9Luna carmesí

― ¡Eres un imbécil!―Brad llevaba media hora regañándome y prefería que fuera él y no Dante―no puedo creer que le hayas dicho a Alex lo que somos ¡eres un tonto! Voy a tener que tomar medidas, mantenerlo callado hasta la próxima luna roja.

― ¡No! ¡No lo vas a convertir!―tenía que evitarlo por todos los medios.

―No tenemos de otra. Tu metiste la pata.

―Él no va a decir nada.

― ¿Seguro?―No se veía muy convencido.

―Te lo prometo, voy a solucionar este embrollo. Solo por favor deja a Alex tranquilo.

―De acuerdo. Tienes cuarenta y ocho horas.

―Gracias.

Salí corriendo. Necesitaba buscar a Alex y hablar con él. A esta hora el colegio debe estar vacío, así que tenía que usar mi sentido del olfato para poder encontrarlo, solo que había un gran problema. Estaba lloviendo.

―Mierda.

Tomé mi teléfono y le mandé un mensaje, espere unos minutos a que contestara, pero me dejó en visto. Fui directo al grupo de los compañeros y pregunté por Alex.

Aarón

¿Alguien sabe dónde está Alex?

Ester

Fue al cine con Chery.

Ella lo invitó a una cita.

Davis

Creo que iban a ver John Wick.

Ben

Les pregunté si podía ir, pero Chery me mandó al carajo.

Ester

Que parte de "CITA" no entiendes.

Al menos sabía dónde estaba, ahora necesitaba ir. Pero para no llamar la atención me fui al bosque donde me quité la ropa y la metí en la mochila. Me transformé en lobo, y tomé la mochila con los dientes. Salí corriendo en dirección a la plaza.

☪☪☪

El lugar estaba casi vacío ya que era entre semana, los que normalmente están por aquí son los adolescentes. Como estaba transformado en lobo traté de ir sin llamar la atención hasta uno de los baños donde me sacudí el agua y me volví a transformar en humano. Me vestí rápidamente y fui directo a la sala de cine. Vi a Chery hablando animadamente con un par de chicas. Alex tenía cara de hastiado. Me acerqué con cuidado para fingir que estaba de casualidad.

―Hola.

― ¡Aarón! Hola ¿Viniste a ver una película?―Chery parecía feliz de verme.

―Solo pasaba por casualidad cuando los vi.

― ¿Si quieres quedarte? Hazlo, no nos importa, además Alex necesita compañía masculina.

―Yo no necesito compañía―se quejó Alex.

―Si no les molesta me quedo.

Chery se colgó de mi cuello.

―Estás calentito.

―Ah sí, soy caliente.

―Chery ¿no se supone que vienes conmigo? Deja de colgarte de Aarón.

― ¿Celoso? Pues mira esto―Chery tomó mis mejillas y me estampo un beso, yo me quedé de piedra ya que no me lo esperaba.

Las chicas soltaron un chillido y se separó de mí.

―Ya vengo voy al baño

Ella se fue en dirección al baño y yo aproveché para acercarme a Alex.

―Hola.

―Ah hola―no se veía muy entusiasmado―Chery volverá pronto.

― ¿Podemos hablar?

―No.

―Por favor, quiero evitar una tragedia.

Me miró extrañado.

―Chicas me pueden disculpar con Chery. Tengo que hacer una cosa y no podré ver la película.

Alex tomó mi mano y nos llevó a la salida donde vi su camioneta estacionada.

☪☪☪

Estar encerrado por la lluvia me dio la paz que tanto necesitaba. No sabía cómo empezar a contarle mi historia. Tal vez si supiera mi verdad podría evitar que Brad lo convierta en lobo. Comencé a ponerme nervioso, tener que recordar esa noche y la traición de la persona en la que confiaba. Los recuerdos me golpeaban la cara como si de una tormenta se tratara.

― ¿Qué quieres decirme?―no parecía molesto, más bien estaba curioso―estás temblando.

Alex encendió la calefacción del auto.

―Ya no tendrás frío.

―Gracias, aunque yo no siento frío, más bien estoy nervioso.

― ¿Por qué?

― ¿Estás molesto conmigo?

― ¿Qué? ¡No! Más bien me ha costado procesar el hecho de que te puedes convertir en un perro enorme delante de mis narices.

―Entiendo lo que dices, yo solía ser un niño que le gustaban los videojuegos, luego de convertirme en lobo mi papá tomó todo lo que pudo y nos sacó del país, necesitábamos proteger a nuestra familia, aunque lamento haber tenido que arrastrar a mi padre en todo esto.

― ¿Cuándo te convertiste en lobo?

―En mi cumpleaños número catorce, en ese entonces todavía me veía como un niño chiquito, puedo contarte la historia si quieres.

—Estoy dispuesto a escuchar.

—Cuando tenía trece años, el instituto organizó una semana de actividades en un campamento. Era opcional asistir, y yo no estaba del todo entusiasmado.

»Desde siempre he sido un chico solitario, y aunque tenía a mi pequeño círculo de amigos, no todos planeaban ir. Cuando le comenté sobre el paseo a mi padre, él me sugirió que fuera; ya que él iría a una capacitación y no quería dejarme solo.

»Hablé con mi mejor amigo de ese entonces y quedamos en asistir, así podríamos estar juntos. Él había ido hace un año y estaba desesperado por regresar. Esa debió ser la primera bandera roja, porque Brian no era muy entusiasta, así que pensé que debió estar muy divertido el año anterior como para que quisiese volver.

»Cuando llegamos al campamento y nos dividimos a los dormitorios, él me acompañó al mío. Le pregunté si se quedaba, me respondió que no. Brian iría a otra cabaña, era mi oportunidad de conseguir amigos. Los próximos días realizamos las actividades que nos indicaron, sin embargo, mi esfuerzo por socializar fue en vano. Ser un chico retraído no ayudaba mucho.

»No te haré el cuento tan largo, el día en que me convertí, Brian actuó extraño. Siempre miraba en dirección al lago y observaba el cielo. Durante unas horas desapareció. Después anunciaron que la luna roja se vería esa noche, y que tendríamos una fogata para apreciarla. Él reapareció de entre los arbustos.

»Una leyenda del lugar de donde provengo dice que, cuando la luna se torna de rojo, es porque las brujas salen de cacería a buscar niños. Y ahí estábamos, un grupo de adolescentes encantados en torno a ella... Fue casualidad que cayera en mi cumpleaños, por lo que, ese fenómeno fue incluso más maravilloso para mí. Al llegar la hora de dormir, Brian seguía en la fogata.

―Brian ¿Qué haces?

―Hola, no tengo sueño y planeo tener una caminata por el bosque.

―Puedo acompañarte.

»Fingió pensárselo un poco y dijo que sí.

»Después de eso nos fuimos hablando de las brujas en dirección al lago, me dijo que iba a pedirme que lo acompañara ya que tenía mi regalo de cumpleaños escondido por el lago. Al llegar al lago pude apreciar la belleza de las estrellas reflejadas en el lago.

»Brian dijo que lo esperara un segundo en lo que sacaba mi regalo de su escondite, me tape los ojos y en lo que esperaba escuche un aullido, volví a ver de dónde provenía ese sonido y fue cuando me percaté de los dos lobos a mi izquierda, uno blanco y el otro negro. Sentí mi corazón palpitar mil por hora. Di dos pasos atrás, pero mi espalda chocó con Brian. Quería correr, pero él estaba fascinado.

― ¿Amaia? ¡Amaia!

»El lobo blanco dio un paso adelante y sus huesos tronaron hasta convertirse en una mujer, tenía una mirada extraña como si hubiera encontrado una mina de oro y no supiera que hacer, fue cuando supe que estaba en aprietos.

―Brian ha pasado tiempo, puedo notar que quieres cumplir el trato. Incluso trajiste un regalo.

»¿Regalo? ¿Por qué esa mujer me llamaba regalo?

― ¡Vine por lo que me prometiste! ¡Y te traje lo que te prometí!

― ¿Brian? ¿Qué está pasando?

»Brian tomó mis hombros e hizo que me arrodillara.

― ¿¡Brian!? ¿¡Qué haces!?

»Amaia tenía ternura en su mirada, se acercó y se arrodilló frente a mí.

―Aww eres muy lindo.

― ¡Amaia cómetelo rápido! No aguanto ver su estúpida cara.

»Ni siquiera pude gritar. Podía ver la duda en la mirada de Amaia, volvió a ver a Brian y después a mí, hasta que su mirada brilló con una idea.

―Dámelo.

»Brian me empujó a la tierra, comencé a temblar. Lo poco que sabía es que ella me iba a comer, significaba que iba a morir y no volvería a ver a mi familia.

―Eres muy bonito para comerte―susurró―te daré un mejor regalo, algo que nunca podrás olvidar, seré tu madre a partir de ahora.

»Desgarró la parte de arriba de mi pijama dejando mi hombro descubierto, le dijo a Brian que era mejor que corriera o Betsy se lo iba a comer. Él gritó que ese no era el trato, pero en su mirada debió ver que ella hablaba en serio. Le ordenó a su acompañante Betsy que atrapara a Brian, y él salió corriendo.

»Lo último que supe de Brian fue el grito desgarrador que escuché. Amaia se levantó y me tomó del brazo, me sonrío como una madre y me dijo que todo estaría bien. Se inclinó y me mordió el hombro, sentí un estallido en mi interior. Seguro te preguntas cómo es transformarte. No importa cuantas veces lo hagas siempre va a doler, pero la primera vez es la más dolorosa de todas, sentí mis huesos acomodándose, el escozor de mi piel al abrirse, vi mi propia mano convertirse en pata. Todo a mi alrededor cambió.

»Amaia parecía sorprendida al inicio, después se puso feliz. Podía escuchar su voz en mi cabeza, estaba orgullosa de su nuevo hijo. Se transformó en loba y me tomó con el hocico y salió corriendo, Betsy se unió poco después, escuche su voz por primera vez, dijo que la manada estaría orgullosa con mi llegada.

»Cuando llegamos con la manada fue como si hubiera regresado el hijo pródigo, hicieron una especie de fiesta celebrando que su alfa finalmente lo había conseguido, un hijo perfecto.

»Debes preguntarte cómo es que terminé en este pueblo. La respuesta es fácil, necesitaba proteger a mi familia. Estuve desaparecido una semana, fue lo que duré en escapar de las garras de madre. Cuando andaban en unas de sus cacerías y nos descuidaron a los pequeños salí corriendo. Corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a la ciudad guiado por los olores. Lo más difícil fue controlar mi apariencia, pasar de niño a lobo.

»Le robe la manta a un vagabundo, estar en la ciudad fue una explosión de olores, mi olfato se había agudizado. Podía sentir al lobo bajo mi piel, gritaba que lo dejara salir. Llegué a un parque donde le pedí ayuda a una señora, ella llamó a la policía. Ellos me llevaron al hospital donde me rehúse a que revisaran, a decir verdad di pelea.

»Llamaron a mi padre, cuando finalmente llegó llore en sus brazos. Insistí en que quería ir a casa y que no quería que me tocaran, en mi pensamiento solo veía un gran letrero de un centro científico. Finalmente me pude ir aunque mi papá tuvo que firmar muchos papeles para que me dieran el alta.

»En el auto me hizo miles de preguntas, pero yo no sabía cómo responder ¿Cómo le dices a alguien lo que te acaba de pasar? Era surrealista, cuando finalmente comencé a hablar lo hice prometer que me creería, le dije lo que Brian hizo. De cómo me engañó para entregarme a la mujer lobo, ella me mordió y me convertí en lo mismo que ella, ahora tengo una familia, una manada. Le enseñé la cicatriz en mi hombro. No me creyó por supuesto, genuinamente creía que me estaba volviendo loco.

»Cuando llegamos a nuestro hogar la familia me recibió, algunos vinieron desde lejos, su único objetivo era encontrarme. Tengo un primo llamado Edward, que apenas me vio me abrazó con fuerza, me comenzó a revisar de arriba abajo y se percató de algo extraño en mí, dijo que respiraba raro como si me estuviera conteniendo, sabía que era cierto. Era la única forma en la que podía contener al lobo.

»Cuando sentí que ya no podía más fui a mi habitación y dejé que el lobo tomara forma, me vi por primera vez al espejo, parecía un cachorrito blanco. Era igual a Amaia, salte a la cama y trate de dormir. Cuando me estaba quedando dormido desperté gracias a un grito, era mi primo menor. Thomas comenzó a llamar a nuestra familia para que vieran al perrito. Me escondí debajo de la cama, no quería que me vieran. Mi padre llegó rápidamente y sacó a mi primo de mi habitación armado de un palo de golf. Mi padre no me dejaba tener mascotas por su alergia, creyó que un animal salvaje se había metido a mi habitación. Reviso la habitación y me encontró debajo de la cama, no sé si recordó mi historia y me llamó por mi nombre, salí y le mostré lo que era y creo que en ese momento me creyó. Dejó caer el palo de golf cuando volví a mi forma humana.

―Papá... madre me está buscando, puedo sentirla.

― ¿Madre?―no entendía porque mi madre me estaría buscando.

»Nunca se lo conté a nadie, pero mi verdadera madre me abandonó en un basurero de bebé. Papá me encontró y me adoptó siendo él un hombre recientemente viudo y con una tragedia en su familia. Su familia había muerto en un incendio y él que era bombero dejó su oficio después de no poder salvar a su familia. Se culpaba y se dedicó al alcohol, encontrarme le dio otro sentido a la vida.

»Papá sabía que debía protegerme y a la familia, así que durante un mes fue organizando las cosas de a poco sin decirme. Una madrugada me dijo que nos íbamos, estando afuera vi cómo le prendió fuego a nuestra casa, a la casa que él juró proteger después de haberla reconstruido. Abandonamos España tratando de dejar el mínimo rastro y esperábamos que Amaia no me pudiera encontrar.

»Cuando llegamos a este país buscamos un lugar lo más alejado de la ciudad donde un padre e hijo extranjeros pudieran pasar desapercibidos. En el camino nos encontramos con un vampiro, estaba herido y hambriento. Parecía que moriría en cualquier momento. Brad dice que tuve un golpe de suerte, si ese vampiro no hubiera estado moribundo no le habría podido ganar, yo solo era un cachorro pequeño.

☪☪☪

Volví a ver a Alex, estaba pensativo.

― ¿Alex?

―Tu historia es algo difícil de creer, si no fuera porque yo mismo te vi transformado en lobo diría que estás loco.

―Lo sé, al principio incluso para mí lo era.

―Lo siento, por todo lo que pasó. Debe ser horrible que tu vida cambie de la noche a la mañana...

―Necesito que me prometas algo―lo interrumpí con lo que necesitaba decir.

― ¿Por qué?―parecía confuso.

―Que nunca le dirás a nadie sobre los lobos. Si no lo haces Brad te vigilará hasta la próxima Luna Carmesí y te convertirá en lobo.

― ¿Qué? ¡Yo no quiero ser un lobo!

―Haré lo posible para que eso no suceda, te lo juro. Jamás serás un lobo.

― ¿Por qué Brad me quiere convertir en lobo?―estaba un poco alterado.

―Los líderes creen que sabes mucho.

― ¡Pero si tú solo me mostraste que eres un lobo! ¡y me acabas de contar tu vida!

―Tú y yo somos destinados y mientras dependa de mí, tú seguirás siendo humano.

― ¿Qué es un destinado?

―Antes de saber sobre los destinados debo preguntarte ¿crees en el destino?

―No, creo que uno forja su propio camino―se veía bastante seguro de su respuesta.

―Yo tampoco creía en el destino hasta que me convertí en lobo, después conocí a Will y a la manada, pero especialmente Will, si no fuera por él yo estaría perdido.

― ¿Por qué Will?

―Él me enseñó más que la manada, la manada todavía me considera cachorro ya que solo tengo dos años. Tu edad va desde que te conviertes en lobo y se ramifica en dos opciones, ser lobo puro que quiere decir que son lobos por nacimiento que es el caso de Brad o ser convertido que es mi caso. Mi apariencia es de un lobezno desgarbado adolescente, Brad casi se ve como adulto.

―Cuando te vi como lobo me pareciste grande.

―No lo soy, solo que los adultos son más grandes, parecen caballos. Yo no seré tan grande eso dice la manada.

―Tú pareces un poni―me quise reír―eres bastante grande. No dejes que te humillen solo por no ser puro.

―Gracias.

―Y... ¿Qué tiene que ver tu tamaño con el destino?

―Will me enseño que es el destino, el destino no es una fuerza invisible que rige nuestros caminos. El destino de hecho es una chica.

― ¿Una chica?―repitió como si fuera una palabra totalmente extraña.

―Yo tampoco lo creía, hasta que me la mostró.

― ¿La viste?―parecía incrédulo.

Solo asentí sonriendo.

―Es difícil verla, sólo si ella lo permite. Su cabello es blanco y sumamente largo ya que contiene los hilos del destino. Cuando la vi me sonrió y en su mano tenía un pequeño muñeco con un hilo alrededor, el muñeco tenía grabado mi nombre. Will cree que Desti está aburrida y me seleccionó como su juguete favorito,

― ¿Desti?

―Es el diminutivo de destino, sabes me sorprende que solo preguntes por su nombre y no por la historia que te estoy contando.

― ¡Perdón! Es que me pareció curioso el nombre.

―Ya noté que no te importo, yo soy un juguete y no te importo―fingí mi mayor acto dramático.

Podría considerar ser actor.

―Ya deja de jugar y dime que es un destinado.

―Es como el hilo rojo del destino que creen los humanos, esa persona a la que estás destinada, normalmente son del género contrario, pero Desti te puso en mi camino. Tu eres mi complemento, ese chico al que debo proteger. No sé qué tipo de alma gemela seas―sentí mis mejillas calientes―nunca he salido con nadie.

―Sabes Aarón, a mí no me importaría si es de forma romántica o solo amistad de mejores amigos. Te creo y sé que nunca me harías daño o permitirías que alguien me dañe.

Alex tomó mi mano y la apretó, cuando iba a decirle algo me llego un mensaje de un número desconocido.

+299 21 xxxx

Ερχομαι

Conocía a la única persona que me enseñó esa palabra.

Ancel estaba encamino.

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