno por ella, como decía "por fin yo no estaba al medio para conseguir todo gracias a papi". Lo cual no era cierto, tenía talento para el baile. Pero ahora ya no, yo tenía que estar en otro grupo que no pidiera tanto esfuerzo porque yo no podía darlo todo.
La verdad era que la banda me quitaba mucho tiempo también. Me cambié rápido y mire mi teléfono, faltaban unos treinta minutos para la reunión pero decidí ir al departamento igual, tenía la llave y no estaba muy lejos. Le mandé un mensaje a Iara que ya estaba yendo pero no hubo respuesta de su parte.
Cuando llegué estaban todos menos Iara y el Señor X. Salude a todos. Charlie estaba con la computadora, movía sus dedos muy rápido no quise interrumpir. Irak y Natalie conversaban sobre unos muebles. Raro porque hasta donde yo sabía cada uno vivía con sus padres, pero tal vez alguno se iba a mudar. Me fui a la cocina para tomar algo.
—Hola— Entro Charlie a los pocos minutos. Le sonreí y le pregunté cómo estaba.
—Algo mareado por el viaje.
—¿No acostumbras a viajar?
—Si, pero los ronquidos de mi compañera. Me dejaron mareados, tienes suerte de que no te tire en la ruta. Anoche cuando dormí sin ellos me sentí mejor.
—Por dios, yo no ronco.
—¿Tú crees?
—Oye, sabría perfectamente si ronco— Da vuelta la barra y se acerca un poco mas a mi, deja su mano apoyada en la barra y se acerca un poco mas a mi y me habló cerca del oído.
—¿Lo sabrías? ¿Quién te lo contaría? ¿Duermes con alguien en la noche?— Sentí su respiración muy cerca, pero no pude contestar nada porque escuchamos cómo se habría la puerta y el Seños X nos llamaba. El me quito el vaso de agua que yo tenía y se fue. Dejándome parada queriendo entender lo que había pasado.
Era la primera vez que alguien se acercaba tanto a mi, y no me sentí incómoda, sino que quería que volviera a acercarse. Traté de borrar esos pensamientos de mi cabeza, porque el no me agradaba y eso tenia que saberlo no solo mi cabeza, sino mi cuerpo.
Tome asiento en la mesa donde estaban todos. El Señor X se acercó con una carpeta pero antes de que pudiera hablar, decidí contar lo que había escuchado decir a mi papa.
—Tengo algo que contar.
—¿Qué cosa Amara?
—Escuché a mi papá anoche hablar de una banda de jóvenes que robó en la fiesta de Irak. No sabe quienes somos pero sabe que existimos. Que no es gente cualquiera.
—Me imagine que tu papá se iba a enterar de algo por eso decidí que el trabajo lo haga Iara. Para que no los vieran mucho. ¿No sospecha de ti?
—No, claro que no. Saben que no salgo mucho de casa, no hay que preocuparnos por eso. Solo lo comente porque me pareció importante para tener mas cuidado donde y cuando hacemos los trabajos.
—Sí me parece bien que lo contaras, Gracias. Ahora vayamos a lo importante. El trabajo de Charlie y Amara se entregó sin ningún problema— Mire para el lado donde Charlie estaba y me guiño el ojo y yo le sonreí. Hacíamos un buen equipo de verdad.
—Los felicito a los dos hacen un buen equipo. Ahora ya tengo el siguiente movimiento pero no le gustara mucho Amara— Se me borro la sonrisa de la cara. Este idiota no escucho lo que le acabo de contar.
—¿Qué es? ¿No escuchaste lo que te acabo de contar?
—Si lo escuche, pero el ojo nunca está puesto en la hija del alcalde. Tengo que aprovechar eso Amara. Van a robar dos cuadros que están en el instituto de danza donde ella asiste a bailar.
—No me jodas. ¿Vas a robar el retrato de Van Gogh?
—Que chica inteligente eres, me sorprende. Claro que lo robare, sale fortuna y es una buena paga para ustedes. Pero deben idear ustedes el plan de como entrar y de cómo salir, yo no participaré de eso esta vez. Te conoces el lugar de punta a punta. Se que Iara entró un par de veces solo les consiguiera un mapa el resto será cosa de ustedes.
—No puedo creer que nos hagas robar ese lugar, no después de lo que te contó Amara, además tiene muchas cámaras. Pase muchas veces por ahí para no saberlo— Natalie estaba enojada con el lugar que había elegido y tenía razón. Había muchas cámaras.
—No por algo contrate a Charlie, el apagará todas las cámaras no se preocupen, pero lo debe hacer desde adentro, por eso deben armar el plan ustedes. Amara entre y sale todo el tiempo y es la menos sospechosa de todas.
Con esto último se despidió de nosotros, nos dijo que nos iba a mandar el mapa con uno de sus hombres. Estaba loco, seria algo muy complicado robar en el estudio. Era verdad que yo iba cuando quería, pero por un tiempo también había desaparecido, esto iba a llevar unas semanas, ya que tenia que ir un poco mas seguido al estudio.
—No te preocupes, no te verán la cara Amara, solo debes hacer que yo pase.
—Ese es el problema, no se como hacerlo.
—Podemos usar el cuento de siempre.
—¿Qué cuento?
—El cuento de que soy tu novio— Me da un apretón en el hombro y desaparece por la cocina.
Otro que estaba loco de remate. No podía decir eso, me conocían demasiado en la academia, iba a llegar a oídos de mi familia. No sabía cómo lo iba hacer, pero tenía que hacer que Charlie entre al estudio si o si.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top